Hyunjae aprendió muchas cosas sobre Maggi, descubriendo pequeños detalles que le ayudaban a conocerla mejor. Cada conversación era un acercamiento, una ventana a su mundo. Se esforzaba por hacerla sentir querida y cómoda, sin invadir su espacio personal y respetando siempre sus límites. Para Maggi, él era probablemente solo un compañero de viaje, pero sentía una profunda gratitud hacia él. Hyunjae lo veía como un buen avance, ya que ella no pedía perdón a cada rato. Así que, bien por él.
Durante el trayecto, descubrió que a Maggi no le gustaban los camarones.
– Simplemente no me gustan – decía ella con una sonrisa – Nunca me ha gustado el trabajo que implica prepararlos – Hyunjae sonrió ante estas revelaciones, considerándolas pequeños tesoros que guardaba con cariño.
El paisaje cambiaba a su al
Maggi sintiéndose decepcionada y triste salió lo más rápido que pudo de la universidad seguida por Hyunjae, después de todo porque estar en un lugar en el que no se sentía bienvenida, de repente sintió un abrazo por parte de Hyunjae, fue extraño como ese acto fue tan reconfortante y consiguió calmarla.Luego de un rato Maggi se separó del abrazo de Hyunjae, su rostro aun reflejando la preocupación – Necesito ver las calificaciones de estos dos – dijo con determinación.Hyunjae, siempre el pragmático, sugirió – Podemos ir hacia el área administrativa y pedir información. Después de todo, eres su familiar. Podrían darte las notas de tus hermanos.– Eso espero – respondió Maggi, su voz cargada de incertidumbre.El campus estaba tranquilo a esa hora, con apenas unos cuantos estudiantes apresur&aacut
Obviamente, tanto Juan como Rosa sabían y eran conscientes de que no podían pagar por sí solos la universidad. Los costos ascendían a unos 50.000 dólares anuales. ¿De dónde iban a sacar esa cantidad de dinero? Y eso era decir aproximadamente, porque de la carrera de Derecho a la de Medicina había una gran diferencia de costo. La carrera de Juan era la más cara.Además, ¿qué culpa tenían ellos de ser jóvenes y querer disfrutar la vida, salir y divertirse con sus amigos? No tenían ninguna culpa en ello. Así que su hermana también debía entenderlo, ¿no?Juan intervino, su voz temblando ligeramente mientras miraba a Maggi a los ojos, buscando un atisbo de comprensión – Hermana, sé que estás ocupada trabajando, pero por favor entiéndenos. Somos jóvenes, queremos divertirnos. Tal vez nos pasemos un poco,
Lo que el joven que acompañaba a su hermana dijo realmente los asusto, pero pensaban que solo era algo para amedrentarlos y hacer que se pongan a derecho con lo de la universidad. Juan y Rosa intercambiaron miradas, sus pensamientos corriendo en círculos. ¿Acaso Hyunjae realmente cumpliría con sus amenazas? La duda y el temor se reflejaban en sus ojos.Hyunjae, viendo la expresión en sus rostros y deduciendo lo que pensaban, se inclinó ligeramente hacia adelante – No soy el tipo de persona que simplemente ladra sin morder. Así que lo diré ahora mismo, si hacen llorar a su hermana otra vez, lo van a lamentar. Lo van a lamentar tanto que desearán estar muertos, y no es una broma. Así que ahora, si nos disculpan, tenemos unas vacaciones que continuar. Hagan lo que puedan para este semestre, chicos.Las caras de Juan y Rosa mostraban una mezcla de miedo y arrepentimiento, comprendiendo finalmente l
Para la noche de ese día, Hyunjae condujo hacia las afueras de la ciudad, dejando atrás el bullicio y el tráfico. La carretera serpenteaba entre colinas y campos verdes, hasta que finalmente se detuvo en una zona campestre. El cielo se tiñó de naranja y púrpura mientras el sol se ocultaba lentamente. Hyunjae se apresuró a instalar un pequeño campamento antes de que la oscuridad los envolviera.El sonido de los grillos y el suave murmullo del viento entre los árboles les ofrecía una serenata natural. Había traído todo lo necesario para hacer de esta escapada algo confortable: una carpa amplia, mantas cálidas y una variedad de alimentos. Maggi, aún cargando con la preocupación por sus hermanitos menores, comenzaba a relajarse. La confusión del día parecía disiparse.—¿Te ayudo con algo? —preguntó Maggi, acercándose tímidamente a Hyunjae mientras él preparaba la cena.—No te preocupes, tengo todo bajo control. Sólo relájate —respondió Hyunjae con una sonrisa tranquilizadora.La preocupac
