Capítulo 3. Mi padre y ella. *Marco*.

Cuando recibí aquella llamada me quedé paralizado por un tiempo, no podía creer lo que mis oidos estaban escuchando ¿Mi padre acababa de morir? ¿El hombre que me había criado en un mundo de lujos y excesos había desaparecido de mi vida ? ¿ Para siempre? No podía creerlo... El simplemente habia muerto sin mas

-¿Cómo ha sido ?

Dije con un tono que mostraba que me encontraba impactado y helado, devastadoo de repente sin esperarlo ante aquella terrible noticia.

-Enviaron a un hombre de los griegos, fie de imprevisto en una celebración de la boda de unos familiares. 

-¿Quiénes? 

-Tus primos de Sicilia, sabían que iría y le dispararon allí, a él y dos invitados,  todos muertos. Seguramente tendrian todo premeditado desde hacia tiempo.

-Los invitados...

-No eran familia tuya.

-¿Pero como?

-Esta gente quiere venganza Marco .

-¿Por la cancelación de la boda con Bryany?

-Mucho más... lo mejor e que vuelvas a Italia Marco , tu familia te necesita en Napoles.

¿Volver? No podía volver , ¿A qué? ¿A jugarme mi madita vida? , ¿Y or esa familia de delincuentes?... sin escrúpulos ni ninguna pizca de moralidad social. Yo era un hombre honesto con una nueva vida. ¿Por qué debería dejar lo que había creado en Irlanda y volver a Nápoles? 

-Que se ocupe mi hermano ...

-Tu hermano no piensa con la claridad que lo haces tú. Creo que eres consciente de eso Marco.

-Yo no quiero esa vida, no es dispuesto a volver a lo que era, ni siquiera era consciente de los negocios sucios que llevaba acabo mi padre.

-Debes perdonar eso... tu madre te necesita. 

-No la metas en esto - dije firme. - simplemente que no salga de la villa familiar, protegerla.

-¿Vendrás al menos al funeral de tu padre? Asistiras.

N podía mentir, era un hombre con sentimientos y aquello me creó una enorme nostalgia, haciéndome recordar de pronto momentos estupendos que había pasado con mi padre cuando era un niño, un adolescente o incluso ya un adulto.

Aquello desestabilizó todo y me destrozó más de lo que estaba , pensé que lo mejor seria ir a despedirme,  si no me presentaba aquello sería un gesto imperdonable. Mi padre cometió grandes errores, también imperdonables,  pero era ... mi padre. Y mi madre necesitaba a su hijo favorito a su lado, al que de verdad velaba por ella.

Supongo que pensé que sería buena idea ir, despedirme de mi padre y volver de nuevo a Irlanda junto a Jennifer.

Ella se ofreció a venir conmigo pero me asustó todo lo que había sucedido y le dije que no era necesario, que necesitaba estar solo, sin confesar que mi padre había sido asesinado a sangre fría,  y diciendo que había fallecido por un infarto .

-¿Cuándo volverás ? - me preguntó con tono bajo, podía ver en su rostro que estaba triste , acercó su cuerpo al mio en aquel aeropuerto lleno de personas desconocidas, y me besó con sus labios fríos.

_Estaré solo un par de días, ni siquieras notarás que me he ido Jenny.

_Sí lo notaré que te has ido y te extrañaré muchísimo, estando sola en nuestra cama grande.

_Solo serán dos días pequeña y volveré aquí a estar contigo, seguiremos con nuestros planes y nuestras visitas a puebecitos los domingos... _ le dije intentando tranquilizarla. Cada fin de semana, después de ponernos al dia con las tareas de la universidad, soliamos visitar lugares de la zona, el último había sido unos altísimos acantilados rodeados de cientos de kilómetros de puro verde intenso. 

Era una realidad, que en cierto sentido, mi vida con Jenny no estaba tan mal, estaba empezando a acomodarme a ella, lo nuestro parecía ser estable y tranquilo, y eso me daba seguridad y tranquila. Todo lo que contrario a lo que había vivido con Elisabeth, aunque me hubiera gustado conseguir tener algo asi con ella, un compromiso que diese paz, pero sabía que no fue ni mi culpa ni la de ella, el problema era nuestro alrededor, mi familia, el daño que le causaron y aquellos secretos transgiversados y oscuros.

- Ti ammo_ me dijo en italiano por primera vez. Yo simplemente la abracé con fuerza pero no contesté. Ella tenía demasiada paciencia conmigo... me costaba decir aquella palabra, solamente se la había dicho a una mujer y aquello me había herido demasiado, aunque debía admitir que Jennifer había ayudado a que mis pedazos se recompusieran poco a poco.

Cuando llegó el momento de pasar la zona de control del aeropuerto la miré una última vez, deseaba observarla... ella estaba perdida entre cientos de personas que ambien se dirigían muy rapido a coger vuelos a saber donde, pude distinguir entonces como sus ojos claros estaban cristalinos porque estaba a punto de llorar. ¡Dios mío! aquella mujer me amaba, ya no tenía duda, y a mi me dolía no poder sentir lo mismo que sentía ella al mismo nivel ¿Pero qué demonios sucedía conmigo?

Siempre me había sucedido lo mismo nunca habia podido amar ni entregarme al mismo nivel que las mujeres con las que había estado... no todas me habian amado, pero si que habian llegado fácilmente de alguna manera a engancharse a mi, y en cambio yo no había sentido nada más que una pasion fortuita y pasajera de la que rapidamente solia aburrirme. Pero con Eli, no sucedió aquello, enseguida entendí lo que era el amor porque enseguida me enamore locamente de ella. De Jennyfer no lo estaba, yo quería negarlo pero mi interior sabia la verdad, y me molestaba aquello porque ella parecía una buena persona, había sido un refugio de curación para mi cuando quedé devastado por el alejamiento final de Elisabeth, que era completamente comprensible.

Cuando el avión despegó no pensé en nada, solo serían dos días, dar el último adiós a mi padre, consolar a mi madre, a la mujer que me había dado la vida, y volver... poco a poco el cielo nublado y los paisajes verdosos intensos quedaron atrás, más tiempo de lo que inicialmente pensé. En un primer momento, imaginé que mi paso por Itaia sería muy rápido, para nada imaginé que aquel retorno a mi ciudad natal, el lugar había llegado a desatar por el sufirmiento que había experimentado allí, volvería a cambiarlo todo.

  

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo