De camino a casa Maggie no podía dejar de pensar en las palabras de su padre, no creía que que el viaje por el mundo fuera la única razón por la que el quería retirarse, era un adicto al trabajo, tal vez tendría que averiguar por su cuenta, pero hasta no tener los resultados de los exámenes no podía darle una respuesta.
Al día siguiente se levantó muy temprano y tal como prometido, comenzó a hacer ejercicio y cuidar su piel, pronto se llegó la hora de ver a la ginecóloga, decidió verla en un restaurante para desayunar y así no levantar sospechas.— Hola señora Ordóñez, está aqui— la saludo desde la última mesa, había decidido usar su nombre de soltera.— Hola, llegó temprano.— enseguida la doctora le entrega una bolsa de regalo como Maggie se lo pidió.— Le traje un pequeño presente, espero le guste.— le guiña el ojo, ahí dentro se encuentran los resultados y Maggie solo asiente.Desayunan y charlan como dos grandes amigos, nadie pensaría que solo es una doctora y su paciente, la verdad era que a Maggie le cayó muy bien y le agradaba su profesionalismo.Despues del desayuno Maggie se ofrece a llevarla de vuelta para que pueda explicarle todo en el coche.— Maggie tengo solo buenas noticias para ti.—— De verdad!?,— no puede evitar sentirse emocionada, después de tanta miseria un rayo de esperanza.— Así es, tu vientre está sano, todo está en orden y sin ofender, quizá si cambiarás de hombre quedarías embarazada al primer intento.— estás últimas palabras hacen que Maggie se sonroje.— Quieres decir que quizá sea mi esposo el del problema??— eso si que no lo esperaba, está información era como ganarse la lotería, definitivamente iba darle un muy buen uso.— Si, eso quiero decir, es muy común que culpen a la mujer y que por orgullo no se hagan los exámenes pertinentes, pero en la mayoría de los casos ellos son quienes no puedes.—— No sabes cuánto te lo agradezco.— dijo con una media sonrisa.— No hay de que, es mi trabajo, me alegra dar buenas noticias.— era una doctora joven y alegre.Llegaron a su destino y se despidieron, Maggie pensó que si llegaba a juicio una vez que pidiera el divorcio ella podría servir de testigo.Ahora sí, podía comenzar a planear sus siguientes pasos y lo primero era darle una respuesta a su padre.— Jasinto, llévame a ver a mi padre por favor.—— Si señora.Ya no podía recordar la última vez que estuvo en la empresa de su padre, fue quizá cuando era niña, como su madre era doctora siempre tenía mucho trabajo y su padre se encargaba de cuidarla, recuerda que se aburría mucho sola en la oficina.Una vez estaba tan aburrida que se escapó a algún departamento que parecía un almacén, ahí había un niño un poco mayor que ella que apenas y recordaba, pero si recordaba que el niño le prometió hacerse muy rico para poder conquistarla.— Los hombres son así desde niños?, unos mentirosos.—— Jamás le menti a mi esposa o si no ya sería hombre muerto — le respondió Jasinto y entonces se dió cuenta de que pensó en voz alta y le dió mucha vergüenza.Llegaron a su destino y era extraño pero desde el hombre de seguridad asta el personal de la empresa la reconocieron, le pareció muy inusual.— Hola señora Norma, vengo a ver a mi padre.— ella es su secretaria desde que tenía memoria.— Pase por favor el señor Ordóñez la esta esperando.— Maggie parpadeo sorprendida— Hija estás aquí, es un gusto verte, siéntate por favor, quieres tomar algo!?—— Hola papá, estoy bien gracias, bueno un poco de agua por favor Norma.— le pide amablemente.— Aquí tiene, si no desean nada más me retiro.— sale de la oficina y cierra la puerta.Por un momento ninguno de los dos dijo nada, pero aún así el ambiente era agradable, Maggie observaba la oficina, sabiendo que pronto sería suya.— Padre, eh venido a darte una respuesta.—— Lo se.—— Quiero ser yo quién se encargue de la empresa.— su padre sonrió con orgullo y le tendió la mano.— Será un placer tenerla con nosotros señorita Ordóñez.— y ambos de dan la mano como cerrando el trato más importante de su vida, y se ríen.Cap.7Mientras llegaba el día de anunciar al nuevo presidente de construcciones COCO, Maggi habia contratado una entrenadora personal y se había dado cuenta que desde hace más de un año tenía la misma ropa.Absolutamente nada de lo que había en su armario era apropiado para su nuevo puesto, necesitaba cambiar todo lo que había ahí, ella quería impresionar a todos ese día, así que puso manos a la obra.Después de algunas llamadas a las marcas más reconocidas de ropa se puso a liberar todo su armario y una hora después ya se estaba probando los atuendos que trajeron para ella, eligió tanto ropa casual, de gala, deportiva y por supuesto lo mejor para la oficina.Justo cuando casi terminaba llegó Daniel, algo que la sorprendió pues era muy temprano y el no solía siquiera venir a casa.Saludó amablemente a todos y se fue al despacho, había que guardar apariencias delante de los demás, Maggi despidió a todos y subió a su habitación a contemplar su nuevo armario.Era agradable comprar ropa
Enseguida se escucharon de nuevo los murmullos que, a diferencia de hace un momento ahora heran de felicidad, claro, todos preferían que la empresa quedará en manos de la hija de su presidente que de un completo extraño.—Veo que la noticia les ah caído bien señores, de ser así por favor hagamos una votación abierta, levanten la mano quienes estén a favor.— indico Ray alzando mano.Seguido de Ray todos excepto tres personas levantaron la mano, entre ellas el mismo Daniel Milton.—Daniel, acaso tienes algo que decir!?— pregunto su suegro frunciendo el ceño.—No, no, por supuesto que no señor, es solo que estoy sorprendido, pero estoy seguro de que mi esposa es perfectamente capaz de liderar la empresa.— respondió Daniel sonriendo mientras se forzaba a salir del shock en el que se encontraba.—Oye espero que no lo tomes a mal hijo, pero no quise darte más responsabilidad, ya tienes suficiente con tu propia empresa.— Ray le sonrío amablemente aunque en sus ojos había un extraño brillo.—
Maggi estaba muy elegante y su belleza no se podía ocultar, el cuidado que le estaba dando a su cuerpo comenzó a dar frutos, ya no era tan delgada como antes, ahora el precioso vestido azul marino brilloso le hormaba perfecto."Vamos a jugar querido" pensó ella al ver a su esposo esperándola al final de las escaleras, se podía notar que el hombre se había quedado sin palabras al verla. Será que le saldría el tiro por la culata?, pensó el al notar lo hermosa que era su esposa.—Te ves hermosa.— a lo que ella le sonrío —Gracias, también te vez bien.——Vamos, reserve un lugar especial para ti.— le ofreció su brazo y ella lo tomó.El restaurante que Daniel eligió se ubicaba en el último piso del hotel Blue, había recervado todo el lugar solo para ellos, su mesa se encontraba en la terraza, desde ahí se podía ver la hermosa noche.La verdad Maggi no disfruto nada de aquello, estaba tan asqueada con aquel comportamiento hipócrita del hombre, no podía creer que después de un año de maltrato
Cap. 10Toc, toc, se escucha desde afuera de la habitación de Maggi y está se está terminando de poner sus aretes y un brazalete a juego.—Un momento, ya casi estoy lista— toma su bolso y sale de la habitación, y ahí está la cara de ese idiota.—Luces hermosa— la mira de pies a cabeza, está vez ella está usando un bestido color dorado sin mangas.—Gracias— el intenta besarla, pero ella se gira y el beso cae sobre su mejilla. —Deberiamos apresurarnos, ya vamos tarde.— quería abofetearlo, pero debía controlarce.—De acuerdo, lo siento, prometí darte tiempo, pero estás tan hermosa que no pude evitarlo.— ella solo sonríe y el le ofrece su brazo.En la mansión Ordóñez.—Estoy tan feliz de que estén aquí, no debiste traer tantos regalos — la madre de Maggi está feliz de tenerla ahí.—No es ninguna molestia suegra, no me atrevería a venir con las manos vacías.— dice el muy hipócrita.—Es bueno verte madre.— ambos hacen una pequeña reverencia y pasan a la sala donde se encuentra el padre de d
