«Por supuesto que quiero que me hagas tuya, pero no te daré lo que deseas, no voy a decirte lo que quieres escuchar, no voy a dejar que esta vez sea como deseas». Pensé mientras sentía su cálido miembro entrando en mí. Cerró el grifo y me recogió en sus brazos, me puso contra la pared y comenzó hacerme el amor como él sabía, quería gritarle que lo amaba, quería decirle que era suya, que era mi dueño, que le pertenecía, pero no le daría el placer, se acercó a besarme, me miró y se mordió los labios.—¿Te gusta, quieres que sea rudo? Dime qué me amas, dime que soy tu dueño Zia, dime qué me perteneces. —Si Hades, me gusta mucho, si quiero que seas un poco rudo, estaba gimiendo, me bajo, me volteó contra la pared, me sujetaba por el cuello y me pedía decir que lo amaba, que era mi dueño, pero estaba ignorando, luchando para controlarme y no darle el placer de lo que deseaba. Entre gemidos dije su nombre. —¿Quieres que me detenga Zia? —No, solo quería decirte, feliz cumpleaños —¿Solo
—Te lo diré y te miro porque sé que te pondrás celosa y me gusta cuando te pones celosa, tendré una excusa para hacerte el amor —dijo sonriente—. Con Betsy todo empezó como una relación, a diferencia de ti y las otras dos chicas, me interesaba, me gustaba y le pedí ser mi novia, se volvió tóxica, comenzó a tratar mal al personal, en especial a Marcia, ella lo negaba todo hasta que un día lo vi con mis propios ojos, le perdone eso, pero terminamos seguía viéndola de vez en cuando ya solo interés sexual, el sexo con ella solía ser bueno. Fruncí el ceño ante su descarada sinceridad. —Ella sabía cómo complacerme, así funciono durante un tiempo, hasta que intento concebir un hijo mío, aun cuando sabía que no era lo que desea, le perdoné eso permitiéndole seguir aquí y trabajar con Marcia, pero se volvió irritante tratada mal a las chicas especialmente a las que hubo antes de ti. Hable con ella una vez y finalmente entendió o eso pensé, hasta lo que hizo ese día en la oficina y eso es lo
—Por supuesto, tengo unos test de embarazo por aquí, permite que te facilite uno, estos, son bastante efectivos, certeros, pocas ocasiones los resultados son erróneos —afirmo el doctor—. Usarlo es muy fácil, ve al baño orina y pones cierta cantidad por no decir gotas en el recipiente o y usas el aplicador, tiene guía por si la necesitas, dos líneas indicarán que estás embarazada, este test te permite saber qué tiempo tienes aproximadamente, la señora puede ir contigo si deseas. —Nena ve rápido, por favor tengo que volver, se supone que este evento es muy importante, nada debía salir mal hoy, ve allí y haz la prueba, te esperaré para poder regresar a coordinar —dijo Marcia. —De acuerdo, volveré en unos minutos —dije angustiada. Entre, abrí la cajita y comencé a leer las instrucciones, estaba muy nerviosa, intente orinar, pero los nervios no me lo permitían, escuchan a Marcia ir y venir mientras esperaba inhale y exhale y trate de calmarme, logré orinar lo suficientemente para hacer
—Lo siento Marcia, prefiero que sea hoy mismo, él te pidió que hicieras lo que te pidiera, te estoy suplicando esto. Logré convencerla, me acompañó, recogí muy pocas cosas, deje el teléfono y todo aquello que había recibido de él, salimos del lugar, fuimos con un agente inmobiliario. Con el que tuvimos suerte encontramos un lugar cómodo, pequeño y que podrían entregar en pocos días. Marcia me llevo a comer, no consumí mucho, ella se encargó del hotel y de que quedará cómoda. Le pedí que por favor no le dijera a Hades dónde estaba, aunque sabía perfectamente que eso a él no le importaría en absoluto. Ella lo prometió y se marchó, dijo volvería, en unos días, para hacer el resto de cosas. Así fue como días después estaba viviendo en ese lugar, había encontrado empleo en una floristería, mi bebé estaba bien, al igual que yo, aunque a veces tenía momentos de depresión. Pasaron los días, semanas y meses. Tenía algunos amigos en el trabajo, ya tenía 6 meses de embarazo. Marcia me visit
