Cap.7
Mientras llegaba el día de anunciar al nuevo presidente de construcciones COCO, Maggi habia contratado una entrenadora personal y se había dado cuenta que desde hace más de un año tenía la misma ropa.Absolutamente nada de lo que había en su armario era apropiado para su nuevo puesto, necesitaba cambiar todo lo que había ahí, ella quería impresionar a todos ese día, así que puso manos a la obra.Después de algunas llamadas a las marcas más reconocidas de ropa se puso a liberar todo su armario y una hora después ya se estaba probando los atuendos que trajeron para ella, eligió tanto ropa casual, de gala, deportiva y por supuesto lo mejor para la oficina.Justo cuando casi terminaba llegó Daniel, algo que la sorprendió pues era muy temprano y el no solía siquiera venir a casa.Saludó amablemente a todos y se fue al despacho, había que guardar apariencias delante de los demás, Maggi despidió a todos y subió a su habitación a contemplar su nuevo armario.Era agradable comprar ropa nueva, quizá por eso a su madre le gustaba tanto hacerlo, mientras estaba ahí perdida en sus pensamientos un Daniel muy molesto entro de repente.—Que fue todo eso!?——No te enseñaron a tocar la puerta?— responde ella sin mirarlo.—Pregunte que fue todo eso—repite apretando los dientes.—Justo lo que vez—señala su armario.—Me compré ropa nueva, si no hay nada más vete.——Quien te dijo que podías gastar tanto dinero en ropa— le dice a gritos.—No recuerdo haberte perdido ni un centavo para comprarla.—le responde Maggi sin ninguna emoción—Recuerda que yo tengo mi propio dinero.——Tuu!!!—la señala con su dedo, pues eso le había calado.—Sal de aquí, y no vuelvas a entrar sin tocar.—Daniel la miro un momento y ese cambio drástico lo tenía preocupado y mucho, se preguntaba que le daba esa seguridad para hablarle así, con esos pensamientos se marchó.Maggi suspiro y cerro la puerta con seguro, no quería que pudiera entrar a su habitación cuando le diera la gana.Después de ese día todo fue como de costumbre, Daniel no venía a casa y Maggi seguía en lo suyo.Al fin había llegado el día tan esperado, ella despertó temprano y se preparó un baño, se puso un maquillaje discreto y se vistió con aquel traje a la medida que se mando hacer para está ocasión especial, era color vino de tres piezas, una falda de lápiz, playera blanca de manga larga y un saco.Justo un día antes se había cortado su larga melena castaña y le había quedado al nivel de sus hombros así que solo se puso un broche a juego con su traje de lado derecho, y eligió unos tacones negros de 10cm.Una vez que Jacinto le aviso que Daniel se había ido tomo su maletín y salió de su habitación para marcharse, ya quería ver la cara que iba poner el imbécil cuando la viera tomar la presidencia, pensar en eso la hizo sonreír con malicia.En la sala de juntas*—Ya que estamos todos presentes, voy a comenzar la reunión— hablo Ray Ordóñez—El día de hoy como todos ya lo saben, anunciaré mi retiro y también, nombrare al nuevo presidente.Todos en la sala comenzaron a murmurar, la mayoría estaban seguros de que el sucesor sería su yerno, pero otros tantos no estaban de acuerdo con eso, no creían que Daniel Milton fuera apto para dirigir una empresa tan grande.—Por favor señores, guarden la calma, hace tiempo que eh querido retirarme, y créanme, los dejaré un en exelentes manos.La verdad era que Daniel se sentía un poco incómodo, no había hablado de esto con su suegro ni una vez, esto es lo que el siempre había querido, apoderarse de la empresa de su esposa, pero no debió consultarlo al menos una vez, eso lo hacía sentir incómodo.—Denle la bienvenida por favor —dice señalando hacia donde estaba Daniel y este estaba a punto de ponerse de pie cuando Ray continuo.— A su nueva presidenta, mi querida hija, la señora Maggi Ordóñez de Milton —Todos sin excepción quedaron en completo silencio y consternados por la noticia, jamás imaginaron que algo así pasaría, Maggi camino con elegancia desde la puerta asta el asiento que estaba a lado del de su padre.—Sera un verdadero honor poder trabajar y aprender de todos ustedes, espero que podamos llevarnos bien.— les dedica una sutil sonrisa a todos los presentes y por último una más amplia a su querido esposo, quien aún no se recupera del shock.Enseguida se escucharon de nuevo los murmullos que, a diferencia de hace un momento ahora heran de felicidad, claro, todos preferían que la empresa quedará en manos de la hija de su presidente que de un completo extraño.—Veo que la noticia les ah caído bien señores, de ser así por favor hagamos una votación abierta, levanten la mano quienes estén a favor.— indico Ray alzando mano.Seguido de Ray todos excepto tres personas levantaron la mano, entre ellas el mismo Daniel Milton.—Daniel, acaso tienes algo que decir!?— pregunto su suegro frunciendo el ceño.—No, no, por supuesto que no señor, es solo que estoy sorprendido, pero estoy seguro de que mi esposa es perfectamente capaz de liderar la empresa.— respondió Daniel sonriendo mientras se forzaba a salir del shock en el que se encontraba.—Oye espero que no lo tomes a mal hijo, pero no quise darte más responsabilidad, ya tienes suficiente con tu propia empresa.— Ray le sonrío amablemente aunque en sus ojos había un extraño brillo.—
Maggi estaba muy elegante y su belleza no se podía ocultar, el cuidado que le estaba dando a su cuerpo comenzó a dar frutos, ya no era tan delgada como antes, ahora el precioso vestido azul marino brilloso le hormaba perfecto."Vamos a jugar querido" pensó ella al ver a su esposo esperándola al final de las escaleras, se podía notar que el hombre se había quedado sin palabras al verla. Será que le saldría el tiro por la culata?, pensó el al notar lo hermosa que era su esposa.—Te ves hermosa.— a lo que ella le sonrío —Gracias, también te vez bien.——Vamos, reserve un lugar especial para ti.— le ofreció su brazo y ella lo tomó.El restaurante que Daniel eligió se ubicaba en el último piso del hotel Blue, había recervado todo el lugar solo para ellos, su mesa se encontraba en la terraza, desde ahí se podía ver la hermosa noche.La verdad Maggi no disfruto nada de aquello, estaba tan asqueada con aquel comportamiento hipócrita del hombre, no podía creer que después de un año de maltrato
Cap. 10Toc, toc, se escucha desde afuera de la habitación de Maggi y está se está terminando de poner sus aretes y un brazalete a juego.—Un momento, ya casi estoy lista— toma su bolso y sale de la habitación, y ahí está la cara de ese idiota.—Luces hermosa— la mira de pies a cabeza, está vez ella está usando un bestido color dorado sin mangas.—Gracias— el intenta besarla, pero ella se gira y el beso cae sobre su mejilla. —Deberiamos apresurarnos, ya vamos tarde.— quería abofetearlo, pero debía controlarce.—De acuerdo, lo siento, prometí darte tiempo, pero estás tan hermosa que no pude evitarlo.— ella solo sonríe y el le ofrece su brazo.En la mansión Ordóñez.—Estoy tan feliz de que estén aquí, no debiste traer tantos regalos — la madre de Maggi está feliz de tenerla ahí.—No es ninguna molestia suegra, no me atrevería a venir con las manos vacías.— dice el muy hipócrita.—Es bueno verte madre.— ambos hacen una pequeña reverencia y pasan a la sala donde se encuentra el padre de d
Maggi se terminó de instalar en la que sería su oficina temporal mientras su padre se retiraba por completo. Toc, toc, se escucha la puerta.—Adelante— —Presidenta, ella es Luci, será su secretaria a partir de hoy, le envié sus datos por correo.——Gracias Norma, déjanos a solas un momento— y de inmediato ambas mujeres jóvenes quedan a solas.—Mucho gusto, mi nombre es Luci Park, es un placer trabajar para usted.— parecía una chica simple, pero como la mayoría, tenía mucha ambición.—Mucho gusto Luci, y con respecto a mi nombre, prefiero que me llames solo presidenta, y tú cómo prefieres.?— la chica dudo un poco, pero pronto dijo con confianza. —Puede llamarme Luci, presidenta.— Maggie solo asintió sin emoción alguna.—Bienvenida entonces, Norma te mostrará tus obligaciones, puedes irte.— con una pequeña reverencia la chica se retira. Maggi continuo con su trabajo mientras la joven se perdía en sus pensamientos, pensando que era muy injusto que siendo ambas de la misma edad, ella fu
