Alice, aún lloraba varias horas después, cuando escuchó que la puerta de su habitación se abría sin previo aviso.
No tenía ánimo ni siquiera para mirar quién estaba en su espacio.
-No voy a comer, he dicho que no tengo hambre- gimió y sollozó- ¿ no entienden que quiero que me dejen sola?- esperó pero la persona no se fue- por favor, vete- pidió con un sollozo.
-¿De verdad quieres que me vaya, bonita?
Esa voz. . . no podía ser él.
¿Tan grande era su dolor que estaba imaginando que Kyle, le hablaba?
-¿Alice?- ella tragó el nudo que se formaba en su garganta, no tenía valor para girarse y encararlo.
-¿Kyle?- preguntó con voz ahogada, se giró lentamente para encontrarse con el rostro del hombre que amaba con desesperación. La hermosa imagen se hizo borrosa ya que las abundantes lágrimas le impedían verlo.
-¡Estoy aquí Alice!- él lloraba también.
Alice, casi se pone en pie y se lanza en sus brazos,
Había llegado el día más esperado por los Miraval y los McCarson.Kyle, estaba plenamente feliz ¡Al fin!, ahora si podía tener a Alice, entre sus brazos sin importar nada, porque ahora estaban de acuerdo con el amor que sentían. Kyle sonrió, a pesar de que había pisado Territorio Peligroso, empezando un juego prohibido al enamorarse de Alice, habían sufrido mucho, quizás más de lo que hubiesen podido resistir sus corazones, pero al final todo había valido la pena, se casaría con la única mujer que había amado plenamente desde el primer día que la vio.Aquella ocasión en la que tropezó con ella en el pasillo, algo se removió en su interior, fue justo en ese momento, cuando se reflejaba en esos hermosos ojos, que supo que jamás encontraría una mujer como ella. Y tiempo después su corazón le ratificó su sospecha al confirmarle que se había enamorado de ella y que jamás amaría a otra mujer que no fuese Alice Miraval.Lo mismo le había sucedido a Alice, ese
Alice, es una hermosa joven de diecinueve años que ha estado fuera de casa por mucho, mucho tiempo.Después de la muerte de su madre fue enviada a un internado para culminar su educación. Ahora, nueve años más tarde, es tiempo de volver a los suyos, solo que. . . nada es como ella lo recordaba.¿Cómo reaccionaran todos al saber que la Pequeña Alice se ha enamorado?Sí. Se ha enamorado, sin salir de casa.Es que. . . Después de estar lejos por nueve años, separada de la felicidad, de la alegría, de la familia, después de tanto tiempo. . . ¿Puede acaso alguien culp
El taxi se deslizaba suavemente por las calles transitadas y calurosas.<< ¿Qué pensará papá al verme?>>. Alice estaba realmente emocionada de ver nuevamente a su familia, extrañaba a sus hermanos, casi gritaba de la emoción al poder saber que dentro de muy poco tiempo estaría con ellos. Después de nueve años de soledad volvía a casa, volvía al campo, volvía a su familia, volvía al lugar del cual, no debió marcharse.La última vez que vio a su familia fue hace casi dos años, durante unas cortas vacaciones, lo mejor de su regreso, era que nadie la esperaba, ¡todos estarían felices de tenerla nuevamente!El taxi cruzó a la derecha y se introdujo en un largo sendero en el campo, a ella vinieron recuerdos de su infancia; ella corriendo entre los arboles con un amplio vestido, junto a ella su madre y su padre, mientras los tres reían felices. Otro recuerdo que la hacía llorar era ella junto a su madre, yendo a sus lugares favoritos del bosque.Suspiró
-¡Michael!. . . ¡Michael!. . . oh, aquí estas – dijo el desconocido, al cual ella no le pudo ver la cara, porque se encontraba de espalda. – yo . . . lo lamento, no sabía que tenías visita.-No es una visita hijo, esta es mi hija Alice, tu hermana.-¡Que gusto! – exclamó el hombre y Alice se giró hacia él con una enorme sonrisa.-Alice, princesa mía, este es Lyle – ella le sonrió era un hombre realmente guapo.-Mucho gusto – sonrió extendiéndole una mano.-El placer es todo mío.-Gracias – respondió ruborizándose levemente.-Michaell, tienes una hija muy bonita.-Tú tienes una hermana muy bonita - dijo en tono celoso y Lyle solo sonrió – ¿me buscabas para algo?-Mi madre escuchó tu coche llegar, pero al notar que no entrabas. . .-Salió a buscarme – completó aquella frase sonriendo.-Sí, ya sabes cómo es ella, quedó sorprendida al encontrar unas maletas en la puerta, ahora veo que son de Alice. No sabíamos que p
