Hay días que uno amanece feliz sin importar que el clima en Noruega no sea el adecuado. Por ejemplo, hoy el cielo está nublado, bastante gris y los pájaros no cantan por la leve lluvia que cae. Hace un frío de los mil demonios, pero tomando chocolate caliente puede que sea más pasable.¡Pero qué importa! ¡Estoy feliz de que al vikingo lo pusieran en su sitio!Es una hermosa mañana nublada donde no pude salir a trabajar por los pequeños vientos y la leve lluvia. Rachel llegó un poquito mojada, es extraño porque la señora del clima dijo que sería un día perfecto."Y tú eres una de esas milésimas de personas que les creen a los del clima. No eres normal", afirma mi conciencia.Y aquí estamos, contándonos idioteces mientras desayunamos. Liam, mi nuevo hermano mayor. Rachel, mi nueva mejor y única amiga y yo, la princesa que es plebeya.—Fue gracioso, mamá me entregó a Taylor en brazos y la niña se hizo popó —Rachel y yo nos vemos las caras asqueadas por lo que dice Liam—. Le dije a papá q
MisaelLa noche antes del beso.Últimamente me ha estado molestando mi cerebro. Me explico, no dejo de pensar en la mujer que vive en mi casa. Solo pienso que estará haciendo ahora y me hierve la sangre cuando la imagino con cualquier hombre."En mis tiempos le decíamos celos", opina la voz en mi cabeza.Y aquí me encuentro, teniendo sexo con Samantha, en la silla de la cocina. —Oh, Misael, esto se siente muy bien —gime con su chillona voz, estoy aburrido me muevo solo por inercia.¿Qué hora serán? ¿Emili no vendrá esta noche?"Es de mala educación tener sexo y pensar en otra", me reprende la voz.Más frustrado me sentí cuando después de 10 minutos Samantha se vino, y mi pene de mierda estaba más muerto que pescado fuera del mar.—Bebé, eso estuvo perfecto, me encantó todo. Debemos repetirlo más a menudo —me alaba Samantha.En cambio tú ya no me satisfaces, linda.—Aja, está bien. Algún día te vuelvo a llamar para que vengas por sexo —gruño viendo la hora.¿A qué hora va a llegar?—¿
Esto es insólito, inaudito, extraño, estúpido, irreal y yo estoy a punto de un colapso mental.Miserable, patán y egocéntrico señor ogro.¿Cómo se le ocurre besarme así? O sea, besa tan bien que debería ser pecado. A mi lengua le hizo dar un orgasmo.¡Las piernas me tiemblan!—Emili, ¿estás bien? —pregunta divertida Rachel cuando entra a la casa.Liam recoge en su paso para llegar hasta mí, cuchillos, tenedores, cucharas y de mis manos, toma el vaso que iba a lanzarle al ogro.—¿Te parece que está bien? —réplica Liam molesto—. Si Misa te hizo algo por favor dímelo. Yo sí le puedo cortar las bolas sin problema alguno —me asegura serio.Empiezo a reír hasta caer al suelo, ellos me miran confundidos y empiezan a reír también.—Ese hijo de puta, no te vuelvo a dejar sola con ese imbécil, Emili —sonríe divertido—. Te hizo polvo. ¡Ese es mi amigo! —se emociona.Rachel le da con la palma de su mano un golpe en la parte de atrás de la cabeza.—Eres un idiota, ¿cómo lo vas a felicitar? No ves
Palacio Real de Holyrood.Edimburgo, Escocia.10 de agosto de 2024Muchas veces creemos que conocemos a todos los que están alrededor nuestro. Podemos vivir con una persona por más de 50 años y jamás llegarla a conocer, o simplemente convivir con alguien una semana y conocerla como la palma de tu mano. Mis padres trabajaron para la realeza toda su vida, para ellos no había vida fuera del palacio. Yo iba a visitarlos cuando podía y jamás me permitieron salir del área de la cocina o la casa especial para los empleados.Conocí a los príncipes cuando éramos solo unos niños. Intenté hacer amistad con ellos, pero por más que lo hice, tampoco me dejaron. Odié a la hija bastarda de la familia real y juré vengarme de ella aunque eso me costara la vida después. Una oscura noche, el auto de su majestad sufrió un atentado, el rey y mi familiar murieron esa vez tratando de proteger a la princesa.Me costó un poco ganarme su confianza, pero nada que una amistosa sonrisa y una muy fingida amabilidad
