Alice se despertó sobresaltada. Había tenido un sueño muy extraño, no lo recordaba con claridad, solo supo que su cuerpo estaba perlado en sudor y su corazón latía desesperado.
Extendió la mano en busca de un reloj para ver la hora.
¡Eran las dos de la mañana!
Su estómago rugió y Alice rió.
-¿Cómo es posible que tengas hambre a las dos de la mañana, Alice?- se preguntó a sí misma.
Salió de la cama con la intención de ir a la cocina en busca de un pequeño bocadillo nocturno.
Bajó las escaleras percatándose de que la casa estaba a oscuras, le costó un poco llegar a la cocina, ya que tropezaba con todo. Sus pies descalzos eran sigilosos sobre la fría madera del suelo.
Al llegar a la cocina encendió la luz y abrió el refrigerador, bueno lo más sencillo sería un sándwich. Se le antojó uno con queso amarillo, jamón, lechuga y tomate
¡Alice, son las dos de la mañana. Es un bocadillo, no el desayuno!
Pero su estómago rugió en desacuerdo con su cabeza. Así que ignorando sus pensamientos, se preparó el sándwich, cuando lo tuvo listo se sentó en un taburete y lo acompañó con un vaso de leche. Llevaba la mitad cuando una voz casi produce que se atragante con el bocado que masticaba.
-¡Si sigues comiendo así, en un mes pesarás cien kilos!- ella se giró, tosiendo un poco hacia él. Kyle estaba recargado en la puerta con sus brazos cruzados, pero lo que impactó a Alice no fue eso, sino ver aquel torso bien formado, desnudo. Él solo vestía un mono pijama. Después de tragar lo que masticaba le dijo.
-¡Casi me matas del susto, Kyle!- él rió.
-Estabas muy concentrada masticando, que ni te fijaste de mi presencia.
-Mi estómago pedía a gritos algo de comer. ¿y tú?, ¿no puedes dormir?
-Solo vine por un vaso de agua, estaba teniendo muy mala noche.
-¿Quieres?- le ofreció, extendiendo su bocadillo hacia él.
-No suelo comer a estas horas, Alice.
-Oh, vamos. . . es solo un mordisquito- le sonrió y él se acercó. Alice se puso en pie y se lo extendió nuevamente, quedó sorprendida cuando Kyle tomó su mano, hizo un poco de presión en su muñeca y luego mordió. Ella carraspeó, esos sensuales labios que la habían torturado durante la noche estaban muy cerca de ella, por su baja estatura estaba obligada a echar la cabeza hacia atrás para poder mirarle.
Sin poder reprimir el impulso le acarició la mejilla derecha, él trago su bocado y la miró directamente a los ojos.
-Alice. . .
-¿Si, Kyle?. . .- él la observó en silencio por largo rato.
-Muy buen Sándwich. . .
-Gracias. . .
Kyle observaba sus hermosos ojos café, su boca estaba entreabierta, ella sin saberlo lo estaba provocando. . . invitándolo a besarla. Sus ojos le miraban llenos de brillo, su pequeño cuerpo estaba muy cerca al suyo, y él sintió la terrible necesidad de besarla.
¡Si Michaell, Missaell o Mike leyeran sus pensamientos, de seguro lo matarían!.
¡Al diablo todos ellos!
Se inclinó y reclamó aquellos sensuales labios que pedían ser besados.
Alice se sorprendió cuando una fuerte mano de Kyle la estrechó por la cintura y la otra se posó en su nuca. Cuando sintió aquellos labios; que eran tan suaves como prometían, el bocadillo resbaló de sus manos y fue a dar al suelo. Se puso de puntillas y aún no llegaba a su cuello, así que se conformó con dejar sus manos en aquel fuerte pecho.
Si, sus labios eran suaves, tiernos pero muy exigentes también, ese beso era increíblemente arrollador, y despertó en ella sensaciones que ni se imaginó que existían, todo su cuerpo tembló emanando un calor sorprendente. Se sintió arder, se sintió que se convertía en una antorcha viviente.
Kyle la sintió pegarse más a él, y vibrar bajo sus besos, con la mano que la sostenía de la nuca, acarició su cuello, ella tembló y Kyle gimió de placer, Alice le permitió a su lengua entrar a la boca de ella, e inició una erótica danza permitiendo que su lengua danzara junto a la de él, la temperatura subía; su cuerpo estaba reaccionando a aquel fuerte calor que emanaba desde su parte más viril. La estrechó más contra él y la sintió gemir, aquel sonido medio quejido, medio gemido amenazaba con volverlo loco, lo estaba excitando a niveles peligrosos.