Tanto Mike como el chico que ella supuso era Dyle, estaban inmersos en el juego, al punto que ellos ingresaron a la biblioteca y ninguno levantó la mirada del tablero-Pido por favor – dijo su padre- detengan el juego.-¡Papá! - se quejó Mike, sin levantar la vista- estoy por darle una paliza a Dyle, no me interrumpas.-¿No te detendrías, ni siquiera por mi, Mike?- al culminar aquella frase, los ojos de Mike se posaron inmediatamente sobre ella-¡¿Alice?! – gritó Mike poniéndose en pie y corriendo hacia ella, la tomó en sus brazos, levantándola en el aire y haciéndola girar mientras ambos reían felices.Michaell los observaba mientras luchaba por contener las lágrimas que amenazaba por resbalar de sus ojos. Sintió una punzada de dolor al pensar que mantuvo a Alice tanto tiempo alejada de casa, y de su familia, y por motivos tan egoístas, solo porque. . .-¡Estas bellísima, pequeña Alice!-Tú también estás fantástico – Dyle se lev
No tuvo conciencia de cuánto tiempo durmió, hasta que un tímido, pero fuerte golpe a la puerta la sacó de su dulce sueño. Devolviendola a la realidad-Alice, ¿puedo pasar?-Oh si Cris, adelante – con la sábana cubriéndole hasta el pecho y recostada sobre las almohadas recibió a su madrastra.-¿Has descansado, cariño?- le preguntó con dulzura.-Si, dormí muy bien, muchas gracias.-Alice, no sabes cuánto me alegra que estés aquí con nosotros.-A mí también me alegra, papá ha hecho una buena elección contigo y eso me hace feliz Cris, lo amo inmensamente y te agradezco que lo hagas feliz.-Gracias, Alice – dijo con ojos cargados de lágrimas- me preocupaba lo que fueras a pensar – le palmeó la pierna- amo a tu padre con todo mi corazón – la cena estará lista en cuarenta minutos.-Prometo estar lista para entonces – dijo con una dulce sonrisa.-No hay nada especial ésta noche, no tendremos invitados pero, celebraremos tu regreso.
La familia charlaba y reía, ninguno notó la llegada de Missaell, el cual entraba con un portafolio en la mano derecha, mientras que con la izquierda desajustaba su corbata.Se detuvo y contemplo la escena durante un momento y vio entonces una larga cabellera oscura y un cuerpo juvenil que le daba la espalda.-¿Alice?- preguntó con voz fuerte, todos se giraron hacia él, siendo ella la última en observarlo.-¡Missa! – dejó la copa en manos de Lyle y corrió hacia su hermano- ¡Missa, Missa! – Este la abrazó fuertemente, haciéndola girar en el aire, de la misma manera que lo hizo Mike. Rieron con entusiasmo, luego su hermano la colocó en el suelo y le besó las mejillas, los parpados, la frente y la nariz con desesperación.-¡Oh Alice! Mi pequeña Alice – la estrechó- estás hermosa, mi pequeña.A pesar de que los cuatros hermanos se amaban y se la llevaban muy bien, el cariño entre Alice y Missaell era un poco mayor. Con todos compartía algo fabuloso y especia
Alice se despertó sobresaltada. Había tenido un sueño muy extraño, no lo recordaba con claridad, solo supo que su cuerpo estaba perlado en sudor y su corazón latía desesperado.Extendió la mano en busca de un reloj para ver la hora.¡Eran las dos de la mañana!Su estómago rugió y Alice rió.-¿Cómo es posible que tengas hambre a las dos de la mañana, Alice?- se preguntó a sí misma.Salió de la cama con la intención de ir a la cocina en busca de un pequeño bocadillo nocturno.Bajó las escaleras percatándose de que la casa estaba a oscuras, le costó un poco llegar a la cocina, ya que tropezaba con todo. Sus pies descalzos eran sigilosos sobre la fría madera del suelo.Al llegar a la cocina encendió la luz y abrió el refrigerador, bueno lo más sencillo sería un sándwich. Se le antojó uno con queso amarillo, jamón, lechuga y tomate¡Alice, son las dos de la mañana. Es un bocadillo, no el desayuno!Pero su estómago ru