Regrese al aeropuerto sin ganas de conversar con nadie. El vuelo a Estados Unidos fue más rápido de lo que imaginaba, a las pocas horas ya estaba aterrizando en territorio estadounidense. Preferí quedarme en uno de los penthouse que tengo en muy cerca del trabajo, no me apetece ir a mi casa sabiendo que Deniska está esperándome solo para iniciar un conflicto ficticio donde los dos terminamos jediéndonos el día y le resto de la existencia.
Me levante de la cama pocos segundos después de que decidido me metiera a dormir, que ingenuo soy, no he descansado desde hace mucho tiempo de hecho no recuerdo la última vez que repose las ochos horas seguidas que se necesitan para reparar un adolorido cuerpo. Continue con la lectura que había dejado a medias antes de irme a Tokio. Bebi un trago de vodka, pero eso no calmo mi sed, tuve que ir a la cocina para consumir de golpe un litro de agua helada y lo peor de todo es que seguía como en el comienzo, deseoso de saborear algo que ni yo sé que es.
<<Impulsivo sin control… eso es lo que es>>
Dos meses después.
Estuve trabajando sin parar por un lapso largo de tiempo, los periodos de sueño se modificaron tanto que ya me estoy costumbrando a solo dormir dos horas al día, en ocasiones no consigo ni descansar, aunque sea un par de minutos.
<<Voy a enloquecer>>
He estado presente en todos los ultrasonidos que Deniska se realiza mensualmente, el desarrollo y crecimiento de mi hijo es excelente, lo que jode la noticia es que su madre está tomando decisiones erróneas con respecto a la alimentación que el nutriólogo le recomendó. La rusa es aún más torpe al rechazar las vitaminas y minerales que naturalmente necesita el cuerpo. Está obsesionada con mantener la delgadez que actualmente posee algo que es absurdo ya que en unos meses más se le notara la barriga del embarazo. Es por ello por lo que decidí contratar a tres personas que se encarguen de vigilar todos los movimientos que realiza durante el día y la noche, asegurándose de que consuma la comida que el chef del penthouse prepara especialmente para ella.
—Recuestate en la cama —recorrí las cortinas de las ventanas.
—Solo vienes a eso, ya ni siquiera me tocas ¡ya no me haces el amor! —descubrió su vientre con fastidio y más por deber que por deseo.
—Ssh —coloque mi cabeza en su barriga y escuche los sonidos de su interior —. No estoy contigo por amor eso lo sabes bien.
—Ya sé que lo único que te interesa es tu hijo.
—Por fin comprendiste mis palabras.
—No soy tonta.
—Dude de tus capacidades desde que comenzaste a fastidiarme.
—¿Sabías que los bebés escuchan desde que están en el útero?
—Lo sé, es por eso por lo que trato de conversar con el pequeñín —sonreí de lado.
—Pues no creo que sirva de mucho que vengas a vernos cada mes o cada vez que se te antoje.
—El trabajo me tiene saturado, no tengo tiempo.
—Ya me enteré de que estas viajando tres veces por semana, prácticamente solo llegas a dormir y nuevamente te largas a disfrutar de la vida como si fueras soltero —movió los labios antes de morderlos descargando la furia que tiene contenida en su interior —. También tengo derecho de salir a divertirme, no puedes tenerme en esta prisión para siempre.
—No tienes ningún grillete en los tobillos o ¿sí? —derretí su valentía mirándola a los ojos —. Puedes largarte a donde quieras, pero te advierto que si algo le llega a pasar a mi hijo te aseguro que convertiré tu vida en un infierno ¿está claro?
—Ya no quiero que me amenaces, si sigues con esa actitud llamare a tu padre.
—¡¿Qué dijiste?! —fruncí el ceño acentuando el enfado.
—¡Lo que escuchaste! ¡Estoy harta de esta situación! ¡Harta de que te revuelques con cualquier zorra que se te ponga en el camino y me dejes a mi aquí deseosa de sentirte como la primera vez que me hiciste tuya! —paso su mano sobre la cómoda arrojando todos los jarrones de cerámica al suelo, destruyéndose en pedazos —. No conozco a tu padre, pero tengo el dinero suficiente como para investigarlo y dar con su paradero.
—¡Deja de decir tonterías!
—¡¿No me crees?!
—Quieres jugar sucio ¿no es asi? —desafiante asintió con la cabeza.
—Si tanto temor le tienes a tu padre entonces quedate conmigo y me olvidare de la idea.
—Resulta, querida —sonreí con malicia antes de comenzar a caminar alrededor de ella —. No podía quedarme con los brazos cruzados esperando el momento en el que te decidieras a confesar el pasado que oculta tu familia. Investigue muy, muy, muy a fondo y encontré pequeñas letras en la historia de tu apellido que no me agradan del todo ¿quieres que te las diga? —me acerque a su oído—. Siempre estaré un paso delante de ti.
—Tú no sabes nada de mí.
