Palacio Real de Holyrood.
Edimburgo, Escocia.
23 de octubre de 2025
Es el día más especial para la realeza de cualquier país. El fin de un reinado lleno de muchas cosas raras internamente, para darle inicio a otro, que se espera que sea mucho mejor. Pero teniendo a mi madre de reina, lo dudo mucho. Solo deseo que las cosas que mi abuela hizo, no lo repita mamá en el interior del castillo. Ahora estamos aquí, rodeados de muchas naciones con gente de sangre real.
¿A quién engaño? Realmente son como tres países, más el poco de pubertos en proceso de príncipes y princesas de diez años que abundan por estos lados sin mirar más allá de su frente.
Es medio indignante la situación, si nos ponemos a analizar la falta de respeto de los niños de hoy en día que tienen con los adultos.
Se supone que no debería expresarme así, pero yo no quiero ser de la realeza mientras mi abuela y madre sigan en el trono, pero renunciar no me dejan y por eso estoy aquí. Deje de tener principios reales y ahora tengo principios normales. Me llevó tiempo, pero tengo las riendas de mi vida y no dejaré que se vaya de mis manos. No deseo no estar aquí, quiero volver a casa y encontrarme con los chicos que ahora son mis amigos.
Los extraño tanto a todos.
Esto terminará pronto, lo sé. Tengo el presentimiento de eso. Ahora concéntrate. No debes caerte mientras caminas hacia el trono con la familia real. Con este vestido, realmente es tan imposible respirar y andar.
¡Dios mío, siento que me estoy orinando y me falta la respiración!
¿Y si finjo un desmayo?
—Después de unas largas vacaciones fuera de Escocia, regresa con nosotros, la princesa —empieza a anunciar el guardia real—. Presentando a su alteza, Emili Charllote Madeline Auttenberg-Baash, princesa de Edimburgo —todos aplauden a mí alrededor.
Camino lentamente hacia el guardia real, este me hace reverencia y me ofrece su mano para que me apoye en ella. Nos dirigimos juntos hacia las escaleras para empezar a descender lo más dignamente posible y, faltando unos cuantos escalones para llegar al centro del salón dar inicio al sin fin de protocolos, veo algo que me dejó completamente helada.
¡No puede ser!
Mi abuela no lo pudo haber hecho. ¿Así de injusta sigue siendo ella?
¡Lo prometió! Dijo que con ellos no.
Bajé los últimos escalones casi corriendo sin importarme lo que estaba a mí alrededor. Caminé hacia donde estaban los chicos y me detuve al ver los ojos llenos de decepción que me daban.
—Su alteza —dicen al unísono.
Hacen una pequeña reverencia y me regalan una mirada fría.
—La verdad es que yo... —intenté hablar.
—¡No, su alteza! Usted no debe darnos explicaciones —me interrumpe, Rachel, con fingida sonrisa—. Nosotros lamentamos mucho haberla tratado sin respeto. Espero que su corazón bondadoso pueda perdonarnos ahora.
—Las cosas no son así... Yo... déjenme por lo menos... —trato de hablar, pero no me salen las palabras.
—Es suficiente por hoy, chicos. Espero que pudiera disfrutar de sus vacaciones, su alteza. Jugar con nuestras vidas fue su pasatiempo real. ¿No es así, princesa? —espetó, Misael.
Ah... creo que voy a tener que explicarlo todo para que puedan entender la situación que estoy viviendo en este momento en el palacio con los chicos que son mis amigos.
Vamos a detener esto por un instante y hacer memoria de todo lo que viví mientras estuve en Noruega.
Lo mejor será contarles cómo fue que llegué aquí y paso todo esto. Regresemos al 2024 y empecemos de nuevo.
Había una vez, una princesa...
