Lo que se presentó frente a mí fue un durísimo golpe de realidad, mi cara fue de absoluto asombro, junto a esa señora que nos llamó desde lejos estaba sentada la dama con la que intente coquetear, esta me hizo una mueca en señal de recordatorio y giro su cabeza levemente hacia un lado, sus enormes ojos gritaban que siempre supo quién era yo y lo único que ocurrió, fue que ella se divirtió con mi estupidez. Cuando voltee Marjorie ya no estaba, tendría que defenderme por mi cuenta.
—Toma asiento Liam Maxwell, mi nombre es Olesia Mazur soy la Ceo de la empresa, encargada principal del departamento de ventas y cobranzas, un placer conocerte —Su sonrisa burlona me indicaba que me tenía en la palma de su mano.
—Mucho gusto muchacho, yo soy Sabrina Colins, jefa del área de atención al cliente, es un placer tenerte aquí el día de hoy —La señora mostraba mucha amabilidad, pero parecía ocultar algo o quizás era solo mi inseguridad, ahora mismo desconfiaba de mi propia sombra.
—Muy bien, porque no empiezas por hablarnos sobre tu persona, tengo entendido que viniste por mención de tu amiga Marjorie ¿Correcto? —Definitivamente esa imponente chica lo sabía todo, ya no tenía sentido decir algo que no fuera cierto.
—Así es —Comunique todavía shockeado, notando que estas esperaban que dijera más cosas —Bueno, tengo treinta años, vivo por las cercanías con mi madre y mi abuelo, ella es auxiliar de preescolar y él ya está retirado, efectivamente me dirigí aquí porque tengo entendido que esta empresa es excelente y estaría encantado de poder formar parte del personal —Expresé con sinceridad, tratando de relajarme un poco.
—Oh que bueno, así que eres hijo único y dinos muchacho ¿Qué tal tus experiencias previas? ¿Tienes planes de estudio futuro? —La señora mayor me preguntó al momento, yo no la veía, pues estaba sumergido en los penetrantes ojos de la chica, que seguían viéndome sin escapatoria.
—Bueno, he trabajado mayormente para empresas extranjeras como editor y corrector de textos, también un poco en el ámbito del marketing digital, tengo una carrera a medias en lenguajes modernos, sin embargo, decidí frenarla para ayudar con los gastos del hogar, eso sí, de continuarla lo haría por internet, por eso no se preocupen —Agregue entre risas, tratando de liberarme de la tensión.
—Aquí dice que estuviste hasta hace unos meses trabajando para una compañía de literatura en Asia, eso es bastante impresionante ¿Por qué te retiraste de allí? —Dudó la blanca dama, detallaba con precisión las cosas y sentía que ya conocía la respuesta.
—En realidad me fui porque ocurrió un problema dentro de la misma, está dejo de trabajar con personas extranjeras, así que tuve que irme —Mentí a medias, lo que realmente ocurrió es que cambiaron las políticas de su contrato y básicamente se estaban negando a pagarme, tras una ardua lucha conseguí mi dinero, pero lastimosamente no pude continuar allí.
—Vaya que lastima, parecía algo muy adaptado a tu perfil —Comentó Olesia con un tono triste, dejando los papeles en la mesa —¿Tienes pareja o hijos? —Al decirme aquello sentí una especie de cambio en su aura, no obstante, estaba tan enfocado en convencerla que lo pasé por alto.
—No, nada de eso, ahora mismo estoy soltero —Indiqué entre risas.
—Bueno, aquí hay muchas chicas hermosas y no te preocupes, no tenemos reglas que restrinjan esas cosas, sabemos que contratamos gente lo suficientemente madura como para no contaminar el trabajo con la pasión del amor —Afirmó Sabrina entre risas, provocando que nosotros también sonriéramos alegres, la Ceo pareció guiñarme un ojo, pero la idea me resulto tan rocambolesca que la deseche de inmediato.
—Muy bien Liam, este trabajo consiste básicamente en atender clientes mediante llamadas telefónicas, nosotros laboramos con distintos países extranjeros de habla hispana, tenemos varios departamentos, cobros, atención al cliente, ventas, originación remota y análisis ¿Cuál de estos te parecería mejor para ti? —Consultó la señorita Mazur.
—Honestamente atención al cliente u originación remota, soy muy bueno conversando con las personas y memorizando información, así que estoy seguro de que ayudaría muchísimo en esas áreas —Delaté con gran confianza en mí mismo.
—De acuerdo y si yo te dijera que la vacante es para ventas ¿Qué me dirías? —Cuando me dijo eso fijo sus ojos en mi persona, en un último intento por romperme.
—Que adaptare mis competencias y mi capacidad comunicativa para convencer a las personas de adquirir los productos —Declaré improvisado, con el corazón fuertemente acelerado.
—¡Excelente! —Afirmaron ambas con emoción, sentía que ya lo había conseguido, aunque todavía no dijeran nada en particular.
—Muy bien, por ahora eso sería todo, puedes irte, revisaremos tu prueba psicotécnica y si todo está bien te avisaremos para que te hagas los exámenes médicos, esperamos volver a verte Liam —Despidió cordial Olesia, con un tono que casi me garantizaba la aceptación del puesto. Al salir, me tope de inmediato con mi amiga.
—¿Cómo te fue? —Dudó Marjorie viendo que estaba apurado.
—Fue intenso, creo que lo logré, ahora todo depende del examen —Indiqué rascándome la nuca.
—Si les gustaste eso será lo importante, me encantaría conversar más, pero tengo trabajo, mucha suerte Liam —Mi colega me abrazo con mucho cariño, compartiendo ese optimismo y alegría que la caracterizaba.
Su naturaleza activa ha sido la causa principal de la firmeza de nuestro vinculo, con los años compartimos muchísimas cosas y la felicidad de su graduación, sumado después al matrimonio que tuvo con un ingeniero que por cierto también trabaja aquí en Litium, sirvió para que yo me levantara animado, por el contrario en mi caso tuve una relación extremadamente toxica que termino fatal y deje mis estudios porque tras lo que me paso con la empresa para la cual trabaje, ya no podría seguirlos pagando.
Cuando bajé al centro comercial este yacía lleno de vida, me fui con velocidad, pues odiaba recorrer un sitio tan llamativo y genial sin dinero, si todo salía bien, muy pronto este no me faltaría tanto, el camino que llegaba a mi sector era precioso, lleno de árboles y hermosas construcciones, supermercados, sitios de comida rápida, ventas de maquillajes, un poco de todo mesclado de la mejor manera posible, debido a que en este país el comercio informal es la base de su economía. Mi sector no era uno demasiado adinerado, se trataba de hecho de un lugar popular, abrí la puerta de hierro que daba acceso a la misma e ingresé con emoción, tras tanta porquería por fin traía buenas noticias.
—¡Ya llegué! —Exclamé para que me escucharan, recibiendo respuestas de mi madre, la cual salió del cuarto, con su cabello negro corto desarreglado y sus honestos ojos felices claros.—¿Cómo te fue mi amor? —Dudó esta abrazándome y dándome un beso en la mejilla.—Muy bien, quedaron en llamarme si la prueba estaba bien, fue difícil, pero creo que lo logré —Hablé convencido. —Con el favor de Dios así va a ser, bueno que tal si nos tomamos un café y me cuentas todo —Ofreció esta cariñosa, dirigiéndonos a la cocina. Mi abuelo se encontraba tranquilamente preparando el delicioso líquido, el cual estaba extremadamente caliente, degustándolo con deleite conté a detalle, todo lo que viví en la oficina, incluyendo ese momento tan incómodo con la que sería la jefa absoluta de esa impresionante compañía, ambos rieron a carcajadas con esa anécdota.—No se preocupe, si ese trabajo es para usted lo llamaran, quédese tranquilo y espere —Comentó el señor mayor, justo antes de meterse para el cuar
(…) Centro Comercial Logias / Oficinas de LitiumSalir de casa tan temprano dio sus frutos, llegue una hora antes de que empezara el día de trabajo, estaba asignado a un horario de nueve de la mañana a seis de la tarde, aunque ya estaba avisado de que este solo se mantendría de manera provisional, los tiempos variaban en función de los turnos, existían tres distintos, el más común era el de en medio, comprendido de diez am a 7 pm. Sea cual fuera lo tomaría, después de todo no tenía nada mejor que hacer que estar en la casa discutiendo trivialidades por teléfono con Arturo, quien también estaba desempleado debido a una razón muy similar a la mía, solo que la empresa para la cual laboraba por internet quebró.Al llegar fui recibido nuevamente por la cordialidad del vigilante y la frialdad de la recepcionista, ambos no parecían estar sorprendidos de verme, por lo que asumí que ya estaban enterados o los chismes se esparcían como la pólvora, tras esperar aproximadamente treinta minutos ap
Los siguientes días no nos relacionamos para nada con el tema de los scripts, en su lugar estudiamos un montón de fórmulas financieras y datos sobre logística de la empresa, allí nos comentaron que pasaríamos únicamente semana y media allí, después bajaríamos y seriamos monitoreados por personal que ya tuviera experiencia en el área. El día número cuatro la cosa se puso verdaderamente interesante, pues comenzamos a meternos en los programas que utilizaríamos, estos eran vitales, pues nos permitirían contactarnos con los clientes y encargarnos de la asignación de los pedidos, cerciorarnos de la disponibilidad, ofrecer descuentos y lo más importante, concretar las ventas. —Los dos sistemas más valiosos para nosotros son los siguientes, Celumark o Britune, Litium Marked y Phonework —Abriendo varias diapositivas, Rosa menciono a cada una de ellas. —¿Para qué sirven? —Cuestioné viéndola fijamente. —Los dos primeros son para contactar con los clientes, solemos darle prioridad a al p
