CVIII Extorsión II

Alfonso nunca antes se había desmayado, ni había experimentado tal nivel de desolación y desesperanza hasta el punto de que su propio cuerpo se rindiera.

La dantesca fotografía, que no se atrevía a recordar, le había apretado el corazón y hasta le costaba respirar.

Fue inevitable pensar que se trataba de un castigo por desear con tanto anhelo la muerte de Anahí. Ahora perdería a su hermosa Unavi primero y, si es que llegaba a recuperarla, ya nada sería igual.

Los de Xiamsung eran ángeles comparados con las bestias que pululaban por el mundo.

Despertó en el auto de Mad, cubierto con su chaqueta. Oler su perfume lo mareó. Por suerte para el tapiz de cuero del hombre ya no le quedaba nada que tirar en el estómago.

—Te bajó la presión. Iré a dejarte a tu casa y me encargaré de esto.

—Puedo conseguir el dinero.

—Déjame hablar con ellos primero.

¿Acaso se podía hablar con bestias así? Alfonso lo dudaba, pero Mad parecía muy seguro de sí mismo, con su envidiable temple de acero y su clarida
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo