Isabella
Sigo sin entender porque Christopher decidió participar de este proyecto, no es que lo necesite, a mí me gusta trabajar sola o bueno simplemente me acostumbre por el hecho que nunca nadie quiere trabajar conmigo.Quedamos en que hoy vendría a mi casa durante la tarde para comenzar a idea que haríamos, me parece extraño este comportamiento que tiene conmigo, me hace dudar y pensar que quizás algo quiere lograr, si bien antes solía conocerlo, hace tres años que perdí todo tipo de contacto con él, por ende, me genera un grado de desconfianza todo este acercamiento sin explicación.
Justo ahora me encuentro sentada en el patio trasero de mi casa, con los ojos cerrados sintiendo como la brisa acaricia mi rostro y mueve mis rizos rojizos, ya que al llegar a casa deshice el hechizo de camuflaje.
Acá es el único lugar donde puedo ser yo misma tanto física como espiritualmente ya que nadie además de los alfas y sus hijos saben la ubicación de mi hogar. Siento una pequeña rama crujir a mis espaldas provocando que me pare y voltee rápidamente adoptando una pose defensiva en caso de cualquier amenaza, pero me sorprendo al notar que es un conejito blanco sentado en el comienzo de la arboleada a escasos metros de la cerca que bordea mí casa, muy parecido al de esta tarde.
Me hinco en mi lugar con una sonrisa en la cara mientras estiro mi mano indicándole que se acerque, puedo notar como olfatea en mi dirección, se acerca corriendo y dando brincos hasta que se posiciona frente a mí observándome atentamente.
Acerco mi mano para acariciarlo, con ganas de volver a sentir ese pelaje tan suave entre mis dedos. Se aleja de mi unos pasitos y vuelve su vista hacia el bosque levantando sus orejas, sigo su mirada hacia el lugar, pero frunzo el ceño al no notar nada.
Vuelve a mirarme por unos segundos y sale corriendo en dirección al bosque, no me da ni tiempo de replicar cuando veo que vuelve a asomarse, pero esta vez acompañado por otro conejo del mismo tamaño que él, pero de un café claro.
Ambos avanzan nuevamente en mi dirección y la verdad me sorprende un poco la confianza con la que se mueven alrededor mío, ambos olfatean el aire a mi alrededor y se acercan hasta quedar a escasos metros.
– Así que corriste el rumor que te he dado zanahorias ah – susurro mientras acaricio al conejo blanco con una sonrisa en mi rostro –. Con gusto les daré más para que puedan compartir.
multus of DAUCUS recito en mi mente mientras cierro los ojos al sentir la magia fluir por mis venas y los abro cuando siento unas pequeñas mordeduras, ambos de encuentran feliz comiendo la pequeña pila de zanahorias que se ha formado frente a ellos, inmediatamente sonrió al saber que por lo menos alguien se alegra por mi magia.
– No sabía que tenías mascotas.
Escucho la voz de Christopher a mi espalda provocando que jadee de la impresión, miro en la dirección de donde provenía su voz y veo como camina en mi dirección observando a los conejitos – son muy lindos.
– No son míos – digo volviendo mi vista a ellos –. Simplemente están de visita.
– Entiendo – asiente con la cabeza –. Bueno, ¿comenzamos? Debo volver temprano a casa, hoy llega Felipe y habrá cena familiar.
– Oh claro – concluyo levantandome y limpio mis manos ligeramente en mis vaqueros.
Volteo en dirección a la casa y Christopher me mira atentamente.
– ¿Sucede algo?
Pregunto mientras observo mi vestimenta buscando alguna señal del porque me mira tan fijo
– No, es solo que... – se queda callado por unos segundos –. Hacía mucho que no te veía como eres realmente – se acerca unos pasos más a mi quedando lo suficientemente cerca y mi corazón se acelera cuando una de sus manos atrapa un mechón de mi cabello y lo acaricia –. Extrañaba este color.
Carraspeo sutilmente mi garganta alejándome de su tacto.
– Sí, bueno – vuelvo a carraspear ligeramente incómoda –. ¿Entramos? Mientras más rápido empecemos más rápido terminaremos.
– Oh claro – dice rápidamente alejándome más de mí.
Camino en dirección a la casa dando una leve ojeada sobre mis hombros a los conejitos que aun comen y una sonrisa se forma en mi rostro.
Entramos al salón y el cierra la ventana a sus espaldas
– Bueno ¿de qué edificio quieres hacer el proyecto? – pregunta sentando en el sillón.
– La verdad no lo he pensado aún.
Camino hacia la cocina para preparar vasos de jugo y unas cuantas cosas para picar.
– ¿Te parece el edificio de historia? – grita desde el salón.
– Sí, claro – coincido entrando con la bandeja y dejándola en la mesa de centro –. Es muy lindo ese edificio, siempre me ha gustado.
– Lo sé – dice mientras se estira para agarrar una galleta, pero se detiene a mitad de camino mirando hacia la nada –. Quiero decir – carraspea –. Algo recuerdo.