Alice sintió como Kyle la estrechaba, su dureza la golpeó en el estómago y gimió sin poder evitarlo. Era la primera vez que la besaban de aquella manera, tan exigente, tan sensual, tan profunda, se sentía enloquecer.
<<¿Qué demonios estás haciendo, Kyle?, ¡es la hija de Michaell; él esposo de tu madre!. . . ¡eres un idiota!>>
Sin esperar más se alejó de sus labios, y se sintió incompleto al instante, quería seguirla besando, disfrutar de las sensaciones que sus labios le ofrecían.
Al sentir que él se tensaba y luego terminaba el beso de forma abrupta, Alice sintió frío y un tremendo vacío recorrerle <<¿qué había sucedido? ¿Había hecho algo mal? ¿lo había besado mal o qué?>> Él la miró directamente a los ojos, hermosos ojos café abiertos por la sorpresa.
-Lo siento Alice. . . fui un tonto, no debí besarte. . . yo. . . lo siento- sin darle lugar para responder dio media vuelta y se marchó. Ella se quedó allí, sopesando la situación e intentando asimilar sus palabras
<< Fui un tonto, no debí besarte>>
<<¿Qué fue lo que hizo mal?>>
Después de algunos minutos, donde se quedó de pie mirando a la nada, reaccionó, salió corriendo tras de él, subió las escaleras apresurada y lo alcanzó cuando este ponía la mano sobre la perilla de la puerta.
-¡Kyle!- susurró mientras su pecho subía y bajaba acelerado, después de haber hecho todo aquel esfuerzo físico. . .
-Alice. . .yo. . .
-¿Qué hice mal?. . . ¿No te gustó mi beso?- él la observó sorprendido, ¿cómo era capaz de pensar que ella había hecho algo mal?. . .¡qué inocente era!.
-No has hecho nada mal, Alice.
-Entonces es que beso mal- aseguró mientras un fuerte rubor cubría sus mejillas, agradeció que el pasillo estuviese oscuro y ocultara su vergüenza.
-Por supuesto que no. . . besas. . . -se acercó a ella y susurró- besas muy bien, extremadamente bien- dicho aquello se retiró con vehemencia.
-¿Entonces. . . ?- preguntó ruborizada hasta la raíz del cabello.
-No está bien, Alice. . .tu eres la hija de Michaell, el esposo de mi madre, eres muy joven además. . .
-¡Tengo diecinueve, soy mayor de edad!
-Sí, pero sigues siendo la hija de Michaell. . .esto es ahondar en Territorio Peligroso Alice. . . no está bien y. . .
-A mí me encantó ese beso- dijo ella firme
-Alice, por favor. . . – Kyle quiso entrar en su habitación y cerrar la puerta tras él para evitar caer en la tentación. Casi grita de placer al escucharla decir.
-¡Quiero más!- expuso- ¡quiero otro beso como ese, quiero muchos besos como ese!
Sin esperar respuesta de parte de él, dio un pequeño salto y se enganchó a su cuello pegando sus labios a los de él. Kyle la recibió sujetándola fuertemente de la cintura para evitar dejarla caer. Ella lo besó y él correspondió, muy a pesar de la lucha que se libraba en su interior. Ella rodeó la masculina cintura con sus piernas y Kyle la sujetó con fuerza colocando sus manos en los muslos de ella, la giró y la dejó prisionera entre su cuerpo y la fría pared, metió la lengua en su boca, le acarició los muslos y ella acarició su espalda. Él la sintió arquearse hacia él.
-Alice. . .- dijo en un susurro contra su boca- está mal- le besó el cuello y ella gimió de puro placer- esta. . .mal. . .
-No me importa – jadeó- no me importa si está mal. . .solo me importa lo que me haces sentir. . . – Kyle la miró a los ojos en silencio y negó con la cabeza, aún en contra de lo que quería en ese momento la dejó en el suelo.
-No. . .no, Kyle. . . – él negó alejándose y esquivando el abrazo que ella pretendía darle.
-Esto no se repetirá, Alice, te pido que por favor, por el bien de todos guardemos las distancias- y sin más entró a su habitación, dejándola allí temblando de deseo contenido y de pura frustración.
Alice se apresuró a entrar a su habitación, cerró la puerta, se recargó en ella y se dejó deslizar hasta llegar al suelo, recogió sus rodillas abrazándolas, sintiendo mucho frio.
<<¡Te has comportado terrible, Alice!>>
<<¡Te has comportado como una mujerzuela!>>
<<¡Te has comportado como una ofrecida!>>
<<¿Ahora que se supone que pensará tu hermanastro de ti?. . . ¡Él empezó!. . . ¡Él me besó primero!>> quiso consolarse, pero no lo logro.
<<¿Cómo se supone que lo veré mañana a la cara?. . . Mañana no, ¡en algunas horas!>>
Esto se estaba complicando mucho.
Se levantó y se fue a la cama, se cubrió con las sabanas, pero fue imposible dormir.
Esos besos. . .
Esos labios. . .
¡Maldición. . . deseaba esos labios!
¡Diablos. . . aquel si había sido un bocadillo nocturno!. . . ¡Y ella quería seguir comiendo aunque fuese a escondidas!
Tres semanas habían pasado desde su encuentro nocturno con Kyle, y no habían tenido contacto durante ese tiempo, al menos no más del necesario, durante las cenas él guardaba silencio absoluto, y Alice por su parte solo respondía a lo que le preguntaran, su conversación en la mesa era muy poca. Aunque Lyle siempre buscaba la manera de entretenerla, de conversar con ella para incluirla.Cuando Alice lo miraba, en ocasiones él la estaba mirando en silencio, y al cruzar sus miradas Kyle tensaba su mandíbula y apartaba sus ojos en dirección a otro lado, si se cruzaban se saludaban fríamente, en una ocasión coincidieron a la entrada de sus habitaciones, él la miró y por un momento lo sintió flaquear, sus ojos le demostraron deseo y rendición y ella esperaba en silencio, anhelando los besos que veía venir, pero de pronto todo se esfumó, sus ojos cambiaron, su ceño se frunció.-Buenas noches, Alice- fue lo único que dijo antes de girarse y cerrarle la puerta en la cara.&nb
Kyle estaba recostado sobre un bulto de almohadas, con una mano se cubría los ojos y apretaba los dientes intentando contener el dolor.-Este maldito dolor me va a matar- se dijo en voz alta, un llamado a la puerta produjo un gruñido en él.-Adelante – gritó sin descubrir sus ojos- madre, te advierto que no. . .-Soy muy joven para ser tu madre – dijo ella sonriendo, Kyle se giró en dirección al lugar de dónde provenía aquella voz.Y allí estaba ella, con su espesa melena suelta, cayendo sobre sus hombros en hermosas cascadas, de pronto sintió un inmenso deseo de introducir sus dedos en aquella fascinante cabellera. Kyle maldijo en silencio, había intentado toda la tarde borrar de su cabeza la imagen de aquella chica, de su cuerpo, de sus besos, y ahora ella se presentaba en su habitación con. . . ¡Una bandeja de comida!-Hola, Kyle- lo vio allí tan vulnerable y sintió deseos de tocarlo aunque fuese por un instante.-Alice. . .
Sus respiraciones se hicieron muy aceleradas, tanto Alice, como Kyle sentían cómo la sangre golpeaba con fuerza en sus venas.Kyle miró detenidamente los labios. Eran; llenos, sensuales, atrevidos, incitantes. Ella inconscientemente los humedeció y ese gesto tan inocente cómo erótico, no hizo más que incrementar el deseo de Kyle-Alice. . . – susurró sin dejar de mirarla.-Mmmm. . . – quiso sonar despreocupada, pero su respuesta había sido. . . ¡Un gemido!, ¡por Dios! Se sentía realmente avergonzada de su conducta. Su cuerpo reaccionaba tan solo de tenerlo cerca, su respiración, su olor, su tacto, no hacían más que encender y avivar una llamarada dentro de su ser. -Voy a morir si no te beso- su voz era sensualmente ronca.-No quiero que mueras- su respuesta no pudo haber sido más clara. -¿Te arrepentirás?-No lo haré, juro que no lo haré.
