Desmond Black les aseguró que Fira estaría bien en las próximas doce horas. Después de que se desmayara, el equipo de rescate de la base había retirado el grillete, la habían depositado en un contenedor médico y subido a una camioneta que los trasladó rápidamente a la base.
Las camionetas de la Fuerza fueron escoltadas por los dos vehículos que llevaba la plantilla de seguridad de Vlad. Cuando llegaron a la base Enam Ksongan estaba de pie en la entrada de la clínica esperando que arribaran, y los vampiros de la familia Vólkov se distribuyeron en los distintos niveles del edificio para garantizar la seguridad de Fira y de Vladimir. Desmond no estaba muy agradado al respecto, sin embargo no podía decir nada, porque cuando se trataba de los arcanos, no tenía permitido quejarse de sus protocolos.
Un factor regenerativo, uno reconstituyente y un litro de sangre donado por el pr
A Fira le tomó una semana volver a Ajat, tuvo que soportar las incontables llamadas de sus hermanos, madre y, oficialmente, cuñado; varias veces al día.La situación social dentro del arca estaba tensa. Durante su secuestro, las Fuerzas Especiales habían tomado las calles para evitar que los sucesos ocurridos en Jamesh se replicaran en otras arcas como habían amenazado, lograron identificar el edificio seleccionado por los terroristas para llevar a cabo su plan y desarmaron la bomba justo a tiempo.Aden le explicó una noche, mientras conversaban por video conferencia, que había convencido a su madre y a su abuela para moverse a Ajat casi de inmediato, pero su hermano se negó de plano a abandonar la ciudad; de hecho, para el momento en que ellos conversaron, no estaba claro si Zane se iba a trasladar a Ajat o no.Lana les había asegurado que obligaría a Vlad a ordenar un traslado para Za
Toda raza tiene un solo propósito, la supervivencia.La necesidad de perpetuar la especie para la eternidad.Los humanos destruyeron su propio ecosistema tras la persecución inútil de poder. Las grandes potencias que lideraron horrorosas guerras quedaron reducidas a cenizas, y los pocos supervivientes iban muriendo día a día.En medio de la desolación, viviendo en el tan temido infierno, aparecieron unos seres que jamás creyeron que existieran.En el año 2999 el mundo conocido ha cambiado, vampiros y humanos conviven a la par. La salvación de la especie humana estuvo en manos de estas míticas criaturas, aunque solo lo hicieron para su propio beneficio.Gracias a su vasta existencia, sus desarrollos científicos y tecnológicos superaban con creces los avances alcanzados por la humanidad hasta sus últimos días; ellos les ofrecieron reconstruir su sociedad
Tevah-Sheva 2999Aston se sorprendió cuando notó que los latidos de su corazón iban al mismo ritmo de las percusiones. La música sonaba cadente y exótica, invitando a los cuerpos a moverse vibrantemente unos contra otros en la pista de baile. Tomó una inspiración profunda y se pasó una mano temblorosa por el cabello con incomodidad, era su turno de estar encubierto, pero viendo el espectáculo, se arrepintió de dejar su lugar seguro desde la posición de vigilancia. Tres semanas esperando por ese momento nublaron su juicio, no debió ir, sin embargo, estar en la trastienda casi siempre implicaba menos diversión para él.Hizo una segunda inspiración para tratar de calmar sus ímpetus.―No hagas eso de nuevo. Hay feromonas vampíricas en el aire. La atmosfera del lugar tiene una concentración de veinticinco porciento,
Se desplazó rápidamente sobre los dos cuerpos inhabilitados y sacó de uno de los bolsillos laterales de su pantalón dos brazaletes[1]. Los colocó en cada uno de ellos, luego se apoyó en la pared para recuperar el aliento. Escudriñó el lugar por unos segundos, apretó el pequeño dispositivo subcutáneo que tenía debajo de su oreja izquierda.―Canal primario ―dijo.―¿Estatus, agente Dagger?―Logrado ―informó con voz firme―. Agente Volk en persecución de un sospechoso. Dos sometidos. Envíen agentes de laboratorio para recuperar evidencia.―Entendido, agente. Comienza fase dos.De inmediato empezaron a sonar las sirenas. En ese momento, en el edificio lateral irrumpía la policía local y los agentes de La Fuerza para detener y desalojar a las participantes de la fiesta.Suspiró, tenía solo un
El doctor Desmond Black era el principal agente forense de las Fuerzas Especiales. Recibió la notificación de sumarse a la escena del crimen mientras levantaba pesas en el gimnasio de la base.S.I.A[1] le envió las coordenadas del lugar de los hechos y el informe preliminar del laboratorio de narcóticos que estaba presente en la escena.Decidió que, dado los datos recibidos, se iba a dar una ducha y luego partiría con su equipo a recolectar la evidencia y los cadáveres. Los escáneres mostraban la presencia de cuatro cuerpos en distintos estados de descomposición, cuatro cuerpos que no iban a irse a ningún lado mientras él se aseaba y se vestía para trabajar.Salió de la ducha tarareando una canción sin prestarle atención a las miradas interesadas de un par de vampiras que iban entrando en ese momento a los vestidores mixtos. En la Fuerza no había disti
Fira se detuvo en el centro de la habitación e hizo un barrido general tomando notas mentales. Mantenía a raya cualquier emoción que pudiese interferir con su habilidad profesional. Esperaba que en cualquier momento el Comandante Ksongan los citara a su oficina en los pisos superiores de la base para pedir un informe y era imperativo, vital, que ella no dejara traslucir cuánto le afectaba ese crimen.Las consignas sobre la pureza de sangre resonaban en el fondo de su cabeza, “abominaciones”, “monstruos”, “engendros”, palabras que venían acompañadas de cruentas imágenes. Recuerdos amargos goteaban bilis en su estómago y le causaban nauseas. En aquel entonces su familia hizo lo necesario para que ella no fuera arrastrada al desastre civil que se generó, fue prácticamente secuestrada de Shesh y la enclaustraron en Ajat con la finalidad de que su vida no corriera peligro, a p
El Comandante Ksongan era un hombre contradictorio. A simple vista era un individuo de piel oscura y rasgos fuertes, una mandíbula afilada, labios carnosos, musculatura envidiable y una presencia imponente. Medía casi dos metros de altura, iba con la cabeza afeitada, usaba el uniforme correspondiente a su rango como Comandante general de las Fuerzas Especiales y el único accesorio decorativo que llevaba sobre sí mismo era un grueso anillo de platino con una hilera de apatitas de corte ovalado, símbolo de la familia arcana a la que pertenecía.A pesar de que aparentaba tener unos cuarenta años a lo sumo, Enam Ksongan era, junto a sus dos hermanas, la cabeza de la familia arcana Ksongan; también era un vampiro que había sido miembro fundador de Las Fuerzas Especiales y tenía más de tres mil años de edad.Su voz era exótica, grave y muy masculina. Su mirada templada y agradable, cor
Abandonaron la oficina en completo silencio, uno que se prolongó durante el descenso en el ascensor.Las puertas se abrieron a la recepción del piso de los agentes, un androide estaba apostado detrás de un mostrador y les dio la bienvenida, solicitando su clave de acceso.Unas segundas puertas dieron paso a una sala circular de grandes dimensiones, dividida en cubículos de dos por dos metros delimitados por paneles transparentes y separados unos de otros por una distancia de un metro ochenta por cada lado. Estas cabinas inteligentes constaban de estantes ocultos en el suelo que surgían directo del piso inferior donde se hallaba la armería; cada agente tenía un equipo designado previamente y almacenado en su propio armario que era manejado por Sia y por el plantel androide de la base. Cada estantería tenía sus nichos y compartimientos. Del mismo modo, el equipo de análisis médico se desplazaba