Lo miro con el ceño fruncido mientras el evita mi mirada ¿Por qué dice cosas así si luego se arrepiente? ¿acaso todo esto de trabajar juntos sea una especie de broma? Quizás es para poder acercarse y luego hacerme daño, como todos.
Lo bueno de todo esto, es que estoy preparada y acostumbrada, mis paredes son tan altas que dudo que pueda bajarlas para herirme más de lo que ya estoy.
– Entonces hagámosla sobre ese edificio – afirmo.
– Sí, podremos hacer un buen informe y la maqueta quedaría bastante buena, además siempre se te dieron bien las manualidades.
– Además el edificio tiene varios colores y formas, es una buena opción.
– Lo sé – afirma con una sonrisa.
– Bueno, te parece si empezamos maña....
El sonido de mi celular me interrumpe y me paro para recogerlo en la mesa de la cocina.
Observo la pantalla y la foto de Felipe Müller aparece como video llamada entrante, una sonrisa se forma en mis labios y contesto.
›› Video llamada ‹‹
– Hola – saludo con la sonrisa en mi rostro cuando el suyo aparece en mi pantalla.
– Hola cariño – me sonríe mostrando su perfecta sonrisa.
Felipe si bien es el hermano mayor de Christopher son muy diferentes físicamente, él es un poco mas bajo que su hermano menor, sus cabellos son castaños claros y de ojos verdes mientras Christopher es rubio, muy rubio con ojos celeste cielo.
La única similitud que tienen es la forma de la nariz respingada y labios levemente carnosos.
– ¿Cómo haz estado? Me entere que volviste a la manada.
– Exacto, llegue hoy – asiente mientras se ve que sube a su auto y acomoda el celular en el adaptador apuntando hacia él –. Por eso te llamaba, vendrás a cenar a nuestra casa.
Mi corazón por un momento se detiene al escuchar eso, ya que ni siquiera fue una pregunta, fue una afirmación.
– ¿Qué? – susurro nerviosa –. No, no puedo.
– Claro que sí puedes – comienza a conducir –. Arréglate, cámbiate ropa o quédate como estas, no importa siempre estas linda corazón.
– Felipe no creo que sea buena idea.
– ¿Por qué no? Claro que es buena idea, mis padres están ansiosos por verte y yo también ha pasado mucho tiempo sin ver tu rostro pecoso. Además, estarán algunos amigos de Christopher, será entretenido.
– No... no quiero ir.
– ¿Sucede algo? – voltea a mirarme con el ceño fruncido quitando la vista del camino – sabes que puedes contarme cualquier cosa.
– Solo... Solo no quiero ir.
– Cariño vendrás, no nos vemos hace mucho y te extraño – forma un puchero con sus labios haciéndome sonreír –. Además ya estoy fuera de tu casa, te espero.
›› Fin de la Video llamada ‹‹
Quedo mirando el celular por unos segundos ¿me colgó?
Camino hacia la ventana de la cocina que da a la calle principal y claramente ahí está su auto, detrás del de Christopher.
Camino hacia el salón con la cabeza gacha y él ya se encuentra de pie mirándome.
– Creo que debemos seguir otro día – dice con un tono ¿enojado? –. Ya vinieron por ti.
Lo miro confundida por su actitud y antes que pueda responder pasa por mi lado esquivándome, dirigiéndose hacia la salida y sale de la casa.
Suelto un suspiro mientras agarro mi bolso con las llaves y me encamino hacia la puerta recitando en mi mente el conjuro de camuflaje para mi aspecto físico.
IsabellaMe adentro en el auto de Felipe observando como el auto de Christopher sale a toda velocidad derrapando por la calle.– ¿Estaba Christopher aquí? – consulta mirando hacia la misma dirección.– Sí, debemos hacer juntos un proyecto para el instituto – confirmo abrochando mi cinturón.Su mirada recae en mí y una gran sonrisa se forma en sus labios que borra en menos de un segundo de su rostro al verme.– ¿Por qué tu pelo es negro y tus ojos café?– Oh eh... es un cambio de look, pero es un conjuro tranquilo.Asiente dudoso y luego vuelve a sonreír.– Hola corazón – se estira para apretarme en sus brazos sobre los controles de auto – te abrazaré hasta que me devuelvas el abrazo.Una risa sale de mis labios y envuelvo mis brazos lo más que pued
Isabella.Iba a medio camino con las lágrimas corriendo por mis mejillas cuando un auto se posiciono a mi lado avanzando a la misma velocidad de mis pasaos bajando la ventana.Seguí caminando sin mirar hacia él por miedo a que quizás sea un miembro de la manada que quiere molestarme.– Isi – escucho la voz de Christopher probando que me tense– isi sube al auto.Sigo con mi camino agachando la cabeza ignorando lo que dice.– ISI – grita al ver que lo ignoro – Joder.Escucho como el auto se detiene y la puerta es abierta, intento caminar más rápido para alejarme de él, pero corre posicionándose frente mí.– Isi vamos ya e.... – se detiene cuando siento su mirada fija en mi rostro.Sus manos agarran mi mentón elevándolo, provocando que lo mire, su mandíb
