Loa métodos

Ian Moskav

Doy la vuelta en la cama con ella encima de mi, saltando y gritando sin poder parar. La acomodo bajo mi cuerpo y sentir el peso de su mirada clavada en la mía se mete hasta el fondo de mi alma. Es todo lo que necesitaba para volver a ser un hombre completo. Estoy convencido de que se siente igual de pletórica que yo pero de mi cuenta corre que la tensión siga subiendo y las chispas avivándose.

—Siempre tuyo, preciosa —me llevo sus labios a mis dientes —. Pase lo que pase soy tuyo como tú te sabes mía.

Mi declaración es una redundancia que ella entiende y la hace sonreír. Un decreto, certificado, o una disposición de que ella se tiene que saber tan mía como yo me declaró suyo.

—No te corras —suplica.

No necesita decirlo. Sé como es que quiere y cuánto lo quiere. Ella sabe retrasar su placer tanto como puede, le gusta sentir y sentir... y ...sentir hasta que ya no podamos más y por Dios que he extrañado esto.

—No me des órdenes que sabes, que son mi emblema —parafraseo en m
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP