Tres semanas habían pasado desde su encuentro nocturno con Kyle, y no habían tenido contacto durante ese tiempo, al menos no más del necesario, durante las cenas él guardaba silencio absoluto, y Alice por su parte solo respondía a lo que le preguntaran, su conversación en la mesa era muy poca. Aunque Lyle siempre buscaba la manera de entretenerla, de conversar con ella para incluirla.
Cuando Alice lo miraba, en ocasiones él la estaba mirando en silencio, y al cruzar sus miradas Kyle tensaba su mandíbula y apartaba sus ojos en dirección a otro lado, si se cruzaban se saludaban fríamente, en una ocasión coincidieron a la entrada de sus habitaciones, él la miró y por un momento lo sintió flaquear, sus ojos le demostraron deseo y rendición y ella esperaba en silencio, anhelando los besos que veía venir, pero de pronto todo se esfumó, sus ojos cambiaron, su ceño se frunció.
-Buenas noches, Alice- fue lo único que dijo antes de girarse y cerrarle la puerta en la cara.&nb
Kyle estaba recostado sobre un bulto de almohadas, con una mano se cubría los ojos y apretaba los dientes intentando contener el dolor.-Este maldito dolor me va a matar- se dijo en voz alta, un llamado a la puerta produjo un gruñido en él.-Adelante – gritó sin descubrir sus ojos- madre, te advierto que no. . .-Soy muy joven para ser tu madre – dijo ella sonriendo, Kyle se giró en dirección al lugar de dónde provenía aquella voz.Y allí estaba ella, con su espesa melena suelta, cayendo sobre sus hombros en hermosas cascadas, de pronto sintió un inmenso deseo de introducir sus dedos en aquella fascinante cabellera. Kyle maldijo en silencio, había intentado toda la tarde borrar de su cabeza la imagen de aquella chica, de su cuerpo, de sus besos, y ahora ella se presentaba en su habitación con. . . ¡Una bandeja de comida!-Hola, Kyle- lo vio allí tan vulnerable y sintió deseos de tocarlo aunque fuese por un instante.-Alice. . .
Sus respiraciones se hicieron muy aceleradas, tanto Alice, como Kyle sentían cómo la sangre golpeaba con fuerza en sus venas.Kyle miró detenidamente los labios. Eran; llenos, sensuales, atrevidos, incitantes. Ella inconscientemente los humedeció y ese gesto tan inocente cómo erótico, no hizo más que incrementar el deseo de Kyle-Alice. . . – susurró sin dejar de mirarla.-Mmmm. . . – quiso sonar despreocupada, pero su respuesta había sido. . . ¡Un gemido!, ¡por Dios! Se sentía realmente avergonzada de su conducta. Su cuerpo reaccionaba tan solo de tenerlo cerca, su respiración, su olor, su tacto, no hacían más que encender y avivar una llamarada dentro de su ser. -Voy a morir si no te beso- su voz era sensualmente ronca.-No quiero que mueras- su respuesta no pudo haber sido más clara. -¿Te arrepentirás?-No lo haré, juro que no lo haré.
Alice supo que la noche sería difícil, lo que no imaginó es cuánto.Cada vez que lograba conciliar el sueño , se encontraba soñando y fantaseando de forma erótica, aquello nunca le había ocurrido, en esos sueños Kyle la besaba, la acariciaba llegando a lugares que nadie había explorado con anterioridad, lugares de su cuerpo que a excepción de ella, nadie más conocía. Aquellos sueños producían que su noche fuese inquietante y que cada vez que despertaba lo hiciese con su cuerpo perlado en sudor, y temblando de deseo. Aquello realmente le avergonzaba.Si pensó que su noche sería difícil debió ver la de Kyle.El masculino cuerpo temblaba al recordar cómo Alice se había abierto a él; dulce, tierna y espontánea. Era una dulce tortura imaginarla a tan solo unos pasos y no poder acudir a ella. Sentía que la piel le quemaba y su excitación no disminuía. En sus sueños imaginaba cómo la hacía suya, cómo ella gritaría su nombre en medio del éxtasis, cómo sería fundirse
Alice se metió en la tina , con el agua caliente cubriéndole hasta los hombros, suspiró satisfecha y se introdujo más para poder relajarse totalmente.Luego de la ducha se vistió con unos jeans y una blusa blanca, dejó su cabello suelto en hermosas cascadas. Se observaba en el espejo cuando un llamado a la puerta la sobresaltó.-Adelante- fue su padre quién entró a la habitación.-Papito- le besó ambas mejillas.-Princesa mía, un día en la piscina te ha sentado de maravilla.-Gracias- lo condujo hacia la cama- siéntate conmigo, papito. Quiero que conversemos.-Muy bien- le sonrió- ¿de qué quieres hablar?-Papá- empezó ella- el día en que llegué, estábamos teniendo una conversación importante, justo cuando me ibas a hablar del verdadero motivo por el cual me enviaste al extranjero, Lyle nos interrumpió.-Si- dijo asintiendo, su expresión cambió. Pa
Kyle corrió tras ella, Alice se giró y vio que él la perseguía, intentó correr más rápido, se sentía deshecha y no quería que él la viera así.Se perdió entre la maleza y los arbustos, no se detuvo sino que siguió corriendo hasta detenerse e n un pequeño puente, sobre un hermoso riachuelo, allí sintió que sus rodillas ya no podían sostenerla, así que se dejó hacer, hundió el rostro entre las manos y dio rienda suelta a su dolor.Fuertes sollozos convulsionaban su cuerpo, después de algunos segundos sintió que unos fuertes brazos la tomaban por los hombros en un cálido abrazo. Se giró para encontrarse con la mirada triste de Kyle.-¡Oh, Kyle!- gimió y se lanzó a sus brazos acurrucándose contra el fuerte pecho masculino.Kyle, la acunó sentándose en el suelo y estrechándola fuertemente contra él. Acarició su cabello y le susurró tiernas palabras de consuelo, con la intensión de tranquilizarla. Pronto los sollozos fueron disminuyendo. Cuando las conv
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, era tan agradable estar en casa rodeada de su gente, teniendo el calor de las personas que más la amaban. Después de durar una semana enojada con su padre, no lo soportó más, le amaba demasiado y no podía mantenerse alejada de él, así que una triste tarde de lluvia, ella entró a su despacho y llorando se arrojó a sus brazos suplicando por un perdón. Su padre la abrazó con fuerza y después de algunas lágrimas, todo estuvo arreglado.Las cosas con Kyle, no podrían estar mejor. Una tarde dieron un paseo a caballo, se sentaron en la grama del campo, conversaron largo tiempo y entre besos se confesaron su amor. Ahora sin las sombras de la duda. Ambos reconocieron ampliamente que ya no podían vivir el uno sin el otro.Así que cuando tenían oportunidad, era imposible que Kyle mantuviese sus manos lejos de ella. Compartían besos furtivos, abrazos cálidos y sonrisas cómplices.Aquella mañana Alice
La suite era grande y muy cómoda, con una amplia cama que lograba empequeñecer el resto de los objetos.-He pedido servicio a cuarto- la voz de Kyle la sobresaltó un poco-La verdad no tengo apetito- respondió nervios-Yo tampoco, ya he informado a casa de la situación, para que tu padre no se preocupe-Gracias.-¿Sucede algo Cariño?, has estado muy callada y reservada, tu no eres así, Alice-No sucede nada- mintió-Vamos nena, algo te incomoda y quiero saber qué es, preciosa no me agrada sentirte así-Si- susurró- sucede todo- sus ojos se llenaron de lágrimas- esa rubia oxigenada. . . – sollozó.-Oh, Alice- se acercó a ella y la abrazó- no tienes de que preocuparte cariño. Karla es un error del pasado, pero te juro que desde que llegaste a mi vida no he vuelto a mirar a nadie más-¡Ella te besó!- gimió- ¡te besó y no dijiste nada.-Amor mío, Karla pertenece al pasado, tú y sólo tú eres mi presente y mi futuro.
-Comensales cariño, he invitado a tu mujer y tu cuñado a pasar el fin de semana con nosotros.Alice sintió que su corazón se encogía de pena<<¡Kyle tiene mujer!La cara de Kyle se contrajo por la ira, pero cuando habló lo hizo pausada y controladamente.-¿Qué tú hiciste qué?-Kyle, cálmate- intervino Michaell.-Madre- le ignoró- Cameron es mi ex mujer, y sabes bien que no soporto tenerla cerca.-Kyle. .-En cuanto a Revel, nunca hemos tenido una buena relación. Nada tiene que hacer aquí- frunció el ceño-Lo lamento Kyle, pero ya los he invitado y no pienso retractarme-Yo. . . - intervino Alice- me voy a mi habitación a cambiarme.-No olvides la cena, querida.-'Por supuesto que no. Aquí estaré- improvisó una sonrisa.Cuando llegó a su habitación, se lanzó a su cama sollozando sobre las almohadas. Quiso gritar. Golpear a alguien, estaba tan ensimismada en su dolor que no s e d