Isabella
Ha pasado una semana desde ese día que Brett me golpeo en el pasillo, los días después de eso transcurrieron normales, los típicos insultos, pero nada más.
A veces extraño la vida que tenía antes de que todos supieran sobre mí, pero sé que no es mi culpa, es de ellos, no tengo culpa de nacer como nací, mis padres biológicos murieron cuando era una bebe y mis padres adoptivos nunca me dijeron nada más sobre ellos.
Ahora estoy almorzando apoyada en un árbol no muy lejos del instituto, pero lo suficiente para tener este momento de paz, lejos de todos, de las burlas, de los insultos. A la distancia puedo ver como un pequeño conejo blanco se acerca tímidamente hacia mi moviendo su pequeña nariz olfateando el aire, sonrió al notar que el olor de las zanahorias que tengo en mi táper es lo que huele.
Agarro una y la acerco con mi mano indicándole que se acerque, duda por unos segundos, pero luego se acerca lo suficiente para agarrar la pequeña zanahoria con sus patitas delanteras y comenzar a comer a mi lado. Al cabo de unos minutos de unos minutos sube a mis piernas que se encuentran estiradas apoyadas una sobre la otra y se acerca al táper que descansa en mi regazo para tomar otra zanahoria, las cuales deje especialmente para él comiéndome todo menos eso.
Acerco mi mano lentamente hacia él y comienzo a acariciarlo, su pelaje es lo más suave que he sentido en la vida. Sus ojos me miran atentos, pero sin ningún ápice de temor en ellos, sonrió nuevamente al notar que hace mucho tiempo nadie reaccionaba así con mi presencia.
Escucho a lo lejos el timbre del término del break, guardo lentamente mis cosas para no asustar al pequeño conejo, acaricio su pelaje una vez más y lo bajo suavemente de mis piernas
– multus of DAUCUS – ‹‹ muchas zanahorias ›› susurro mientras veo como se forma una montaña de zanahorias frente él.
Me paro del suelo y comienzo a caminar hacia el instituto, camino hacia el baño para hacer mis necesidades y poder lavar mis manos, estaba a punto de terminar cuando escucho como gente viene hacia acá y me adentro rápidamente en uno de los cubículos sentándome en el wáter para evitar cualquier cosa.
Se escuchan voces que no logro distinguir, mucho ruido se escucha en el exterior y mi corazón comienza a acelerarse, intento mantener la mayor cantidad de silencio posible para que no me sientan, pero al parecer ya sabían que estaba aquí.
De un momento a otro siento como agua cubierta de basura cae sobre mi cabeza empapándome completa, elevo mi vista para ver quién hizo tal cosa y la cara de Brett se ve asomada desde lo alto del cubículo.
– Creí que necesitabas una ducha fenómeno – dice entre risas, provocando las risas de todos los que se encuentran fuera pero que no puedo ver debido a que la puerta sigue cerrada.
La veo desaparecer y las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos, intento con todas mis fuerzas retenerlas, pero el llanto se hace presente rápidamente.
Nunca creí que mi vida podría llegar a ser tan miserable, lo único que quiero es que los tres años que quedan pasen rápido para poder largarme de aquí y que a finales de este año cuando consiga mi loba pueda encontrar un mate que me quiera, que sea capaz de sacarme de esta miseria y entregarme todo el amor que me han negado.
No sé cuánto tiempo llevo llorando encerrada aquí hasta que escucho nuevamente como la puerta del baño es abierta, contengo como puedo mis sollozos para que nadie más me vea y siga burlándose. Comienzan a golpear suavemente la puerta de mi cubículo, pero me niego a abrir, no quiero más humillaciones por hoy.
– Isi... – escucho la voz de Christopher del otro lado sorprendiéndome con el apodo que solía decirme – Isi abre la puerta.
Pienso durante unos segundos él como sabía que estaba aquí y si abrir o no la puerta, pero decido abrir, me levanto de wáter dejando caer los restos de basura, agarro mi mochila y abro la puerta lentamente encontrándome con esos ojos color cielo. Siento como las piernas me tiemblan un poco y un destello de tristeza asoma por sus ojos.
– Joder... – me observa de pies a cabeza mientras retrocede un paso –. ¿Estás bien?
¿Por qué de repente le interesa como estoy?
– Estoy bien, tranquilo – digo mientras limpio las lágrimas de mi rostro y paso por su lado hacia el espejo, suspiro al verme en él y dejo mi mochila sobre el mesón.
– ¿Segura? Podría conseguirte un cambio de ropa – dice mientras se acerca a mí, por inercia retrocedo un par de pasos y un ápice de dolor pasa por su cara.
– tersus sursum – ‹‹ Limpiar ›› recito con un movimiento de muñeca provocando que mi ropa cambie, mi pelo seque y ningún rastro de lo que sucedió hace un momento exista.
– Ves, estoy bien, puedes irte si quieres no vaya a ser que te vean conmigo – digo secamente sin mirarlo a la cara.
– Isi no e...
