Cuatro semanas más tarde, todo seguía exactamente igual. Desde que Kyle, se fue Alice, se había encerrado en su habitación en un estado de terrible depresión que preocupaba a todos, afortunadamente Cameron y Revel, se habían marchado.
Alice, comía muy poco, solo cuándo Nina o Mike le llevaban de comer a la habitación, de resto se negaba a tratar con alguien más, sobre todo con Cristhina, sentía que ella tenía la mayor participación en su desgracia, porque ella había invitado a Cameron a la casa.
Alice, no hacía mucho más que llorar, había perdido algo de peso, además por las mañanas se sentía muy mal, amanecía con el estómago todo revuelto.
Estaba acostada recordando la manera tan tierna en que Kyle, le había hecho el amor, abundantes lágrimas de dolor corrieron por sus mejillas. La puerta de su habitación se abrió sin previo aviso para darle paso a su hermano mayor. Ella lo observó y se dejó caer cansada sobre las almohadas.
-Ya basta, Alice- dij
Los días transcurrían con rapidez. Alice, se dedicó a comer y comer como nunca, en su último ecografía le habían dicho que el bebé estaba muy bien y que ella había estado subiendo de peso satisfactoriamente, pero. . . que era un embarazo riesgoso y debía tener cuidado.Todos se dedicaban a consentirla. Todos, menos Lyle, que siempre estaba viendo de lejos todo lo que Alice, hacía. Permanecía oculto entre las sombras como si fuese un espanto.Alice, no podía dejar de preguntarse; ¿dónde estaba Kyle? Y además, ¿Qué diría él si supiera que estaba esperando un hijo suyo?Según las cuentas, solo faltaban algunos días y estaría dentro de las doce semanas, aquello quería decir que Alice, había quedado embarazada el día en el que Kyle y ella estuvieron en la cascada, aquel día en el que se habían amado por última vez.Poco a poco los integrantes de la familia fueron arrepintiéndose de haberla separado de Kyle, pero ese arrepentimiento era inútil, llegaba
Dos días más tarde Nina y Missaell, ayudaban a Alice, a cruzar el umbral de su habitación.Todos se habían portado estupendamente con ella; la atendían, trataban de mantenerla activa, pero a pesar de los esfuerzos, ninguno había logrado devolver la sonrisa a su hermoso, pero triste rostro.Le hablaban, pero siempre estaba retraída y distante, con la mirada perdida en Dios, sabrá dónde. Siempre lloraba y cuando la dejaban un par de minutos sola, la hallaban acariciando su vientre mientras lágrimas rodaban por sus mejillas y fuertes sollozos sacudían su cuerpo.Ese vientre que alguna vez había albergado a una vida, ahora se hallaba vacío, sin duda alguna estaba tocando fondo, no podía ser más infeliz de lo que ya era, a su corta edad tenía la experiencia y el sufrimiento de una mujer de unos setenta años.Después de instalarse cómodamente en su habitación, todos, menos su padre se retiraron, la mirada que dedicó al resto de la familia, indicab
Alice, aún lloraba varias horas después, cuando escuchó que la puerta de su habitación se abría sin previo aviso.No tenía ánimo ni siquiera para mirar quién estaba en su espacio.-No voy a comer, he dicho que no tengo hambre- gimió y sollozó- ¿ no entienden que quiero que me dejen sola?- esperó pero la persona no se fue- por favor, vete- pidió con un sollozo.-¿De verdad quieres que me vaya, bonita?Esa voz. . . no podía ser él.¿Tan grande era su dolor que estaba imaginando que Kyle, le hablaba?-¿Alice?- ella tragó el nudo que se formaba en su garganta, no tenía valor para girarse y encararlo.-¿Kyle?- preguntó con voz ahogada, se giró lentamente para encontrarse con el rostro del hombre que amaba con desesperación. La hermosa imagen se hizo borrosa ya que las abundantes lágrimas le impedían verlo.-¡Estoy aquí Alice!- él lloraba también.Alice, casi se pone en pie y se lanza en sus brazos,
Había llegado el día más esperado por los Miraval y los McCarson.Kyle, estaba plenamente feliz ¡Al fin!, ahora si podía tener a Alice, entre sus brazos sin importar nada, porque ahora estaban de acuerdo con el amor que sentían. Kyle sonrió, a pesar de que había pisado Territorio Peligroso, empezando un juego prohibido al enamorarse de Alice, habían sufrido mucho, quizás más de lo que hubiesen podido resistir sus corazones, pero al final todo había valido la pena, se casaría con la única mujer que había amado plenamente desde el primer día que la vio.Aquella ocasión en la que tropezó con ella en el pasillo, algo se removió en su interior, fue justo en ese momento, cuando se reflejaba en esos hermosos ojos, que supo que jamás encontraría una mujer como ella. Y tiempo después su corazón le ratificó su sospecha al confirmarle que se había enamorado de ella y que jamás amaría a otra mujer que no fuese Alice Miraval.Lo mismo le había sucedido a Alice, ese
Alice, es una hermosa joven de diecinueve años que ha estado fuera de casa por mucho, mucho tiempo.Después de la muerte de su madre fue enviada a un internado para culminar su educación. Ahora, nueve años más tarde, es tiempo de volver a los suyos, solo que. . . nada es como ella lo recordaba.¿Cómo reaccionaran todos al saber que la Pequeña Alice se ha enamorado?Sí. Se ha enamorado, sin salir de casa.Es que. . . Después de estar lejos por nueve años, separada de la felicidad, de la alegría, de la familia, después de tanto tiempo. . . ¿Puede acaso alguien culp
El taxi se deslizaba suavemente por las calles transitadas y calurosas.<< ¿Qué pensará papá al verme?>>. Alice estaba realmente emocionada de ver nuevamente a su familia, extrañaba a sus hermanos, casi gritaba de la emoción al poder saber que dentro de muy poco tiempo estaría con ellos. Después de nueve años de soledad volvía a casa, volvía al campo, volvía a su familia, volvía al lugar del cual, no debió marcharse.La última vez que vio a su familia fue hace casi dos años, durante unas cortas vacaciones, lo mejor de su regreso, era que nadie la esperaba, ¡todos estarían felices de tenerla nuevamente!El taxi cruzó a la derecha y se introdujo en un largo sendero en el campo, a ella vinieron recuerdos de su infancia; ella corriendo entre los arboles con un amplio vestido, junto a ella su madre y su padre, mientras los tres reían felices. Otro recuerdo que la hacía llorar era ella junto a su madre, yendo a sus lugares favoritos del bosque.Suspiró
-¡Michael!. . . ¡Michael!. . . oh, aquí estas – dijo el desconocido, al cual ella no le pudo ver la cara, porque se encontraba de espalda. – yo . . . lo lamento, no sabía que tenías visita.-No es una visita hijo, esta es mi hija Alice, tu hermana.-¡Que gusto! – exclamó el hombre y Alice se giró hacia él con una enorme sonrisa.-Alice, princesa mía, este es Lyle – ella le sonrió era un hombre realmente guapo.-Mucho gusto – sonrió extendiéndole una mano.-El placer es todo mío.-Gracias – respondió ruborizándose levemente.-Michaell, tienes una hija muy bonita.-Tú tienes una hermana muy bonita - dijo en tono celoso y Lyle solo sonrió – ¿me buscabas para algo?-Mi madre escuchó tu coche llegar, pero al notar que no entrabas. . .-Salió a buscarme – completó aquella frase sonriendo.-Sí, ya sabes cómo es ella, quedó sorprendida al encontrar unas maletas en la puerta, ahora veo que son de Alice. No sabíamos que p
Tanto Mike como el chico que ella supuso era Dyle, estaban inmersos en el juego, al punto que ellos ingresaron a la biblioteca y ninguno levantó la mirada del tablero-Pido por favor – dijo su padre- detengan el juego.-¡Papá! - se quejó Mike, sin levantar la vista- estoy por darle una paliza a Dyle, no me interrumpas.-¿No te detendrías, ni siquiera por mi, Mike?- al culminar aquella frase, los ojos de Mike se posaron inmediatamente sobre ella-¡¿Alice?! – gritó Mike poniéndose en pie y corriendo hacia ella, la tomó en sus brazos, levantándola en el aire y haciéndola girar mientras ambos reían felices.Michaell los observaba mientras luchaba por contener las lágrimas que amenazaba por resbalar de sus ojos. Sintió una punzada de dolor al pensar que mantuvo a Alice tanto tiempo alejada de casa, y de su familia, y por motivos tan egoístas, solo porque. . .-¡Estas bellísima, pequeña Alice!-Tú también estás fantástico – Dyle se lev