64Maximiliano decidió irse a su casa, al parecer ella no quería dormir está noche y él no quería discutir con ella… mañana le dejaría el regalo y tal vez se lo vea puesto.Julieta en su baño leyó muy bien las instrucciones y no hay mucha pérdida, orinar en un palito y esperar unos minutos… alineó boca abajo todos las pruebas y sus manos estaban frías y sudorosas. Puso el contador en su teléfono y espero sentada en el suelo, con la cabeza entre las piernas.Resulta que su periodo debió llegar la semana pasada y con tantas cosas sucediendo ella no se dio cuenta del retraso de dos semanas que lleva.Las lágrimas caían por su rostro de manera constante, no quería contar los pollitos antes de nacer, como decía su abuela materna, pero estaba entrando en total pánico en ese momento en su solitario baño.La alarma sonó y ella brincó de su sitio hasta ponerse de pie… ella puede ¿Verdad?—Sea lo que sea, tienes que verlo, Juliette —se da valor para ver las muchas pruebas hechas en filas frente
65 Se encontraba vestida y lista para ir al desfile de moda de su mejor amigo, su maquillaje era perfecto y su vestido atrevido y hermoso brillaba por los reflejos de las luces fluorescente en las piedras de su vestido color beige. Su cabello recogido en un moño flojo con tirabuzones alrededor de su rostro le daba un aire sofisticado, pero a la vez como si no hubiera dedicado horas a su look, le gustaba lo que veía su reflejo, su estómago estaba apretado en un nudo apretado que no se aflojaba desde ayer. Callum y Tomás habían llamado varias veces y ella les colgaba, les dijo que estaba en la peluquería, cosas que era mentira… solo estaba… quería estar sola con sus pensamientos. Isabel también le había escrito, pero un corto mensaje fue todo lo que ella pudo manejar. Contrató una limosina con chófer para esta noche y quería que todo fuera perfecto para su mejor amigo, así que clausuró todos sus sentimientos y abrió la puerta cuando el chófer le avisó que había llegado.
66Tomás caminaba de un lado a otro detrás de la puerta, esperando a que Julieta saliera del baño.—¿Estás bien allí dentro? —pregunta Tomás, necesitando que se apure, pero sin querer meterle presión.—Estoy en un pequeño baño con un vestido rojo que deja poco a la imaginación —se queja Julieta—. No, no estoy bien, Tom. No puedo hacer esto.Julieta siente que puede hiperventilar, solo de pensar en salir y ver tantos ojos en ella.—Pero te queda ¿No? —pregunta Tomás, nervioso.—Bueno… si se supone que quede así —hizo una mueca— esto es peor que el vestido beige —le acusa.—Sal para poder verte, por favor —le súplica Tomás.En cuanto sale la sonrisa de Tomás se ensancha y las mejillas de Julieta se ponen rojas.—No pienso salir así —sentencia Julieta cruzándose de brazos.—¡Oh lo harás, cari! —estaba más emocionado ahora, solo por esa sonrisa emocionada de Tomás sabía que iba a tener que salir a modelar.***Maximiliano llegó al evento solo, acompañado de su guardaespaldas, Marcelo le e
67Tomás veía todos desde bambalinas, luego le tocó salir a él y las modelos hicieron exactamente lo mismo con él, sus ojos claros centellearon cuando su traje blanco de tres piezas paso a ser uno sin corbata, de color rojo intenso y ne.gro que combinaba a la perfección con el de Julieta.Julieta lo abraza y Tomás le habla al oído, Maximiliano se quedó de piedra al ver la presentación, Isabel y Callum quedaron muy sorprendidos también, ninguno avía que Julieta iba a salir en la pasarela.—Gracias… eres mi salvadora —le dice Tomás, en cuanto tiene a Julieta entre sus brazos.—Estoy que me desmayo —le cuenta ella— me debes una.Julieta no podía dejar de sonreír, cuando no se cayó lo vio como una victoria, pero que todo saliera bien le hacía feliz por su amigo.—¡Hoy nos emborrachamos! —le dice con entusiasmo y Julieta perdió su sonrisa.—No puedo beber —murmura entre dientes.—¿Qué? ¿Por qué? —pregunta Tomás.Los reporteros estaban más que contentos de interrumpir la interacción entre e