El tiempo paso tan rápido con todo el trabajo que había por hacer que Maggi no se dió cuenta de que ya era demaciado tarde, tampoco noto que Daniel la había estado llamando.Las puertas del elevador se abren y Luci se pone de pie para recibir a quien sea que llegará, levanta la mirada para saludar y por unos segundos no puede evitar sorprenderse, claro, Daniel era un hombre atractivo después de todo.—Hola señorita, veo que eres nueva aquí.— ladea un poco la cabeza para verla mejor — Sin duda lo eres, no olvidaría una cara tan bonita.— termina guiñándole el ojo.—Ho...hola, mi nombre es Luci, puedo ayudarle en algo?— dice sonrojada por la vergüenza.—Podrias ayudar y mucho, pero en este momento solo quiero ver a la señora Ordóñez.— ja, no menciono su apellido a propósito el muy imbécil.—Claro, tiene usted una cita?— responde ya en sus sentidos.—Acaso es hora de que alguien tenga una cita de trabajo??— Daniel está a punto de explotar de ira. —Solo dile que el señor Milton está aquí.—
Les voy a contar una historia mientras estoy aquí, sentada en el balcón de mi penthouse, con una hermosa vista nocturna,tomándome una copa del vino tinto más caro que tenía en mi colección.Había una vez una chica tímida, y muy insegura, quién apenas había dejado de ser una niña cuando sus padres tuvieron que casarla por aquello de la fusión de dos poderosas empresas.La familia que necesitaba el matrimonio era la del novio, hombre a quien ella no amaba, no conocía y que tampoco la amaba.Todo antes y durante la ceremonia de boda transcurrió normal, el joven parecía amable y sincero, ella ingenua como era creyó que quizá podía ser feliz con el, pero luego todo cambio.Al llegar a la habitación de hotel donde pasaron su luna de miel, el chico mostró su verdadero rostro, le regaló la primera de tantas miradas frías acompañada de desprecio.--Quiero que te quede muy claro que yo no te amo y nunca te voy amar, está claro.-- dijo apretando los dientes.-- Entiendo.-- fue todo lo que la jov
Cada día era igual, le llevaban el desayuno a su cama, y estaban a su cuidado todo el día como si fuese una muñeca de porcelana, ella se sentía en las nubes, pobre chica tonta.Había pasado casi un mes, y no había vuelto a saber nada de aquel miserable con el que se había casado, la familia solo le decía que estaba muy ocupado con su trabajo y la verdad era que a ella no le importaba mucho si el volvia o no.Mientras se cepillaba su larga melena castaña alguien tocó a la puerta y ella dejo que pasará.-- Señora Milton, la señora Margaret dice que se arregle para salir a ver al médico.---- Mi madre se siente mal?-- pregunto confundida y preocupada.-- No me dijo nada más, con su permiso.-- cerró la puerta y Maggie se dio prisa en bajar.Era la primera vez que salía de casa desde que se casó, ni siquiera había ido a ningún evento social con su esposo, pero el si asistía, lo había visto en las revistas, eso la deprimía, como mostraría su educación si solo estaba encerrada.-- Madre esto
Luego de un año sin poder quedar embarazada lejos de llevarla a una revisión para ver qué pasaba con ella la señora Margaret le dijo que tenía que mudarse a casa de su esposo.— Maggie el chófer ya está aquí, date prisa.— casi la sacaron a rastras.— Pero madre aún no empaque nada.— la verdad era que la chica no quería ir a vivir con ese hombre.— La sirvienta lo ara por ti y mañana tendrás todo en casa, anda ya vete.—Y sin más, vio como le cerraron las puertas de aquella mansión dónde había vivido un infierno. Antes de subir al coche contempló aquella casa desde afuera y a esas alturas ya no sentía nada que no fuera odio hacia aquellas personas que solo ignoraron lo que le pasó y juro vengarse.— Vámonos Jasinto — este era su nuevo chófer, quién después le serviría de testigo.Había pasado una semana ya desde que se mudo a la casa de Daniel su esposo y no se había topado con el, ella ya sabía cuando lo vería.Llegaron sus días de ovulación y por primera vez no lo espero, si no que t