Alice supo que la noche sería difícil, lo que no imaginó es cuánto.Cada vez que lograba conciliar el sueño , se encontraba soñando y fantaseando de forma erótica, aquello nunca le había ocurrido, en esos sueños Kyle la besaba, la acariciaba llegando a lugares que nadie había explorado con anterioridad, lugares de su cuerpo que a excepción de ella, nadie más conocía. Aquellos sueños producían que su noche fuese inquietante y que cada vez que despertaba lo hiciese con su cuerpo perlado en sudor, y temblando de deseo. Aquello realmente le avergonzaba.Si pensó que su noche sería difícil debió ver la de Kyle.El masculino cuerpo temblaba al recordar cómo Alice se había abierto a él; dulce, tierna y espontánea. Era una dulce tortura imaginarla a tan solo unos pasos y no poder acudir a ella. Sentía que la piel le quemaba y su excitación no disminuía. En sus sueños imaginaba cómo la hacía suya, cómo ella gritaría su nombre en medio del éxtasis, cómo sería fundirse
Alice se metió en la tina , con el agua caliente cubriéndole hasta los hombros, suspiró satisfecha y se introdujo más para poder relajarse totalmente.Luego de la ducha se vistió con unos jeans y una blusa blanca, dejó su cabello suelto en hermosas cascadas. Se observaba en el espejo cuando un llamado a la puerta la sobresaltó.-Adelante- fue su padre quién entró a la habitación.-Papito- le besó ambas mejillas.-Princesa mía, un día en la piscina te ha sentado de maravilla.-Gracias- lo condujo hacia la cama- siéntate conmigo, papito. Quiero que conversemos.-Muy bien- le sonrió- ¿de qué quieres hablar?-Papá- empezó ella- el día en que llegué, estábamos teniendo una conversación importante, justo cuando me ibas a hablar del verdadero motivo por el cual me enviaste al extranjero, Lyle nos interrumpió.-Si- dijo asintiendo, su expresión cambió. Pa
Kyle corrió tras ella, Alice se giró y vio que él la perseguía, intentó correr más rápido, se sentía deshecha y no quería que él la viera así.Se perdió entre la maleza y los arbustos, no se detuvo sino que siguió corriendo hasta detenerse e n un pequeño puente, sobre un hermoso riachuelo, allí sintió que sus rodillas ya no podían sostenerla, así que se dejó hacer, hundió el rostro entre las manos y dio rienda suelta a su dolor.Fuertes sollozos convulsionaban su cuerpo, después de algunos segundos sintió que unos fuertes brazos la tomaban por los hombros en un cálido abrazo. Se giró para encontrarse con la mirada triste de Kyle.-¡Oh, Kyle!- gimió y se lanzó a sus brazos acurrucándose contra el fuerte pecho masculino.Kyle, la acunó sentándose en el suelo y estrechándola fuertemente contra él. Acarició su cabello y le susurró tiernas palabras de consuelo, con la intensión de tranquilizarla. Pronto los sollozos fueron disminuyendo. Cuando las conv
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, era tan agradable estar en casa rodeada de su gente, teniendo el calor de las personas que más la amaban. Después de durar una semana enojada con su padre, no lo soportó más, le amaba demasiado y no podía mantenerse alejada de él, así que una triste tarde de lluvia, ella entró a su despacho y llorando se arrojó a sus brazos suplicando por un perdón. Su padre la abrazó con fuerza y después de algunas lágrimas, todo estuvo arreglado.Las cosas con Kyle, no podrían estar mejor. Una tarde dieron un paseo a caballo, se sentaron en la grama del campo, conversaron largo tiempo y entre besos se confesaron su amor. Ahora sin las sombras de la duda. Ambos reconocieron ampliamente que ya no podían vivir el uno sin el otro.Así que cuando tenían oportunidad, era imposible que Kyle mantuviese sus manos lejos de ella. Compartían besos furtivos, abrazos cálidos y sonrisas cómplices.Aquella mañana Alice
La suite era grande y muy cómoda, con una amplia cama que lograba empequeñecer el resto de los objetos.-He pedido servicio a cuarto- la voz de Kyle la sobresaltó un poco-La verdad no tengo apetito- respondió nervios-Yo tampoco, ya he informado a casa de la situación, para que tu padre no se preocupe-Gracias.-¿Sucede algo Cariño?, has estado muy callada y reservada, tu no eres así, Alice-No sucede nada- mintió-Vamos nena, algo te incomoda y quiero saber qué es, preciosa no me agrada sentirte así-Si- susurró- sucede todo- sus ojos se llenaron de lágrimas- esa rubia oxigenada. . . – sollozó.-Oh, Alice- se acercó a ella y la abrazó- no tienes de que preocuparte cariño. Karla es un error del pasado, pero te juro que desde que llegaste a mi vida no he vuelto a mirar a nadie más-¡Ella te besó!- gimió- ¡te besó y no dijiste nada.-Amor mío, Karla pertenece al pasado, tú y sólo tú eres mi presente y mi futuro.