Samantha.
Esta mañana me despierto por el ruido de los caballos, abro los ojos asustada pero recuerda dónde estoy, busco mas ropa limpia en la mochila me las pongo y bajo las escaleras para lavarme la cara en la llave pero cuando pasa por los caballos parecen tenerme miedo supongo que perciben lo que soy en realidad si supieran que soy más inofensiva que un gatito, voy y me siento en los escalones del pórtico a esperar que Wilson salga y me diga qué voy a hacer hoy no tengo que esperar mucho ya que escucho la puerta de maya, lo miro salir con una taza de café en la mano. -vaya veo que madrugas niño. -sí hay que empezar el día temprano. -esa voz me agrada, hoy tengo que sacar a los caballos a pastar para limpiar los estabos y camiarles la paja. Le doy una sonrisa un poco dudosa al señor Wilson que se ríe un poco. -no me digas que le tienes miedo a los caballos. - en realidad es al revés los caballos me tienen miedo a mí. -descuida ellos se acostumbrarán a ti. - eso espero. El señor Wilson me dice a dónde tengo que llevar a los caballos, cuando les pongo el arnés para poder sacarlos estos tiran hacia atrás pero con paciencia y calma logró llevarlos a pastar, limpio los corrales apesar de que la nariz me arde por el aroma que se intensifica para mí, el señor Wilson me dice donde debo dejar la paja sucia y el excremento de los caballos, lo bueno que después de ese trabajo me hablan para desayunar y me estoy dando cuenta que a Estela no le caigo bien. Así pasan los días, días en los que trabajo en la granja y dormir en el establo, tengo que estar lavando mi ropa a mano para así poder tener algo limpio que ponerme aunque señor Wilson ha sido muy amable y me regala ropa de cuando él era joven, esta noche me siento muy inquieta y extraña a pesar de que estoy cansada no puedo conciliar el sueño solo me muevo de un lado hacia el otro en la paja, maldición qué me está pasando, me siento y me miro una de las manos para darme cuenta que mis uñas lentamente se están convirtiendo en garras, diablos creo que mi lobo quiere salir, bajo las escaleras sin hacer mucho ruido pra no asustar mucho a los caballos, me voy hasta la parte trasera de la granja y salto la cerca con facilidad para adentrarme en el bosque, me retiro la ropa para no romperla al transformarme, doy un suspiro de alivio al sentir esta libertad de nuevo, estiro mis patas y sacudo mi pelaje un par de veces, estás es la mejor sensación de mi vida, me siento relajada y cómoda de esta forma, sé que esto sería tentar a mi m*****a suerte pero no he escuchado aullidos de lobos y no percibo aromas de hombres lobos así que supongo que esté lugar sea un territorio neutro decido deambular un poco por el bosque hasta que escucho un sonido, al seguirlo sigilosamente puedo ver un gran venado pastando tranquilamente, mi estómago gruñe sé que nunca he casado pero mi instinto me mueve me acerco siglosamente me agazapo para después abalanzarme sobre de él pero lo que no me percaté es que no estaba sola, al brincar lo hace casi al mismo tiempo un gran lobo marrón, el venado sale huyendo y me quedo agazapada a centímetros del gran lobo que se me queda viendo fijamente y con sorpresa, cuando el aroma del gran lobo invade mi nariz un escalofrío recorre mi cuerpo y por alguna razón sé que él es mi pareja al parecer él siente lo mismo ya que comienza a mover la cola, se acérca a mi de forma lenta, no retrocedo por que no le tengo miedo alguno, sé que no me haría daño, su nariz rosa la mía y es como si tomara algún tipo de droga que me extascía y me llena de emoción. - mi pareja. Escucho su gruesa voz en mi mente que solo hace que me emocione aún más pero de pronto salen otros tres lobos que me regresan a la realidad y a la cordura, que diablos estoy haciendo debo de huír tan rápido como puedo doy media vuelta y comienzo a correr, mi loba me pide que me quede pero mi razonamiento me dice itra cosa, escucho sus pasos detrás de mí pero no me pienso detener no sé