La advertencia

Adhila cruza las piernas y sonríe como si nada. Es un matiz que antes no le había visto.

—¡Venga, Nikky que las dos sabemos que ya sabes que trabajo para tu marido! —puntualiza y alza las cejas —. Él ha dejado órdenes al servicio para que me dejen entrar. Te tiene muy protegida aquí.

—En todas partes por lo visto —ironizo —. No sabes que mal me ha sentado saber que nuestra amistad no ha sido más que un trabajo para ti. Nunca confío en la gente por una razón y nuevamente compruebo lo acertada que estoy en eso.

Le doy la espalda y me meto al vestidor a sacar un vestido de cóctel de manga larga para ir a visitar a mi suegro. Ya es hora de que se sepa que estoy en Moscú. Ella me sigue y se detiene en la puerta, sé que se le llenan los ojos de ver tanto derroche de dinero en ropa...las cosas de mi marido.

—No es falsa nuestra amistad —susurra y le miro incrédula por encima del hombro —. En serio Nikky, hace mucho no tengo una amiga y tú lo has sido. Lo demás sí es parte de mi trabajo para
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP