Epilogo.Bogotá, Colombia.Dos meses después.Agnes.Aun no puedo superar la muerte de Edgar. El dolor que dejo en mi corazón no es más que una tortura latente cada mañana al despertar. La única manera en la que he salido adelante ha sido gracias a mi hijo y a Drako, se han mantenido muy cerca de mí. El padre de mi pequeño permaneció dias y noches enteras a un lado de mí, sin decir ni una sola palabra abrazo mi cuerpo con amor demostrándome que podría contar con él para lo que fuera. Enterré a mi pareja en el cementerio privado de la finca y al lanzar el primer puño de tierra me desmorone como si mi mundo se haya destrozado en mil pedazos. Imagine una vida junto a él y por una extraña razón el destino me lo arrebato dejando de nuevo sola.—Buenos dias —Drako entro a la habitación sin llamar a la puerta como cada mañana —¿Cómo estás?—Bien —dije al levantarme de la cama —¿En dónde esta Gabriele?—Claudia se está encargando de el —miro por la ventana. Es asombrosa la belleza que posee c
Palermo, Sicilia.Como cada mañana al despertar acudo al jardín a cortar las flores más hermosas de la residencia que ha sido mi hogar desde que nací o por lo menos desde que tengo memoria. Con los pies descalzos emprendo la caminata rumbo a mi destino, el aire mueve la cabellera azabache que cubre mis hombros y mientras mis piernas se balancean de adelante atrás con rapidez, en mi cabeza comienzo a maquinar las ideas que no me dejan dormir al anochecer.>Al abrir la puerta del cementerio el chirriante sonido hace que se mueva mi mundo al saber que me encuentro en un lugar seguro. Con calma levanto el rostro para asegurarme de que nadie me este mirado o en su defecto que ningún animal se encuentre lo suficientemente cerca como para atacarme.Alessia Belucci.1959-1983.Madre y esposa.—Hola mami —acomode las flores sobre la fría lapida y retire las platas secas que tercamente se aprovechan del poco espacio que tienen pa
Algunos años después.Tokio, Japón.Aterrice el avión comercial en el aeropuerto principal de la ciudad. Esperé a que las azafatas ayudaran a los pasajeros a bajar de la aeronave para despertar a mi compañero piloto, con un leve empujón moví su cuerpo y una sonrisa malvada se dibujó en las comisuras de sus labios, el muy infeliz sabe como fastidiarme el día.Ajuste el reloj que descansa en mi muñeca antes de colocarme el saco con las cuatro barras doradas que resaltan sobre mis hombros. La reputación de mi trabajo me precede ya que no fue nada Fácil conseguir el cargo de capitán, fue un trayecto difícil que tuve que atravesar solo y sin ninguna arma que me protegiera más que mi propio conocimiento. Me aferre a la ultima gota de fuerza para llegar al lugar en donde estoy y seguro estoy que día día luchare para ser mejor.Viví mi vida como quise y aun la sigo viviendo como mejor me plazca. Aspire mas de lo que muchos creían que podía lograr… jodidos carroñeros que se alimentaron de los
Cubrí mis oídos con los airpods con la finalidad de que los susurros no me incomodaran en todo el vuelo. No me gusta la música ni los ruidos, al menos asi puedo concentrarme en aspectos que tienen más relevancia. Merecía un descanso asi que obligue a mi cuerpo a dormitar mientras todos los demás discutían sobre aspectos que no tienen importancia, no espero nada de nadie y nunca he conocido el apego a las cosas materiales ni mucho menos a las cuestiones sentimentales. Pienso que es mejor dejar ir algo que no te pertenece para poder sobrevivir al infierno en el que nos enviaron a luchar.—Estoy cansada —dijo Denis al recargar su cabeza sobre mi hombro —. Ya quiero llegar a casa.—Ya falta poco.Entre caricias suaves moví de un lado a oro la sortija dorada que cubre la raíz de mi dedo anular, es uno de los pocos símbolos que poseo en el cuerpo que no tienen ningún sentimiento albergado dentro del metal. Fue un arranque de locura la que tuve aquella vez en la que mi firma me condeno a una
—¿En dónde estuviste?—Regresa a la cama —deje el saco en el respaldo del sofá.—¡Contestame!—Calmate y no grites —coloque los zapatos en su lugar y me retire la camisa.—¡¿Cómo se llama la chica con la que estuviste?!—No estuve con nadie.—¡Quiero que te desnudes para comprobarlo! —estaba histérica.—No exageres y mejor ve a dormir —antes de que pudiera quitarme el pantalón recibí una fuerte bofetada en mi mejilla derecha. Tense la mandíbula al sentir el ligero ardor en mi piel.—¡Mas te vale que me lo digas!—Escucha bien lo que voy a decirte porque será la última vez que lo haga —erguí el cuerpo para que notara lo pequeña que es a comparación de mi —. No eres la dueña de mi vida ni mucho menos de mi cuerpo, lo único que me une a ti es un bebé no nato que se estas creando en el interior de tus entrañas. Recuerda muy bien tu lugar porque asi como llegaste puedo sacarte a patadas de mi vida ¿entendiste? —la sujete del cuello con rabia —. No vuelvas a tentar al demonio que tienes fre
Regrese al aeropuerto sin ganas de conversar con nadie. El vuelo a Estados Unidos fue más rápido de lo que imaginaba, a las pocas horas ya estaba aterrizando en territorio estadounidense. Preferí quedarme en uno de los penthouse que tengo en muy cerca del trabajo, no me apetece ir a mi casa sabiendo que Deniska está esperándome solo para iniciar un conflicto ficticio donde los dos terminamos jediéndonos el día y le resto de la existencia.Me levante de la cama pocos segundos después de que decidido me metiera a dormir, que ingenuo soy, no he descansado desde hace mucho tiempo de hecho no recuerdo la última vez que repose las ochos horas seguidas que se necesitan para reparar un adolorido cuerpo. Continue con la lectura que había dejado a medias antes de irme a Tokio. Bebi un trago de vodka, pero eso no calmo mi sed, tuve que ir a la cocina para consumir de golpe un litro de agua helada y lo peor de todo es que seguía como en el comienzo, deseoso de saborear algo que ni yo sé que es.<
Cuatro meses después.Solo falta un trimestre para que mi pequeño nazca. Esta mañana el ginecólogo me dio la noticia de que el bebé es un varón, no estaba tan equivocado cuando contrate al diseñador de interiores para que redecorara la habitación de mi hijo en tonalidades más neutras. La realidad es que el resultado fue bastante favorable. Deniska se ha mantenido al margen de su alimentación ya que los encargados de cuidarla lo obligan a comer por lo menos Las tres comidas al día, la muy loca ha intentado varias veces vomitar los alimentos. Con rabia hable con ella para que entrara en razón, su diminuto cerebro está programado con la absurda idea de que debe mantenerse delgada en el embarazo, es obvio que no va a suceder eso por la simple razón de que su cuerpo va a comenzar a hincharse por los enormes cambios hormonales por los que deberá pasar.—¡Callate! ¡No sabes nada, me siento gorda! —arrojo la taza del café en la puerta, el líquido se rego ensuciando todo el muro.—Aja —con tra
Último trimestre de embarazo.—Bienvenido a casa señor Marchetti —la ama de llaves me recibió en la entrada del penthouse.—¿Cómo va todo por aquí? —dejé el saco y la gorra de mi uniformé sobre el respaldo del sofá.—Su esposa no ha podido dormir en estos últimos días que usted estuvo de viaje, los síntomas del embarazo se han incrementado —dijo tristemente —. Hemos tratado de ayudarla, pero… me temo que no es posible.—Me encargare de ello.—Como usted ordene señor.—Mmh — regrese a mi hogar días antes del nacimiento de mi hijo, no podría ni siquiera pensar en dejarlo solo. Respiré profundo antes de entrar a la alcoba donde encontré a Deniska recostada alrededor de almohadas que la ayudan a mantener su abultado vientre cómodo —¿Cómo estás?—Mal —respondió sin abrir los ojos.—Estas a días de dar a luz, es normal.—Lo se. Ven a tranquilizar a tu hijo, está pateándome — señalo el lugar en donde tome asiento para colocar mi mano sobre su barriguita —. Le encanta escucharte.—Hola campeó