Cada día era igual, le llevaban el desayuno a su cama, y estaban a su cuidado todo el día como si fuese una muñeca de porcelana, ella se sentía en las nubes, pobre chica tonta.
Había pasado casi un mes, y no había vuelto a saber nada de aquel miserable con el que se había casado, la familia solo le decía que estaba muy ocupado con su trabajo y la verdad era que a ella no le importaba mucho si el volvia o no.Mientras se cepillaba su larga melena castaña alguien tocó a la puerta y ella dejo que pasará.-- Señora Milton, la señora Margaret dice que se arregle para salir a ver al médico.---- Mi madre se siente mal?-- pregunto confundida y preocupada.-- No me dijo nada más, con su permiso.-- cerró la puerta y Maggie se dio prisa en bajar.Era la primera vez que salía de casa desde que se casó, ni siquiera había ido a ningún evento social con su esposo, pero el si asistía, lo había visto en las revistas, eso la deprimía, como mostraría su educación si solo estaba encerrada.-- Madre estoy aquí.-- dijo ella, y Margaret se acercó a ella.--Muy bien querida, vamos.-- le tomo su brazo y salieron juntas, de camino al hospital Maggie le preguntó a la mujer si se estaba sintiendo mal.-- No te preocupes, está cita es para ti, vamos a ver si ya estás embarazada.-- dijo la mujer muy emocionada.-- Embarazada?-- no pudo evitar sorprenderse.-- Si...quería esperar a que tú periodo nos avisará pero ya no puedo más, ya quiero saberlo.-- acariciaba las manos de la chica como si de verdad la apreciará.El resto del camino fue muy silencioso, Maggie estaba perdida en sus pensamientos, un bebé quizá haría que su esposo la tratara bien, o que quisiera venir a casa, aunque muy en el fondo tenía resentimiento por aquella primera noche.Quizá si un bebé llegaba podría ver a sus padres, le habían dicho que no podía salir ni recibir visitas asta que pasará la fecha de la luna de miel, había que guardar las apariencias de un viaje que nunca existió.Solo recibía llamadas y mensajes de su madre, la extrañaba tanto, mientras suspiraba llegaron al hospital.-- Vamos querida hemos llegado.-- la ayudo a bajar del coche como si no se valiera por ella misma.-- Gracias madre pero no estoy enferma, yo puedo hacerlo no te esfuerces tanto, también debes cuidar tu salud.-- siempre tan amable.-- Claro que cuido mi salud, si no como podré ver crecer a mi nieto niña tonta, vamos dejame mimarte.-- pronto todos esos detalles quedarían en el pasado.En el consultorio.Dra. Polsen.-- Haré la prueba de sangre para más seguridad y también le haremos un ultrasonido de acuerdo?-- me indico que me recostara.-- Vas a sentir frío, es por el gel.-- ella era muy amable y me miraba con un poco de pena.Realizó primero el ultrasonido y no se pudo ver nada.-- Parece que no hay nada, oh bien aún no se formó o no hay embarazo, la prueba de sangre nos va despejar de dudas.--La señora Margaret no se veía nada feliz con estás noticias, al verla me mal humor la pobre Maggie también comenzó a preocuparse, siempre le habían dicho que un bebé era lo más importante para un matrimonio por negocios ya que este sería el nuevo heredero de todo.Una esposa que no podía darle un bebé a la familia era considerada inservible, así que empezó a ponerse ansiosa, y si nunca tenía un bebé, que iba pasar con ella?.Una hora más tarde la enfermera dijo su nombre en la sala de espera, ambas mujeres volvieron a entrar al consultorio.-- Y bien doctora, que pasa? si está embarazada verdad?-- pregunto Margaret con anhelo.-- Lo siento mucho señoras, pero los resultados muestran que no hay un embarazo.-- Maggie no sabía si estar feliz o triste, como se supone que debe sentirse.-- Ya veo-- dijo Margaret con mala cara-- Siempre puede volver a intentarlo, aún es muy joven no se preocupe por eso, si después de más intentos no funciona entonces venga a verme para una revisión más profunda.-- la doctora le sonrió cálidamente a Maggie.-- Tiene razón doctora, tendrá que intentarlo una vez al mes asta que funcione.-- Margaret recupero el entusiasmo, y las dos salieron de ahí.Al llegar a la mansión ya todo el mundo sabía que ella no estaba embarazada así que nadie se volvió a preocupar por ella ya no le llevaban el desayuno a la cama, ni siquiera le servían sus comidas, tenía que hacerlo ella misma.Esos día se sentía tan miserable, no era tan estúpida, sabía que solo la habían tratado bien porque creían que esperaba al hijo de Daniel.Cuando su periodo se fue Margaret vino a su habitación a verla, y le dijo que su esposo vendrá en sus días de ovulación para tener intimidad y así está vez quedará embarazada.Ella estaba tan nerviosa y llena de miedo, temía que fuera igual de salvaje que la primera vez, se llegaron esos 3 días.-- Por favor para, ya no puedo más.-- la chica se sentia tan miserable.-- Cierra la boca, te dije que no hicieras ningún ruido-- grito dándole otro golpe, y ella solo pudo llorar en silencio y ahogar su voz para que ya no la golpeara más.Y así pasaba esos 3 días de cada mes, siendo violada por ese enfermo, abusaba de ella toda la noche, parecía nunca cansarse.Y los días posteriores a esas noches de nuevo venían las atenciones de toda la m*****a familia que solo hacían la vista gorda a toda aquella violencia que ella sufría en manos de ese bastardo.No le quedaba más que llorar en silencio mientras se bañaba y miraba todas esa marcas, no podía decirle nada a nadie, al principio no quería preocupar a su madre pero después era por qué le avergonzaba contarle a alguien todas las atrocidades que ese infeliz le hacía.Luego de un año sin poder quedar embarazada lejos de llevarla a una revisión para ver qué pasaba con ella la señora Margaret le dijo que tenía que mudarse a casa de su esposo.— Maggie el chófer ya está aquí, date prisa.— casi la sacaron a rastras.— Pero madre aún no empaque nada.— la verdad era que la chica no quería ir a vivir con ese hombre.— La sirvienta lo ara por ti y mañana tendrás todo en casa, anda ya vete.—Y sin más, vio como le cerraron las puertas de aquella mansión dónde había vivido un infierno. Antes de subir al coche contempló aquella casa desde afuera y a esas alturas ya no sentía nada que no fuera odio hacia aquellas personas que solo ignoraron lo que le pasó y juro vengarse.— Vámonos Jasinto — este era su nuevo chófer, quién después le serviría de testigo.Había pasado una semana ya desde que se mudo a la casa de Daniel su esposo y no se había topado con el, ella ya sabía cuando lo vería.Llegaron sus días de ovulación y por primera vez no lo espero, si no que t
Después de haber tenido ese desagradable encuentro con Daniel, no había vuelto a verlo como de costumbre y para ella así estaba mejor, era como si viviera sola en aquella gran casa solo su habitación tenía su toque especial, el resto de la casa permaneció igual.Mientras se miraba al espejo pensando que parecía una mujer de casi treinta cuando apenas estaba por cumplir sus venite años, decidió que desde ese día comenzaría a cuidarse más, la pantalla de su móvil comenzó a brillar mientras ella terminaba de ponerse una mascarilla.— Hola mamá, que gusto que me llames.— se acostó en su sofá para reposar como indicaba el empaque de la mascarilla.— Cariño, tengo lo que me pediste, ven a la dirección que te enviaré mañana por la mañana, nos vemos llegó tu padre, te amo.— y colgó de inmediato,Más tarde llego el mensaje con la dirección y hora del lugar, se sentía muy nerviosa, al fin iba descubrir cuál era la verdad, depende de esos resultados ella sabría cómo actuar.A la mañana siguiente
Mientras tenían un agradable desayuno madre e hija, Maggie sintió como si alguien la observará, era una sensación muy extraña, miro hacia todas partes confundida pero no había nadie.— Pasa algo Maggie?,— dice la madre mirando a todas partes también.— No es nada, de pronto sentí que alguien me miraba, pero debe ser el cansancio.— mejor se mantuvo calmada para no preocupar a su madre.— Pobre de ti cariño.— le toma su mano para animarla.El resto del desayuno es muy alegre, hacia mucho que no sonreía como aquel día, de verdad pensó que había olvidado como hacerlo.Pero por mucho que pareciera feliz, ya nunca sería la misma de antes, hay heridas que ni siquiera el tiempo puede curar, al pensar en eso suspiro con pesar.— Mamá, iré al baño, ahora vuelvo.— su madre asintió con la cabeza y ella se alejo.Mientras se lavaba las manos, no dejaba de pensar en quién podría estarla siguiendo, y si la familia Milton la estaba vigilando y ya sabían sobre su visita al ginecólogo, eso la tenía muy
De camino a casa Maggie no podía dejar de pensar en las palabras de su padre, no creía que que el viaje por el mundo fuera la única razón por la que el quería retirarse, era un adicto al trabajo, tal vez tendría que averiguar por su cuenta, pero hasta no tener los resultados de los exámenes no podía darle una respuesta.Al día siguiente se levantó muy temprano y tal como prometido, comenzó a hacer ejercicio y cuidar su piel, pronto se llegó la hora de ver a la ginecóloga, decidió verla en un restaurante para desayunar y así no levantar sospechas.— Hola señora Ordóñez, está aqui— la saludo desde la última mesa, había decidido usar su nombre de soltera.— Hola, llegó temprano.— enseguida la doctora le entrega una bolsa de regalo como Maggie se lo pidió.— Le traje un pequeño presente, espero le guste.— le guiña el ojo, ahí dentro se encuentran los resultados y Maggie solo asiente.Desayunan y charlan como dos grandes amigos, nadie pensaría que solo es una doctora y su paciente, la verd
Cap.7Mientras llegaba el día de anunciar al nuevo presidente de construcciones COCO, Maggi habia contratado una entrenadora personal y se había dado cuenta que desde hace más de un año tenía la misma ropa.Absolutamente nada de lo que había en su armario era apropiado para su nuevo puesto, necesitaba cambiar todo lo que había ahí, ella quería impresionar a todos ese día, así que puso manos a la obra.Después de algunas llamadas a las marcas más reconocidas de ropa se puso a liberar todo su armario y una hora después ya se estaba probando los atuendos que trajeron para ella, eligió tanto ropa casual, de gala, deportiva y por supuesto lo mejor para la oficina.Justo cuando casi terminaba llegó Daniel, algo que la sorprendió pues era muy temprano y el no solía siquiera venir a casa.Saludó amablemente a todos y se fue al despacho, había que guardar apariencias delante de los demás, Maggi despidió a todos y subió a su habitación a contemplar su nuevo armario.Era agradable comprar ropa
Enseguida se escucharon de nuevo los murmullos que, a diferencia de hace un momento ahora heran de felicidad, claro, todos preferían que la empresa quedará en manos de la hija de su presidente que de un completo extraño.—Veo que la noticia les ah caído bien señores, de ser así por favor hagamos una votación abierta, levanten la mano quienes estén a favor.— indico Ray alzando mano.Seguido de Ray todos excepto tres personas levantaron la mano, entre ellas el mismo Daniel Milton.—Daniel, acaso tienes algo que decir!?— pregunto su suegro frunciendo el ceño.—No, no, por supuesto que no señor, es solo que estoy sorprendido, pero estoy seguro de que mi esposa es perfectamente capaz de liderar la empresa.— respondió Daniel sonriendo mientras se forzaba a salir del shock en el que se encontraba.—Oye espero que no lo tomes a mal hijo, pero no quise darte más responsabilidad, ya tienes suficiente con tu propia empresa.— Ray le sonrío amablemente aunque en sus ojos había un extraño brillo.—
Maggi estaba muy elegante y su belleza no se podía ocultar, el cuidado que le estaba dando a su cuerpo comenzó a dar frutos, ya no era tan delgada como antes, ahora el precioso vestido azul marino brilloso le hormaba perfecto."Vamos a jugar querido" pensó ella al ver a su esposo esperándola al final de las escaleras, se podía notar que el hombre se había quedado sin palabras al verla. Será que le saldría el tiro por la culata?, pensó el al notar lo hermosa que era su esposa.—Te ves hermosa.— a lo que ella le sonrío —Gracias, también te vez bien.——Vamos, reserve un lugar especial para ti.— le ofreció su brazo y ella lo tomó.El restaurante que Daniel eligió se ubicaba en el último piso del hotel Blue, había recervado todo el lugar solo para ellos, su mesa se encontraba en la terraza, desde ahí se podía ver la hermosa noche.La verdad Maggi no disfruto nada de aquello, estaba tan asqueada con aquel comportamiento hipócrita del hombre, no podía creer que después de un año de maltrato
Cap. 10Toc, toc, se escucha desde afuera de la habitación de Maggi y está se está terminando de poner sus aretes y un brazalete a juego.—Un momento, ya casi estoy lista— toma su bolso y sale de la habitación, y ahí está la cara de ese idiota.—Luces hermosa— la mira de pies a cabeza, está vez ella está usando un bestido color dorado sin mangas.—Gracias— el intenta besarla, pero ella se gira y el beso cae sobre su mejilla. —Deberiamos apresurarnos, ya vamos tarde.— quería abofetearlo, pero debía controlarce.—De acuerdo, lo siento, prometí darte tiempo, pero estás tan hermosa que no pude evitarlo.— ella solo sonríe y el le ofrece su brazo.En la mansión Ordóñez.—Estoy tan feliz de que estén aquí, no debiste traer tantos regalos — la madre de Maggi está feliz de tenerla ahí.—No es ninguna molestia suegra, no me atrevería a venir con las manos vacías.— dice el muy hipócrita.—Es bueno verte madre.— ambos hacen una pequeña reverencia y pasan a la sala donde se encuentra el padre de d