—Sé que todo esté tiempo, estuve mal ¿Puedes ver lo que me has hecho tú a mí? Zia me has cambiado, al punto de no disfrutar del sexo con otra mujer que no seas tú, me has cambiado al punto, de contratar personal para vigilar tus movimientos, tu bienestar y el de mi semilla, Zia me has cambiado al punto, de no poder dormir hasta no saber que están bien. A no dejarte ser feliz con nadie diferente a mí. Maldita sea, Zia me perteneces y no dejaré que otro tome el control de ti —dijo en voz alta—. Me hiciste sentir esto que siento aquí, en el pecho que no me permite dejarte ir, Zia siente como se acelere mi pecho cuando mencionas que te quieres alejar de mí. Todos parecen saberlo menos tu Zia, me has cambiado al punto de estar aquí, aun cuando sé que no quieres verme. —Vete, me dejaste sola cuando te necesite, vete porque no te necesito, ahora Hades. —No te he dejado sola, Zia también he sufrido por tu partida y estoy aquí si, porque quiero hacerte mía de nuevo, porque me hiciste adicto
Intente irme a descansar, había sido un día muy estresante y eso le haría daño a mi hijo, al día siguiente no supe de él Marcia, no respondía mis llamadas, supuse que le había pedido que no me contactara, me fui a trabajar sin darle importancia. Paso un mes y no supe nada de él, Marcia ya no iba suponía que por orden de él, en su lugar iba el chofer de Marcia Favio, le pregunte por ellos y no me dijo nada, siguieron pasando los días, Max estaba bien, no sabía nada de Hades y me generaba tranquilidad, pero en el fondo me molestaba. Era fin de semana había recibido el pago de mi trabajo y con lo que Hades había dejado decidí ir a comprar unas cosas para el bebé, invite a una de las chicas de la floristería donde trabajaba que también estaba esperando niño, solo que con un poco menos tiempo, estando allí compramos muchas cosas nos divertimos, saliendo de allí y mientras hablaba con Karen me tropecé con alguien. —Hades, ¿Qué haces aquí? — pregunté—. ¿Acaso me estás siguiendo y que te p
—Sé que puedes —dijo esa parte masoquista en mí.— ¿Quieres que hablemos un poco de lo que pasa? Y después tenemos sexo, Hades quiero que tomes el control. No sabía por qué estaba diciendo eso, quizás solo quería descubrir y demostrarle que si podía controlarse, me acerque y comencé a besarlo, él me pedía que me detuviera. No le estaba haciendo caso, tomo mis manos y me pidió detenerme. —No hagas esto, te deseó Hades— dije—era él quién me detenía y yo quien insistía. Continúe besándolo, él era realmente muy alto por lo que cuando se resistía me era imposible alcanzar sus labios. —Por favor Hades, podemos hacerlo —pedí. Poco a poco fue cediendo hasta que nos encontrábamos en el acto, sí que estaba haciendo un esfuerzo, sus manos apoyadas en la cama con mucha fuerza y la forma en la que apretaba su mandíbula, me hacían notar que le estaba costando mucho mantener el control, en ocasiones me penetraba fuerte, se ponía rudo, alcanzaba a detenerlo. Fueron muchos los intentos de perder
—Es tu casa, puedes quedarte, eso me gustaría, está bien, me sentaré a esperar que me sorprendas. —No es mi casa, cuando estemos juntos, lo mío será de ustedes, tuyo y de nuestros hijos, pero lo que es tuyo es solo tuyo, jamás vuelvas a hacer lo que hiciste hace unos meses con los regalos que te había dado, los dejaste, eso fue molesto. —No lo decía por eso, seque no eres ese tipo de hombre o al menos no lo has sido conmigo, solo digo que es tu casa porque es el lugar donde ambos tenemos lo que necesitamos y queremos. Termino y pude probar, lo que había hecho para cenar, se ofreció a dejar todo en orden en la cocina, me fui a lavar los dientes mientras él terminaba. Entro a la habitación y nos metimos a la cama, yo solo podía dormir de lado, estaba siendo incómodo para ambos, no supe cuanto tiempo había pasado desde que logre dormirme, pero me despertó besando mi cuello, le pregunte si estaba todo bien y tomo mi mano y la llevo a su miembro. —Lo siento, creo que no debí quedarme,