Después de haber tenido ese desagradable encuentro con Daniel, no había vuelto a verlo como de costumbre y para ella así estaba mejor, era como si viviera sola en aquella gran casa solo su habitación tenía su toque especial, el resto de la casa permaneció igual.
Mientras se miraba al espejo pensando que parecía una mujer de casi treinta cuando apenas estaba por cumplir sus venite años, decidió que desde ese día comenzaría a cuidarse más, la pantalla de su móvil comenzó a brillar mientras ella terminaba de ponerse una mascarilla.— Hola mamá, que gusto que me llames.— se acostó en su sofá para reposar como indicaba el empaque de la mascarilla.— Cariño, tengo lo que me pediste, ven a la dirección que te enviaré mañana por la mañana, nos vemos llegó tu padre, te amo.— y colgó de inmediato,Más tarde llego el mensaje con la dirección y hora del lugar, se sentía muy nerviosa, al fin iba descubrir cuál era la verdad, depende de esos resultados ella sabría cómo actuar.A la mañana siguiente, se puso unos jeans, se habían convertido en lo único que podía ponerse para ocultar los moretones, aunque está vez no tenía nuevos, aún se notaban un poco los del mes pasado, pero estaba bien, verlos ahí le recordaba cuál era su propósito.Bajo las escaleras y pensó que antes de hacer cualquier movimiento tenía que saber quién era su aliado y quién no.— Jasinto tengo algo que decirte, por favor pasemos al despacho.— una vez dentro, Maggie no sabía cómo decirlo.— Dígame señora, que puedo hacer por usted?.— el era un hombre de unos cuarenta años, de estatura promedio y ojos café obscuro muy amables.— Bien, quiero saber si puedo confiar en ti.— dijo sin rodeos, a lo cual el chófer le regaló una amable sonrisa.— Sabe usted quién me contrato señora?.— esa pregunta despertó la curiosidad de Maggie, de hecho ella no lo sabía.— Sinceramente no tengo idea, pero si tienes algo que decir adelante, te escucho.—— Yo trabajo para el señor Ray Ordóñez, su padre señora, el me envió aquí para que usted tenga en quién apoyarse.— ahora estaba segura de que había sido una estúpida por no haber confiado en que su familia la protegería.Después de todo era la familia Ordóñez, la segunda más rica de la ciudad, superada solo por los Colleen, ahora que lo pensaba, los Milton estaban mucho más abajo de ella, como pudieron tratarla así, se le revolvió el estómago de rabia.— Gracias por sus palabras Jasinto, no tengo nada más que decir, vámonos.—De camino a la clínica no podía dejar de estar nerviosa, tomo un poco de agua y cerro un momento sus ojos, sin sabes en qué momento se quedó dormida.— Señora, hemos llegando a la dirección que me dió.— dijo suavemente para no asustarla.— Muy bien, te llamaré cuando salga, gracias.— se bajó del coche y este de inmediato se fue, ella tenía unas gafas de sol y una mascarilla puesta, no podía dejar que nadie la viera.Entro rápido al consultorio y ahí estaba su madre, quién al verla llegar se apresuró a recibirla.— Cariño no te preocupes, este es el lugar secreto de una amiga, no hay nadie más aquí solo nosotras tres.— eso la hizo sentir aliviada.— Muchas gracias por ayudarme mamá — dijo retirándose las gafas y el cubre bocas.— De que hablas, soy tu madre niña tonta, siempre puedes contar conmigo.— le dió una palmadita en su hombro, — Vamos a entrar ya te está esperando.—— Mamá sabes?, me avergüenza un poco que entres conmigo, puedo hacerlo yo sola está vez?— su madre la entendió enseguida.— Claro, anda, te esperaré aquí.— en realidad Maggie recordó los moretones y no quiso que su madre los viera.media hora más tarde Maggie salió de nuevo, la doctora le hizo muchas preguntas y le realizó muchos estudios físicos y de sangre, lo que la dejo exhausta.— Como te fue cariño?—— Aún no lo se, a simple vista parece que todo está bien con mi cuerpo, pero mañana regresaré por los resultados finales, estoy muy hambrienta.—— Vayamos a comer, hace mucho que no lo hacemos— dijo su madre emocionada.— Si, es buena idea, vayamos mamá.— ambas decidieron caminar un poco.Mientras tenían un agradable desayuno madre e hija, Maggie sintió como si alguien la observará, era una sensación muy extraña, miro hacia todas partes confundida pero no había nadie.— Pasa algo Maggie?,— dice la madre mirando a todas partes también.— No es nada, de pronto sentí que alguien me miraba, pero debe ser el cansancio.— mejor se mantuvo calmada para no preocupar a su madre.— Pobre de ti cariño.— le toma su mano para animarla.El resto del desayuno es muy alegre, hacia mucho que no sonreía como aquel día, de verdad pensó que había olvidado como hacerlo.Pero por mucho que pareciera feliz, ya nunca sería la misma de antes, hay heridas que ni siquiera el tiempo puede curar, al pensar en eso suspiro con pesar.— Mamá, iré al baño, ahora vuelvo.— su madre asintió con la cabeza y ella se alejo.Mientras se lavaba las manos, no dejaba de pensar en quién podría estarla siguiendo, y si la familia Milton la estaba vigilando y ya sabían sobre su visita al ginecólogo, eso la tenía muy
De camino a casa Maggie no podía dejar de pensar en las palabras de su padre, no creía que que el viaje por el mundo fuera la única razón por la que el quería retirarse, era un adicto al trabajo, tal vez tendría que averiguar por su cuenta, pero hasta no tener los resultados de los exámenes no podía darle una respuesta.Al día siguiente se levantó muy temprano y tal como prometido, comenzó a hacer ejercicio y cuidar su piel, pronto se llegó la hora de ver a la ginecóloga, decidió verla en un restaurante para desayunar y así no levantar sospechas.— Hola señora Ordóñez, está aqui— la saludo desde la última mesa, había decidido usar su nombre de soltera.— Hola, llegó temprano.— enseguida la doctora le entrega una bolsa de regalo como Maggie se lo pidió.— Le traje un pequeño presente, espero le guste.— le guiña el ojo, ahí dentro se encuentran los resultados y Maggie solo asiente.Desayunan y charlan como dos grandes amigos, nadie pensaría que solo es una doctora y su paciente, la verd
Cap.7Mientras llegaba el día de anunciar al nuevo presidente de construcciones COCO, Maggi habia contratado una entrenadora personal y se había dado cuenta que desde hace más de un año tenía la misma ropa.Absolutamente nada de lo que había en su armario era apropiado para su nuevo puesto, necesitaba cambiar todo lo que había ahí, ella quería impresionar a todos ese día, así que puso manos a la obra.Después de algunas llamadas a las marcas más reconocidas de ropa se puso a liberar todo su armario y una hora después ya se estaba probando los atuendos que trajeron para ella, eligió tanto ropa casual, de gala, deportiva y por supuesto lo mejor para la oficina.Justo cuando casi terminaba llegó Daniel, algo que la sorprendió pues era muy temprano y el no solía siquiera venir a casa.Saludó amablemente a todos y se fue al despacho, había que guardar apariencias delante de los demás, Maggi despidió a todos y subió a su habitación a contemplar su nuevo armario.Era agradable comprar ropa
Enseguida se escucharon de nuevo los murmullos que, a diferencia de hace un momento ahora heran de felicidad, claro, todos preferían que la empresa quedará en manos de la hija de su presidente que de un completo extraño.—Veo que la noticia les ah caído bien señores, de ser así por favor hagamos una votación abierta, levanten la mano quienes estén a favor.— indico Ray alzando mano.Seguido de Ray todos excepto tres personas levantaron la mano, entre ellas el mismo Daniel Milton.—Daniel, acaso tienes algo que decir!?— pregunto su suegro frunciendo el ceño.—No, no, por supuesto que no señor, es solo que estoy sorprendido, pero estoy seguro de que mi esposa es perfectamente capaz de liderar la empresa.— respondió Daniel sonriendo mientras se forzaba a salir del shock en el que se encontraba.—Oye espero que no lo tomes a mal hijo, pero no quise darte más responsabilidad, ya tienes suficiente con tu propia empresa.— Ray le sonrío amablemente aunque en sus ojos había un extraño brillo.—
Maggi estaba muy elegante y su belleza no se podía ocultar, el cuidado que le estaba dando a su cuerpo comenzó a dar frutos, ya no era tan delgada como antes, ahora el precioso vestido azul marino brilloso le hormaba perfecto."Vamos a jugar querido" pensó ella al ver a su esposo esperándola al final de las escaleras, se podía notar que el hombre se había quedado sin palabras al verla. Será que le saldría el tiro por la culata?, pensó el al notar lo hermosa que era su esposa.—Te ves hermosa.— a lo que ella le sonrío —Gracias, también te vez bien.——Vamos, reserve un lugar especial para ti.— le ofreció su brazo y ella lo tomó.El restaurante que Daniel eligió se ubicaba en el último piso del hotel Blue, había recervado todo el lugar solo para ellos, su mesa se encontraba en la terraza, desde ahí se podía ver la hermosa noche.La verdad Maggi no disfruto nada de aquello, estaba tan asqueada con aquel comportamiento hipócrita del hombre, no podía creer que después de un año de maltrato
Cap. 10Toc, toc, se escucha desde afuera de la habitación de Maggi y está se está terminando de poner sus aretes y un brazalete a juego.—Un momento, ya casi estoy lista— toma su bolso y sale de la habitación, y ahí está la cara de ese idiota.—Luces hermosa— la mira de pies a cabeza, está vez ella está usando un bestido color dorado sin mangas.—Gracias— el intenta besarla, pero ella se gira y el beso cae sobre su mejilla. —Deberiamos apresurarnos, ya vamos tarde.— quería abofetearlo, pero debía controlarce.—De acuerdo, lo siento, prometí darte tiempo, pero estás tan hermosa que no pude evitarlo.— ella solo sonríe y el le ofrece su brazo.En la mansión Ordóñez.—Estoy tan feliz de que estén aquí, no debiste traer tantos regalos — la madre de Maggi está feliz de tenerla ahí.—No es ninguna molestia suegra, no me atrevería a venir con las manos vacías.— dice el muy hipócrita.—Es bueno verte madre.— ambos hacen una pequeña reverencia y pasan a la sala donde se encuentra el padre de d
Maggi se terminó de instalar en la que sería su oficina temporal mientras su padre se retiraba por completo. Toc, toc, se escucha la puerta.—Adelante— —Presidenta, ella es Luci, será su secretaria a partir de hoy, le envié sus datos por correo.——Gracias Norma, déjanos a solas un momento— y de inmediato ambas mujeres jóvenes quedan a solas.—Mucho gusto, mi nombre es Luci Park, es un placer trabajar para usted.— parecía una chica simple, pero como la mayoría, tenía mucha ambición.—Mucho gusto Luci, y con respecto a mi nombre, prefiero que me llames solo presidenta, y tú cómo prefieres.?— la chica dudo un poco, pero pronto dijo con confianza. —Puede llamarme Luci, presidenta.— Maggie solo asintió sin emoción alguna.—Bienvenida entonces, Norma te mostrará tus obligaciones, puedes irte.— con una pequeña reverencia la chica se retira. Maggi continuo con su trabajo mientras la joven se perdía en sus pensamientos, pensando que era muy injusto que siendo ambas de la misma edad, ella fu
El tiempo paso tan rápido con todo el trabajo que había por hacer que Maggi no se dió cuenta de que ya era demaciado tarde, tampoco noto que Daniel la había estado llamando.Las puertas del elevador se abren y Luci se pone de pie para recibir a quien sea que llegará, levanta la mirada para saludar y por unos segundos no puede evitar sorprenderse, claro, Daniel era un hombre atractivo después de todo.—Hola señorita, veo que eres nueva aquí.— ladea un poco la cabeza para verla mejor — Sin duda lo eres, no olvidaría una cara tan bonita.— termina guiñándole el ojo.—Ho...hola, mi nombre es Luci, puedo ayudarle en algo?— dice sonrojada por la vergüenza.—Podrias ayudar y mucho, pero en este momento solo quiero ver a la señora Ordóñez.— ja, no menciono su apellido a propósito el muy imbécil.—Claro, tiene usted una cita?— responde ya en sus sentidos.—Acaso es hora de que alguien tenga una cita de trabajo??— Daniel está a punto de explotar de ira. —Solo dile que el señor Milton está aquí.—