Nuestras miradas se encontraron y simplemente nos encontramos de aquel modo el uno al otro durante varios segundos. Yo quería besarla, pero no estaba seguro de si ella aceptaría, y aquella inseguridad solo resurgía con ella, nunca antes me había pasado con ninguna otra mujer. Como ocurrió la primera vez ella fue quien dio el primer paso, acercó sus labios a los míos y dio pie a aquello. Tuve que controlarme cuando sentí sus labios sobre los míos de nuevo, para no lanzarla a la cama y tirarme sobre ella como la bestia que eran estando a su lado. Puse mis brazos alrededor de ella y la apreté contra mi cuerpo, oliendo su perfume exótico, pasando una de mis manos por su cabello negro, y no evitando practicamente comérmerla besos mientras poco a poco nos conducía a ambos hacia la cama y la hacia caer lentamente sobre el colchón. Cogí sus piernas y me deshize de sus zapatos, y luego directamente dirigí a mis manos a sus vaqueros dispuesto a desabrocharlos, pero ella paró la acción con una
Sabía que volver a vernos me traería problemas, estar junto a él siempre había sido demasiado tentador y peligroso. Lo nuestro era demasiado intenso, y me culpé a mi misma por haber accedido a aquel encuentro, aunque hubiese sido la primera que desease hacer el amor con él con todas mis fuerzas. Yo sabía que volver a encontrarlo no era lo correcto, y como terminaría estar los dos solos de nuevo, pero no podía negar que algo dentro de mi me incitaba a hacerlo y no pensar en nadie más, en que podía dañar con esa acción... realmente solo quería pensar en lo que deseaba solo yo por una sola vez en mi vida. Podía verme a mi misma reflejada en sus hermosos ojos azules mientras me observaba fijamente, al mismo tiempo que desarrollaba con cuidado mi suéter fino. Mi corazón palpitaba tan fuerte que parecía estar a punto de salirse de mi pecho, había llorado prácticamente cada noche después de como habíamos terminado nuestra historia, y después lo había extrañado como nunca antes me había oc
Sabía que con ella nada era fácil, con Elisabeth desde el principio fue así. Lo nuestro comenzó muy mal en el pasado, con engaños, mentiras y una intención oculta por parte mía y de mi familia, de que conseguir que ella nos vendiese la villa familiar que heredó de su padrastro a un precio realmente bajo, que incluso podria calificarse de e****a. Y después... lo que teníamos entre nosotros continuó siendo una relación con continuos altibajos, nunca habíamos estado estables ni comprometidos y extrañamente nos atraídos intensamente el uno al otro, ella encendía un fuego intenso en mi interior que jamás otra mujer había conseguido provocar en mí. Y no conseguía deshacerme de aquella sensación, del calor especial que me provocaban sus labios y de la huella y necesidad que dejaban sus caricias en mi piel . Jennyfer se comportaba desde hacía días de manera desesperada, y yo sabía que mi comportamiento era diferente con ella, apenas contestaba a sus mensajes y no porque no sintiese nada por e
Fue extraño no recibir ninguna llamada o mensaje de él después de aquello, yo tampoco lo contacté, era una orgullosa, pero para mí nuestro encuentro había sido especial y algo que mi interior había estado esperando y no entendía porque después de aquello Marco había desaparecido. Había conseguido de nuevo engancharme a él para desaparecer como hice yo en el pasado ...¿ Era eso lo que buscaba herirme ? ¿ Destrozarme el corazón? No podía creer que hiciese eso conmigo, sabía que él era así pero pensaba que lo nuestro era diferente, alo verdadero y puro, más haya del sexo intenso que teníamos cada vez que habíamos estado a solas en una habitación cerrada. Aquel día decidí salir por el centro de Napoles a hacer unas compras, mi prima Luciana me acompañó, era bonito ver a mi familia de nuevo, aunque aquel lugar solo me trajese malos recuerdos. El sol fuerte se pegaba en mi espalda y el olor a pizzas de distintas clases salían de la mayoría de tiendas que inundaba las calles céntricas