Taker CompanyOslo - Noruega.Varios meses atrás.Desde que tengo uso de razón siempre he odiado todo lo que esté ligado a la realeza. Nadie hizo nada cuando perdí a la única persona que me amó sinceramente después de mi hermano mayor. No crecimos juntos a pesar de vivir en el mismo palacio y obviamente, los tratos fueron diferentes. Él fue más liberal y yo más aislada. Nunca tuvo problemas con nadie, pero yo fui otra historia.Soy la tercera en la línea de sucesión al trono. Ni siquiera voy a heredar y bueno...Reglas del palacio:1) No hables si no te lo piden.2) Siempre está de acuerdo en todo.3) Respira lento.4) No mereces ser princesa si no sufres.5) Sonríe sin importar que te escupan la cara.6) Todo es tu culpa.Intenté escaparme miles de veces del palacio, pero fue en vano. Los castigos de la reina eran los más crueles cuando se enteraba de que eran para mí.Ella da miedo.Ella es hipócrita.Engaña a su pueblo y lastima a quien no la obedece.Me envió a vivir fuera de mi p
Por mi mente nunca pasó que al salir del palacio viviría otro infierno. Sigo estando en Europa, pero las cosas no cambiaron mucho que digamos. Pasé de normas de la monarquía de mi abuela, a normas de un vikingo dictador.Pero si podemos verle el lado bueno a esta especie de convivencia, nos daremos cuenta de que también llevo las de perder. El tipo es un idiota y quiero golpearlo cada día más. Lamentablemente, no puedo hacerlo.El supuesto caballero amable que me dijeron que era, término siendo un vikingo sin modales. El caballero de la armadura oxidada pasó directamente a ser un vikingo ignorante. Esta mañana antes de ir a la entrevista de trabajo limpié el baño como me lo pidió. Me sentí tan humillada. Tuve que buscar en internet como se hacía porque no sabía.¡Y es una bañera que se podía secar sola! —No es tan malo. Misa tiene una agradable personalidad —el comentario sarcástico de Rachel me saca de mis pensamientos.—¿Agradable? —asiente—. Ese tipo no conoce de eso. ¿Por qué tie
Es precioso admirar los alrededores de la nueva ciudad en la que me encuentro, pero siento que soy la única turista en el país. Nadie observa ni por un instante lo que hay sobre su alrededor. Es angustiante que solo sigan con su vida como si nada."Probablemente, estés loca," responde, mi conciencia.¿Es normal hablar con la voz de tu cabeza? Bueno, tampoco tengo como probarlo.Tengo unas cuantas semanas trabajando en el restaurante de Penny y ha sido bastante complicado para mí. He roto vasos y platos, a la hora de llevar comida a una mesa se la he tirado encima a los clientes y la última vez que hice entrega a domicilio, no sé cómo, pero la comida llego en mal estado. Soy una princesa con un sueldo bastante ajustado. He tenido que pagar por todo lo que he roto.El dinero no me alcanza.«¿Cómo las personas logran vivir con tan poco en su bolsillo?», pensé intrigada.¡Casi ni pagan!—Emili, ve a esta dirección a entregar este almuerzo. Lleva dinero para el cambio y que esta vez todo l
Llegué a la casa al terminar mi turno y vi que ya estaba ahí. Lo ignoré y fui directo a tomar un baño. Me sentía agotada y sudada. Quería solo liberarme del estrés de la calle. Al salir del proceso que es bañarse en este lugar, me di cuenta de que él seguía en la cocina. Eso quiere decir que debo esperar mi turno para hacer la cena. Es su casa y eso, pero estaba cansada y quería comer para irme a dormir.—He encontrado a una persona para que limpie el apartamento cuando no estemos. Lo hará una vez a la semana —me habla mientras me siento en el sofá, asentí y encendí la televisión—. Edward es mayor que tú, debes tener cuidado si desean tener una relación —me volteo y lo miro horrorizada—. No quiero que venga protección social a meterme a la cárcel por ser cómplice de un asaltador de menores y tú tienes ese tipo de aspecto que grita problemas por todos lados.Por un momento pensé que él podía hablar sin ser tan sarcástico o responderme así. Ay, todo un vikingo sin razonamiento lógico. D
Cuando sales de un país ya sea por tu bien o por obligación, dejas en tu tierra la mitad de tu corazón. No soy una excepción, dejé mi corazón en mi país, mi familia, a las personas que ayude y también, deje a las personas que han manchado mi reputación. Nunca me dieron la oportunidad de explicarme, para ellos siempre fui la culpable de todo.Cuando se es de la realeza muchas cosas debemos callar. Debemos guardar la compostura aunque por dentro estemos por estallar. Aprendí a sonreír con ganas de llorar, a fingir una sonrisa cuando por dentro estaba por reventar de la rabia. A ser un ejemplo para los demás cuando nadie era un ejemplo para mí. Como princesa siempre fui marginada, a pesar de tener todo, y como plebeya he conseguido tanto, a pesar de no tener nada.«Qué ironías tiene la vida», pensé.No me considero alguien especial y mucho menos creo ser mejor que los demás."Solo que no te sientes orgullosa de tu sangre real", conciencia mía, como deseo que por unos segundos te calles.
Aclaratoria importante antes de seguir leyendo este libro; el país en el que se basa esta historia es Edimburgo, Escocia. No se tomará en cuenta la verdadera nobleza que todos conocemos. Se toma en cuenta los títulos, palacios y cualquier información sobre reyes, príncipes y princesas. Solo que el resto será ficción.Gracias.☆☆☆☆☆☆Obra registrada bajo el número: 2410299952238Con fecha: 10/28/2024Prohibida su reproducción total o parcial de ella.☆☆☆☆☆☆☆☆☆No sé como iniciar esta historia. Creo que puedo hacer el intento de comentar mi situación actual de vivienda. Normalmente, los padres nos abren las alas para que volemos y vivamos fuera de casa al cumplir cierta edad. En muchas ocasiones, tenemos mala relaciones con ellos y somos echados de la casa materna y después, están las personas que son como yo. Gente que son echados por caprichos de una reina.Digamos que no tuve una mala vida cuando era pequeña. Creo que mientras estuvo vivo la persona que realmente me miró durante mi i