37

Antonio Ospino levantó la vista del plano que el ingeniero le mostraba en el momento cuando alguien le dijo que lo solicitaban afuera.

Estaba en el tercer piso de una obra en construcción, con su casco, chaleco y demás elementos de seguridad. Cuando le dijeron que era su hija quien lo solicitaba, le extrañó.

Miró su reloj, las once y cincuenta de la mañana.

—Nos vemos en la tarde entonces –dijo el ingeniero, que parecía estar buscando una excusa para salir de la construcción temprano.

—Está bien –contestó An

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP