Capítulo 5

Usó su lengua y dedos para darme placer, subió sus manos recorriendo mi cuerpo, mis ojos estaban cerrados, me temía que me tomará con violencia.

Intenté contralor mis gemidos y no pude, se sentía muy bien, no pude controlarme, entendía a que hacía referencia cuando decía sin gritar.

Se sentía tan bien, no quería que se detuviera. Puse mis manos en su cabello, para evitar que sacará su cara de entre medio de mis piernas.

Pero él lo hizo, me miraba de manera muy apasionada, me volvió loca, se detuvo y abrí mis ojos, me estaba mirando, sentí un poco de miedo al ver cómo me miraba, pensé en mí, que se pondría agresivo de nuevo, pero lo hizo con cuidado.

Estaba siendo muy cuidadoso, intenté besarlo en varias ocasiones, pero no me lo permitió. Presionaba mis manos a la cama para evitar que lo acariciase, abrí mis ojos y me estaba mirando con mucho deseo

Me estaba haciendo sentir tanto placer, note sus ojos verdes. Su cabello era marrón y ondulado, sus brazos eran fuertes y su cuerpo perfecto. Deseaba besarlo, mordí mis labios y cerré mis ojos. Él dio medio vuelta haciendo que quedará arriba de él, me lastimaba, pero me gustaba, no me dejaba llevar el ritmo.

Parecía otro, estaba disfrutando, me gustaba, aunque sabía que podría ser mejor.

Sentía que tenía ganas de ir al baño, esa sensación se incrementó y trate de empujarlo, para salir corriendo al baño, pero no me dejo, siguió.

No pude controlar la sensación y me di cuenta de que había tenido un orgasmo. Él lo notó, sujete tan fuerte las sábanas, pensé en mí.

«Me he orinado» pensé sintiendo vergüenza, pero no fue así, supe de inmediato que había tenido un orgasmo.

Él siguió hasta terminar, sus músculos se veían un poco más grandes, sus gestos indicaban que estaba a punto de acabar, pude notar lo tenso que se puso.

Su mirada era tan intensa, se puso un poco violento, me lastimaba, pero se sentía bien. Poco a poco fue disminuyendo, podía sentir que estaba terminando, mientras lo hacía me miraba.

No habíamos pronunciado palabras desde que habíamos comenzado, se levantó entro al baño. Salió y se estaba vistiendo, cubrí mi cuerpo con la sábana, se vistió, se acercó.

—Tienes que aprender que no siempre las primeras veces serán la mejor opción, y conmigo todo es mejor si eres obediente —aseguro.

Se marchó, a diferencia del día antes, esa vez me sentía cansada, pero bien, me había gustado, había sentido mucho placer.

Al meterme a las sabanas me di cuenta de que la almohada tenía un aroma interesante, me gustaba. Estuve pensando en que había sido un animal, pero esa noche fue un animal que me dio mucho placer.

Intentaba dormir, pero quería más de eso, me sentía acalorada, no podía sacar de mí ese momento. Quería repetirlo, sentía mucho calor, internó, volteé mucho antes de dormirme.

En la mañana no fue necesario que me despertaran, pues antes de que entrara la señora del aseo ya estaba lista, salí de allí con prisa a mi habitación.

Queriendo llegar para encontrar alguna nota de una cita, era extraño, pero mi cuerpo, mi intimidad, deseaba, haciéndome olvidar lo malo que era, el animal que fue.

Al llegar las chicas no estaban, pero había una nota. Me emocioné, sin comprender mis hormonas, nublaban mi razonamiento.

Pero esa vez tenía que ir al ensayo de ese día, para presentarme en la noche, decía la nota, me organice y alcancé al resto de las chicas, estaban desayunando, me uní a ellas y rato después empezó el ensayo.

El ensayo comenzó y nos la habíamos pasado muy bien. Betsy se acercó a mí para saber por qué no había estado presente los dos últimos días, le comenté que acompañe al jefe a unos eventos, ella me preguntó que si estaba segura.

Ya que él no salía hacer eso con las acompañantes, para él solo era sexo, intenté convencerla de que había sido así.

No estaba segura de que hubiera creído. Pero no quería decirle lo que realmente había pasado, luego de hablar con ella me fui a saludar a las chicas con las que había llegado.

Parecía que nadie sabía, a diferencia de Betsy, que había sido la elegida y que ya había estado en la cama del jefe, las chicas eran buenas amigas con las más antiguas.

Después de un rato allí, escuché hablar del jefe, esa vez me incomodaba escuchar. Decidí marcharme, una de las chicas me preguntó que opinaba del jefe. Respondí que nada, que no sabía mucho de él, cuando finalmente me pude marchar, fui al salón a ensayar la coreografía.

Estando allí lo vi entrar con los que parecían unos ingenieros, me emocione, pensé que me saludaría o diría algo, pero actuó como si no estuviese allí.

Me molestó tanto que me hubiera ignorado, salió de allí como si no me hubiese visto.

«Qué diablos le pasa» me pregunté molesta.

Luego de varias horas ensayando me fui a mi habitación, no tenía mucho que hacer, tome una ducha y me puse a leer.

A diferencia de las otras chicas, no tenía una laptop o un móvil, pensé que podía pedirlos, esos dijo Marcia, eran beneficios de ser la acompañante, por supuesto que los pediría, de todos modos, pronto nos pagarían y tendríamos el día libre, podría comprar algunas cosas.

Después de leer, me dormí unas horas, me sentía deseosa del jefe, pero molesta de su actitud en la tarde. Entra Marcia para avisarnos que deberíamos ir a organizarnos. Pasaron las horas, estábamos listas y los shows fueron un éxito. Estuve mirando todo el tiempo, para saber si él estaba allí.

No lo vi, luego le pregunté a Marcia y dijo que no estaría durante 2 semanas o más.

Quería saber dónde estaría, pero ella me dijo que no eran mis asuntos. Así pasaron esos días, una vez que recibimos nuestros salarios y día libre salimos a comprar y compre mi primer móvil, no era muy avanzado, pero me gustó y servía mucho, compre ropa y cosas de aseo personal.

Después de aprender a usar el móvil pasó lo rutinario, Marcia nos avisa del show antes de comenzar, ella me dice que solo saldré en el primer tiempo. Mi mente comenzó hacerse ideas, eso significaba que había llegado y quería verme, por más que intentaba ya no podía dejar de pensar en él y desearlo.

El show terminó y me acerqué a Marcia, esperando sus indicaciones para unirme al jefe, esa vez no tenía que usar nada, solo ir al lugar habitual, al llegar allí lo vi, sentí ganas de tirarme encima de él y besarlo, pedirle que me hiciese suya, pero me controle y me quedé allí.

Él estaba sentado, me vio entrar, se puso de pies, se acercó, me miró de arriba abajo. No pronunció palabras, aún tenía la ropa con la que había bailado, me arrinconó a la pared, me volteo, esa vez no necesitaba el condón, ya había ordenado que usara un método anticonceptivo, sin besos, sin caricias; sin miradas, sin palabras, estaba molesta no entendía por qué me molestaba, pero me excitaba.

Después de haberme usado. Él entró al baño y salió sin pronunciar palabra, me sentía horrible, me senté en la cama, no entendía, estaba tan molesta.

Me quedé allí, hasta que tocan la puerta era Marcia debía volver al show, ella arregla mi maquillaje y salimos, todo salió perfecto, algunas chicas se iban con tipos y otras solo nos íbamos a descansar. Antes de irme a mi recámara decidí ir por mi móvil que había olvidado en la habitación donde solía encontrarme con el jefe.

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