—Em, entonces, ¿tu cara larga y de preocupación es de qué? —cuestiona Liam, Estamos en la compañía donde él trabaja, vine hacer una entrega que perdí en el ascensor que hablaba y terminé en la oficina del jefe rubio de voz gruesita—. Puedes confiar en mí, jamás haría algo para lastimarte, créeme —sonríe amablemente.Ay, porque eres tan lindo. Creo que me estoy enamorando de ti.Suspiro regresándole la sonrisa, me siento en el sofá con la espalda erguida colocando una mano encima de la otra sobre mi pierna, mis piernas están cerradas y mi pie derecho está detrás de mí pie izquierdo. Liam me ve confundido y empieza reírse.—Te sientas como una persona de la realeza, ¿y la corona en donde la dejaste? —comenta divertido, empezamos a reírnos a carcajadas, nerviosa veo como estoy sentada y me doy una cachetada mental.Estúpidos protocolos reales.—Eso es sinónimo de elegancia, bruto —respondo divertida, se hace el ofendido y se levanta como si se fuera a desmayar. Le sigo el juego y empezam
EdwardHe trabajado para la realeza escocesa por 14 años, conocí a estos monarcas porque mi padre era un sirviente de ellos. Con esfuerzo y dedicación, él me sacó adelante, pagó mis estudios y cualquier cosa extra.¿Mi madre? Bien, gracias por preguntar. Ella se fue con un Barón para Inglaterra, aunque la he perseguido y tratado de entablar una relación con ella, solo he conseguido hablar con el buzón de su celular.Fui el encargado por 11 años de ser el caballero real de la princesa Amara. Guardé mis sentimientos por ella hasta que su madre se enteró. Y por orden de su majestad tuve que abandonar el palacio.—¿Aparte de plebeyo eres bruto? —suspira exasperada—. Tienes terminantemente prohibido acercarte a mi hija. ¿Qué le puede ofrecer un Don nadie a una princesa? —pregunta asqueada.Aprieto mis puños tensando la mandíbula. No tengo permitido levantar la cara mientras ella esté hablando.—¡No lo trate así, es una persona también! —alzo mi rostro y veo a mi pequeña Emili entrar molest
Hablar con Edwar siempre me ayuda, ya sea para bien o para mal. A pesar de que no es mi sangre siempre se ha preocupado por mí. Durante todos estos años en silencio amó a mi madre y cuando me di cuenta quise armar el show del año. Lo confronté, él, tranquilamente lo aceptó sin ningún temor. Lo único que me pidió fue que le diera la oportunidad de conocerlo, para que viera que sus intenciones con mi madre eran genuinas.Alaric se dio cuenta 3 meses después que yo. La diferencia es que mi hermano es boxeador. El pobre de Liam recibió una golpiza esa vez. Lo malo es que mi madre no lo ama. Nosotros tres decidimos ser hermanos sin importar las diferencias sociales. Tenemos personalidades diferentes y nos compenetramos a la perfección.Aunque entre nosotros no existen los títulos reales, el respeto que él nos tiene es grande. Por eso, después de hora y media de invitarlo a la casa, accedió de mala gana."¿Será por qué le dijiste que Misael piensa que se acuestan? O sea, por lo menos ten se
—¡Deja de agachar la cabeza cuando alguien te habla! ¡Odio verte así! Te he dicho mil veces que conmigo no uses esa actitud de sirviente —lo reprendo—. Estoy molesta porque no me dijiste que regresarías a Escocia y serías custodio de alguien más. ¡Te exijo que me digas por qué vas a regresar a ese país! —pido de mala gana, Edward se levanta de la silla, pero no se mueve de su lugar.Los chicos entran de nuevo por no saber qué pasaba. Confundidos y preocupados se quedan en la sala sin saber qué hacer.—Prinzessin, die willkommensparty ist für dich. Deine majestät macht diesen tanz im willkommensmodus zu dir. Deine hoheit, deine majestät schickt dich zurück in den palast* —responde, nervioso y mirándome a los ojos preocupado.»"Princesa, es la fiesta de bienvenida para usted. Su majestad está haciendo este baile en modo de recibimiento. Su alteza, su majestad la está enviando de regreso al palacio"«Entro en pánico clavándome las uñas en mis manos. Empieza a faltarme el aire y a ver tod