68 —Le pido a ustedes dos que se retiren —dice Tomás y señala a Liliane y Michelle. —No puedes hacernos esto, iba a comprar parte de tu colección —dijo Michelle en su defensa. —¿Y yo por qué querría que tuvieras uno de mis diseños en tus manos? —pregunta Tomás con desdén. Callum tomó la mano de Julieta, pero se sentía mal… aunque solo ver la cara del rubio le trajo satisfacción. Julieta por si parte apenas respiraba desde que Max apareció en escena, solo quería irse. —Me voy a cambiar —le dijo a nadie en particular. —Bien, cari —contesta Tomás— te esperamos para irnos todos a la fiesta. Michelle y Liliane fueron sacadas en ese momento, Maximiliano vigilaba a Julieta como un halcón, Isabel creía que era mejor irse a casa y Tomás solo podía ver, aunque quería reír a carcajada limpia al ver la cara de Maximiliano Hawks llena de celos y envidia. —¿Quieres ir a la fiesta o a casa? —pregunta Callum. —Voy un rato a la fiesta, pero adelántense ustedes yo alquilé una limo y un chófer —
69El beso casi se sale de control, sería fácil recordar viejos tiempos con Maximiliano, pero Julieta no quería permitir que eso ocurriera de nuevo, así que con sus tacones altos piso uno de los pies de Max y eso provocó que la mordiera sin querer, pellizcando su labio y haciéndola sangrar un poco.—¡Maldición, Julieta! —se queja Max.—Deja de besarme sin mi consentimiento, Maximiliano Hawks, estoy igual de comprometida que tú. Si no sientes respeto por ella, al menos por mí —le suelta Julieta, enojada, apuñalándolo con su dedo.—Últimamente hago todo mal contigo —murmura sacando un pañuelo para ayudar a Julieta, pero ella lo esquiva— lo siento, ¿te lastimé?—No más de lo que has lastimado mi corazón —resopla ella con tristeza— tienes que aprender a vivir sin mí, estos arranques de lujuria no traen nada bueno… Me voy a casar así que acéptalo de una buena vez —dijo con rabia y dolor en su corazón.—No aceptaré nada, no puedes casarte. No lo harás —sentencia Max.Ya Max estaba ide
70 Julieta caminaba apresuradamente por las estrechas y oscuras calles de la ciudad, sujetando su abrigo con fuerza para protegerse del frío nocturno y su bolsa con comida en la otra mano. El viento soplaba con furia, levantando su cabello y haciendo que sus pasos resonaran en el pavimento desierto. En el auto de Maximiliano se había quitado los clips que sostenían su peinado y se lo dejo suelto, ya la cabeza le palpitaba de dolor. Había quedado en ir a esa fiesta de Tomás, pero ya no estaba de humor para bailes y tragos que ya no puede probar trago alguno, decidió caminar sola de regreso a casa. “Debí haber tomado un taxi” pensó, mientras aceleraba el paso. Las luces de los faroles apenas iluminaban su camino, y el eco de sus tacones parecía resonar con mayor intensidad en la quietud de la noche. De repente, un escalofrío recorrió su espalda. Sintió que alguien la seguía y apura el paso queriendo alejarse discretamente. Julieta
71 Max llamó a Marcelo, quien estaba en la fiesta esperándolo, y le dijo que buscara al médico. Además, le pidió que trajera sopa de pollo, a pesar de lo tarde que era; sabía que Julieta no había comido nada y necesitaba algo en el estómago. —Está bien, llevaré todo eso, pero... ¿te has tomado tus medicamentos? —preguntó Marcelo, bajando la voz y alejándose de su acompañante. Marcelo había conocido a alguien en la fiesta de Tomás. Tenía el pase para entrar y estaba esperando pacientemente a Maximiliano, pero este no llegó, así que se puso a conversar con otra persona y tuvo que alejarse unos pasos cuando Max lo llamó. —No, no lo he hecho. Se quedaron en el coche —respondió Max, mientras miraba hacia la calle. Estaba en la sala de Julieta, observando la media luna que apenas iluminaba el cielo oscuro. —También te llevaré las pastillas, y necesitas comer algo. No puedes tomarlas con el estómago vacío —resopló Marcelo. —Sí, mamá —respondió Max burlonamente, aunque sabía que Ma