—¿Eso crees? —comencé a reírme —. Puedo enumerar toda la suciedad que viviste por culpa de tu padre y de tu madre, además de que si quisiese me comunicaría con el encargado de la prisión de Rusia para que dejen en libertad a tu… —me interrumpió.
—¡No! ¡Callate! —su nerviosismo fue el detonante de que su sistema colapsara —. Largate y sigue siendo el animal que eres.
—Ahora si nos entendemos.
—Dejame en paz.
—Sera un placer —di media vuelta y recogí mis pertenencias—. Te vere luego —al subir al elevador.
Se que soy todo lo malo que ha podido caminar sobre la tierra, Italia me vio nacer y me entrego los mejores modales y la elegancia que distingue a mi apellido. Mi reputación me precede demostrando lo cruel y bárbaro que puedo llegar a ser si me lo propongo. No conozco límites y la simplicidad de las palabras se pasean por el arco de mi entrepierna reflejan un estado meramente carnal. Me gusta que me veneren como el dios italiano que soy, desde la cabeza a los pies… cada rincón de mi cuerpo es perfecto. Al anochecer las costelaciones envidian mi belleza porque soy la reencarnación del pecado y de la lascivia.
<< Soy y siempre seré el amo del mundo>>
Cuatro meses después.Solo falta un trimestre para que mi pequeño nazca. Esta mañana el ginecólogo me dio la noticia de que el bebé es un varón, no estaba tan equivocado cuando contrate al diseñador de interiores para que redecorara la habitación de mi hijo en tonalidades más neutras. La realidad es que el resultado fue bastante favorable. Deniska se ha mantenido al margen de su alimentación ya que los encargados de cuidarla lo obligan a comer por lo menos Las tres comidas al día, la muy loca ha intentado varias veces vomitar los alimentos. Con rabia hable con ella para que entrara en razón, su diminuto cerebro está programado con la absurda idea de que debe mantenerse delgada en el embarazo, es obvio que no va a suceder eso por la simple razón de que su cuerpo va a comenzar a hincharse por los enormes cambios hormonales por los que deberá pasar.—¡Callate! ¡No sabes nada, me siento gorda! —arrojo la taza del café en la puerta, el líquido se rego ensuciando todo el muro.—Aja —con tra
Último trimestre de embarazo.—Bienvenido a casa señor Marchetti —la ama de llaves me recibió en la entrada del penthouse.—¿Cómo va todo por aquí? —dejé el saco y la gorra de mi uniformé sobre el respaldo del sofá.—Su esposa no ha podido dormir en estos últimos días que usted estuvo de viaje, los síntomas del embarazo se han incrementado —dijo tristemente —. Hemos tratado de ayudarla, pero… me temo que no es posible.—Me encargare de ello.—Como usted ordene señor.—Mmh — regrese a mi hogar días antes del nacimiento de mi hijo, no podría ni siquiera pensar en dejarlo solo. Respiré profundo antes de entrar a la alcoba donde encontré a Deniska recostada alrededor de almohadas que la ayudan a mantener su abultado vientre cómodo —¿Cómo estás?—Mal —respondió sin abrir los ojos.—Estas a días de dar a luz, es normal.—Lo se. Ven a tranquilizar a tu hijo, está pateándome — señalo el lugar en donde tome asiento para colocar mi mano sobre su barriguita —. Le encanta escucharte.—Hola campeó
—Deposita el dinero en la cuenta del cirujano plástico para que pueda realizarme la abdominoplastia —bebió un sorbo de te caliente.—No.—¿Por qué no?—Ya no es mi responsabilidad.—Claro que sí, soy tu esposa —dijo molesta —. Por si no te has dado cuenta mi vientre quedo flácido y con una enorme cicatriz.—No exageres, solo son diez centímetros —lleve a mi hijo a la ventana para que sintiera el calor del sol.—¡Por culpa de ese mocoso arruine mi cuerpo!—Eso lo hubieras pensado antes de tratar de encadenarme embarazándote— sonreí con burla —. Ninguna mujer puede retenerme. Tu no sabe cuántas veces pague en clínicas privadas para que les colocaran métodos anticonceptivos a mis amantes.—Tu ni siquiera te preocupaste por mí.—Decidiste dejar de tomar las pastillas en el momento menos indicado. Debiste de conocerme mejor antes de suponer que era un ángel caído de cielo que podías chantajear con algo tan delicado como lo es un bebé.—Nos casamos, somos marido y mujer es normal que los hi