A la mañana siguiente, el sol se elevaba lentamente, derramando su luz dorada sobre el campamento. El aire fresco de la mañana estaba cargado con el olor del rocío y el suave murmullo de los árboles movidos por la brisa. Maggi, con su cabello despeinado por el sueño, se inclinaba sobre una pequeña estufa portátil, intentando preparar el desayuno. Hyunjae, mientras tanto, se ocupaba de recoger los implementos del campamento, doblando la tienda de campaña y guardando todo en el auto.Observó a Maggi de reojo, notando cómo sus manos temblaban ligeramente y cómo evitaba su mirada, sus mejillas sonrojadas. Era evidente que estaba nerviosa por la confusión y cercanía que ambos habían compartido la noche anterior. La escena le resultaba entrañable; verla tan dulce y vulnerable le arrancaba una sonrisa.—¿Necesitas ayuda con eso? —preguntó Hyunjae, acercándose a ella con una sonrisa suave.Maggi levantó la vista brevemente, su rostro se tiñó de un rojo más intenso antes de negar con la cabeza
Hyunjae con una sonrisa nerviosa dijo—Realmente me preocupaba que ella viniera sola a visitarlos. Aunque, a decir verdad, yo solo soy un ciudadano común. Y ella, como sabrán, es una cazadora. En términos de fuerza, ella me supera. Así que tal vez soy yo quien necesita ser cuidado por ella.El intento de humor de Hyunjae logró arrancar una risa ligera de Rosita, la madre de Maggi, quien lo observaba con una mirada cálida y comprensiva.—Ay, Gregorio, deja de incomodar al pobre chico, mira, ya lo tienes todo espantado —dijo Rosita, mirando a su esposo con un toque de broma en la voz. Quería aligerar el ambiente, consciente de que conocer a la familia de su novia podía ser una experiencia abrumadora.Gregorio, el padre de Maggi, soltó una risotada grave, pero asintió, relajando un poco su postura rígida.—¿Y, joven, usted dónde trabaja? —p
—Pero antes de descansar, ¿no sería bueno tratar el asunto por el que vinimos inicialmente y por el que nos apresuramos? —dijo Hyunjae, mirando a Maggi con seriedad.Maggi asintió —Sí, sí es verdad.Los padres de Maggi, Gregorio y Rosita, intercambiaron miradas de incertidumbre. Los hermanos también parecían curiosos y un poco ansiosos.—Mija, ¿cuál tema? Te ves preocupada, ¿es algo grave? —preguntó Gregorio, frunciendo el ceño.Maggi respiró hondo antes de responder, intentando mantener la calma —No, papá, solo era un tema por el cual apresuramos nuestra visita.Rosita se inclinó hacia adelante, su voz llena de preocupación m
A la mañana siguiente, lo que escuchó primero fueron los cánticos de un gallo. Y un gallo que cacareaba muy fuerte, a decir verdad. Aunque hubiera querido volver a dormir, no lo habría logrado, así que, un poco perezoso, se levantó de la cama y se cambió de pijama por un pantalón simple y una camisa. No hacía tanto frío, así que con eso estaría bien. En ese momento, sólo se estaba arriesgando a ver si había alguien ya despierto en la casa.El sol apenas despuntaba, pintando el cielo con tonos anaranjados. El aire fresco de la mañana llenaba sus pulmones mientras caminaba por el pasillo de madera, que crujía suavemente bajo sus pies descalzos. Cuando salió de su habitación, vio que ya había actividad, así que su elección de haberse despertado era la correcta. Fue hacia la cocina, donde escuchó ruido. La primera persona que se encontró ahí fue la señora Rosita, la mamá de Maggi, que estaba atareada preparando el desayuno para todos.La cocina era un espacio acogedor, inundado por el aro