Toda raza tiene un solo propósito, la supervivencia.
La necesidad de perpetuar la especie para la eternidad.
Los humanos destruyeron su propio ecosistema tras la persecución inútil de poder. Las grandes potencias que lideraron horrorosas guerras quedaron reducidas a cenizas, y los pocos supervivientes iban muriendo día a día.
En medio de la desolación, viviendo en el tan temido infierno, aparecieron unos seres que jamás creyeron que existieran.
En el año 2999 el mundo conocido ha cambiado, vampiros y humanos conviven a la par. La salvación de la especie humana estuvo en manos de estas míticas criaturas, aunque solo lo hicieron para su propio beneficio.
Gracias a su vasta existencia, sus desarrollos científicos y tecnológicos superaban con creces los avances alcanzados por la humanidad hasta sus últimos días; ellos les ofrecieron reconstruir su sociedad, curar sus enfermedades, incluso retrasar el envejecimiento, y en su codicia, posiblemente los humanos podrían vencer a la temida muerte.
Los vampiros no solo eran la mejor opción, sino su única opción, ellos tenían las herramientas para evitar la extinción.
Así que la tomaron.
En el afán de que este nuevo mundo fuese uno mejor, las barreras idiomáticas no existen, las ciudades del mundo son autosustentables, y todos, absolutamente todos, tienen derecho a la vida y a las oportunidades para progresar...
A menos de que seas un híbrido: el resultado indeseable de las relaciones vampiros-humanas.
Esta descendencia todavía no es aceptada por completo por ninguna de las dos razas, y en un punto de la reciente historia de esta nueva era se llegó a querer eliminarla, incluso si eso significaba comenzar una guerra civil.
Y esa mancha en la nueva historia del mundo fue conocida como Las Revueltas de Sangre; que a pesar de haber sido contenida, no se ha resuelto, las heridas siguen abiertas y el rechazo no ha sido erradicado, sin importar el esfuerzo que hacen los representantes de ambas especies.
Sin embargo, los vampiros mantienen grandes secretos sobre su raza, información vital para la comprensión de su existencia; los humanos no han podido avanzar en su lucha contra de la muerte, lo que ha llevado al descontento por sentirse en desventaja; y aunque en apariencia la única solución parece ser el mestizaje, el repudio hacia los híbridos es un aspecto real, al que ambas partes temen, a pesar de que los híbridos son infértiles.
Solo que han olvidado algo importante…
En la guerra por la supervivencia no sobrevive el más fuerte, sino aquel que se adapte mejor.
Tevah-Sheva 2999Aston se sorprendió cuando notó que los latidos de su corazón iban al mismo ritmo de las percusiones. La música sonaba cadente y exótica, invitando a los cuerpos a moverse vibrantemente unos contra otros en la pista de baile. Tomó una inspiración profunda y se pasó una mano temblorosa por el cabello con incomodidad, era su turno de estar encubierto, pero viendo el espectáculo, se arrepintió de dejar su lugar seguro desde la posición de vigilancia. Tres semanas esperando por ese momento nublaron su juicio, no debió ir, sin embargo, estar en la trastienda casi siempre implicaba menos diversión para él.Hizo una segunda inspiración para tratar de calmar sus ímpetus.―No hagas eso de nuevo. Hay feromonas vampíricas en el aire. La atmosfera del lugar tiene una concentración de veinticinco porciento,
Se desplazó rápidamente sobre los dos cuerpos inhabilitados y sacó de uno de los bolsillos laterales de su pantalón dos brazaletes[1]. Los colocó en cada uno de ellos, luego se apoyó en la pared para recuperar el aliento. Escudriñó el lugar por unos segundos, apretó el pequeño dispositivo subcutáneo que tenía debajo de su oreja izquierda.―Canal primario ―dijo.―¿Estatus, agente Dagger?―Logrado ―informó con voz firme―. Agente Volk en persecución de un sospechoso. Dos sometidos. Envíen agentes de laboratorio para recuperar evidencia.―Entendido, agente. Comienza fase dos.De inmediato empezaron a sonar las sirenas. En ese momento, en el edificio lateral irrumpía la policía local y los agentes de La Fuerza para detener y desalojar a las participantes de la fiesta.Suspiró, tenía solo un
El doctor Desmond Black era el principal agente forense de las Fuerzas Especiales. Recibió la notificación de sumarse a la escena del crimen mientras levantaba pesas en el gimnasio de la base.S.I.A[1] le envió las coordenadas del lugar de los hechos y el informe preliminar del laboratorio de narcóticos que estaba presente en la escena.Decidió que, dado los datos recibidos, se iba a dar una ducha y luego partiría con su equipo a recolectar la evidencia y los cadáveres. Los escáneres mostraban la presencia de cuatro cuerpos en distintos estados de descomposición, cuatro cuerpos que no iban a irse a ningún lado mientras él se aseaba y se vestía para trabajar.Salió de la ducha tarareando una canción sin prestarle atención a las miradas interesadas de un par de vampiras que iban entrando en ese momento a los vestidores mixtos. En la Fuerza no había disti
Fira se detuvo en el centro de la habitación e hizo un barrido general tomando notas mentales. Mantenía a raya cualquier emoción que pudiese interferir con su habilidad profesional. Esperaba que en cualquier momento el Comandante Ksongan los citara a su oficina en los pisos superiores de la base para pedir un informe y era imperativo, vital, que ella no dejara traslucir cuánto le afectaba ese crimen.Las consignas sobre la pureza de sangre resonaban en el fondo de su cabeza, “abominaciones”, “monstruos”, “engendros”, palabras que venían acompañadas de cruentas imágenes. Recuerdos amargos goteaban bilis en su estómago y le causaban nauseas. En aquel entonces su familia hizo lo necesario para que ella no fuera arrastrada al desastre civil que se generó, fue prácticamente secuestrada de Shesh y la enclaustraron en Ajat con la finalidad de que su vida no corriera peligro, a p
El Comandante Ksongan era un hombre contradictorio. A simple vista era un individuo de piel oscura y rasgos fuertes, una mandíbula afilada, labios carnosos, musculatura envidiable y una presencia imponente. Medía casi dos metros de altura, iba con la cabeza afeitada, usaba el uniforme correspondiente a su rango como Comandante general de las Fuerzas Especiales y el único accesorio decorativo que llevaba sobre sí mismo era un grueso anillo de platino con una hilera de apatitas de corte ovalado, símbolo de la familia arcana a la que pertenecía.A pesar de que aparentaba tener unos cuarenta años a lo sumo, Enam Ksongan era, junto a sus dos hermanas, la cabeza de la familia arcana Ksongan; también era un vampiro que había sido miembro fundador de Las Fuerzas Especiales y tenía más de tres mil años de edad.Su voz era exótica, grave y muy masculina. Su mirada templada y agradable, cor
Abandonaron la oficina en completo silencio, uno que se prolongó durante el descenso en el ascensor.Las puertas se abrieron a la recepción del piso de los agentes, un androide estaba apostado detrás de un mostrador y les dio la bienvenida, solicitando su clave de acceso.Unas segundas puertas dieron paso a una sala circular de grandes dimensiones, dividida en cubículos de dos por dos metros delimitados por paneles transparentes y separados unos de otros por una distancia de un metro ochenta por cada lado. Estas cabinas inteligentes constaban de estantes ocultos en el suelo que surgían directo del piso inferior donde se hallaba la armería; cada agente tenía un equipo designado previamente y almacenado en su propio armario que era manejado por Sia y por el plantel androide de la base. Cada estantería tenía sus nichos y compartimientos. Del mismo modo, el equipo de análisis médico se desplazaba
En el año 2099 se registró la primera aparición de los vampiros de forma oficial como una especie establecida en el planeta tierra desde hacía milenios. Ellos surgieron con soluciones médicas, tecnológicas, científicas y económicas para evitar la completa debacle humana.Al principio, los poquísimos asentamientos humanos accedieron de forma docil a su introducción en un nuevo orden mundial. Sobre todo, porque los linajes arcanos estaban compuestos de unos miles de miembros, incluidas familias humanas, que eran reconocidas como parte fundamental de estas, y se les llamaba Benefactores de sangre.La tradición de los Benefactores era pasada de generación en generación, y cada familia arcana trataba a sus benefactores como mejor le pareciese. En algunos casos eran miembros con plenos derechos, en otros, eran apenas un poco más que sirvientes.Esta relación estrec
Aston se despertó en su cama el día martes a las seis de la mañana. Para variar, parecía que sus patrones de pensamiento se habían regulado, lo que era un alivio; no se creía capaz de volver a hacer exactamente lo mismo que había hecho el día anterior para aplacar sus instintos.Tras una agotadora rutina de doce horas de ejercicio en el gimnasio de La Fuerza el día domingo, se bañó en las duchas durante sesenta minutos con el agua casi hirviendo; a esa hora no había nadie allí, excepto los agentes de guardia que se encontraban en el complejo de la base en las salas de vigilancia o en los recorridos nocturnos por la cuidad. Así que disfrutó de la soledad y la privacidad que pocas veces se lograba en ese lugar.Su mano se había deslizado con renuencia hacia el sur durante el lavado con jabón, siseó porque era tal su necesidad que ya lo encontraba