ChristopherVuelvo mi vista nuevamente sobre mi hombro como he hecho durante toda la jornada observando ese asiento, el cual lleva vacío tres días.Tres días en los que Isabella no ha aparecido por el instituto, lo cual es extraño porque ella nunca falta.– Algo le paso – informa Zeus mi lobo – hace tres días que te digo que algo malo sucedió con ella y no me quieres hacer caso.– No entiendo cuál es tu obsesión con ella últimamente, me haz hecho andar tras ella como un perrito faldero esta última semana ¿me dirás el por qué?– Vamos a verla, debe estar en su hogar.bufo ante como ignora mi pregunta.– No, debe estar bien, quizás solo es un resfrío.– Con mayor razón – gruñe – hay que cuidarla.Ruedo los ojos ignor&aacut
Isabella Mi cuerpo entero entro en un estado donde hasta mis vellos están tensos, su voz sigue retumbando en mis oídos y mis ojos se quedaron mirando fijo un lugar en el bosque frente a mí. ¿Qué hace aquí? – pienso. Reacciono observando rápidamente mis brazos y piernas maldiciendo en mi cabeza por haber decidido usar un vestido hoy, pero la verdad es lo único que no aprieta mi piel generándome más dolor. Pienso en recitar el hechizo de camuflaje, pero su voz me vuelve a detener. – Ni se te ocurra conjurar algo. Me quedo callada en mi lugar sin moverme sintiendo como sus pasos están cada vez más cerca, no levanto mi vista cuando veo sus piernas entrar en mi campo de visión, ni me inmuto cuando uno de sus dedos recorre con apenas un toque uno de los golpes en mi brazo. Las lágrimas comienzan a juntarse en mis parpados, pero lucho para no derramar ni una sola de ellas frente a él.
IsabellaLuego de comer pasamos al salón para comenzar con el proyecto, armamos en menos de dos horas el informe y ahora estoy a la espera de Christopher que salió a comprar materiales para comenzar con la maqueta.Así que mientras lo esperaba subí a darme una ducha, me despoje de mi ropa una vez entre en mi habitación y me apresure a entrar a la ducha una vez que el agua caliente empezó a correr.Jabone con sumo cuidado mi cuerpo golpeado, pero ustedes se preguntarán ¿Por qué no se cura con magia? Pues bueno, para poder hacer conjuros debemos estar en buen estado físico, si nos encontramos débiles pueden salir mal y tener efecto rebote.Por ende, no podría sanarme porque mi cuerpo estaba aún muy débil.Suelto un suspiro cuando termino de enjuagar mi pelo y apago la ducha, corro la cortina plástica agarrando la toa
IsabellaEl salón principal estaba irreconocible, todo aquel aspecto de hogar había desaparecido dando paso a un ambiente de fiesta. Los sillones fueron remplazados por sillas colocadas estratégicamente para poder descansar, mesas repletas de aperitivos, el centro del salón se encontraba despejado quedando como pista de baile y una pequeña tarima se encontraba posicionada en la pared del fondo.Los adornos de color rojo y dorado se hacen presentes por todo el espacio, unos cuantos miembros de la manada están trabajando como servicio de entrega de bebestibles y comida paseándose entre los invitados que ya se encuentran en el lugar.Felipe camina a mi lado abriéndose paso saludando a las pocas personas que están esparcidas por el salón, su mano se encuentra presionando mi espalda baja asegurándose que camine junto a él y nos adentramos en la cocina un
Christopher Si pudiera describir mi estado anímico en estos momentos sería ansioso, estoy ansioso.He esperado este día desde hace un año cuando Zeus apareció en mi mente, ya que por ser sangre de Alpha mi lobo aparece antes de mi transformación para prepararme mentalente.La mansión esta llena de gente, tanto de nuestra manada como de las vecinas más cercanas; mi padre me ha presentado con todos los Alphas por el hecho que pronto yo seré el Alpha de la nuestra.Si bien, yo soy el menor de mis hermanos, ellos renunciaron a su obligación como Alphas por ende la responsabilidad cayo sobre mí, pero no me quejo. Tengo muchas ganas de convertirme en aquel que velara por el bienestar de nuestra gente.Sobre todo, de ella.Mis ojos recorren el salón, intentando buscar a la pelirroja que se vuelve pelinegra en pú
IsabellaTranquilidad.Una palabra a la cual no estoy acostumbrada a tener fuera de los territorios de mi hogar, pero que misteriosamente he podido tener durante el día.Ayer fue la primera transformación de Christopher, Felipe me llamo para comunicarme que todo había salido bien, su lobo eran un gran e imponente lobo color negro.Color digno de un Alpha.Recuerdo que su padre posee el mismo color, por ende, él también lo obtuvo por ser el futuro Alpha, no muchos lobos poseen ese color, solo aquellos que están destinados a ser fuertes.Yo tuve la intención de llamarlo para poder preguntarle como había salido todo, como se sintió, como fue su relación con Zeus, pero me mantuve mirando su contacto en la pantalla por unos largos minutos decidiendo si debía llamarlo o no y al final no lo hice.Y tampoco lo he visto durante el d&iacu