Lo recuerdo, recuerdo perfectamente la primera vez que mis manos tocaron un arma. Tenía catorce años, pero, eso no le importó a mi padre. A Maximiliano Romanov no le interesó que su hijo entrara dentro del mismo círculo que él y se convirtiera en uno de sus mafiosos.—¿Qué me dices, Luka? ¿Estarás listo si te dejo a cargo? —Puso un arma asesina en sus labios: un maldito cigarrillo— Además no será por nada más que un mes, hasta que tu madre y yo regresemos de Alemania.—¿Sigues seguro de hacer ese viaje? —Enarqué una ceja— ¿Es seguro que ambos vayan a un país tan cercano a Italia?—¿Qué pasa con Italia, Luka? Hijo, no creo que hayas olvidado que nuestros problemas con la mafia italiana llegaron a su fin desde hace un poco de tiempo.—No seas imbécil padre —vaya, no podía creer que iba a darles una ventaja tan grande a sus enemigos—Sabes muy bien que ese inconveniente apenas acaba de solucionarse y que no nos conviene que se acerquen tanto a ellos.—Cállate Luka, quien tiene la experien
Dasha—La única manera de que me devuelvas mi libertad es haciendo lo que debes hacer. Tu deber es conversar con mi padre respecto a tus acciones en el pasado. No seré yo la persona que te delate, serás tú misma la que tome la responsabilidad de decírselo a nuestro padre —indiqué, limpiandos las lágrimas que se acumularon en mi rostro. Acomodé mi maleta, y me preparé para irme.No deseaba tener esta conversación. No deseaba hablar con ella.—Sé que tengo que hacerlo, sin embargo, necesito que me des un poco de tiempo —casi me rogó y asentí—Sé que me equivoqué, terriblemente, en especial contigo. Cometí un grave error al involucrarme de forma romántica con el mejor amigo de Maximiliano, no obstante, no tenía que haberte tratado de la forma en que la hice. Lamento mucho, hasta el día de hoy, el haberte amenazado con quitarte la vida en aquel entonces y por haberte tratado de matarte hace un tiempo. Lo siento, Dasha, y aunque mis disculpas no cambiarán la manera en que me ves ya que ant
Luka—Maldita sea, no tengo ganas de matar a alguien que no tiene la culpa de nada —golpeé mi puño contra el vidrio del auto, causando que mi mano sangrara escandalosamente—Puta madre...—No hay forma de escapar por tierra, Luka, necesitamos que nos envíen un helicóptero lo más rápido posible —Katya comentó como si nada. En su rostro se notaba el enojo que estaba sintiendo, no obstante, era increíble el autocontrol que presentaba ahora mismo. Al contrario de su comportamiento de aquella vez que por poco se atreve a matar al jefe de la mafia italiana, Francesco De Angelis en plena celebración.—Señorita Katya, su padre ha enviado un helicóptero que aterrizará en menos de doscientos metros. Tomaremos ventaja sobre ellos para hacerlo sin problemas, mientras que ustedes no deben dejar ningún tipo de huella aquí.Negué furioso. Era imposible salir de esta situación solo con ayuda de un helicóptero. Si tomábamos ventaja y por una u otra razón algo salía mal y detenían a uno de nosotros, la
DashaCon las manos temblorosas, contesté lo más pronto que pude en cuanto noté que la llamada era de mi hermano. Rápidamente puse la llamada en altavoz, debido a que cada vez que me ponía nerviosa, ni siquiera era capaz de oír correctamente. No entiendo como después de todo lo que he tenido que vivir, sigo poniéndome nerviosa por cosas tan sencillas.—¿Luka? —Susurré, incapaz de relajarme. Mi hermano no solía interrumpir mis viajes repentinos, al contrario, él creía al igual que el resto de mi familia que no debían molestarme cuando estaba de vacaciones porque me las merecía. Ellos estaban muy de acuerdo con mis decisiones de salir de casa por un par de días varias veces, simplemente porque nadie tiene la misma oportunidad que yo.—Dasha, por el amor de Dios, ni se te ocurra moverte a ningún lugar. No regreses a casa, o al menos no hasta que yo mismo no te lo diga. Hazme caso, te lo ruego—su voz se escuchaba un poco entrecortada.—Está bien, pero, me gustaría que me expliques qué se