– Tranquilo, lo entiendo – lo interrumpo mientras agarro mi mochila y salgo rápidamente del baño.
Reviso la hora y ya perdí un bloque, camino hacia el próximo salón con la mirada en el suelo para no llamar la atención y para mi suerte se encuentra vacío. Tomo mi lugar en primera fila frente al mesón del profesor y espero que suene el timbre que anuncia el inicio del segundo bloque y ultimo bloque de la tarde.
Miro atentamente el bosque, recordando a mi bello conejito, ojalá este bien y las zanahorias hayan sido suficientes, la suavidad de su pelaje aun lo puedo sentir en la punta de mis dedos y una pequeña sonrisa se forma en mis labios al recordarlo.
– Para el proyecto final de semestre, deberán hacer un informe y una maqueta sobre alguno de los edificios característicos de nuestra manada – anuncia el profesor sacándome de mis pensamientos –. Será en parejas y las designare yo.
Los abucheos no demoran en hacerse escuchar y solo espero que sea el termino de clases para poder decirle que lo hare sola, somos número impar ya que Christopher por ser el futuro alfa nunca lo incluyen en los proyectos ya que no necesita esas notas, comienza a decir el listado de parejas y como sé que a mí no me emparejara con nadie vuelvo mi vista hacia la ventana.
– Y por último, Isabella Moon y Christopher Müller – volteo rápidamente a mirarlo sin poder creer lo que dijo, los jadeos de asombro se escuchan por todo el salón –. Eso es todo que tengan buena tarde.
Agarra sus cosas y sale del salón rápidamente, aun impactada por lo que escuche, tomo mi mochila y salgo a paso apresurado para alcanzarlo.
– ¡Profesor! – grito por el pasillo intentando llamar su atención, corro tras él ya que me había sacado una buena distancia –. ¡Profesor! – vuelvo a gritar provocando que voltee.
– Dígame señorita Moon.
– Profesor quería preguntarle porque me emparejo con el futuro alfa, el nunca participa en estos proyectos y la verdad es que quisiera hacerlo individual – digo mientras juego con mis dedos.
– Lo siento señorita Moon, pero no puede hacerlo individualmente – veo como mira sobre mi hombro, pero no volteo a ver quién es –. Así que póngase de acuerdo con su compañero porque esta nota es el mayor porcentaje del curso, Buenas tardes.
Suspiro mientras veo como se aleja de mi caminando hacia el estacionamiento.
¿Ahora qué haré?
Paso mis manos por mi pelo con frustración y volteo para ir en busca de mi bicicleta, pero al momento de voltear choco con el pecho de alguien provocando que me desestabilice, cierro los ojos esperando el golpe contra el suelo, pero siento como unas manos me afirman por la cintura y vuelven a pegarme a su cuerpo
– Deberías tener más cuidado – dice al momento que elevo mi vista y conecto con la suya mientras me alejo lentamente de sus brazos
– Lo siento – susurro intentando pasar por su lado, pero su mano me agarra del brazo volteándome en su dirección.
– Entonces – lo miro con el ceño fruncido –. ¿Nos juntamos en tu casa o en la mía para hacer el proyecto?
Isabella Sigo sin entender porque Christopher decidió participar de este proyecto, no es que lo necesite, a mí me gusta trabajar sola o bueno simplemente me acostumbre por el hecho que nunca nadie quiere trabajar conmigo. Quedamos en que hoy vendría a mi casa durante la tarde para comenzar a idea que haríamos, me parece extraño este comportamiento que tiene conmigo, me hace dudar y pensar que quizás algo quiere lograr, si bien antes solía conocerlo, hace tres años que perdí todo tipo de contacto con él, por ende, me genera un grado de desconfianza todo este acercamiento sin explicación. Justo ahora me encuentro sentada en el patio trasero de mi casa, con los ojos cerrados sintiendo como la brisa acaricia mi rostro y mueve mis rizos rojizos, ya que al llegar a casa deshice el hechizo de camuflaje. Acá es el único lugar donde puedo ser yo misma tanto física como espiritualmente ya que nadie además de los alfas y s
IsabellaMe adentro en el auto de Felipe observando como el auto de Christopher sale a toda velocidad derrapando por la calle.– ¿Estaba Christopher aquí? – consulta mirando hacia la misma dirección.– Sí, debemos hacer juntos un proyecto para el instituto – confirmo abrochando mi cinturón.Su mirada recae en mí y una gran sonrisa se forma en sus labios que borra en menos de un segundo de su rostro al verme.– ¿Por qué tu pelo es negro y tus ojos café?– Oh eh... es un cambio de look, pero es un conjuro tranquilo.Asiente dudoso y luego vuelve a sonreír.– Hola corazón – se estira para apretarme en sus brazos sobre los controles de auto – te abrazaré hasta que me devuelvas el abrazo.Una risa sale de mis labios y envuelvo mis brazos lo más que pued