Maggi se terminó de instalar en la que sería su oficina temporal mientras su padre se retiraba por completo. Toc, toc, se escucha la puerta.—Adelante— —Presidenta, ella es Luci, será su secretaria a partir de hoy, le envié sus datos por correo.——Gracias Norma, déjanos a solas un momento— y de inmediato ambas mujeres jóvenes quedan a solas.—Mucho gusto, mi nombre es Luci Park, es un placer trabajar para usted.— parecía una chica simple, pero como la mayoría, tenía mucha ambición.—Mucho gusto Luci, y con respecto a mi nombre, prefiero que me llames solo presidenta, y tú cómo prefieres.?— la chica dudo un poco, pero pronto dijo con confianza. —Puede llamarme Luci, presidenta.— Maggie solo asintió sin emoción alguna.—Bienvenida entonces, Norma te mostrará tus obligaciones, puedes irte.— con una pequeña reverencia la chica se retira. Maggi continuo con su trabajo mientras la joven se perdía en sus pensamientos, pensando que era muy injusto que siendo ambas de la misma edad, ella fu
El tiempo paso tan rápido con todo el trabajo que había por hacer que Maggi no se dió cuenta de que ya era demaciado tarde, tampoco noto que Daniel la había estado llamando.Las puertas del elevador se abren y Luci se pone de pie para recibir a quien sea que llegará, levanta la mirada para saludar y por unos segundos no puede evitar sorprenderse, claro, Daniel era un hombre atractivo después de todo.—Hola señorita, veo que eres nueva aquí.— ladea un poco la cabeza para verla mejor — Sin duda lo eres, no olvidaría una cara tan bonita.— termina guiñándole el ojo.—Ho...hola, mi nombre es Luci, puedo ayudarle en algo?— dice sonrojada por la vergüenza.—Podrias ayudar y mucho, pero en este momento solo quiero ver a la señora Ordóñez.— ja, no menciono su apellido a propósito el muy imbécil.—Claro, tiene usted una cita?— responde ya en sus sentidos.—Acaso es hora de que alguien tenga una cita de trabajo??— Daniel está a punto de explotar de ira. —Solo dile que el señor Milton está aquí.—
Les voy a contar una historia mientras estoy aquí, sentada en el balcón de mi penthouse, con una hermosa vista nocturna,tomándome una copa del vino tinto más caro que tenía en mi colección.Había una vez una chica tímida, y muy insegura, quién apenas había dejado de ser una niña cuando sus padres tuvieron que casarla por aquello de la fusión de dos poderosas empresas.La familia que necesitaba el matrimonio era la del novio, hombre a quien ella no amaba, no conocía y que tampoco la amaba.Todo antes y durante la ceremonia de boda transcurrió normal, el joven parecía amable y sincero, ella ingenua como era creyó que quizá podía ser feliz con el, pero luego todo cambio.Al llegar a la habitación de hotel donde pasaron su luna de miel, el chico mostró su verdadero rostro, le regaló la primera de tantas miradas frías acompañada de desprecio.--Quiero que te quede muy claro que yo no te amo y nunca te voy amar, está claro.-- dijo apretando los dientes.-- Entiendo.-- fue todo lo que la jov
Cada día era igual, le llevaban el desayuno a su cama, y estaban a su cuidado todo el día como si fuese una muñeca de porcelana, ella se sentía en las nubes, pobre chica tonta.Había pasado casi un mes, y no había vuelto a saber nada de aquel miserable con el que se había casado, la familia solo le decía que estaba muy ocupado con su trabajo y la verdad era que a ella no le importaba mucho si el volvia o no.Mientras se cepillaba su larga melena castaña alguien tocó a la puerta y ella dejo que pasará.-- Señora Milton, la señora Margaret dice que se arregle para salir a ver al médico.---- Mi madre se siente mal?-- pregunto confundida y preocupada.-- No me dijo nada más, con su permiso.-- cerró la puerta y Maggie se dio prisa en bajar.Era la primera vez que salía de casa desde que se casó, ni siquiera había ido a ningún evento social con su esposo, pero el si asistía, lo había visto en las revistas, eso la deprimía, como mostraría su educación si solo estaba encerrada.-- Madre esto