Cuando sales de un país ya sea por tu bien o por obligación, dejas en tu tierra la mitad de tu corazón. No soy una excepción, dejé mi corazón en mi país, mi familia, a las personas que ayude y también, deje a las personas que han manchado mi reputación. Nunca me dieron la oportunidad de explicarme, para ellos siempre fui la culpable de todo.Cuando se es de la realeza muchas cosas debemos callar. Debemos guardar la compostura aunque por dentro estemos por estallar. Aprendí a sonreír con ganas de llorar, a fingir una sonrisa cuando por dentro estaba por reventar de la rabia. A ser un ejemplo para los demás cuando nadie era un ejemplo para mí. Como princesa siempre fui marginada, a pesar de tener todo, y como plebeya he conseguido tanto, a pesar de no tener nada.«Qué ironías tiene la vida», pensé.No me considero alguien especial y mucho menos creo ser mejor que los demás."Solo que no te sientes orgullosa de tu sangre real", conciencia mía, como deseo que por unos segundos te calles.
Nuestra vida es prestada, unos viven al límite, otros viven el día a día y muchos viven por vivir. Salir del palacio me abrió los ojos, aquí la gente trabaja tanto que se les olvida como deben vivir. Creo que llegan a pensar que siempre van a tener tiempo para todo. Lo que no sabemos es que si realmente tenemos un después, un tiempo largo o tal vez un mañana.El mejor amigo del vikingo tampoco tuvo la oportunidad de tener su mañana. Para él todo paso muy rápido y su vida se redujo a cuatro meses. Me volví a dar cuenta que deberíamos vivir el hoy como si fuera nuestro último día en esta tierra.Honestamente, no sé qué es lo peor de todo esto. Me explico, él no ha llorado, gritado o incluso hablado. Está en silencio y sin expresión alguna.«Ojalá esa calma sea verdadera», pensé angustiada.Vamos en el auto camino al funeral, no me pregunten donde es. Intenté usar mi Google Maps no les voy a mentir, pero me arrepentí. No creo que sea adecuado usar el celular ahora. La reina jamás me perm
¿Qué es un hermano mayor? Es tener un protector, un mejor amigo que te cuida y quiere por el resto de su vida. Es tener tu propio príncipe azul a la mano.Eso decía Google cuando busque esa definición.¿Qué es tener a mi hermano mayor? Es la perdición, es tener un príncipe con complejo de rey. Un escocés con complejo de superioridad, un idiota con ideas malas y pensamientos extraños. Tener a mi hermano es una bendición, pero la mayor parte del tiempo es una maldición. Es como tener dolor de vientre eterno.El fin del mundo.«De pequeño de seguro se cayó y se golpeó la cabeza, tal vez por eso él sea así. Sí, ha de ser por eso», pensé esperanzada.No es mal chico a veces cuando él es normal hasta resulta encantador. El problema es que muy pocas veces actúa decente.Por ejemplo, hace dos días cuando llegó estuve a punto de un colapso mental. Jamás en mi vida pensé que el vikingo y él se conocieran. O sea, me parece ilógico que Alaric no me dijera que tenía trato con semejante tipo.—Emil
MisaelDurante mi niñez la mayoría de las veces estaba solo. Mis padres estaban demasiado ocupados trabajando y haciendo dinero como para criarme. La señora que limpiaba en casa fue la que estuvo conmigo hasta mis 7 años. Era una excelente mentirosa, dijo que siempre estaría conmigo y fingía quererme. Una noche antes de Navidad, decidió tener un accidente y quedar inconsciente por un largo tiempo. No sé qué paso con ella, solo sé que después de eso no apareció más.El trabajo siempre fue lo primordial en esa casa. Mis padres querían llegar a ser los mejores abogados de Oslo y darme cualquier cosa que yo deseara. El problema fue que me dieron tantas cosas materiales que el amor que un día les pedí, lo llenaron con una cuenta en el banco con bastante dinero.Conocí a Andrés a los 12 años, vivía en su casa la mayor parte del tiempo, éramos él y yo para todos lados. Siempre nos defendimos y conseguíamos a las mejores rubias de toda la ciudad. Tener sexo sin compromiso siempre fue nuestra
