44

Emilia corrió tan rápido como pudo, pero era ya tarde. Encontró a Rubén en el suelo, con sangre manando de su boca, y a Felipe dispuesto a seguir pegándole.

—¡Detente! –le gritó Emilia agarrándolo fuerte del brazo, pero no tuvo la fuerza suficiente y se vio arrastrada en el impuso que Felipe había tomado para golpear a Rubén—. ¡Basta! –gritó Emilia en todo el oído de Felipe, y éste al fin la miró.

—¡Fue él! –exclamó—. ¡Fue él, fue él!

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP