Luego de un año sin poder quedar embarazada lejos de llevarla a una revisión para ver qué pasaba con ella la señora Margaret le dijo que tenía que mudarse a casa de su esposo.
— Maggie el chófer ya está aquí, date prisa.— casi la sacaron a rastras.— Pero madre aún no empaque nada.— la verdad era que la chica no quería ir a vivir con ese hombre.— La sirvienta lo ara por ti y mañana tendrás todo en casa, anda ya vete.—Y sin más, vio como le cerraron las puertas de aquella mansión dónde había vivido un infierno. Antes de subir al coche contempló aquella casa desde afuera y a esas alturas ya no sentía nada que no fuera odio hacia aquellas personas que solo ignoraron lo que le pasó y juro vengarse.— Vámonos Jasinto — este era su nuevo chófer, quién después le serviría de testigo.Había pasado una semana ya desde que se mudo a la casa de Daniel su esposo y no se había topado con el, ella ya sabía cuando lo vería.Llegaron sus días de ovulación y por primera vez no lo espero, si no que tomo un poco de ropa y se fue a casa de sus padres, ya no había nadie que se lo prohibiera, al llegar a su casa de quedó ahí de pie, mirando con nostalgia aquel lugar que una vez fue su hogar, hacia un largo año que no los visitaba.— Mi niña que bueno verte, pasa querida.— la recibió su amable madre con aquellos ojos que brillaban de amor cada vez que la veían.De pronto Maggie sintió que sus ojos picaban con lágrimas que amenazaban con salir, mordió un poco su mejilla y trago grueso para reprimir cualquier sentimiento, ella era experta en eso.— Hola mamá, tenía muchas ganas de verte, así que aquí estoy — su madre la miro buscando aquella sonrisa alegre que solía tener pero no había rastro de ella.— Porque estás aquí en estos días, no estás ovulando?— pregunto preocupada.— Me sentí un poco indispuesta, será solo está vez, me tomé un descanso, y también quiero pedirte un favor — le dice mientras se sientan en la sala.— Claro cariño, dime, sabes que haré cualquier cosa por ti— en ese momento Maggie pensó que quizá si le hubiera dicho lo mal que la estaba pasando ellos la habrían ayudado, después de todo era su única hija.Pero ya no había nada que hacer ante el pasado, tenía que concentrarse en su venganza y en cómo lo llevaría acabo. Tomando las manos de su madre le dijo.— Mamá, quisiera ir con un ginecólogo para que me examinen y ver porque no eh podido embarazarme, pero quiero que este sea nuestro secreto si?— le suplico.La mamá lo dudo un momento, pero su hija había acudido a ella después de un largo año, quizá si la ayudaba con esto podría verla sonreír de nuevo.— Está bien querida, tu deja que yo me encargue de todo, de acuerdo.— y ambas mujeres se abrazaron en forma de complicidad.Después de pasar unos días con su madre Maggie volvió a casa, en el camino pensaba que por fin podría salir de dudas, aunque también le preocupaba lo que pasaría si resultaba que era ella quién no podía concebir, de ser así la familia Milton pedirá el divorcio y se quedarán con la mitad de la empresa de su padre.Ese era un lujo que no podía darse, ella ya no era aquella niña ingenua, se había convertido en una mujer fría y sin emociones, ahora sabía todo, sabía que Daniel seguía con ella porque quería manejar su empresa cuando su padre muriera, al ser ella la única hija, todo pasaría a manos de su esposo.Es por eso que la familia nunca la obligó a realizarse exámenes y solo la hacían sentir culpable de no poder embarazarse, les convenía más tener toda la empresa que solo la mitad, ella se había graduado de finanzas y sabía sobre todo lo del negocio, pero parecía que todo lo habían olvidado, no creyeron que ella algún día se defendiera.Maggie suspiro muy profundo cuando vio que estaba llegando a casa que compartía con ese bastardo.Cuando entro lo vio ahí parado junto a las escaleras.— A que estás jugando?, cómo te atreves a irte sin avisarme.?— le grita Daniel— Sabes que aunque me quede no voy a embarazarme, así que de ahora en más ya no volverás a tocarme, de lo contrario se lo contaré a mi padre, y no creo que a tu empresa le venga nada bien.— dijo sin ninguna expresión en su rostro.— Ya lo se m*****a sea!! crees que te pregunto porque me gusta acostarme contigo!??— dice rojo de la furia, la verdad es que ella ya no le tenía miedo.