Dejar a Jennifer a la mañana siguiente de aquella llamada en el aeropuerto y darle un beso frío y distante mientras ella me repetía que me amaba, no me hacía sentirme por supuesto un gran ser humano. ¿Verdaderamente no sé daba cuenta de que algo me estaba sucediendo? Nunca fui realmente cercano con ella, pero en aquellos momentos desde que Elisabeth y yo habíamos vuelto a encontrarnos mi actitud era completamente distinta y no podía evitarlo, porque yo no era un gran actor. - El lugar está despejado - Massimo había seguido nuestros pasos en todo momento mientras Jennifer me había visitado, no quería que le sucediese nada y menos que yo fuese culpable de ello. Por eso compré su billete de avión yo mismo y le dije que debía quedarme más tiempo junto a mi familia, ella se había ddado cuenta enseguida por la villa en la que vivía, mi familia y sus condiciones de vida de lujo que no era un muerto de hambre del sur de Italia como había creído su padre irlandés conservador, o incluso ella m
Estaba confundido y no tenía claro que hacer en general con mi vida, por un lado estaba metido en una guerra con un clan peligroso y por otro estaba en una relación con una mujer buena , mientras estaba profundamente enamorado de otra, que me hacía sentir en una especie de montaña rusa de emociones. Yo sabía que no me había comportado bien, debí haber sido sincero, y decirle que yo también estaba en una relación y que no sabía muy bien como salir de ella sin herir a la otra persona. Hubiese sido fácil si Jennyfer hubiera sido una persona con cientos de defectos y que solo mirase por ella misma, pero para bien o mal la había conocido en un momento de tristeza absoluta y ella me había apoyado sin juzgarme desde el inicio. Al aterrerizar en Barcelona no tarde ni un momento en llamar a Dalia que tardó varios tonos en contestar, supongo que sorprendida de que volviese a comunicarme con ella. -¿Marco? -Estoy en España, llegaré a Tarragona en un hora, ¿Sabes donde puedo ver a Elisabeth? E
Me costó partir de nuevo a Italia y dejar a Elisabeth allí, aunque sabía que no tardaría en venir, Massimo, mi hombre de confianza me mantenía informado y a su madre tristemente no le quedaba demasiado tiempo de vida. La conexión con mi familia se había convertido en algo por obligación, después de contemplar como mi propia madre tenía un lado oscuro, en el que había soportado cualquier humillación en la sombra, incluso acoger al hijo que había tenido mi padre fuera de su matrimonio con tal de no renegar de una vida plena de lujos. _¿Cómo está yendo todo?... _Los nuestros han matado a varios de sus hombres que habían visto por la ciudad, no tardarán en saberlo y creo que esto solo provocará más sangre. -Estaremos preparados. _Marco sé que piensas que esto es lo mejor para preservar nuestro poder, pero enserio pienso que esto solo complicará las cosas... -Hermano debemos luchar _ dije dirigiéndome a Adriano. Ambos estabamos en la enorme sala de reuniones principal junto a Massimo,
_¿Seguro que no quieres que vaya contigo? _No, no quiero que tengas que pasar por esto, te agradezco que hayas estado a mi lado estos meses comrendiendo la clase de problemas y no juzgándome. Saúl fue al principio como un golpe agradable de aire fresco, de esos que te pegan en la cara un día atormentantemente caluroso. Yo no le había contado todos los detalles de mi pasado, sobre Jayden le había contado que había vivido con unos familiares hasta que yo había podido ocuparme de ella y que su padre era un antiguo novio del instituto, una relación adolescente que por supuesto no había salido bien. Pero no mencione nada sobre que había sido abusada, eso solo lo sabían mis amigos de años y ... Marco, a quien si pude contárselo y sentí también que debía saberlo. - ¿Sabes que te quiero y que solo quiero que te sientas acompañada? ¿Por eso se está con alguien no? Me sentía muy culpable al escuchar esa palabra una y otra vez "te quiero" y no poder corresponnderle de la misma manera, con el