Al día siguiente llegue unos diez minutos más tarde, estaba acostumbrado a que los dos tortolos se retrasaran, ya fuera mostrando largas jornadas de afecto o simplemente porque Rosa se tardaba en aparecer, seguramente ocupada con su novio. Subí por las escaleras pues había unas cuantas personas esperando para usar el ascensor.No fue nada fácil realizar el script, tuve que redactarlo y borrarlo varias veces, no quedaba convencido con las actitudes tomadas, por lo que me decante por un modelo neutro, honestamente siempre quieren venderte la idea de que tienes que ser insistente con los clientes para conseguir que te compren, sin embargo yo detestaba a los vendedores que estuvieran constantemente molestándome, eso sí, era innegable que las estrategias funcionaban, tal vez porque muchos acaban aceptando el trato simplemente para quedar bien o para quitarse el fastidio de encima.Yo no tendría esa actitud, me aseguraría de llamar a todos y cada uno de los compradores posibles que me asign
Llegue en esta ocasión de forma puntual, quería tomarme el tiempo necesario para leer calmadamente mi script, al cual ya le había agregado las modificaciones pertinentes, estas se centraban en incluir preguntas de seguridad en caso de que la llamada fuera entrante, solo si la respuesta de este era afirmativa cuando se le consultaba respecto al hecho de si tenía cuenta con la compañía Litium.El fin de semana se me paso ridículamente rápido, Arturo fue a mi casa y jugamos durante todo el sábado, entre eso, ver series, leer un poco y hacer diligencias con mi madre, sentí que volví aquí en menos tiempo del deseado, eso era algo que a veces tenía el poder de consternarme, como la vida se iba sin que hiciéramos nada relevante, atrapados en rutinas que se convierten en sentencias.En la recepción reposaba cómodamente en el asiento, la recepcionista no llego en ningún momento, por lo que asumía que ella también estaba de descanso, de hecho, esta vez no iríamos a la sección administrativa, si
Llegar a la oficina el día siguiente fue todo un cumulo de emociones fuertes, primeramente, porque me pare tarde, razón que provoco que tuviera que despertarme agitado y estresado, correr por la casa como un enajenado e improvisar un desayuno, menos mal que los almuerzos siempre se preparaban el día anterior, acto seguido me fui velozmente a la calle y tome el transporte público.Me presente ante la imponente fachada del centro comercial Logias, una parte positiva de que fuera un call center es que no necesitaba llevar un uniforme en particular y estos no me darían la llamativa camisa hasta no superar el mes de prueba o al menos eso era lo que Marjorie me había revelado. Caminé por el lugar con tranquilidad, por primera vez, al llegar un poco más tarde pude contemplar movimiento entre sus corredores, saludé al animado guardia y subí el ascensor, para toparme con la siempre impasible recepcionista y su extenso maquillaje facial.—Buenos días Liam —Me saludó de forma cordial, algo extre
Rosa me indicó que se encendiera la computadora, labor que hice de forma silenciosa y calmada, apenas vi a las dos muchachas que estaban trabajando a mi derecha, uno de ellas tenía una cantidad ingente de páginas abiertas al mismo tiempo, mientras que la otra estaba en medio de una llamada, la velocidad tan asombrosa con la que decía su script me dejo frio, mientras esperaba que la computadora se cargara note que una mujer, justo a mi izquierda me miraba fijamente.—Bu —Dijo con una sonrisa, debido a que me sobresalte un poco —Este es divertido —Carcajeó al mismo tiempo que las demás mujeres —Oye, pero no entiendo ¿No eran dos? —Dudó la chica de contextura gruesa y gran altura.—Uno de ellos renuncio Tyana —Indicó la instructora con un suspiro pronunciado.—Wuao ¿Qué les haces a los chicos que capacitan? ¿Te maltrataron? —Interrogó una muchacha de piel oscura, con ojos curiosos y graciosos.—Nada que ver —Negué con una sonrisa.—¡Yo no les hago nada! —Reclamó Rosa ofendida.—Tal vez e
—Hola Liam —Saludó de forma cordial mi jefa, dándole una mordida a la carne que llevaba, nunca considere que una chica se viera sexy al comer, solo que al introducir esos objetos redondos en sus labios y sorber para succionar la pasta, bueno, uno imagina muchas cosas.—Olesia, buen provecho —Comuniqué concentrándome en mi plato, degustando el arroz frito.—¿Interrumpí tu vista? —Cuestionó está volteando a ver a Jordania.—Para nada, solo la estaba saludando —Argumenté con una risa.—Compartir con ella es todo un compromiso, tiene tres hijos —Al decir eso mis ojos se abrieron como platos.—Cielos —No pude ocultar mi asombro ante esa revelación.—Y por supuesto, los hombres no se hacen responsables, le pagan algo al mes, tal como dicta la ley, pero es ella quien debe vigilarlos y pagar cuentas —Afirmó esta con cierto desprecio.—Muchas personas no se toman en serio la vida —Acoté agarrando un poco de ensalada.—¿Qué hay de ti? —Habló mirándome.—No tengo hijos ¿Y usted? —Interrogué trat