Debemos disfrutar los capítulos que quedan de esta fase. Sí, es una sugerencia. ¿Quieren otro capítulo? Voten, comenten y sigamne en mis redes sociales, ahí tendrán imágenes de ellos dos y algunos adelantos en estos días.
—Es tan hermoso. Dormiré aquí con ellos cuando nazcan. Seré niñera y solo por ser a tí, te daré el cinco por ciento de descuento. —dijo hacia Anthony cuando una Génesis muy ilusionada le mostró la habitación que habían preparado para los bebés que estaban por nacer. —No puedes controlar a Atila para que deje de corretear a los pollitos en la fundación y crees que lo harás con dos bebés. —murmuró Anthony. —Eran patitos y no los correteó. Simplemente los apresuró a caminar porque eran muy lentos. —la defendió. —Mi bebé no es un peligro andante como lo quieres hacer ver. Génesis tomó un conejo de juguete que apretó en su mano. —Ya quiero que nazcan. Ya los quiero conocer. —Lina sonrió al verla de ese modo. —Pero siento que van a detener la ciudad y por eso estoy planeando dar a luz en una isla lejos de tanto poder Crown Blackwood. —Tardarías más en decidir en cuál isla, que ellos en llenarla con equipo de Bruce Wayne ruso. —señaló y Génesis arrugó las cejas. —Dante Mikhailov. ¿Lo ha
—Me iré adelantando. Recuerda que estaré esperando por tí en el helipuerto de la empresa. —salió a toda prisa, mientras Salma le dedicó un gesto hastiado. —Ni creas que te daré el besito de buenas noches. —se levantó sin verla más. —A ustedes tampoco. Pero sí se ganaron el buenas noches. Naenia negó ante su inmadurez. Warren vertió más vino en su copa y Salma no tardó en alejarse de ellos. Una hora más tarde ya todos estaban en sus habitaciones. Lina se había sacado los zapatos, buscando unos más cómodos para ir a la dichosa sorpresa. Ya le habían enviado mensajes para que se presentara en menos de una hora, para finalizar con todo. “Recuerda traer algo más adecuado. No tan corto.” Giró los ojos y decidió que no iría. ¿Cuanta obsesión por querer que vistiera de otra forma? Caminó de puntillas hasta el espejo donde se miró en el espejo de cuerpo completo. ¿Había algo malo en ella? Su madre le dijo que no. Su padre jamás opinó más que decir que se veía hermosa, pero eran
Pasos apresurados y respiraciones agitadas se escuchaban por el pasillo mientras los Ercil corrían para llegar hasta el piso en donde les dijeron que se encontraba Nixon. Lina iba detrás suyo, Kael ni siquiera se bajó del auto esperando el informe de los daños en la aeronave, aunque ya intuía lo que iba a encontrar. Si fue Bora quien llamó y quería cobrar el sangre por sangre…—Frió el sistema. —le dijo Brease cuando contestó la llamada. —Helena está enviando el informe inicial y déjame decirte que sea lo que sea que te impidió viajar anoche, te salvó la vida. La mente de Kael tuvo una regresión a las horas anteriores. La imagen de Lina sobre él, besándolo con desenfreno, mientras arrastraba sus uñas por su torso, lo hicieron cerrar los ojos sin poder evitarlo.La culpa no era para él. Nixon podría estar muriendo o ya haberlo hecho y le seguiría importando exactamente lo mismo. Nada en absoluto. —En el paciente se observa una fractura lineal en el hueso parietal derecho, con posib
El sorbo que Adelina le dio a su café la hizo apretar los párpados; ni siquiera sabía por qué lo había comprado, pero necesitaba algo que la hiciera reaccionar y no mantener la mirada perdida.Nixon había salido de su operación minutos antes y, al menos, eso había calmado a todos en esa sala. Sin embargo, las acusaciones contra ella seguían lanzándose. De alguna manera, lograban afectarla.Podría ser el agotamiento de esperar durante horas en ese lugar o la sensación de soledad, pero aún así no quería a nadie de su familia allí. Eran capaces de causar más problemas en la clínica, y eso era lo último que deseaba.La noche llegó, pero no pudo marcharse ya que, al ser la esposa de Nixon, tuvo que quedarse a firmar numerosas autorizaciones; el acuerdo incluía tantas cláusulas que era muy difícil referirse a él con agrado.Por la mañana, durmió apoyada en el brazo de Pascal, quien no se separaba de ella por mucho tiempo. Despertó casi al mediodía para enterarse de que ya estaban listos los
—Dile que si no aparece en dos horas, voy a mover a cada jodido juez de esta nación para meterlo en la cárcel de máxima seguridad más grande que existe —espetó Warren por el móvil.—Si no puedo localizarlo, ¿cómo se supone que haré eso? —dijo el hombre al otro lado del teléfono—. Lo busqué en cada sitio que dijiste. No está. Si me permites dar mi opinión…—¿Ya tienes mi dinero? —Kael habló desde las espaldas del hermano de Naenia, quien bajó el teléfono de inmediato con el ritmo cardíaco interrumpido al ver el rostro del Mayor. —¿Dónde estabas?Kael lo miró con una mezcla de desdén y superioridad, apenas disimulando su impaciencia.—¿Tienes o no mi dinero, Warren? —apenas lo reparó—. Porque tanta búsqueda debe ser porque mis diez millones están en tus manos.—Estoy por conseguirlos. Naenia te dirá cómo…Kael levantó una ceja, su expresión se endureció aún más.—Cuando esté lista mi transferencia, me buscas. Antes, deja los juegos porque verte la cara o saber del inválido de tu hijo e
—Nos están amenazando. —dijo Anthony con los ojos brillando ante el emblemático escudo frente a ellos. —Nos están avisando que están en todos lados. —añadió su hermana.—Nos están avisando que nos tienen en la mira. —agregó Mateo sin apartar la mirada de la figura que les dejaron como sello de la presencia del Sindicato en cada sitio al que fueran. Por muy privado que fuera.—¿La nota que estábamos esperando no ha llegado? —le preguntó Anthony a Lina. —Hasta el momento solo la que decía que estaban vigilando a los Ercil. No tomaron más medidas de las que ya tenían. No se alteran y eso nos lleva a la teoría dos. Ellos están al tanto de que no los pueden tocar. —Una pausa se hizo presente. —Hoy Warren se reunirá con el corporativo hasta tarde y Salma tendrá su noche en el club. Si hay algún “marcado” cerca, lo sabremos. —recalcó apretando sus dedos. —Será entretenido. —Con lo de Nixon …—No es importante. Dejó de serlo. Si resulta ser un estorbo, se soluciona. —finalizó yendo de r
—Desde que el apellido Orlov pisó Sintra, fue punto de interés para el FBI. —dijo Calderón. —Fue la primera misión encubierta que tuvo el Mayor y no falló. —les entregó el expediente que tenían sobre el sintrense. Kael solo tuvo que ver la fotografía del hombre para evocar el fuego, las balas, el traje que llevaba y usó todos los meses que estuvo con ellos. Oleg Orlov, el hombre de 54 que siempre creyó que era el líder. Al ser quien daba la cara ante todos, contaba con el aspecto de jefe, pero Calderón no estaba contento con ello y necesitaba una confirmación. Aún recordaba cómo se infiltró en las filas de los Orlov. Un sujeto de casi su edad le ayudó a entrar. Era el único de quien Oleg admitía sugerencias para los negocios, siempre iba con él cargando su maletín gris, con el cual controlaba a todos los hombres que cubrían sus espaldas. A Kael le hicieron muchas pruebas que en realidad era para saciar el hambre de torturas del tipo, antes de dar el visto bueno. Pero se ganó su
Kael no podía contener la insatisfacción que lo cubría. Ese enojo sin explicación para otros, pero tan intenso como para no poder concentrarse en lo que debía. Pero Lina estaba muy ocupada con sus propios asuntos, yendo al punto de encuentro con Asher, quien sería el encargado de llevarla a Aegis. —Déjame conducir esta. —Lina se aferró a la Ducati Panigale V4 oscura. Solo verla la hacía desear oír ese motor rugiendo en la carretera, sentir la velocidad y la adrenalina recorriendo su cuerpo.—Estás loca. Esa es mía. Nadie más la toca. —dijo Asher, colocándose los guantes de cuero con un gesto decidido. Sacó una chamarra de cuero del armario y se la puso sobre el hombro con indicaciones de que la usara. Luego buscó un casco y lo ajustó para ella. —Póntelo. Tu padre me mata si se entera que subiste ahí sin protección.—Ni que le fuera a decir. —Lina tuvo que acomodar su cabello para que no le quedara suelto y estorbara. El casco era pesado, pero la emoción de lo que estaba por venir lo