Muchas de las veces que he tenido un intercambio de palabras con otras personas terminan sacándome en cara mis malas acciones, experiencias personales, mi personalidad infelizmente desdichada y amargada. Honestamente, no me considero una persona amargada, simplemente tengo un carácter altamente calificado de felicidad diferente.No puedo andar como un imbécil riéndome por todo. Soy una persona alegre cuando no trabajo. No soy un amargado, es más, hasta soy generoso cuando me ruegan por un favor."El único que se considera generoso eres tú, el resto del mundo y yo, te consideramos un...", esa voz en mi cabeza me está empezando a molestar.Vine hasta la empresa de custodios a entregarle un informe a Liam, debíamos firmarlo antes de entregárselo a Sean. Hemos sido asignados como custodios del príncipe, Mohamed Bin Rashid Al Maktum de Emiratos Árabes para cuando asista a eventos especiales de la realeza aquí en Europa.La reina de Escocia aun no firma el acuerdo para que Liam y yo toquemo
Unas horas después llegué a una casa bastante grande, con caballos, duendes y hadas madrinas por todos lados.El perfecto palacio del príncipe y caballero real.¡Ja, que chiste!Mejor está mi casa, este lugar es una casa cuadrada amarilla, con ventanas corredizas cuadradas, una puerta cuadrada y por dentro las paredes son blancas.¿Adivinen cómo?¡Sí, son cuadradas!¡Qué alegría!Edward me invita a sentar en un sofá negro cuadrado y me dice que saldrá para darnos más privacidad. Se le agradece, no quiero que esté presente mientras hablo con mi inquilina.—Señor, no lo esperaba por aquí. ¿Está pasando algo? —pregunta, Emili, con su fina voz escocesa.Observo su cara y tiene unas pequeñas ojeras, estando en mi casa nunca le pasó.Algo le tuvo que pasar entonces para que no pudiera dormir bien.Va vestida de sandalias blancas y un enterizo de blue jeans con camisa blanca. Su cabello negro está suelto y sus carnosos labios están un poco abiertos."Tenías que verle era la ropa. ¡Deja de mi
Emili¿Qué estás dispuesto hacer para conseguir una verdad? Honestamente, yo no estaba dispuesta hacer nada. Alaric, mi adorable hermanito, es tan dramático que puede llegar a hacer un espectáculo de algo tan mínimo como comer pizza con servilleta.«¿Quién come pizza así? Las pizzas se comen con tenedor y cuchillo», pensé indignada.Según mi hermano, el señor vikingo no me odia, solo está un poco confundido con mi presencia. Yo que he estado viviendo con él en ningún momento le he visto un síntoma de confusión. O sea, de por sí qué normal no es, ¿ahora debo agregarle al hermano perdido de Confucio?"Quién sabe, tal vez no sabe si quiere darte duro contra la pared o la mesa", mi conciencia habla divertida.¿Darme duro? Lo que me faltaba, que ahora el señor vikingo sea un golpeador. Eso me indigna horriblemente.Aja, ¿en qué estaba? ¡Ah, sí!Bueno, después de pelearle a mi hermano que no me iría de Noruega por un día entero, accedió a dejarme aquí. El problema es que me dio gripe con fi
Siento un cosquilleo por mi cuello y una respiración que desciende hasta mi pecho. Unas manos acarician mi abdomen de manera pausada provocando que se me escapen varios suspiros, una mano grande y experta toma uno de mis pechos acariciándolo. Abro mis ojos de golpe al sentir la lengua de él en mi seno libre y su mano bajando hacia mi pelvis.Mete su enorme mano en mis bragas y empieza a acariciarme suavemente. Un gemido se escapa de mi boca haciéndolo gruñir de satisfacción. Saca su miembro y lo coloca en la entrada de mi parte íntima. Ansiosa y ya bastante mojada comienzo a moverme haciéndolo entrar lentamente y miles de sensaciones inexplicables hacen temblar a mi cuerpo.—Emili —me llaman a lo lejos—, despierta, no te puedes quedar ahí. Te vas a volver a enfermar. Vamos te llevó a mi casa —me pide una voz familiar.Incómoda y bastante frustrada abro mis ojos tratando de adaptarme a la luz de estas miserables escaleras."Pero no te enojes. ¿Quién te mandó a tener sueños húmedos? Por
