Alice supo que la noche sería difícil, lo que no imaginó es cuánto.
Cada vez que lograba conciliar el sueño , se encontraba soñando y fantaseando de forma erótica, aquello nunca le había ocurrido, en esos sueños Kyle la besaba, la acariciaba llegando a lugares que nadie había explorado con anterioridad, lugares de su cuerpo que a excepción de ella, nadie más conocía. Aquellos sueños producían que su noche fuese inquietante y que cada vez que despertaba lo hiciese con su cuerpo perlado en sudor, y temblando de deseo. Aquello realmente le avergonzaba.
Si pensó que su noche sería difícil debió ver la de Kyle.
El masculino cuerpo temblaba al recordar cómo Alice se había abierto a él; dulce, tierna y espontánea. Era una dulce tortura imaginarla a tan solo unos pasos y no poder acudir a ella. Sentía que la piel le quemaba y su excitación no disminuía. En sus sueños imaginaba cómo la hacía suya, cómo ella gritaría su nombre en medio del éxtasis, cómo sería fundirse
Alice se metió en la tina , con el agua caliente cubriéndole hasta los hombros, suspiró satisfecha y se introdujo más para poder relajarse totalmente.Luego de la ducha se vistió con unos jeans y una blusa blanca, dejó su cabello suelto en hermosas cascadas. Se observaba en el espejo cuando un llamado a la puerta la sobresaltó.-Adelante- fue su padre quién entró a la habitación.-Papito- le besó ambas mejillas.-Princesa mía, un día en la piscina te ha sentado de maravilla.-Gracias- lo condujo hacia la cama- siéntate conmigo, papito. Quiero que conversemos.-Muy bien- le sonrió- ¿de qué quieres hablar?-Papá- empezó ella- el día en que llegué, estábamos teniendo una conversación importante, justo cuando me ibas a hablar del verdadero motivo por el cual me enviaste al extranjero, Lyle nos interrumpió.-Si- dijo asintiendo, su expresión cambió. Pa
Kyle corrió tras ella, Alice se giró y vio que él la perseguía, intentó correr más rápido, se sentía deshecha y no quería que él la viera así.Se perdió entre la maleza y los arbustos, no se detuvo sino que siguió corriendo hasta detenerse e n un pequeño puente, sobre un hermoso riachuelo, allí sintió que sus rodillas ya no podían sostenerla, así que se dejó hacer, hundió el rostro entre las manos y dio rienda suelta a su dolor.Fuertes sollozos convulsionaban su cuerpo, después de algunos segundos sintió que unos fuertes brazos la tomaban por los hombros en un cálido abrazo. Se giró para encontrarse con la mirada triste de Kyle.-¡Oh, Kyle!- gimió y se lanzó a sus brazos acurrucándose contra el fuerte pecho masculino.Kyle, la acunó sentándose en el suelo y estrechándola fuertemente contra él. Acarició su cabello y le susurró tiernas palabras de consuelo, con la intensión de tranquilizarla. Pronto los sollozos fueron disminuyendo. Cuando las conv
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, era tan agradable estar en casa rodeada de su gente, teniendo el calor de las personas que más la amaban. Después de durar una semana enojada con su padre, no lo soportó más, le amaba demasiado y no podía mantenerse alejada de él, así que una triste tarde de lluvia, ella entró a su despacho y llorando se arrojó a sus brazos suplicando por un perdón. Su padre la abrazó con fuerza y después de algunas lágrimas, todo estuvo arreglado.Las cosas con Kyle, no podrían estar mejor. Una tarde dieron un paseo a caballo, se sentaron en la grama del campo, conversaron largo tiempo y entre besos se confesaron su amor. Ahora sin las sombras de la duda. Ambos reconocieron ampliamente que ya no podían vivir el uno sin el otro.Así que cuando tenían oportunidad, era imposible que Kyle mantuviese sus manos lejos de ella. Compartían besos furtivos, abrazos cálidos y sonrisas cómplices.Aquella mañana Alice
La suite era grande y muy cómoda, con una amplia cama que lograba empequeñecer el resto de los objetos.-He pedido servicio a cuarto- la voz de Kyle la sobresaltó un poco-La verdad no tengo apetito- respondió nervios-Yo tampoco, ya he informado a casa de la situación, para que tu padre no se preocupe-Gracias.-¿Sucede algo Cariño?, has estado muy callada y reservada, tu no eres así, Alice-No sucede nada- mintió-Vamos nena, algo te incomoda y quiero saber qué es, preciosa no me agrada sentirte así-Si- susurró- sucede todo- sus ojos se llenaron de lágrimas- esa rubia oxigenada. . . – sollozó.-Oh, Alice- se acercó a ella y la abrazó- no tienes de que preocuparte cariño. Karla es un error del pasado, pero te juro que desde que llegaste a mi vida no he vuelto a mirar a nadie más-¡Ella te besó!- gimió- ¡te besó y no dijiste nada.-Amor mío, Karla pertenece al pasado, tú y sólo tú eres mi presente y mi futuro.
-Comensales cariño, he invitado a tu mujer y tu cuñado a pasar el fin de semana con nosotros.Alice sintió que su corazón se encogía de pena<<¡Kyle tiene mujer!La cara de Kyle se contrajo por la ira, pero cuando habló lo hizo pausada y controladamente.-¿Qué tú hiciste qué?-Kyle, cálmate- intervino Michaell.-Madre- le ignoró- Cameron es mi ex mujer, y sabes bien que no soporto tenerla cerca.-Kyle. .-En cuanto a Revel, nunca hemos tenido una buena relación. Nada tiene que hacer aquí- frunció el ceño-Lo lamento Kyle, pero ya los he invitado y no pienso retractarme-Yo. . . - intervino Alice- me voy a mi habitación a cambiarme.-No olvides la cena, querida.-'Por supuesto que no. Aquí estaré- improvisó una sonrisa.Cuando llegó a su habitación, se lanzó a su cama sollozando sobre las almohadas. Quiso gritar. Golpear a alguien, estaba tan ensimismada en su dolor que no s e d
Cris hizo arreglos en la mesa. Cameron quedó junto a Kyle. Y Alice, junto a Revel, lo cual la hizo sentir muy incómoda durante toda la noche.Durante la cena, Cameron no paraba de conversar y contar anécdotas sobre sus giras de modelaje, sobre que salió en esta o aquella revista de moda. Puras vanidades. Luego de cenar pasaron a la sala de estar, donde compartirían una taza de café.Para nadie era un secreto que Revel coqueteaba con ella, y para Alice no pasaba desapercibido el ceño fruncido de Kyle y la mirada asesina de Lyle.-Alice, ¿tú también te interesas en la empresa familiar?-Estoy interesada en todo lo que pueda hacer para ayudar a mi padre.-Muy sabio de tu parte- la sonrisa de Revel le dedicó la incomodó aún más.-¿Tienes novio, Alice? – los ojos de Alice, se abrieron como plato. Pudo apreciar que Missaell y Mike fruncieron el ceño.<<¿Qué hago Dios mío?>>-Ya habrá tiempo para conversar
Alice nadó por largo rato, cuando sintió que su cuerpo estaba completamente relajado, salió y se recostó sobre una tumbona. Se colocó unas gafas para cubrir sus ojos y allí se quedó dormida.-¡Alice!- no. No soñaba, alguien le estaba llamando, abrió los ojos agradeciendo llevar gafas, el sol estaba más resplandeciente que nunca.¡Cameron!¡Santo cielos! ¿Ahora qué quiere?-¿Qué se te ofrece Cameron?-Quiero que hablemos- No se sorprendió del tono gélido con que la trataba. Alice se incorporó, arrastrando sus gafas hacia su cabeza. El vestido que ella llevaba era realmente hermoso. ¿y es que acaso esa mujer debía lucir siempre tan bien?-¿Hablar?- Alice frunció el ceño- ¿Hablar sobre qué?-Sobre Kyle- fue directa al punto. Alice sintió como temblaba internamente, pero se negó a demostrarlo. Se puso en pie y la miró fijamente.<<No te lo pondré fácil Cameron Manning, Kyle es mío>>-No entiendo a qué te
Alice manejaba de regreso a casa, ya pasaba la hora del almuerzo. Había ido a la ciudad a hacer algunas compras, eso a la vista de todos, su realidad era que necesitaba escapar de la tensión que se respiraba en la casa, algunos parecían a punto de explotar, y aquello estaba acabando con sus nervios.Estacionó su coche frente a la casa, al bajar se fijó en que el jardinero se dedicaba a cuidar las rosas que estaban en la entrada de la casa.-Hola Juan, buenas tardes.-Buenas tardes, niña.-¿Está Kyle en casa?-Se encuentra en el viñedo, Señorita.-Muchas gracias- se encaminó al encuentro del hombre que amaba. Lo encontró jugando con las uvas que rozaban su cabeza, sus ojos risueños, su mirada llena de anhelo, parecía más joven de lo que realmente era.-Alice- estaba tan ensimismada observándolo, que se sobresaltó cuando él la llamó tendiéndole una mano para que se acercara, ella obedeció sonriente.-Esas uvas se