LukaNo he podido dormir correctamente los últimos días. El asunto de Francesco me ha tenido preocupado y es ahora, que he empezado a darme cuenta de la estupidez que le dije a mi padre. No tendría que haber pensando y mucho menos proponerle asesinar al capo. He cometido un error del que no puedo recuperarme.Me levanté de la cama a eso de las nueve de la mañana porque necesitaba cerrar un trato para una mercancía bastante grande que llegaría dentro de unos días a uno de los puertos más cercanos y después, nos encargaríamos de distribuirla y venderla como siempre hemos acostumbrado. Luego de desayunar salí al jardín debido a que deseaba sentarme a leer un poco sin que nadie me molestara, pero, me encontré con mi hermana quien revisaba su teléfono con insistencia.Bueno, es cierto que parece actuar como nunca lo hace. Me pregunto si le está pasando algo.—Katya ¿Te sucede algo? —Me preocupé al notar su rostro tan asustado, ella estaba prácticamente pálida por lo que me acerqué.Suspiró
DashaLa muerte de Francesco dejó una gran huella en mí. Cambió para siempre mi forma de ver las cosas y me marcó de tal manera, que al fin he abierto los ojos acerca de lo que verdaderamente significa ser un criminal y tener tantos enemigos. Creemos que el poder nos ha de ayudar a superar todos los problemas que aparezcan en nuestro camino y dormimos con suma tranquilidad, aun sabiendo que hacemos cosas malas y que varias personas sueñan con asesinarnos todo el tiempo en búsqueda de venganza.Con la muerte del capo italiano comprendí que no estamos libres de morir, que no somos indestructibles como mi padre me enseñó. Mi padre me aseguró que nada podría ser capaz de destruir a la mafia rusa de la familia Romanov, pero, ahora creo que nadie está libre de ser herido, ni siquiera nosotros.Tuve que volver a Moscú porque así lo quise, debido a que prefería mil veces regresar al departamento de Dimitri y disfrutar de su compañía con la mayor tranquilidad posible en lugar de regresar a cas
KatyaLos días que pasé al lado de Franco fueron los mejores que he tenido en mucho tiempo. Pero, como todo lo bueno también tenía que terminar y ya me encontraba de regreso en casa de mis padres. Apenas tuve tiempo de subir hasta mi habitación y dejar todas mis maletas, porque tal parece que mi hermanita menor ha llegado y que mi padre se encuentra muy contento por darnos una noticia que para él tenía demasiada importancia y aquello me molestaba puesto que ya era bastante tarde y me moría del sueño. Siendo honesta, cabe recalcar que últimamente se nota que entre los miembros de la familia hay cierta especie de tensión que no logro descifrar. Todos actúan como si estuviesen ocultando algo, o tan solo es el reflejo de mis acciones.—Ya ha pasado un par de días desde que todos ustedes han podido reunirse conmigo al mismo tiempo —comenzó a hablar y me apresuré para tomar asiento en uno de los sillones que amoblaban su oficina. Me alegraba mucho ver a Dasha una vez más después de todo lo
LukaEl ambiente era bastante tenso ahora que acabamos de escuchar lo que mi hermana mayor, Katya, acaba de decir. Me ha sorprendido sin más y también me ha llenado de enojo el ama, pero, creo que mi madre es la más afectada al enterarse de la cruel realidad, al saber que Katya no había tenido la misma suerte que nosotros, que ella nunca tuvo algunos beneficios por ser la hija de uno de los capos de la mafia más fuertes de la actualidad y que tuvo que usar sus propias manos para matar a otros en varias ocasiones.—¿Katya? ¿En serio acabas de decir eso? —Mamá volvió a preguntarle y ella se limpió las lágrimas, mientras que Dasha se quedó sentada en la cama llorando en silencio.—Sí, mamá, por fin he podido decir eso que tanto les he ocultado —soltó con furia, tomando un pañuelo de su tocador y limpiando su rostro con ayuda de él—No soy como ustedes y lo siento, sin embargo, tampoco ha sido cómo si yo lo hubiese querido. Es lo que obtuve de esta familia, dolor y lágrimas.—¿Desde cuándo