Barcelona— España.Eran las seis de la mañana, cuando la alarma retumbó en la habitación, Ángela sé levantó llena de ánimo, luego de tomar un delicioso baño y alistarse, se dirigió a la habitación de su pequeña hija Victoria, de solo un año de edad.La pequeña dormía en su cuna como un ángel, Ángela deposito un beso en su pequeña cabeza y bajó a preparar el desayuno para las dos.Ella tarareaba una canción de la cual no recordaba su nombre mientras batía los huevos en un bol de vidrio, ese día se sentía raramente feliz, quizás era porque después de dos largas semanas, Mauro, su esposo, volvería de su viaje de negocio. El sonido de su teléfono resonó tan fuerte, que de la impresión dejó caer el bol, haciendo que los cristales volara por todos lados.El pecho de Ángela subía y bajaba, su corazón estaba a mil, algo en su interior le decía que algo pasaba, ya sea, ese sexto sentido que se dice que las mujeres tienen.El teléfono volvió a sonar, sacando a Ángela de su trance, ella corrió y
Ángela se sentía dolida y a la vez molesta, Dios le había arrebatado a su compañero de vida, aquel con el que había planeado envejecer.—Quizás fue la única forma que encontró mi hermano para alejarse de ti—soltó Hanna.Las palabras de Hanna eran ignorantes e irritantes, pero Ángela no estaba dispuesta a caer en sus provocaciones, para ella era de verdad increíble que ni siquiera en un momento tan doloroso ellos no cambiaran su actitud, así que la ignoro.El funeral se llevó a cabo con normalidad, con solo ellos cuatro como asistente, al finalizar, Ángela se dirigió a su apartamento, con las cenizas de Mauro, había sido extraño que su madre haya aceptado que ella se quedara con ellas o quizás ya no valía la pena pelear.Al abrir la puerta de su apartamento, un dolor en el pecho la embargaba.— Cariño, ayudaba con este dolor—dijo ella sujetando con fuerza la urna de las cenizas de su fallecido esposo.Camino con paso pesado, hasta una mesa en donde había una foto de su esposo cerca de
Una terrible tormenta se había desatado en la vida Ángela, después de haber tenido todo con lo que siempre había soñado, ahora no le quedaba absolutamente nada.Su esposo se había ido de este mundo, dejándola llena de deudas, con una niña de solo un año, ¿Qué debía hacer? Era la pregunta, que se repetía una y otra vez, mientras seguía tirada en el piso, con su rostro lleno de lágrimas. Pero debía sacar fuerzas de donde fuera, no por ella, sino por su princesa.…Ángela.Me levanté y continué preparando el desayuno, al terminar fui por mi niña. Por hoy no pensaría en nada o eso trataría, debía procesar las cosas antes de tomar una decisión.—Lo haré bien—le dije a mi princesa.Ella me sonrió, mostrando sus pocos dientes, dando fuerza, así que, llamé a Mónica, para que cuidara de ella.Cuando Mónica llegó, la dejé con mi hija en su habitación y yo me dirigí a la mía, debía alistarme para ir al banco, pero para eso tenía que ir a la constructora por los documentos. Busqué en mi closet al
Mientras que Arturo tenía un encuentro íntimo con Tatiana en su oficina, Ángela se encontraba al borde del colapso.—Ustedes no pueden hacerme esto—dijo llena de desespero.—Puedo entender su situación, señora Fernández, pero también debe entendernos a nosotros—le dijo el gerente del Banco—El señor Fernández, no cumplió con ninguno de los acuerdos.—Yo no estaba enterada de nada—dijo ella con sus manos temblorosas—por favor denme algo de tiempo, solo será un mes en lo que consigo para saldar una parte de la deuda.—Eso ya no es posible, ya la mayor parte de los bienes de la familia están en manos de los bancos, darle tiempo solo atrasaría todo— agregó el hombre.—¿Bancos?, eso quiere decir que la deuda no es solo con ustedes—preguntó Ángela.—Así es, solo me queda decir, que tiene una semana para desocupar el apartamento—finalizó el hombre.…Ángela.No sé qué pecado estaré pagando, están frustrante toda esta situación, me siento tan inútil, de que me sirvió haber estudiado tanto si e
