En la mañana al despertarme no estaba ni él ni Ares, me supuse que se lo había llevado para que pudiera descansar, me levante y tanto mi cuerpo como mi mejilla me dolían, fui a ducharme y mire mi rostro, sentí un poco de ira, no debía haber intentado conocer a otra persona, quizás Hades tenía razón yo no era el problema.Seguí pensando que había de malo en mí para atraer las desgracias, me había terminado de duchar y tuve que usar ropa de Hades, no había llevado nada para estar allí, había llevado todas mis cosas, use una de sus camisas y unos pant, me quedaban grandes, pero se veían bien.Salí y no los vi, me dirigí a la cocina y no estaba allí una de las chicas, me dijo que estaba por llevarme el desayuno por órdenes de Hades, le pregunte que si sabía donde lo podía encontrar y me dijo que había salido con una señorita, le pregunte por mi hijo y dijo que estaba con la niñera.Le agradecí el desayuno que no tome, me bebí una taza de café y fui a buscar a mi hijo, ellos estaban jugand
Me subí al auto y él se acercó para poner a Ares en mis brazos, se había acercado mucho y sentí muchas ganas de besarlo, mordí mi labio superior y lo miré con deseo.Él me sonrió y agachó su cabeza para besar a Ares, levantó su rostro y nuestras miradas chocaron, lo deseaba tanto, lo amaba del mismo modo. Él le pidió a Favio que nos llevará a nuestra casa, como siempre le había recomendado tener mucho cuidado, Favio empezó a conducir, yo estaba pensando en Hades en todo lo que había estado pasando.—Favio disculpé, yo sé que no le agrado desde lo que pasó con Hades, pero quería hacerle unas preguntas. ¿Cómo va su relación con Karen? —Señorita Zia, no le niego de que estuve molestó con usted por no haber confiado en el joven Hades, pero no significa que no me agrade, yo sé que ama al joven Hades. Mi relación con Karen va de maravilla, es una excelente mujer. —Me alegro mucho de saber que no está molestó conmigo, de que sepa lo mucho que amo a Hades a pesar de nuestros errores, él si
Lo estaban mirando mientras él dormía, acaricié su rostro y se movió, volteando su rostro a un lado. Cómo es posible que te ame tanto Hades, como puedes destruirme y aun así hacerme sentir segura contigo.Porque era así como me sentía a su lado, segura y amada, que nada podía dañarme, dormido no podía hacerme el daño que me hacía cuando estaba despierto.Nos habíamos hecho tanto daño, pero aun así nos amábamos, estaba segura de que él me amaba, me lo había demostrado al protegerme y en la manera que me había hecho el amor.Acaricié su rostro nuevamente, lo besé con cuidado de no despertarlo, recosté mi cabeza en su vientre, estaba quedándome dormida y sentí que se estaba levantando.—¿Te vas Hades?—Hola, lo siento, no quise despertarte, no iba a irme Zia, pero si quieres puedo hacerlo, solo iba al baño. ¿Quieres que me vaya?.—No, por supuesto que no quiero que te vayas, pero pensé que lo harías, está bien, ve al baño y te esperaré aquí. Él me sonrió y me acosté boca arriba, cerré l
Me repetí lo mismo una y otra vez mientras me miraba fijamente para poder asegurarme de estar entendiendo lo que me decía a sí misma. Quería que me quedara claro que no podía seguir en una relación tan tóxica, por eso estaba dispuesta a intentarlo por última vez, después de eso las cosas acabarían, sabía que él me amaba y yo lo amaba a él también.Pero a veces parecía que el amor no era suficiente, era por ese motivo que teníamos que afrontar que quizás como pareja no íbamos a funcionar, concluí que lo quería intentar una vez más porque realmente lo amaba. Él decía que me amaba en el mismo modo que lo amaba a él, pero no era fácil para el demostrarlo, pensé en sus miedos, en todo eso que le impedía entregarse, decidí aprovechar esa oportunidad, sabía que tenía que hacer. Quería ayudarlo a confiar nuevamente en mí, haría todo lo que estuviera en mis manos para que esta última vez funcionaran, también le exigiría él un poco más, no podía dar el 70% mientras él solo el 30%, si quería
Nuevamente, volví a mirarlo fijamente y supe que no había sido él, de haber sido él su reacción sería diferente. Pero se notaba un tanto sorprendido, la felicidad que le había generado, como si no lo supiera, y le alegraba que ahora estuviera recibiendo lo que según él merecía. Me enganché a su cuello y acaricie su mejilla y le respondí, que sabía que él no era culpable y acerque para besarlo y me detuvo. —¿Crees que soy inocente por miedo a culparme de nuevo o está llena de dudas?. ¡Mírame! ¿Me estás diciendo esto, pero crees que soy culpable? Responde Zia, cualquiera de las dos respuestas será aceptable y lo sabes.Me acerqué un poco más a él y lo miré, me enganché nuevamente a él para besarlo, conseguí que me correspondiera el beso, lo miré y le dije que confiaba en él, que creía y sabía que no había sido él, le dije que podía ver en sus ojos que no era culpable. Él me miró fijamente y volvió a preguntarme si en realidad confiaba en él o solo lo estaba diciendo para no equivocar
—Lo que tú pides es controlarme y no va a ser así Hades, no soy como esas mujeres que te obedecen en todo, si no pones de tu parte no va a funcionar, —asegure —se acercó y empezó a mirarme de arriba abajo. —Ese es el problema, por eso me gustas, porque no me obedeces, pero te amo porque al final lo haces, tu Zia debes aprender a obedecerme, debes entender que funcionaremos mejor así. —Estás loco Hades, no voy a obed… Empezó a besarme y preguntar que si estaba segura, le asentí y me jaló con fuerza. — ¿Crees que vas a obligarme hacerlo? —pregunté —No, no te obligaré, tu sola lo harás, quítate la ropa Zia. —No me la quitaré Hades, haces esto para probar qué te obedeceré, además Ares está aquí, no seas descarado. Cogió su teléfono y le pidió a la niñera ir a esa habitación a cuidar a Ares. — pregunté—. ¿Qué es lo que planeas?. Hades no voy a quitarme la ropa, si quieres me la quitas tú. Tras unos minutos la niñera había llegado, él se acercó y me susurró que me esperaría e
Eso depende Hades, porque para ti la confianza implica sumisión y sabes que no soy sumisa. Me miraba sonriente, sabía que tenía razón, que para él la confianza implicaba que lo obedeciera, pero no era ese tipo de mujer. —Ve a ver a Ares —dijo. Se acercó, me dio un beso y dejó la habitación antes de que yo lo hiciera, estaba por salir y vi pasar a Betsy, decidí hablar con ella, tratar de llevar una relación por lo menos no conflictiva, quizás Hades tuviera razón, había estado con Esmeralda y no con ella. Hablé con Betsy y habíamos quedado de intentar por lo menos no ser enemigas, me dirigí a la habitación donde estaba Ares ya se había quedado dormido, le dije a la niñera que le dejara con él, mi pequeño era hermoso, sus mejillas redondas, su piel suave, era lo más hermoso que Hades le había regalado, sin duda alguna era lo mejor de ambos. Me recosté al lado de mi hijo, puse mi dedo en su pequeña mano, sentí como se aferró, estaba mirándolo y preguntándome como había salido alguien
—Puedo pasarlo —dije con la intención de ver su reacción.—No, no puedes pensarlo, es necesario que aceptes antes de que salgamos de la ducha. —Respondió al tiempo que me proporcionaba una fuerte nalgada.Deje escapar un fuerte gemido, sujetó mi rostro obligándome a mirarlo.—¿Te casas conmigo? —preguntó mientras me penetraba con rudeza.—Sí, si acepto Hades, pero…—No hables Zia, no es necesario que digas nada.Obedecí mientras lo sentía recorrer mi cuerpo con sus manos, Hades solía ser delicado con sus caricias, pero rudo con sus penetraciones.—Me perteneces Zia —susurró a mi odio —haciéndome tener un orgasmo.Antes de que pudiera decir algo me giró hacia él.—Es tuyo, nena, vamos ve allí abajo y tómalo, supe lo que tenía que hacer.Bastaron unos minutos para que su extinción lo llevará a cubrir mi rostro.—Cambiaré Zia, por ti, por nuestro hijo lo prometo —dijo mientras me fregaba la espalda.—Confío en ti Hades, sé que vamos a lograrlo, sé que nuestro amor será más fuerte que nue