París, Francia.Drako.E decidido darme un respiro asi que la mejor manera de descansar la mente en entre los vientos de la tierra del amor. Durante todo este tiempo que he dedicado mi vida entera a viajar y a ser piloto he recorrido cada rincón del mundo, es por ello que ya no me sorprende nada nuevo entre la comunidad francesa, aunque debo confesar que me gusta mucho el ambiente que manejan entre los callejones de la perdición.Deje al profesor Roberts en la residencia que se encuentra a un lado de la mansión del doctor Leroy, un reconocido medico genetista. A mi parecer se ve que oculta algo más que simple gentileza, aunque cabe destacar que el doctorcito es un hijo de puta en toda la extensión de la palabra, pero, en fin, esa es otra historia que no me corresponde contar.Con intenciones de relajarme lo más que pueda antes de volver a las andadas, decidí disfrutar de un delicioso café en uno de los restaurantes con más prestigio en todo París. Tiene una vista espectacular a la tor
No quiera separarme de mi hijo, pero tenía que hacerlo ya que era demasiado tarde como para seguir retrasando sus horas de sueño, además, en todo el momento que estuvo entre mis brazos no lloro y ni siquiera pidió alimento, cosa que si me preocupa puesto que los bebés a esa edad se alimentan cada hora. Con dolor y pesar se lo entregue a su madre para que se encargue de él. tuve que retirarme para poder llegar a mi casa.—¿Ahora porque tan tarde? —mi viejo ya es demasiado lento asi que casi no se mueve mucho.—¡Tengo un hijo! —dije emocionado y gritándolo a los cuatro vientos.—¡¿Qué?! —se puso de pie al escucharme.—¡Soy padre, Roberts! —levante su cuerpo como si fuera una pluma —¡Agnes me dio un hijo! —bese sus mejillas de la emoción.—¡No me jodas ¿es verdad lo que me estás diciendo?!—¡Si, Roberts! ¡Mi pequeño se llama Gabriele y apenas tiene un mes y medio de nacido! —dije sonriente —¡Es una cosita hermosa, tiene el cabello negro como yo! ¡Ah, y también tiene el mismo lunar que yo
Narrador omnipresente.El imponente italiano se preparó para acudir a la celebración que se llevaría a cabo cuando el sol se oculte. A pesar de que le duele el alma está dispuesto a ver con sus propios ojos lo que su rival tiene preparado para el amor de du vida. No ha sido nada fácil desprenderse del gran cariño que le tiene a la madre de su hijo, aún quedan cenizas del intenso fuego que ardió en ellos mucho antes de que Gabriele naciera, y me temo que aun la lascivia y el deseo se mantienen intactos en el interior de los dos.Con un último vistazo al espejo, Drako decide emprender el viaje a uno de los hoteles más lujosos de todo parís. Las luces de la cuidad le indican que todo ha terminado y que ya no puede hacer nada para recuperar a la mujer que ama, quizás el único culpable de todo esto fue el, o tal vez, el destino este moviendo sus cartas para nuevamente dejarlo de rodillas y sin estabilidad. A la primera persona que se encuentra en la entrada del edificio es a Dorien, su pad
Epilogo.Bogotá, Colombia.Dos meses después.Agnes.Aun no puedo superar la muerte de Edgar. El dolor que dejo en mi corazón no es más que una tortura latente cada mañana al despertar. La única manera en la que he salido adelante ha sido gracias a mi hijo y a Drako, se han mantenido muy cerca de mí. El padre de mi pequeño permaneció dias y noches enteras a un lado de mí, sin decir ni una sola palabra abrazo mi cuerpo con amor demostrándome que podría contar con él para lo que fuera. Enterré a mi pareja en el cementerio privado de la finca y al lanzar el primer puño de tierra me desmorone como si mi mundo se haya destrozado en mil pedazos. Imagine una vida junto a él y por una extraña razón el destino me lo arrebato dejando de nuevo sola.—Buenos dias —Drako entro a la habitación sin llamar a la puerta como cada mañana —¿Cómo estás?—Bien —dije al levantarme de la cama —¿En dónde esta Gabriele?—Claudia se está encargando de el —miro por la ventana. Es asombrosa la belleza que posee c
Palermo, Sicilia.Como cada mañana al despertar acudo al jardín a cortar las flores más hermosas de la residencia que ha sido mi hogar desde que nací o por lo menos desde que tengo memoria. Con los pies descalzos emprendo la caminata rumbo a mi destino, el aire mueve la cabellera azabache que cubre mis hombros y mientras mis piernas se balancean de adelante atrás con rapidez, en mi cabeza comienzo a maquinar las ideas que no me dejan dormir al anochecer.>Al abrir la puerta del cementerio el chirriante sonido hace que se mueva mi mundo al saber que me encuentro en un lugar seguro. Con calma levanto el rostro para asegurarme de que nadie me este mirado o en su defecto que ningún animal se encuentre lo suficientemente cerca como para atacarme.Alessia Belucci.1959-1983.Madre y esposa.—Hola mami —acomode las flores sobre la fría lapida y retire las platas secas que tercamente se aprovechan del poco espacio que tienen pa
Algunos años después.Tokio, Japón.Aterrice el avión comercial en el aeropuerto principal de la ciudad. Esperé a que las azafatas ayudaran a los pasajeros a bajar de la aeronave para despertar a mi compañero piloto, con un leve empujón moví su cuerpo y una sonrisa malvada se dibujó en las comisuras de sus labios, el muy infeliz sabe como fastidiarme el día.Ajuste el reloj que descansa en mi muñeca antes de colocarme el saco con las cuatro barras doradas que resaltan sobre mis hombros. La reputación de mi trabajo me precede ya que no fue nada Fácil conseguir el cargo de capitán, fue un trayecto difícil que tuve que atravesar solo y sin ninguna arma que me protegiera más que mi propio conocimiento. Me aferre a la ultima gota de fuerza para llegar al lugar en donde estoy y seguro estoy que día día luchare para ser mejor.Viví mi vida como quise y aun la sigo viviendo como mejor me plazca. Aspire mas de lo que muchos creían que podía lograr… jodidos carroñeros que se alimentaron de los
Cubrí mis oídos con los airpods con la finalidad de que los susurros no me incomodaran en todo el vuelo. No me gusta la música ni los ruidos, al menos asi puedo concentrarme en aspectos que tienen más relevancia. Merecía un descanso asi que obligue a mi cuerpo a dormitar mientras todos los demás discutían sobre aspectos que no tienen importancia, no espero nada de nadie y nunca he conocido el apego a las cosas materiales ni mucho menos a las cuestiones sentimentales. Pienso que es mejor dejar ir algo que no te pertenece para poder sobrevivir al infierno en el que nos enviaron a luchar.—Estoy cansada —dijo Denis al recargar su cabeza sobre mi hombro —. Ya quiero llegar a casa.—Ya falta poco.Entre caricias suaves moví de un lado a oro la sortija dorada que cubre la raíz de mi dedo anular, es uno de los pocos símbolos que poseo en el cuerpo que no tienen ningún sentimiento albergado dentro del metal. Fue un arranque de locura la que tuve aquella vez en la que mi firma me condeno a una
—¿En dónde estuviste?—Regresa a la cama —deje el saco en el respaldo del sofá.—¡Contestame!—Calmate y no grites —coloque los zapatos en su lugar y me retire la camisa.—¡¿Cómo se llama la chica con la que estuviste?!—No estuve con nadie.—¡Quiero que te desnudes para comprobarlo! —estaba histérica.—No exageres y mejor ve a dormir —antes de que pudiera quitarme el pantalón recibí una fuerte bofetada en mi mejilla derecha. Tense la mandíbula al sentir el ligero ardor en mi piel.—¡Mas te vale que me lo digas!—Escucha bien lo que voy a decirte porque será la última vez que lo haga —erguí el cuerpo para que notara lo pequeña que es a comparación de mi —. No eres la dueña de mi vida ni mucho menos de mi cuerpo, lo único que me une a ti es un bebé no nato que se estas creando en el interior de tus entrañas. Recuerda muy bien tu lugar porque asi como llegaste puedo sacarte a patadas de mi vida ¿entendiste? —la sujete del cuello con rabia —. No vuelvas a tentar al demonio que tienes fre