quién sean los demás lobos tal vez ya sepan quién soy y no dudo que me sigan buscando por lo que hice aunque haya sido un maldito accidente y no haya sido mi culpa Nadie le clera a un lobo de más bajo rango que un Alfa, me detengo en los arboles que rodean la granja y busco con desesperación la ropa que había dejado aquí la encuentro y me la coloco rápidamente para brincarme el cerco y seguir corriendo hasta llegar al granero donde me subo a la parte de arriba y por fin calmo mi mente, me siento muy extraña, me siento inquieta todavía y con deseos de volver al bosque a buscar ese gran lobo pero necesito retomar la cordura no estoy tan demente como para querer buscar mi propia muerte, doy un suspiro e intento dormir pero es en vano. Han pasado 2 días de mi encuentro con ese lobo y no he tenido el valor de volver a ir al bosque pero lamentablemente hoy tenemos que ir a buscar el ganado que tiene el señor Wilson y para eso tengo que montar a caballo pero es casi imposible en cuanto me intento montar en el animal este se pone nervioso y se aleja de mí, el señor Wilson me mira extrañada. -que extraño coco es el caballo más manso que tenemos, debes de tener una personalidad muy fuerte para que no quiera ni se quiera que te le acerques. -debe ser mi magnetismo animal señor pero no se preocupe yo puedo hacerlo a pie. -pero las vacas son muy peligrosas pueden pasarte por encima. -no se preocupe señor yo sabré cuidarme. -Ay muchacho estaría más cómodo si estuvieras arriba de un caballo pero tengo que darles desparasitante a las reses y para eso necesito meterlas de nuevo al corral chico, esta bien chico. Sigo al señor Wilson a pie y llegamos a una parte que tiene un cerco de tubos de metal entro y siguo las órdenes señor Wilson para mover a la vacas de coral y efectivamente las vacas son algo rudas muchas tienen becerros y son un poco agresivas pero nomás al acercarme un poco ellas huyen de mí, supongo que perciben lo mismo que los caballo, vamos aplicando el medicamento una por una y las dejamos libres en el corral más grande, termino bastante cansada y la hija más pequeña del señor Wilson esta tan gentil al traernos una limonada, se lo agradezco y la niña me mira con una sonrisa grande, el señor Wilson me coloca una mano en el hombro llamando mi atención. - sabes ocupo algunos materiales vamos al pueblo. Eso no me gusta mucho, esta granja esta escondida en el bosque y salir al pueblo sería poner en riesgo mi pellejo pero no me queda de otra trabajo es trabajo acepto y acompaño al señor Wilson al pueblo, al llegar a la tienda de suministros agrícolas me percato de que a un lado de ella hay una tienda de ropa y en la ventana de esta hay un lindo vestido color azul cielo de manga corta y largo es sencillo pero a mí se me hace muy lindo. -te gusta. Escuchó la voz del señor Wilson detrás de mí y rápidamente le doy una sonrisa nerviosa para negar con la cabeza. -hay no esas son cosas de viejas. -pero qué no se supone que eres una chica aunque respeto que quieres vestirte como varón pero no tiene nada malo que te gusten las cosas de mujeres es algo natural. Me quedo estupefacta pensé que lo había engañado con mi actuación de niño. -pensé que no lo sabía. -oye seré un granjero pero no soy estúpido reconozco una mujer desde lejos en su caminar pero yo no te juzgo puedes vestirte como tú placas. -gracias. Ayudo al señor Wilson a subir el fetilizante pero cuando me subo al auto siento que alguien me está viendo fijamente, volteo alrededor y me percato de que un hombre alto de tes clara, de cabello negro y de ojos azul cielo me mira fijamente desde el otro lado de la banqueta, no quita la mirada de mí y su mirada es tan penetrante qué ase qué un escalofríos me recorre el cuerpo pero no me da miedo al contrario deseo acercarme a él no sé por qué incluso mi loba se siente atraída hacia él pero niego con la cabeza debo de mantener un perfil bajo para poder pasar desapercibido como un humano más.Samantha. Me quedo