Muchas de las veces que he tenido un intercambio de palabras con otras personas terminan sacándome en cara mis malas acciones, experiencias personales, mi personalidad infelizmente desdichada y amargada. Honestamente, no me considero una persona amargada, simplemente tengo un carácter altamente calificado de felicidad diferente.No puedo andar como un imbécil riéndome por todo. Soy una persona alegre cuando no trabajo. No soy un amargado, es más, hasta soy generoso cuando me ruegan por un favor."El único que se considera generoso eres tú, el resto del mundo y yo, te consideramos un...", esa voz en mi cabeza me está empezando a molestar.Vine hasta la empresa de custodios a entregarle un informe a Liam, debíamos firmarlo antes de entregárselo a Sean. Hemos sido asignados como custodios del príncipe, Mohamed Bin Rashid Al Maktum de Emiratos Árabes para cuando asista a eventos especiales de la realeza aquí en Europa.La reina de Escocia aun no firma el acuerdo para que Liam y yo toquemo
Unas horas después llegué a una casa bastante grande, con caballos, duendes y hadas madrinas por todos lados.El perfecto palacio del príncipe y caballero real.¡Ja, que chiste!Mejor está mi casa, este lugar es una casa cuadrada amarilla, con ventanas corredizas cuadradas, una puerta cuadrada y por dentro las paredes son blancas.¿Adivinen cómo?¡Sí, son cuadradas!¡Qué alegría!Edward me invita a sentar en un sofá negro cuadrado y me dice que saldrá para darnos más privacidad. Se le agradece, no quiero que esté presente mientras hablo con mi inquilina.—Señor, no lo esperaba por aquí. ¿Está pasando algo? —pregunta, Emili, con su fina voz escocesa.Observo su cara y tiene unas pequeñas ojeras, estando en mi casa nunca le pasó.Algo le tuvo que pasar entonces para que no pudiera dormir bien.Va vestida de sandalias blancas y un enterizo de blue jeans con camisa blanca. Su cabello negro está suelto y sus carnosos labios están un poco abiertos."Tenías que verle era la ropa. ¡Deja de mi
Emili¿Qué estás dispuesto hacer para conseguir una verdad? Honestamente, yo no estaba dispuesta hacer nada. Alaric, mi adorable hermanito, es tan dramático que puede llegar a hacer un espectáculo de algo tan mínimo como comer pizza con servilleta.«¿Quién come pizza así? Las pizzas se comen con tenedor y cuchillo», pensé indignada.Según mi hermano, el señor vikingo no me odia, solo está un poco confundido con mi presencia. Yo que he estado viviendo con él en ningún momento le he visto un síntoma de confusión. O sea, de por sí qué normal no es, ¿ahora debo agregarle al hermano perdido de Confucio?"Quién sabe, tal vez no sabe si quiere darte duro contra la pared o la mesa", mi conciencia habla divertida.¿Darme duro? Lo que me faltaba, que ahora el señor vikingo sea un golpeador. Eso me indigna horriblemente.Aja, ¿en qué estaba? ¡Ah, sí!Bueno, después de pelearle a mi hermano que no me iría de Noruega por un día entero, accedió a dejarme aquí. El problema es que me dio gripe con fi
Siento un cosquilleo por mi cuello y una respiración que desciende hasta mi pecho. Unas manos acarician mi abdomen de manera pausada provocando que se me escapen varios suspiros, una mano grande y experta toma uno de mis pechos acariciándolo. Abro mis ojos de golpe al sentir la lengua de él en mi seno libre y su mano bajando hacia mi pelvis.Mete su enorme mano en mis bragas y empieza a acariciarme suavemente. Un gemido se escapa de mi boca haciéndolo gruñir de satisfacción. Saca su miembro y lo coloca en la entrada de mi parte íntima. Ansiosa y ya bastante mojada comienzo a moverme haciéndolo entrar lentamente y miles de sensaciones inexplicables hacen temblar a mi cuerpo.—Emili —me llaman a lo lejos—, despierta, no te puedes quedar ahí. Te vas a volver a enfermar. Vamos te llevó a mi casa —me pide una voz familiar.Incómoda y bastante frustrada abro mis ojos tratando de adaptarme a la luz de estas miserables escaleras."Pero no te enojes. ¿Quién te mandó a tener sueños húmedos? Por