— Eres tuuuu quién no puede embarazarse, no eres más que una esposa inútil.— solo gritos e insultos tenía para ella.— Ya lo se, y a mi tampoco me gusta, así que será mejor no preocupar a las familias — se dió media vuelta y lo dejo ahí con la palabra en la boca.— Después no vengas a quejarte me escuchas.??— y ya no escucho más, ahí comenzó el cambio, Daniel nunca la había escuchado hablar tanto como ese día, parecía una muñeca sin emociones, no era como que le importará, así que solo se encogió de hombros y salió.Después de haber tenido ese desagradable encuentro con Daniel, no había vuelto a verlo como de costumbre y para ella así estaba mejor, era como si viviera sola en aquella gran casa solo su habitación tenía su toque especial, el resto de la casa permaneció igual.Mientras se miraba al espejo pensando que parecía una mujer de casi treinta cuando apenas estaba por cumplir sus venite años, decidió que desde ese día comenzaría a cuidarse más, la pantalla de su móvil comenzó a brillar mientras ella terminaba de ponerse una mascarilla.— Hola mamá, que gusto que me llames.— se acostó en su sofá para reposar como indicaba el empaque de la mascarilla.— Cariño, tengo lo que me pediste, ven a la dirección que te enviaré mañana por la mañana, nos vemos llegó tu padre, te amo.— y colgó de inmediato,Más tarde llego el mensaje con la dirección y hora del lugar, se sentía muy nerviosa, al fin iba descubrir cuál era la verdad, depende de esos resultados ella sabría cómo actuar.A la mañana siguiente
Mientras tenían un agradable desayuno madre e hija, Maggie sintió como si alguien la observará, era una sensación muy extraña, miro hacia todas partes confundida pero no había nadie.— Pasa algo Maggie?,— dice la madre mirando a todas partes también.— No es nada, de pronto sentí que alguien me miraba, pero debe ser el cansancio.— mejor se mantuvo calmada para no preocupar a su madre.— Pobre de ti cariño.— le toma su mano para animarla.El resto del desayuno es muy alegre, hacia mucho que no sonreía como aquel día, de verdad pensó que había olvidado como hacerlo.Pero por mucho que pareciera feliz, ya nunca sería la misma de antes, hay heridas que ni siquiera el tiempo puede curar, al pensar en eso suspiro con pesar.— Mamá, iré al baño, ahora vuelvo.— su madre asintió con la cabeza y ella se alejo.Mientras se lavaba las manos, no dejaba de pensar en quién podría estarla siguiendo, y si la familia Milton la estaba vigilando y ya sabían sobre su visita al ginecólogo, eso la tenía muy
De camino a casa Maggie no podía dejar de pensar en las palabras de su padre, no creía que que el viaje por el mundo fuera la única razón por la que el quería retirarse, era un adicto al trabajo, tal vez tendría que averiguar por su cuenta, pero hasta no tener los resultados de los exámenes no podía darle una respuesta.Al día siguiente se levantó muy temprano y tal como prometido, comenzó a hacer ejercicio y cuidar su piel, pronto se llegó la hora de ver a la ginecóloga, decidió verla en un restaurante para desayunar y así no levantar sospechas.— Hola señora Ordóñez, está aqui— la saludo desde la última mesa, había decidido usar su nombre de soltera.— Hola, llegó temprano.— enseguida la doctora le entrega una bolsa de regalo como Maggie se lo pidió.— Le traje un pequeño presente, espero le guste.— le guiña el ojo, ahí dentro se encuentran los resultados y Maggie solo asiente.Desayunan y charlan como dos grandes amigos, nadie pensaría que solo es una doctora y su paciente, la verd
Cap.7Mientras llegaba el día de anunciar al nuevo presidente de construcciones COCO, Maggi habia contratado una entrenadora personal y se había dado cuenta que desde hace más de un año tenía la misma ropa.Absolutamente nada de lo que había en su armario era apropiado para su nuevo puesto, necesitaba cambiar todo lo que había ahí, ella quería impresionar a todos ese día, así que puso manos a la obra.Después de algunas llamadas a las marcas más reconocidas de ropa se puso a liberar todo su armario y una hora después ya se estaba probando los atuendos que trajeron para ella, eligió tanto ropa casual, de gala, deportiva y por supuesto lo mejor para la oficina.Justo cuando casi terminaba llegó Daniel, algo que la sorprendió pues era muy temprano y el no solía siquiera venir a casa.Saludó amablemente a todos y se fue al despacho, había que guardar apariencias delante de los demás, Maggi despidió a todos y subió a su habitación a contemplar su nuevo armario.Era agradable comprar ropa
Enseguida se escucharon de nuevo los murmullos que, a diferencia de hace un momento ahora heran de felicidad, claro, todos preferían que la empresa quedará en manos de la hija de su presidente que de un completo extraño.—Veo que la noticia les ah caído bien señores, de ser así por favor hagamos una votación abierta, levanten la mano quienes estén a favor.— indico Ray alzando mano.Seguido de Ray todos excepto tres personas levantaron la mano, entre ellas el mismo Daniel Milton.—Daniel, acaso tienes algo que decir!?— pregunto su suegro frunciendo el ceño.—No, no, por supuesto que no señor, es solo que estoy sorprendido, pero estoy seguro de que mi esposa es perfectamente capaz de liderar la empresa.— respondió Daniel sonriendo mientras se forzaba a salir del shock en el que se encontraba.—Oye espero que no lo tomes a mal hijo, pero no quise darte más responsabilidad, ya tienes suficiente con tu propia empresa.— Ray le sonrío amablemente aunque en sus ojos había un extraño brillo.—
Maggi estaba muy elegante y su belleza no se podía ocultar, el cuidado que le estaba dando a su cuerpo comenzó a dar frutos, ya no era tan delgada como antes, ahora el precioso vestido azul marino brilloso le hormaba perfecto."Vamos a jugar querido" pensó ella al ver a su esposo esperándola al final de las escaleras, se podía notar que el hombre se había quedado sin palabras al verla. Será que le saldría el tiro por la culata?, pensó el al notar lo hermosa que era su esposa.—Te ves hermosa.— a lo que ella le sonrío —Gracias, también te vez bien.——Vamos, reserve un lugar especial para ti.— le ofreció su brazo y ella lo tomó.El restaurante que Daniel eligió se ubicaba en el último piso del hotel Blue, había recervado todo el lugar solo para ellos, su mesa se encontraba en la terraza, desde ahí se podía ver la hermosa noche.La verdad Maggi no disfruto nada de aquello, estaba tan asqueada con aquel comportamiento hipócrita del hombre, no podía creer que después de un año de maltrato
Cap. 10Toc, toc, se escucha desde afuera de la habitación de Maggi y está se está terminando de poner sus aretes y un brazalete a juego.—Un momento, ya casi estoy lista— toma su bolso y sale de la habitación, y ahí está la cara de ese idiota.—Luces hermosa— la mira de pies a cabeza, está vez ella está usando un bestido color dorado sin mangas.—Gracias— el intenta besarla, pero ella se gira y el beso cae sobre su mejilla. —Deberiamos apresurarnos, ya vamos tarde.— quería abofetearlo, pero debía controlarce.—De acuerdo, lo siento, prometí darte tiempo, pero estás tan hermosa que no pude evitarlo.— ella solo sonríe y el le ofrece su brazo.En la mansión Ordóñez.—Estoy tan feliz de que estén aquí, no debiste traer tantos regalos — la madre de Maggi está feliz de tenerla ahí.—No es ninguna molestia suegra, no me atrevería a venir con las manos vacías.— dice el muy hipócrita.—Es bueno verte madre.— ambos hacen una pequeña reverencia y pasan a la sala donde se encuentra el padre de d
Maggi se terminó de instalar en la que sería su oficina temporal mientras su padre se retiraba por completo. Toc, toc, se escucha la puerta.—Adelante— —Presidenta, ella es Luci, será su secretaria a partir de hoy, le envié sus datos por correo.——Gracias Norma, déjanos a solas un momento— y de inmediato ambas mujeres jóvenes quedan a solas.—Mucho gusto, mi nombre es Luci Park, es un placer trabajar para usted.— parecía una chica simple, pero como la mayoría, tenía mucha ambición.—Mucho gusto Luci, y con respecto a mi nombre, prefiero que me llames solo presidenta, y tú cómo prefieres.?— la chica dudo un poco, pero pronto dijo con confianza. —Puede llamarme Luci, presidenta.— Maggie solo asintió sin emoción alguna.—Bienvenida entonces, Norma te mostrará tus obligaciones, puedes irte.— con una pequeña reverencia la chica se retira. Maggi continuo con su trabajo mientras la joven se perdía en sus pensamientos, pensando que era muy injusto que siendo ambas de la misma edad, ella fu