Hay días que uno amanece feliz sin importar que el clima en Noruega no sea el adecuado. Por ejemplo, hoy el cielo está nublado, bastante gris y los pájaros no cantan por la leve lluvia que cae. Hace un frío de los mil demonios, pero tomando chocolate caliente puede que sea más pasable.¡Pero qué importa! ¡Estoy feliz de que al vikingo lo pusieran en su sitio!Es una hermosa mañana nublada donde no pude salir a trabajar por los pequeños vientos y la leve lluvia. Rachel llegó un poquito mojada, es extraño porque la señora del clima dijo que sería un día perfecto."Y tú eres una de esas milésimas de personas que les creen a los del clima. No eres normal", afirma mi conciencia.Y aquí estamos, contándonos idioteces mientras desayunamos. Liam, mi nuevo hermano mayor. Rachel, mi nueva mejor y única amiga y yo, la princesa que es plebeya.—Fue gracioso, mamá me entregó a Taylor en brazos y la niña se hizo popó —Rachel y yo nos vemos las caras asqueadas por lo que dice Liam—. Le dije a papá q
MisaelLa noche antes del beso.Últimamente me ha estado molestando mi cerebro. Me explico, no dejo de pensar en la mujer que vive en mi casa. Solo pienso que estará haciendo ahora y me hierve la sangre cuando la imagino con cualquier hombre."En mis tiempos le decíamos celos", opina la voz en mi cabeza.Y aquí me encuentro, teniendo sexo con Samantha, en la silla de la cocina. —Oh, Misael, esto se siente muy bien —gime con su chillona voz, estoy aburrido me muevo solo por inercia.¿Qué hora serán? ¿Emili no vendrá esta noche?"Es de mala educación tener sexo y pensar en otra", me reprende la voz.Más frustrado me sentí cuando después de 10 minutos Samantha se vino, y mi pene de mierda estaba más muerto que pescado fuera del mar.—Bebé, eso estuvo perfecto, me encantó todo. Debemos repetirlo más a menudo —me alaba Samantha.En cambio tú ya no me satisfaces, linda.—Aja, está bien. Algún día te vuelvo a llamar para que vengas por sexo —gruño viendo la hora.¿A qué hora va a llegar?—¿
Esto es insólito, inaudito, extraño, estúpido, irreal y yo estoy a punto de un colapso mental.Miserable, patán y egocéntrico señor ogro.¿Cómo se le ocurre besarme así? O sea, besa tan bien que debería ser pecado. A mi lengua le hizo dar un orgasmo.¡Las piernas me tiemblan!—Emili, ¿estás bien? —pregunta divertida Rachel cuando entra a la casa.Liam recoge en su paso para llegar hasta mí, cuchillos, tenedores, cucharas y de mis manos, toma el vaso que iba a lanzarle al ogro.—¿Te parece que está bien? —réplica Liam molesto—. Si Misa te hizo algo por favor dímelo. Yo sí le puedo cortar las bolas sin problema alguno —me asegura serio.Empiezo a reír hasta caer al suelo, ellos me miran confundidos y empiezan a reír también.—Ese hijo de puta, no te vuelvo a dejar sola con ese imbécil, Emili —sonríe divertido—. Te hizo polvo. ¡Ese es mi amigo! —se emociona.Rachel le da con la palma de su mano un golpe en la parte de atrás de la cabeza.—Eres un idiota, ¿cómo lo vas a felicitar? No ves
Palacio Real de Holyrood.Edimburgo, Escocia.10 de agosto de 2024Muchas veces creemos que conocemos a todos los que están alrededor nuestro. Podemos vivir con una persona por más de 50 años y jamás llegarla a conocer, o simplemente convivir con alguien una semana y conocerla como la palma de tu mano. Mis padres trabajaron para la realeza toda su vida, para ellos no había vida fuera del palacio. Yo iba a visitarlos cuando podía y jamás me permitieron salir del área de la cocina o la casa especial para los empleados.Conocí a los príncipes cuando éramos solo unos niños. Intenté hacer amistad con ellos, pero por más que lo hice, tampoco me dejaron. Odié a la hija bastarda de la familia real y juré vengarme de ella aunque eso me costara la vida después. Una oscura noche, el auto de su majestad sufrió un atentado, el rey y mi familiar murieron esa vez tratando de proteger a la princesa.Me costó un poco ganarme su confianza, pero nada que una amistosa sonrisa y una muy fingida amabilidad