Isabella.Iba a medio camino con las lágrimas corriendo por mis mejillas cuando un auto se posiciono a mi lado avanzando a la misma velocidad de mis pasaos bajando la ventana.Seguí caminando sin mirar hacia él por miedo a que quizás sea un miembro de la manada que quiere molestarme.– Isi – escucho la voz de Christopher probando que me tense– isi sube al auto.Sigo con mi camino agachando la cabeza ignorando lo que dice.– ISI – grita al ver que lo ignoro – Joder.Escucho como el auto se detiene y la puerta es abierta, intento caminar más rápido para alejarme de él, pero corre posicionándose frente mí.– Isi vamos ya e.... – se detiene cuando siento su mirada fija en mi rostro.Sus manos agarran mi mentón elevándolo, provocando que lo mire, su mandíb
ChristopherVuelvo mi vista nuevamente sobre mi hombro como he hecho durante toda la jornada observando ese asiento, el cual lleva vacío tres días.Tres días en los que Isabella no ha aparecido por el instituto, lo cual es extraño porque ella nunca falta.– Algo le paso – informa Zeus mi lobo – hace tres días que te digo que algo malo sucedió con ella y no me quieres hacer caso.– No entiendo cuál es tu obsesión con ella últimamente, me haz hecho andar tras ella como un perrito faldero esta última semana ¿me dirás el por qué?– Vamos a verla, debe estar en su hogar.bufo ante como ignora mi pregunta.– No, debe estar bien, quizás solo es un resfrío.– Con mayor razón – gruñe – hay que cuidarla.Ruedo los ojos ignor&aacut
Isabella Mi cuerpo entero entro en un estado donde hasta mis vellos están tensos, su voz sigue retumbando en mis oídos y mis ojos se quedaron mirando fijo un lugar en el bosque frente a mí. ¿Qué hace aquí? – pienso. Reacciono observando rápidamente mis brazos y piernas maldiciendo en mi cabeza por haber decidido usar un vestido hoy, pero la verdad es lo único que no aprieta mi piel generándome más dolor. Pienso en recitar el hechizo de camuflaje, pero su voz me vuelve a detener. – Ni se te ocurra conjurar algo. Me quedo callada en mi lugar sin moverme sintiendo como sus pasos están cada vez más cerca, no levanto mi vista cuando veo sus piernas entrar en mi campo de visión, ni me inmuto cuando uno de sus dedos recorre con apenas un toque uno de los golpes en mi brazo. Las lágrimas comienzan a juntarse en mis parpados, pero lucho para no derramar ni una sola de ellas frente a él.
IsabellaLuego de comer pasamos al salón para comenzar con el proyecto, armamos en menos de dos horas el informe y ahora estoy a la espera de Christopher que salió a comprar materiales para comenzar con la maqueta.Así que mientras lo esperaba subí a darme una ducha, me despoje de mi ropa una vez entre en mi habitación y me apresure a entrar a la ducha una vez que el agua caliente empezó a correr.Jabone con sumo cuidado mi cuerpo golpeado, pero ustedes se preguntarán ¿Por qué no se cura con magia? Pues bueno, para poder hacer conjuros debemos estar en buen estado físico, si nos encontramos débiles pueden salir mal y tener efecto rebote.Por ende, no podría sanarme porque mi cuerpo estaba aún muy débil.Suelto un suspiro cuando termino de enjuagar mi pelo y apago la ducha, corro la cortina plástica agarrando la toa
IsabellaEl salón principal estaba irreconocible, todo aquel aspecto de hogar había desaparecido dando paso a un ambiente de fiesta. Los sillones fueron remplazados por sillas colocadas estratégicamente para poder descansar, mesas repletas de aperitivos, el centro del salón se encontraba despejado quedando como pista de baile y una pequeña tarima se encontraba posicionada en la pared del fondo.Los adornos de color rojo y dorado se hacen presentes por todo el espacio, unos cuantos miembros de la manada están trabajando como servicio de entrega de bebestibles y comida paseándose entre los invitados que ya se encuentran en el lugar.Felipe camina a mi lado abriéndose paso saludando a las pocas personas que están esparcidas por el salón, su mano se encuentra presionando mi espalda baja asegurándose que camine junto a él y nos adentramos en la cocina un
Christopher Si pudiera describir mi estado anímico en estos momentos sería ansioso, estoy ansioso.He esperado este día desde hace un año cuando Zeus apareció en mi mente, ya que por ser sangre de Alpha mi lobo aparece antes de mi transformación para prepararme mentalente.La mansión esta llena de gente, tanto de nuestra manada como de las vecinas más cercanas; mi padre me ha presentado con todos los Alphas por el hecho que pronto yo seré el Alpha de la nuestra.Si bien, yo soy el menor de mis hermanos, ellos renunciaron a su obligación como Alphas por ende la responsabilidad cayo sobre mí, pero no me quejo. Tengo muchas ganas de convertirme en aquel que velara por el bienestar de nuestra gente.Sobre todo, de ella.Mis ojos recorren el salón, intentando buscar a la pelirroja que se vuelve pelinegra en pú