CAP.2

Cada día era igual, le llevaban el desayuno a su cama, y estaban a su cuidado todo el día como si fuese una muñeca de porcelana, ella se sentía en las nubes, pobre chica tonta.

Había pasado casi un mes, y no había vuelto a saber nada de aquel miserable con el que se había casado, la familia solo le decía que estaba muy ocupado con su trabajo y la verdad era que a ella no le importaba mucho si el volvia o no.

Mientras se cepillaba su larga melena castaña alguien tocó a la puerta y ella dejo que pasará.

-- Señora Milton, la señora Margaret dice que se arregle para salir a ver al médico.--

-- Mi madre se siente mal?-- pregunto confundida y preocupada.

-- No me dijo nada más, con su permiso.-- cerró la puerta y Maggie se dio prisa en bajar.

Era la primera vez que salía de casa desde que se casó, ni siquiera había ido a ningún evento social con su esposo, pero el si asistía, lo había visto en las revistas, eso la deprimía, como mostraría su educación si solo estaba encerrada.

-- Madre estoy aquí.-- dijo ella, y Margaret se acercó a ella.

--Muy bien querida, vamos.-- le tomo su brazo y salieron juntas, de camino al hospital Maggie le preguntó a la mujer si se estaba sintiendo mal.

-- No te preocupes, está cita es para ti, vamos a ver si ya estás embarazada.-- dijo la mujer muy emocionada.

-- Embarazada?-- no pudo evitar sorprenderse.

-- Si...quería esperar a que tú periodo nos avisará pero ya no puedo más, ya quiero saberlo.-- acariciaba las manos de la chica como si de verdad la apreciará.

El resto del camino fue muy silencioso, Maggie estaba perdida en sus pensamientos, un bebé quizá haría que su esposo la tratara bien, o que quisiera venir a casa, aunque muy en el fondo tenía resentimiento por aquella primera noche.

Quizá si un bebé llegaba podría ver a sus padres, le habían dicho que no podía salir ni recibir visitas asta que pasará la fecha de la luna de miel, había que guardar las apariencias de un viaje que nunca existió.

Solo recibía llamadas y mensajes de su madre, la extrañaba tanto, mientras suspiraba llegaron al hospital.

-- Vamos querida hemos llegado.-- la ayudo a bajar del coche como si no se valiera por ella misma.

-- Gracias madre pero no estoy enferma, yo puedo hacerlo no te esfuerces tanto, también debes cuidar tu salud.-- siempre tan amable.

-- Claro que cuido mi salud, si no como podré ver crecer a mi nieto niña tonta, vamos dejame mimarte.-- pronto todos esos detalles quedarían en el pasado.

En el consultorio.

Dra. Polsen.

-- Haré la prueba de sangre para más seguridad y también le haremos un ultrasonido de acuerdo?-- me indico que me recostara.

-- Vas a sentir frío, es por el gel.-- ella era muy amable y me miraba con un poco de pena.

Realizó primero el ultrasonido y no se pudo ver nada.

-- Parece que no hay nada, oh bien aún no se formó o no hay embarazo, la prueba de sangre nos va despejar de dudas.--

La señora Margaret no se veía nada feliz con estás noticias, al verla me mal humor la pobre Maggie también comenzó a preocuparse, siempre le habían dicho que un bebé era lo más importante para un matrimonio por negocios ya que este sería el nuevo heredero de todo.

Una esposa que no podía darle un bebé a la familia era considerada inservible, así que empezó a ponerse ansiosa, y si nunca tenía un bebé, que iba pasar con ella?.

Una hora más tarde la enfermera dijo su nombre en la sala de espera, ambas mujeres volvieron a entrar al consultorio.

-- Y bien doctora, que pasa? si está embarazada verdad?-- pregunto Margaret con anhelo.

-- Lo siento mucho señoras, pero los resultados muestran que no hay un embarazo.-- Maggie no sabía si estar feliz o triste, como se supone que debe sentirse.

-- Ya veo-- dijo Margaret con mala cara

-- Siempre puede volver a intentarlo, aún es muy joven no se preocupe por eso, si después de más intentos no funciona entonces venga a verme para una revisión más profunda.-- la doctora le sonrió cálidamente a Maggie.

-- Tiene razón doctora, tendrá que intentarlo una vez al mes asta que funcione.-- Margaret recupero el entusiasmo, y las dos salieron de ahí.

Al llegar a la mansión ya todo el mundo sabía que ella no estaba embarazada así que nadie se volvió a preocupar por ella ya no le llevaban el desayuno a la cama, ni siquiera le servían sus comidas, tenía que hacerlo ella misma.

Esos día se sentía tan miserable, no era tan estúpida, sabía que solo la habían tratado bien porque creían que esperaba al hijo de Daniel.

Cuando su periodo se fue Margaret vino a su habitación a verla, y le dijo que su esposo vendrá en sus días de ovulación para tener intimidad y así está vez quedará embarazada.

Ella estaba tan nerviosa y llena de miedo, temía que fuera igual de salvaje que la primera vez, se llegaron esos 3 días.

-- Por favor para, ya no puedo más.-- la chica se sentia tan miserable.

-- Cierra la boca, te dije que no hicieras ningún ruido-- grito dándole otro golpe, y ella solo pudo llorar en silencio y ahogar su voz para que ya no la golpeara más.

Y así pasaba esos 3 días de cada mes, siendo violada por ese enfermo, abusaba de ella toda la noche, parecía nunca cansarse.

Y los días posteriores a esas noches de nuevo venían las atenciones de toda la m*****a familia que solo hacían la vista gorda a toda aquella violencia que ella sufría en manos de ese bastardo.

No le quedaba más que llorar en silencio mientras se bañaba y miraba todas esa marcas, no podía decirle nada a nadie, al principio no quería preocupar a su madre pero después era por qué le avergonzaba contarle a alguien todas las atrocidades que ese infeliz le hacía.

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