Marlon fue quien llevó a Ángela al hospital, él había dejado a Arturo en la oficina y había salido a averiguar toda la información que su jefe le había pedido, fue en ese momento que se percató que Ángela estaba parqueada aún costado de la vía e inmediatamente dio aviso a su jefe quien le pido que la llevara al mejor hospital.— Señor, el coche de la señora Fernández ya se encuentra en su residencia—le comunicó Marlon a su jefe.—Perfecto—dijo Arturo, sin quitar la vista de su computadora—Ya es tarde, llévame a casa.Marlon condujo hasta la casa en donde Arturo reside, luego se despidió y se fue a su casa, en cuanto a Arturo, él subió a su habitación y tomó una larga ducha, para luego ir directo a la cama a terminar de leer toda la información de Ángela.—Casada por diez años y actualmente viuda—dijo con una sonrisa en su rostro.Arturo sé delito viendo las fotos y leyendo toda información de Ángela, pero lo que él no sabía era que en ese archivo, en ese archivo, no estaba la informac
Para Ángela todo estaba empezando a mejor o eso era lo que ella creía, mientras esperaba ansiosa la llamada de los lugares en donde había dejado su currículum, inició con la mudanza, todo fue fácil y rápido gracias a la ayuda de Mónica. Ya instalada en el que sería su nuevo hogar, Ángela empezó hacer cuenta del poco dinero que le quedaba.—Buenas, tarde señorita, habla Ángela Martínez—dijo Ángela a la mujer del otro lado de la línea telefónica.—Buenas tardes, señora, en que le puedo ayudar—dijo en un tono amable la asesora.—Quiero solicitar un balance de mis cuentas bancarias—pidió Ángela.—Deme un momento—contestó la mujer.Ángela esperó pacientemente, pero por alguna razón estaba tardando más de lo normal, después de más de quince minutos, el teléfono fue tomado por el gerente del banco.—Buenas tardes, señora Martínez, le habla Armando, regente del banco—dijo el hombre.—Buenas Tardes—saludo Ángela—Me preguntaba ¿Por qué la tardanza?—Lamento eso señora, es solo que tenemos un in
Habían pasado dos semanas desde que Arturo se encontraba fuera, el problema se había alargado tanto, que habían perdido millones.Pero por suerte ya todo se había solucionado, pudiendo regresar, apenas llegó a Barcelona, lo primero que hizo, fue pedirle a Marlon que averiguara que había sido de Ángela.—No tardes, con esa información—ordeno el hombre.—Deme una hora y tendrá toda la información, señor—respondió Marlon.—Bien—Arturo se fue directo a la oficina, tenía tanto trabajo que no quería perder tiempo yendo a su casa.Al llegar al edificio se encontró con que Tatiana estaba discutiendo con su secretaria porque esta no la quería dejar entrar a su oficina.—Haré que te despida—grito Tatiana.—¿A quién harás que despida?—dijo Arturo con voz gruesa, haciendo que las dos mujeres saltarán del susto.—cariño—dijo Tatiana corriendo a abrazar a Arturo.Pero él la detuvo, pues había alcanzado a escuchar cómo había tratado a su empleada, como que lo molesto.—¿Qué ocurre?— preguntó— ¿Qué
Las calles estaban aglomeradas de gente, era como entrar en otro mundo, algunas personas vestían de forma extravagante y otras llevaban poca ropa.—Este lugar es espantoso—exclamó Arturo.Marlon condujo hasta una disco llamado el gato negro, había una fila para entrar, pero Marlon había arreglado todo para la llegada de su jefe, así que pudieron entrar sin problema.Adentro el ruido era fuerte, las personas gritaban mientras bailaba.— Señor, tengo un lugar reservado para usted, también pedí que enviaran a la señora Fernández a atenderlo— le indicó Marlon y Arturo asintió.Arturo trago grueso al escuchar lo último, el de verdad había pensado en una manera en acercarse a ella, pero por su mente nunca pasó que algo así ocurriera…Ángela.De no creer, pero así resultaron las cosas, desde muy joven empecé a luchar para lograr mis metas, pues siempre soñé con ser alguien reconocido.Pero la vida a veces te golpea de la peor manera.Sentí que la mitad de mi vida se había ido con la muerte