He evitado a Deniska todo el mes, no les prestó atención a sus palabras cada vez que intenta fastidiarme la vida con sus reclamos absurdos. La muy inconsciente no ha preguntado por su hijo ni por nada que tenga que ver con él, soy yo el que me he encargado de todas las necesidades de mi pequeño, no me quejo de ello porque es mi responsabilidad como padre, pero es ella la que debe sentir un apego más grande hacia Luka.—Está a cargo de la seguridad de mi hijo —le dije a la niñera.—Si señor, no se preocupe.—Ven acá Luka —bese sus mejillas y acaricie sus manitas —. Papá tiene que ir a trabajar, estaré de regreso lo antes posible. Comprare algo para ti en la India. Te amo campeón.—¡¿Te largas?! —la loca histérica entro empujando a la ama de llaves.—Manténganme informado de todo —les dije a las dos mujeres.—Como ordene señor Marchetti.—¡Te estoy hablando! —Deniska caminaba detrás de mi mientras yo me movía en el pasillo buscando mi maleta —¡Drako!—¡Cierra la jodida boca! ¡Me molesta
Deje la maleta en el aeropuerto, ni siquiera me importo avisarle de la situación a Hayden lo único que hice fue correr a mi auto y encenderlo para salir en dirección de la clínica a toda velocidad. Estuve a escasos centímetros de chocar cuando me pasé el alto de un semáforo. Las llantas del Bugatti rechinaron al impactarse con la acera de la banqueta.—¿Luka Marchetti? —le dije a la recepcionista.—Habitación 102 de terapia intensiva —se puso de pie —. Sígame por favor.—Ok —en la sala de espera encontré a la niñera quien lloraba junto a la ama de llaves. Ambas mujeres se levantaron del asiento para saludarme.—Señor —dijo la ama de llaves.—¿Cómo esta? —dije preocupado.—Muy grave —respondió la niñera —. Posiblemente no sobreviva esta noche.—Joder —incline la cabeza y pellizque el puente de mi nariz —¿Dónde está la perra de Deniska?—Después de que la detuvieron la trasladaron a un hospital psiquiátrico. Le detectaron depresión crónica posparto.—¡Maldita sea! —impacte mi puño en un
Regrese al penthouse con un peso menos que cargar sobre mis hombros. El alivio no llegaría al instante sino tiempo después, justo cuando me acostumbre a vivir con el dolor de haber perdido a mi primer hijo. Corte mi cabello o por lo menos todo lo que me había crecido en todo este tiempo. afeite el bigote y la barba. Limpie mi cuerpo a conciencia debajo de la regadera permitiendo que el jabón resbalara sobre mi adolorida piel.—¡¿Dónde está ese idiota?! —escuche la voz de Robert. Enseguida enrolle una toalla alrededor de mi cintura.—Cálmese profesor, el señor Marchetti está bañándose. Enseguida lo atenderá —dijo la ama de llaves.—¡Perro infeliz! ¡Quiero verlo cuanto antes! ¡¿En dónde dices que esta?!—¿Qué quieres? —con los brazos cruzados me reuní con él en la sala.—¿Qué carajos estás pensando? ¿Acaso quieres perder tu trabajo?—No sé a qué te refieres.—¡Hipócrita! —arrojo su bastón a la alfombra —. Esta mañana llame a la aerolínea y me dijeron que no te has presentado a trabajar
Las puestas del garaje de la casa de Roberts se elevaron para permitirme entrar y estacionar la moto. Apague el motor y deje mi casco sobre la mesa de herramientas. Del interior de cocina un olor a hamburguesas se deslizaba por cada rincón de la propiedad, también pude identificar las especies con las que sazono las papas fritas.—Siéntate a comer —coloco un plato sobre la mesa del comedor con dos hamburguesas repletas de papas —¿Qué tal el viaje?—Bien —le di a primera mordida.>—¿Soy yo o estas más musculoso que antes?—Estoy haciendo más ejercicio.—¿Consumes proteína?—Y creatina —mastique dos papitas.—Estas habiendo un buen trabajo. Tus músculos se ven perfectamente bien formados a través de la camisa que traes puesta —tomo asiento frente a mi —. Divina juventud.—Ya no soy tan joven, acabo de cumplir 30 años.—El mismo día en que falleció Luka.—Mmh —tome mi mochila y le entregue dos fajos de dinero —. Esta es tu parte.—¿Seguirás haciendo tratos con el pe
Sali a dar un paseo en medio de la noche, lo primero que encontré abierto a esas horas, fue un bar en donde consumí varias bebidas con alcohol. Estaba algo mareado cuando regrese al penthouse. La ama de llaves me preparo un café cargado para que recobrara lo poco que perdí al beber tres botellas completas de coñac. Es obvio que no estoy perdido en el alcohol, pero la sensación no es de mi agrado, prefiero sacarla lo antes posible de mi sistema antes de lamentarlo.—Señor, tiene una llamada de su padre —dijo una de las chicas de servicio al entrar al despacho.—Mmh —le indique que se fuera con un movimiento de mis manos.—Señor, dice que es urgente.—Joder —tome el teléfono y lo coloque en altavoz —¿Qué es lo que quieres?—¿Esa es la manera de responderle a tu padre?—¿Y bien, eso era lo que tenías que decirme?—Me encanta la manera en la que te has convertido en un hijo de pu… —escuche a voz de su mujer al interrumpir la conversación con sus absurdas peticiones sobre dinero.—Habla de