Samantha.

Estoy quitando la hierva del huerto de calabazas, melones y pepinos ya no e vuelto a ver a ese hombre lobo que vino la otra mañana y Estela no me a vuelto a molestar después de lo que le dije supongo que ya entendió que no me debe de estar molestando pero mi loba se siente irritada desde que no deje que tomara el control y me fuera con ese lobo.

-y aquí están las calabazas señor Omar.

-se miran bien.

Esa voz gruesa tiene que ser una broma, volteo con rapidez y efectivamente es ese hombre lobo, que diablos ase aquí y con el señor Wilson que me mira con una sonrisa.

-le presento al joven qué me ayuda con el campo Sam, Sam el es el señor Omar.

-mucho gusto Sam.

Me esfuerzo por darle una sonrisa a este hombre lobo que ahora sé que se llama Omar, mi loba se siente extasiada por que de dirija a mi pero intento calmarla.

-hola.

-no es muy conversador pero es muy eficiente pero dígame señor Omar cuantas calabaza necesita.

-no lo sé viéndolo bien todas se ve muy bien tal vez me las lleve todas.

-me parece perfecto.

Sigo trabajando pero no dejo de escuhar la conversación de estos dos.

-papi tiene una llamada.

-voy Estela acompaña al señor y atenderlo bien.

-si papi.

Escucho los pasos alejarse del señor Wilson y escucho más serca la voz irritante de Estela.

-y dígame señor Omar de donde es.

-soy de este pueblo.

-jamás lo avia visto, en unos días será el festival de la cosecha y todavía no tengo acompañante no desea ir conmigo.

Me molesta escuchar que está resbalosa lo está invitando a salir y precioso tan fuerte el azador qué rompo el palo de madera.

-ten cuidado con las cosas eso se descontar de tu sueldo.

Calmo mi molestia y miro a Estela con una sonrisa amable.

-descuide señorita Estela lo puedo reparar.

-bueno ve y aslo.

-si.

Tengo que morderme la lengua para reprimir un gruñido y me alejo de ellos, tal vez si no los escucho me calme me dirijo a la parte trasera de la granja donde hay leña y se que con estos palos podre remplazar el mango del azador, reviso entre la leña asiendo el mayor ruido posible para no escuchar la conversación de esos dos pero siento un cosquilleo en la nuca y escucho su voz en mi mente.

*dime que paso con el azador.

*callate y sal de mi mente.

*yo creo que no quisiera hablar contigo a solas pero debo de admitir que está jovencita es muy persistente y ensimosa jamás avía conocido a una humana tan provocativa.

*¿¡qué!?

*Sí, se me acerca demasiado y le gusta mucho tocarme.

Siento una gran rabia que se acumula en mi pecho asiendome romper en dos un tronco que sostenía como si fuera una hoja de papel, no puedo controlar a mi loba y me dirijo a pasa firme a los cultivos pero al llegar a sienta distancia me doy cuenta de que Estela ni siquiera esta allí solo esta el señor Wilson y Omar qué me mira de reojo con una sonrisa burlona, maldito desgraciado me engaño, un gruñido sale de mi pecho y aprieto los puños con fuerza por la rabia.

*qué paso cachorrita.

*idiota.

Me doy vuelta y me regreso a donde estaba buscando el palo para remplazar el mango del azador pero de la frustración que me causó esto me jalo el sombrero para abajo y gruño con fuerza.

-¡Sam! ¿que te pasa?

Escucho la voz de Renata y me asustó al darme cuenta de que Renata está parada detrás de mí sosteniendo un plato con galletas, Renata me mira sorprendida, diablos debo de arreglar esto piensa en algo y rápido.

-hola Renata ¿qué ases aquí?

Genial, eso fue lo primero que se me ocurrió, estoy frita.

-Solo vine a ver si querías una galleta pero escuche que gruñiste como un perro.

-es que me gustan tanto los perros qué a veces hago sus sonidos.

Que denigrante lo que acabo de decir espero que no me allá escuchado Omar.

-ah ok ¿quieres una galleta?

-su gracias.

Me salve de esta por poco, me acerco a Renata y tomo una galleta qué son de chispas de chocolate.

-lo siento por lo que hizo mi hermana.

-no descuida no es tu culpa.

-pero me molesta que sea tan tonta.

-creo que tonta se queda corto.

-si pero mi padre siempre me a dicho que una señorita no debe de decir groserías.

-El mio me decía que le tumbara los dientes de ser necesario.

-¿para que?

-para que me respeten.

-extrañas a tu familia.

-si.

-¿Por que los dejaste entonces?

-es complicado, me metí en problemas.

-por querer ser un chico, mi papá dice que no tiene nada de malo.

-el tiene razón no tiene nada malo pero no es por eso, antes tenía el cabello muy largo y me vestid de forma diferente.

-como una princesa.

-no, me imaginas vestida de princesa.

-si por que eres bonita y te pareces a cenicienta.

-así y donde esta mi hada madrina, quiero mi carruaje de calabaza tu papá tiene muchas.

Renata se ríe y logro distraerla por completo, me percató de que me están llamando y es la voz del señor Wilson me despido de Renata y voy a la huerta donde para mí desgracia sigue estando Omar, hay diosa por favor ayúdame a mantener la calma y a esconder la vergüenza que siento por lo que ocurrió ase poco.

-me llamo señor.

-si ayuda a llevar 20 calabazas al frente que llegarán por ellas.

-si señor.

Comienzo a llevar las calabazas al frente de la casa y Omar se me empareja cargando dos.

-te ayudaré.

-no es necesario señor yo puedo "solo"

Enfatizó la palabra solo para verlo directamente a los ojos que son realmente hermosos, hay diablos concéntrate Samantha no debes de caer en la tentación, me doy la vuelta y retomo mi camino así la entrada de la granja y apesar de mis palabras Omar me ayuda a traer las 20 calabazas y para evitar verlo me voy al granero pero escucho la voz profunda de Omar en mi mente que me ase erizar la piel.

*por qué te fuistes si me gusta estar en tu presencia, me dí cuenta que tiene unos ojos realmente hermosos y vueles delicioso a vainilla.

*piérdete y ya vete.

*vendré a verte más tarde.

*no necesito verte más tarde gracias.

*tal vez tú no pero yo si, me encantas apesar de que no me quieres.

Gruño y me cruzo de brazos pero que lobo tan molestos y engreído, quien dice que deseo verlo de nuevo hojala que no vuelva jamás aunque cuando me acerque a el me sento tan emocionada que tuve que reprimi un querido de cachorro.