un poco perturbada después de ver a ese hombre de cabello negro esta mañana pero debo de admitir que era bastante guapo de hombros anchos y alto así como me lo recomendó el doctor, hay Samantha deja de alucinar y mejor concéntrate en lo que estás haciendo, el señor Wilson me ha pedido que después de acomodar el fertilizante en el desván podara un poco el césped no me quejo es algo fácil la máquina va haciendo todo el trabajo pero debo admitir que hoy está haciendo un poco de calor, me quito el sombrero y me echo aire con, él señor Wilson es muy buena persona me lo regalo ase algunos dias, me lo vuelvo a colocar para seguir podando el césped.-hasta acá puedo oler tu mal aroma.Escucho la voz de Estela volteo a verla de reojo parada en el pórtico, me mira con una sonrisa burlona decide ignorarla sé que lo que quiere es fastidiarme y no es la primera vez que tengo que lidiar con bullying.-por qué no mejor te vas a dar un baño que por un momento pensé que mi padre h
Samantha. Estoy quitando la hierva del huerto de calabazas, melones y pepinos ya no e vuelto a ver a ese hombre lobo que vino la otra mañana y Estela no me a vuelto a molestar después de lo que le dije supongo que ya entendió que no me debe de estar molestando pero mi loba se siente irritada desde que no deje que tomara el control y me fuera con ese lobo. -y aquí están las calabazas señor Omar. -se miran bien. Esa voz gruesa tiene que ser una broma, volteo con rapidez y efectivamente es ese hombre lobo, que diablos ase aquí y con el señor Wilson que me mira con una sonrisa. -le presento al joven qué me ayuda con el campo Sam, Sam el es el señor Omar. -mucho gusto Sam. Me esfuerzo por darle una sonrisa a este hombre lobo que ahora sé que se llama Omar, mi loba se siente extasiada por que de dirija a mi pero intento calmarla. -hola. -no es muy conversador pero es muy eficiente pero dígame señor Omar cuantas calabaza necesita. -no lo sé viéndolo bien todas se ve muy bien tal ve
Samantha. Hoy en la tarde tengo que volver a limpiar los establos de los caballos y me gusta hacerlo ya que así el granero no huele tan mal pero me arde la nariz en el procesó. *¿que ases? Escucho la voz de Omar atraves del enlace mental y comienzo a buscarlo con la mirada pero solo veo el estiércol y el bosque. *¿que quieres? *nada te dije que vendría a verte. *pero yo no te quiero ver. *es por eso que te admiro de lejos. *valla maldito acosador. *no soy un acosador solo que me gusta ver a la belleza natural y tu eres lo más hermoso que e visto en mi vida. *que buen verbo de seguro se lo dice a todas. *claro que no tu eres la única que me importa. *si como no pero supongo que debes de tener tus frases ensayadas por qué con tu físico no ayuda. *¿a qué te refieres? *a qué estar gordo pero descuida hay mujeres que les gustan así. *¿¡Que!? no estoy gordo. *si claro. Se que lo que estoy diciendo es mentira pero siempre me a gustado fastidiar a la persona que me gusta es a
Samantha. No se como me deje convencer de esto, no me siento nada segura al estar caminando por el bosque no importa que sea en la compañía de Omar qué biene caminando al frente pero cuando dijo cascada de agua eleda no me pude negar además ver a este hombre en ropa interior pero tengo miedo de que algún lobo nos mire tal vez Omar ya sabe lo qué hice y esto es una trampa para canturar me, detengo mi caminar y me debato por regresar a la granja o seguirlo, mi loba me pide que lo siga y disfrute de su compañía pero mi temor me dice que regrese ya, escucho un sonido a mis espaldas qué me asusta y por instinto salto asía enfrente para alejarme de quien sea gruñendo en el procesó y chocando con la espalda de Omar qué rápidamente se da la vuelta y me sujeta del brazo para colocarme detrás de él, miro sobre su hombro qué es un oso qué se acerca a nosotros, Omar gruñe fuertemente asiendo que el oso retroceda, doy un suspiro de alivio al verlo irse. -cuidado con las garras. Sin darme cuenta
Samantha. Esta mañana hice todo lo que me pidió el señor Wilson con rapidez y le comente que necesitaría un poco de tiempo libre ya que saldría al pueblo, me dijo que si y me presto la camioneta pata que fuera, después de bañarme busco entre la ropa quebtengo pero no hay nada de mujer solo tengo rapo de hombre termino escogiendo una camisa color azul cielo y unos pantalones color beich, intento hacer algo con mi cabello pero no hay mucho que pueda lograr mi cabello sigue siendo corto y disparejo, no me maquilló ya que no tengo nada de eso ni siquiera tengo perfume para disimular el aroma a caballo, por fin me subo a la camioneta y conduzco al pueblo pero me siento muy nerviosa nunca e tenido una cita en mi vida si salí en grupo con compañeros de la escuela pero nunca un cita de verdad, siempre me aísle del romance y todos los lobos que me invitaban siempre decía que no, siempre quise qué mi primera cita fuera con mi pareja pero no pense qué me estrenará tanto, pienso varias veces en
Samantha. Creo que Omar me ase perder la cabeza y la razón por que diablos accedí a volver con él al pueblo, no me quiso decir a donde íbamos y tiene el atrevimiento de quitarme el volante de la camioneta, no tenemos compensación alguna y solo miro por la ventanilla del auto los arboles pasar pué poco a poco se combierten en casas, llegamos a la tienda que vende suministros de agricultura, para que diablos me trajo aquí.-¿que aremos aquí?-iremos de compras. -que compraremos semillas y más abonó.-no iremos de compras aquí sino allí.Omar me señala la tienda de ropa que está junto a un lado donde mire ese vestido colo azul cielo que tanto me gustó pero me siento un poco insegura de andar de compras con un lobo que apenas conozco, Omar se baja y me abre la puerta para después extenderme la mano con una sonrisa en el rostro.-mi leidy.No puedo evitar que una sonrisa aperesca en mi rostro para después tomar su mano que al tocarla cualquiera sentimiento de inseguridad desaparece y sol
Samantha. Después de la cita qué tuve con Omar me siento más relajada y feliz, la ropa que me compro Omar se lavtuve qué dar a Renata para que me las guardará en su habitación así evito qué se apeste a caballo. Esta noche me estoy debatiendo por ir al bosque, Omar me volvió hacer la oferta de entrenarme y la verdad me encantaría saber defenderme pero si lo hago alguien nos podría ver pero mis deseos de volver a verlo me ganan y me dirijo al qué acordamos, cuando llegó no hay nadie, pensé que ya estaría aquí supongo que tuvo mejores cosas qué hacer, me doy la vuelta para irme pero siento que alguien me está viendo y pongo atención a los sonidos qué me rodean, no perdido nada con el oído pero aislando a los sonidos del bosque puedo persivir el latido de un animal grande pero no lo veo, me encaminó pero eschuco como los arbustos a mis espaldas se mueven y por instinto comienzo a correr pero me derriban y escucho un fuerte gruñido en mi oído izquierdo. *te atrape. Escucho la voz de
Samantha. Pasan cuatro días en los que trabajo por el día en la granja y por las noches entrene con Omar en el bosque pero no sirve de mucho siempre me vence, esta tarde me siento muy cansada y decido recostarme en mi cama por un momento antes de ir a entrenar con Omar pero mi cansancio es tanto qué no puedo mantener los ojos abiertos. Tengo un sueño muy extraño donde estoy recostada en la hierva del bosque pero siento que la hierva se mueve debajo de mi principalmente en mi trasero, me despierto del golpe y alarmada cuando siento un fuerte apretón en mi trasero, rápidamente me doy la vuelta para ver de que se trata y miro con sorpresa a Omar qué esta congelado con una mano extendida, no entiendo que ase aquí asta que procesó todo un poco. -tu maldito pervertido. -no fue mi intención solo que vine a ver por que tardabas tanto y te mire profundamente dormida y no pude evitarlo. Me molesta el sinismo de este lobo sin vergüenza y pervertido, me siento bien y lo señala con el ded