Cuando recibí aquella llamada me quedé paralizado por un tiempo, no podía creer lo que mis oidos estaban escuchando ¿Mi padre acababa de morir? ¿El hombre que me había criado en un mundo de lujos y excesos había desaparecido de mi vida ? ¿ Para siempre? No podía creerlo... El simplemente habia muerto sin mas
-¿Cómo ha sido ?
Dije con un tono que mostraba que me encontraba impactado y helado, devastadoo de repente sin esperarlo ante aquella terrible noticia.-Enviaron a un hombre de los griegos, fie de imprevisto en una celebración de la boda de unos familiares.
-¿Quiénes?
-Tus primos de Sicilia, sabían que iría y le dispararon allí, a él y dos invitados, todos muertos. Seguramente tendrian todo premeditado desde hacia tiempo.
-Los invitados...
-No eran familia tuya.
-¿Pero como?
-Esta gente quiere venganza Marco .
-¿Por la cancelación de la boda con Bryany?
-Mucho más... lo mejor e que vuelvas a Italia Marco , tu familia te necesita en Napoles.
¿Volver? No podía volver , ¿A qué? ¿A jugarme mi madita vida? , ¿Y or esa familia de delincuentes?... sin escrúpulos ni ninguna pizca de moralidad social. Yo era un hombre honesto con una nueva vida. ¿Por qué debería dejar lo que había creado en Irlanda y volver a Nápoles?
-Que se ocupe mi hermano ...
-Tu hermano no piensa con la claridad que lo haces tú. Creo que eres consciente de eso Marco.
-Yo no quiero esa vida, no es dispuesto a volver a lo que era, ni siquiera era consciente de los negocios sucios que llevaba acabo mi padre.
-Debes perdonar eso... tu madre te necesita.
-No la metas en esto - dije firme. - simplemente que no salga de la villa familiar, protegerla.
-¿Vendrás al menos al funeral de tu padre? Asistiras.
N podía mentir, era un hombre con sentimientos y aquello me creó una enorme nostalgia, haciéndome recordar de pronto momentos estupendos que había pasado con mi padre cuando era un niño, un adolescente o incluso ya un adulto.Aquello desestabilizó todo y me destrozó más de lo que estaba , pensé que lo mejor seria ir a despedirme, si no me presentaba aquello sería un gesto imperdonable. Mi padre cometió grandes errores, también imperdonables, pero era ... mi padre. Y mi madre necesitaba a su hijo favorito a su lado, al que de verdad velaba por ella.
Supongo que pensé que sería buena idea ir, despedirme de mi padre y volver de nuevo a Irlanda junto a Jennifer.
Ella se ofreció a venir conmigo pero me asustó todo lo que había sucedido y le dije que no era necesario, que necesitaba estar solo, sin confesar que mi padre había sido asesinado a sangre fría, y diciendo que había fallecido por un infarto .
-¿Cuándo volverás ? - me preguntó con tono bajo, podía ver en su rostro que estaba triste , acercó su cuerpo al mio en aquel aeropuerto lleno de personas desconocidas, y me besó con sus labios fríos.
_Estaré solo un par de días, ni siquieras notarás que me he ido Jenny.
_Sí lo notaré que te has ido y te extrañaré muchísimo, estando sola en nuestra cama grande.
_Solo serán dos días pequeña y volveré aquí a estar contigo, seguiremos con nuestros planes y nuestras visitas a puebecitos los domingos... _ le dije intentando tranquilizarla. Cada fin de semana, después de ponernos al dia con las tareas de la universidad, soliamos visitar lugares de la zona, el último había sido unos altísimos acantilados rodeados de cientos de kilómetros de puro verde intenso.
Era una realidad, que en cierto sentido, mi vida con Jenny no estaba tan mal, estaba empezando a acomodarme a ella, lo nuestro parecía ser estable y tranquilo, y eso me daba seguridad y tranquila. Todo lo que contrario a lo que había vivido con Elisabeth, aunque me hubiera gustado conseguir tener algo asi con ella, un compromiso que diese paz, pero sabía que no fue ni mi culpa ni la de ella, el problema era nuestro alrededor, mi familia, el daño que le causaron y aquellos secretos transgiversados y oscuros.- Ti ammo_ me dijo en italiano por primera vez. Yo simplemente la abracé con fuerza pero no contesté. Ella tenía demasiada paciencia conmigo... me costaba decir aquella palabra, solamente se la había dicho a una mujer y aquello me había herido demasiado, aunque debía admitir que Jennifer había ayudado a que mis pedazos se recompusieran poco a poco.
Cuando llegó el momento de pasar la zona de control del aeropuerto la miré una última vez, deseaba observarla... ella estaba perdida entre cientos de personas que ambien se dirigían muy rapido a coger vuelos a saber donde, pude distinguir entonces como sus ojos claros estaban cristalinos porque estaba a punto de llorar. ¡Dios mío! aquella mujer me amaba, ya no tenía duda, y a mi me dolía no poder sentir lo mismo que sentía ella al mismo nivel ¿Pero qué demonios sucedía conmigo?
Siempre me había sucedido lo mismo nunca habia podido amar ni entregarme al mismo nivel que las mujeres con las que había estado... no todas me habian amado, pero si que habian llegado fácilmente de alguna manera a engancharse a mi, y en cambio yo no había sentido nada más que una pasion fortuita y pasajera de la que rapidamente solia aburrirme. Pero con Eli, no sucedió aquello, enseguida entendí lo que era el amor porque enseguida me enamore locamente de ella. De Jennyfer no lo estaba, yo quería negarlo pero mi interior sabia la verdad, y me molestaba aquello porque ella parecía una buena persona, había sido un refugio de curación para mi cuando quedé devastado por el alejamiento final de Elisabeth, que era completamente comprensible.Cuando el avión despegó no pensé en nada, solo serían dos días, dar el último adiós a mi padre, consolar a mi madre, a la mujer que me había dado la vida, y volver... poco a poco el cielo nublado y los paisajes verdosos intensos quedaron atrás, más tiempo de lo que inicialmente pensé. En un primer momento, imaginé que mi paso por Itaia sería muy rápido, para nada imaginé que aquel retorno a mi ciudad natal, el lugar había llegado a desatar por el sufirmiento que había experimentado allí, volvería a cambiarlo todo.
Al llegar a Italia, sin darme cuenta, de repente un dolor intenso ya conocido apareció en mi pecho, Massimo ya me estaba esperando en el aeropuerto y enseguida me llevó velozmente a mi hogar, conduciendo con precisión a toda velocidad hacia la inmensa villa familiar. Durante el trayecto pude ver a lo lejos de la autovia las altas colinas lejanas sobre el mar cristalino que se fundía con practicamente el hermoso cielo, entramos en la enorme puerta de seguridad y el condujo bastantes metros más dejando el inmenso jardín y la piscina atrás, y aparcando justo en la puerta donde me estaba esperando mi bella madre. Al bajar ella se me echó practicamente encima, había lágrimas en sus ojos, entonces yo acaricié su cabello rubio claro tintado, estaba elegante, impecable y hermosa, como siempre, ni siquiera notaba que hubiese envejecido nada durante aquel año, que habia pasado mas rápido de lo que esperaba, y durante el que no nos habíamos visto. _Hijo, menos mal que has venido, te he extraño
Cuando recibí esa rosa solamente pude pensar en verla de nuevo, aquella idea obsesiva y perjudicial se instaló por completo en mi cabeza, necesitaba saber como estaba ella, que era de su vida, y que estaba haciendo en Italia... Mentiría si dijese que no había hecho mis propias averiguaciones, cuando recibí el mensaje de Dalia contacté a Massimo para que la vigilase, ¿Debía mentir? No estaba loco, no era un controlador que solo deseaba controlar cada uno de sus movimientos y de sus acciones, unicamente queria protegerla, solamente quería estar seguro de que se encontraba bien y de que mi hermano estaba completamente alejado de ella. Y fue así, me dijo que Elisabeth estaba mucho tiempo en la villa que le había dejado su padre, aquel lugar era enorme, lo recordaba de alguna vez que había ido de niño, extensos metros de terreno, con un jardín precioso repleto de rosas y otras flores de distintos tipos muy hermosas, una piscina más grande que la mía y una gran casa familiar con paredes ext
Cuando aquel chico se fue, Elisabeth y yo nos observamos mutuamente sin decir nada durante algunos segundos. _¿Un primo lejano? _ pregunté bastante indignado. _¿Qué querías que le dijese? Que nos acostamos juntos un par de veces en el pasado _ dijo claramente haciéndose la fuerte, fingiendo que yo era solamente eso para ella. Aunque yo sabía que no era así en absoluto. _No hacía falta decir del todo la verdad... _¿Entonces? _Me hace gracia como puedes ser tan cinica cuando en Barcelona decías que tú no tenías familia. ¿Hablas en italiano ahora de repente solo en frente de tu nuevo novio? _¿Para que has venido? _ me dijo seria, se notaba que no le gustaba nada aquella situación , le incomodaba que yo estuviese así y aquello me hacía sentir aún peor de lo que me había hecho sentir que hubiese rehecho su vida sin problemas con otra persona. Me quedé callado varios segundos, decir la verdad era claramente mejor opción. Y necesitaba para ser sinceros decir la verdad de una puta vez.
Era horrible pensar en Elisabeth a todas horas, realmente no quería hacerlo, sentía que estaba haciendo algo muy malo... Yo ya había rehecho mi vida con una chica maravillosa. Ella me cuidaba, se preocupaba por mí y paarecia comprenderme sin juzgarme por nada de lo que le había contado. Y yo, en cambio, en vez de centrarme en esta nueva relación... lo que hacía era no podía parar de imaginarme con Elisabeth. Me imaginaba constantemente junto a ella, y repasaba cientos de momentos que habíamos vivido juntos en el pasado e incluso revivir también miles de veces en mi cabeza, nuestro primer beso o cuando la había hecho mía por primera vez en el cuarto que tenía en Barcelona. Aquel día acudimos muy temprano al notario, era el momento de leer el testamento que había dejado mi difunto padre y, tambien desafortunadamente yo volvería a encontrarme con mi hermano Savio en esa reunión. Enseguida, siendo súper puntuales, llegamos con Massimo, mi madre y yo, en aquel coche lujoso negro con todo
Intenté quitarme de la mente que ir a buscarla estaba mal, ya lo estuvo en el pasado, comenzar algo intenso con ella, que realmente ni siquiera en Irlanda había podido olvidar junto a Jennifer. Pero después de conocer la verdad, aún era peor sentir aquello por Elisabeth, suponía que no era correcto desear verla y estar a solas con ella, pero mi cuerpo y mi corazón me pedían aquel encuentro con todas mis fuerzas, y yo era italiano, y por lo tanto salvaje e impulsivo, y me dejaba guiar más por lo que sentía que por lo que era racional... grave error que no era capaz de dominar ya siendo un adulto y no un muchacho. Así que cuando fui a buscarla, esta vez con mi coche azul habitual, ella estaba esperándome en la puerta. Era temprano, apenas llegaba a las ocho y media de la mañana, ella iba vestida casual y sencilla, con unos jeans oscuros y una chaqueta de cuero negro. Pero como siempre estaba impactante, su color bronceado podía llamar la atención incluso en ese sur de Italia, que nos se
Nuestras miradas se encontraron y simplemente nos encontramos de aquel modo el uno al otro durante varios segundos. Yo quería besarla, pero no estaba seguro de si ella aceptaría, y aquella inseguridad solo resurgía con ella, nunca antes me había pasado con ninguna otra mujer. Como ocurrió la primera vez ella fue quien dio el primer paso, acercó sus labios a los míos y dio pie a aquello. Tuve que controlarme cuando sentí sus labios sobre los míos de nuevo, para no lanzarla a la cama y tirarme sobre ella como la bestia que eran estando a su lado. Puse mis brazos alrededor de ella y la apreté contra mi cuerpo, oliendo su perfume exótico, pasando una de mis manos por su cabello negro, y no evitando practicamente comérmerla besos mientras poco a poco nos conducía a ambos hacia la cama y la hacia caer lentamente sobre el colchón. Cogí sus piernas y me deshize de sus zapatos, y luego directamente dirigí a mis manos a sus vaqueros dispuesto a desabrocharlos, pero ella paró la acción con una
Sabía que volver a vernos me traería problemas, estar junto a él siempre había sido demasiado tentador y peligroso. Lo nuestro era demasiado intenso, y me culpé a mi misma por haber accedido a aquel encuentro, aunque hubiese sido la primera que desease hacer el amor con él con todas mis fuerzas. Yo sabía que volver a encontrarlo no era lo correcto, y como terminaría estar los dos solos de nuevo, pero no podía negar que algo dentro de mi me incitaba a hacerlo y no pensar en nadie más, en que podía dañar con esa acción... realmente solo quería pensar en lo que deseaba solo yo por una sola vez en mi vida. Podía verme a mi misma reflejada en sus hermosos ojos azules mientras me observaba fijamente, al mismo tiempo que desarrollaba con cuidado mi suéter fino. Mi corazón palpitaba tan fuerte que parecía estar a punto de salirse de mi pecho, había llorado prácticamente cada noche después de como habíamos terminado nuestra historia, y después lo había extrañado como nunca antes me había oc
Sabía que con ella nada era fácil, con Elisabeth desde el principio fue así. Lo nuestro comenzó muy mal en el pasado, con engaños, mentiras y una intención oculta por parte mía y de mi familia, de que conseguir que ella nos vendiese la villa familiar que heredó de su padrastro a un precio realmente bajo, que incluso podria calificarse de e****a. Y después... lo que teníamos entre nosotros continuó siendo una relación con continuos altibajos, nunca habíamos estado estables ni comprometidos y extrañamente nos atraídos intensamente el uno al otro, ella encendía un fuego intenso en mi interior que jamás otra mujer había conseguido provocar en mí. Y no conseguía deshacerme de aquella sensación, del calor especial que me provocaban sus labios y de la huella y necesidad que dejaban sus caricias en mi piel . Jennyfer se comportaba desde hacía días de manera desesperada, y yo sabía que mi comportamiento era diferente con ella, apenas contestaba a sus mensajes y no porque no sintiese nada por e