Para ser sincera cuando escribí el primer libro de la saga fue simplemente por un impulso y por desear participar en un concurso literario de B*****t. Como siempre había querido escribir una historia con toque italiano, ya que he tenido una relación durante cinco años con uno, y casi todo el mundo ama Italia, pensé que no sería mala opción a nivel de atrapar a la gente en un comienzo. Recuerdo que empecé a escribirlo en el tren, de viaje con mi madre, mi hermana y mi hija a Gerona. Mi pareja se había ido a pasar la semana santa a Italia, Nápoles, y a mi me daba mucha pereza ir, por lo que nuestras vacaciones serían por separado, pero le comenté lo de la historia, aunque ya había estado en esa ciudad varias veces, le pedí que me cogiese buenas fotografías para poder inspirarme un poco... Los primeros cuatro capítulos fueron rápido y tenia claro que Elisabeth seria un personaje principal junto a Marco pero me costó bastante llegar al momento en que se hace presente y toma un lugar impor
Puedo escuchar la lluvia azotar los cristales de la habitación, en aquel lugar era normal que cada día lloviese, y los días grises, repletos de nubes enormes y gotas frías empezaban a gustarme, a pesar de que me creaban cierta melancolía por el pasado que había dejado atrás. Solamente se escuchaba el sonido de aquella tormenta intensa y nuestras respiraciones aceleradas, la calefacción estaba encendida al máximo en toda la casa pero tampoco es que hiciese falta.Ella, Jennifer, mi nueva novia, se movía sobre mí, cada vez más rápido y... ella gemía, prácticamente estaba gritando de placer, jadeaba, y me daba algo de vergüenza que los demas companeros de casa, que estaban ya en sus habitaciones pudiesen escucharnos. Algo que para ser sincero se estaba convirtendo en habitual. Su cabello rubio fino se movía rápidamente hacia los lados y sus pechos pequeños y contorneados parececian bailar con cada uno de sus movimientos fuertes y seguidos que ejecutaba sobre mi. La situación, estar
No fue demasiado difícil dejar mi Italia del sur atrás, después de que Elisabeth se alejase de mí para siempre, entender que jamás podríamos estar juntos me costó un poco más y aquello me hundió en una gran tristeza que solo conseguí alejar cambiando por completo mi mundo y también, gracias a Jennifer.Irlanda era todo lo contrario a Italia, los días cálidos se habían acabado, aquello había cambiado por cortos días fríos y miles de kilometros llenos de verde, yo nunca había estado rodeado de tanta naturaleza y el océano en este país era helado y las olas violentas y salvajes. No podía negar que extrañaba muchas cosas, como la comida de mi madre y a ella principalemente, España también había formado parte de mí pero al igual que mi país me traía demasiado dolor.Si aquello era lo que significaba amar hubiese preferido que aquella jodida maldición hubiese continuado conmigo, nunca antes había sentido un sufrimiento igual. Los primeros días de llegar a Irlanda conseguí trabajo en el pub
Cuando recibí aquella llamada me quedé paralizado por un tiempo, no podía creer lo que mis oidos estaban escuchando ¿Mi padre acababa de morir? ¿El hombre que me había criado en un mundo de lujos y excesos había desaparecido de mi vida ? ¿ Para siempre? No podía creerlo... El simplemente habia muerto sin mas-¿Cómo ha sido ?Dije con un tono que mostraba que me encontraba impactado y helado, devastadoo de repente sin esperarlo ante aquella terrible noticia.-Enviaron a un hombre de los griegos, fie de imprevisto en una celebración de la boda de unos familiares. -¿Quiénes? -Tus primos de Sicilia, sabían que iría y le dispararon allí, a él y dos invitados, todos muertos. Seguramente tendrian todo premeditado desde hacia tiempo.-Los invitados...-No eran familia tuya.-¿Pero como?-Esta gente quiere venganza Marco .-¿Por la cancelación de la boda con Bryany?-Mucho más... lo mejor e que vuelvas a Italia Marco , tu familia te necesita en Napoles.¿Volver? No podía volver , ¿A qué? ¿A
Al llegar a Italia, sin darme cuenta, de repente un dolor intenso ya conocido apareció en mi pecho, Massimo ya me estaba esperando en el aeropuerto y enseguida me llevó velozmente a mi hogar, conduciendo con precisión a toda velocidad hacia la inmensa villa familiar. Durante el trayecto pude ver a lo lejos de la autovia las altas colinas lejanas sobre el mar cristalino que se fundía con practicamente el hermoso cielo, entramos en la enorme puerta de seguridad y el condujo bastantes metros más dejando el inmenso jardín y la piscina atrás, y aparcando justo en la puerta donde me estaba esperando mi bella madre. Al bajar ella se me echó practicamente encima, había lágrimas en sus ojos, entonces yo acaricié su cabello rubio claro tintado, estaba elegante, impecable y hermosa, como siempre, ni siquiera notaba que hubiese envejecido nada durante aquel año, que habia pasado mas rápido de lo que esperaba, y durante el que no nos habíamos visto. _Hijo, menos mal que has venido, te he extraño
Cuando recibí esa rosa solamente pude pensar en verla de nuevo, aquella idea obsesiva y perjudicial se instaló por completo en mi cabeza, necesitaba saber como estaba ella, que era de su vida, y que estaba haciendo en Italia... Mentiría si dijese que no había hecho mis propias averiguaciones, cuando recibí el mensaje de Dalia contacté a Massimo para que la vigilase, ¿Debía mentir? No estaba loco, no era un controlador que solo deseaba controlar cada uno de sus movimientos y de sus acciones, unicamente queria protegerla, solamente quería estar seguro de que se encontraba bien y de que mi hermano estaba completamente alejado de ella. Y fue así, me dijo que Elisabeth estaba mucho tiempo en la villa que le había dejado su padre, aquel lugar era enorme, lo recordaba de alguna vez que había ido de niño, extensos metros de terreno, con un jardín precioso repleto de rosas y otras flores de distintos tipos muy hermosas, una piscina más grande que la mía y una gran casa familiar con paredes ext
Cuando aquel chico se fue, Elisabeth y yo nos observamos mutuamente sin decir nada durante algunos segundos. _¿Un primo lejano? _ pregunté bastante indignado. _¿Qué querías que le dijese? Que nos acostamos juntos un par de veces en el pasado _ dijo claramente haciéndose la fuerte, fingiendo que yo era solamente eso para ella. Aunque yo sabía que no era así en absoluto. _No hacía falta decir del todo la verdad... _¿Entonces? _Me hace gracia como puedes ser tan cinica cuando en Barcelona decías que tú no tenías familia. ¿Hablas en italiano ahora de repente solo en frente de tu nuevo novio? _¿Para que has venido? _ me dijo seria, se notaba que no le gustaba nada aquella situación , le incomodaba que yo estuviese así y aquello me hacía sentir aún peor de lo que me había hecho sentir que hubiese rehecho su vida sin problemas con otra persona. Me quedé callado varios segundos, decir la verdad era claramente mejor opción. Y necesitaba para ser sinceros decir la verdad de una puta vez.
Era horrible pensar en Elisabeth a todas horas, realmente no quería hacerlo, sentía que estaba haciendo algo muy malo... Yo ya había rehecho mi vida con una chica maravillosa. Ella me cuidaba, se preocupaba por mí y paarecia comprenderme sin juzgarme por nada de lo que le había contado. Y yo, en cambio, en vez de centrarme en esta nueva relación... lo que hacía era no podía parar de imaginarme con Elisabeth. Me imaginaba constantemente junto a ella, y repasaba cientos de momentos que habíamos vivido juntos en el pasado e incluso revivir también miles de veces en mi cabeza, nuestro primer beso o cuando la había hecho mía por primera vez en el cuarto que tenía en Barcelona. Aquel día acudimos muy temprano al notario, era el momento de leer el testamento que había dejado mi difunto padre y, tambien desafortunadamente yo volvería a encontrarme con mi hermano Savio en esa reunión. Enseguida, siendo súper puntuales, llegamos con Massimo, mi madre y yo, en aquel coche lujoso negro con todo