Christopher
Durante todo el día he estado tratando de comunicarme con Ashlee, pero no lo consigo.
Ya son cerca de las siete de la tarde y no hay señal alguna de mi chica. De pronto siento el sonido de mi celular y me quita los pensamientos que no me dejan tranquilo. Al revisarlo, es Mike, el que me llama. De inmediato, se me quitan las ganas de hablar pensando que pudiera ser por trabajo, pero de igual forma le contesto.
—Hola, Mike. —Respondo con total desgana.
—Hola, Chris. ¿Cómo estás, amigo?
—No muy bien que digamos.
—Es de suponer...
—¿A qué te refieres? ¿Sabes algo que yo no? —Cuestiono.
—La verdad es que sí, amigo. Pero no soy yo, quien deba decírtelo.
—¿Sabes algo de Ashlee? Tuvimos un problema y no ha llegado a casa ni llamado en todo el día.
—Tranquilo. Está aquí en mi casa. Rachel está con ella ahora.
—¡Estupendo! —Digo entusiasmado ya que al fin sé algo de ella—. Voy ahora mismo para allá. —Lo único que deseo es hablar con ella. Me comienzo a levantar pero mi amigo me lo impide.
—No, amigo, mejor déjala que se quede aquí. No creo que sea buena idea.
—¿Por qué lo dices? ¿Hay algo que deba saber?
—Sí, pero tranquilo. No es nada malo, eso te lo aseguro.
—Dime qué es, entonces. —Prácticamente le suplico desesperado por saber algo más.
—No soy yo quien deba hacerlo. Si lo hago tanto Rachel como ella me castran. —Noto que mi amigo se mofa un poco ante su comentario.
—Está bien. —Digo resignado—. No sé qué puede estar pasando con Ashlee, solo te pido que me la cuides.
—Eso no me lo tienes que pedir.
—Está bien. Trataré de comunicarme con ella mañana.
—Será lo mejor. Solo puedo decir que está bien. Más que nada la veo triste y algo confundida. No sé qué pudo haber pasado entre ustedes, pero estoy seguro podrán solucionarlo.
—Es lo que más deseo. Todavía no entiendo bien qué fue lo pasó.
—Todo debe tener alguna explicación. —Me dice con total confianza.
Me quedo tranquilo al saber que está en la casa de mi amigo. Nos despedimos pero le vuelvo a pedir que la cuide y cualquier cosa que suceda que me avise y estoy pronto en su hogar. Solo deseo que pase rápida la noche y mañana mismo voy a hablar con Ashlee.
Ya más relajado y sabiendo como está, voy a la cocina a prepararme algo liviano para comer. Desde ayer que me encuentro solo, ya que le di unos días libres a Helga. Ya que me los solicito para visitar a sus familiares en Alemania. Menos mal que todo esto sucede justo en su ausencia, ya que estaría muy apenada además de preocupada por Ashlee.
A pesar de no haber comido nada en todo el día, por la preocupación por mi chica, no es mucha el hambre que tengo. Me termino sirviendo un sándwich de pollo con una porción de ensalada César con un jugo de uva.
Mientras como, no dejo de recrear la imagen que vio Ash por la mañana. No logro entender cómo es que llegué a mi departamento pero mucho menos cómo fue que llegamos a mi cama. Por eso es que no comprendo qué ocurrió para que Ashlee nos encontrara así.
Mejor dejo de torturarme y pensar en eso y me centro en lo que debo conversar con ella.
Ashlee
Sin duda mis amigos se esmeraron en hacerme pasar un gran momento junto a ellos.
Después de la cena, nos pusimos a ver una película de mi actor favorito. Michael preparó unos bocadillos para comer mientras la veíamos. A pesar de haber tenido una gran cena, disfrute toda esta comida extra. Al final de cuentas, un picoteo mientras miras una película, nunca está demás.
Antes de instalarnos en la sala a ver la película, Rachel me indicó cuál sería mi habitación, así que al término de ésta, me despido de los chicos y me voy a la habitación que ocuparé mientras esté hospedándome aquí. Rach no quiere que vaya sola, así que me acompaña, lo que finalmente agradezco.
Rachel
—Voy contigo, amiga.
—Te lo agradezco, no me siento bien.
—No te preocupes, vamos.
Me levanto del sofá mientras se despide de mi novio y la acompaño a su habitación.
No la veo bien. Su situación me preocupa. En su estado, sobre todo si es primeriza y está en sus primeros meses, es fácil que pierda ese bebé si no tiene los cuidados necesarios.
—¿Estás más tranquila? —Le pregunto mientras subimos al segundo piso.
—Sí, Rachel. Agradezco la preocupación.
—Somos amigas, estaré siempre que me necesites. —Me da ánimos a la vez que me abraza de costado mientras vamos caminando—. ¿Crees que puedas hablar con Chris mañana?
—No lo sé. Todavía no proceso lo que vi en casa.
—Entiendo. No debe ser fácil de entender por qué lo encontraste así.
Mi amiga solo da un suspiro en respuesta. Es claro que es un tema del que no quiera hablar.
—Ash, solo quiero que sepas que Mike llamó a Chris y le comentó que estás aquí.
—¡Ay, no! —Veo su reacción y es de total miedo.
—Tranquila. Solo le avisó que estás aquí para que no se preocupe.
—¿Sabes si le dijo algo más? —Noto la preocupación en su rostro.
—No, Ashlee. Solo le dijo eso.
—Qué bueno. —Comenta aliviada—. No tengo idea que haría si se apareciera ahora por aquí.
—A lo mejor viene mañana. Pero no te preocupes de eso ahora. Solo ve a la cama. El bebé y tú lo necesitan. Ven conmigo, te prestaré ropa para dormir. —Por suerte somos de la misma talla.
Me sigue en silencio y vamos a mi habitación.
—Toma. —Le indico—. Ve a prepararte y a descansar.
—Gracias, Rach. No quiero molestar.
—No lo haces. Ya te lo dije y Mike también.
—Está bien, ustedes ganan. —Ríe alzando los brazos en señal de rendición. Me da gusto ver que este recuperando su ánimo de a poco.
—Ve a descansar, amiga, lo necesitan.
—Buenas noches, querida. Gracias de nuevo por todo. —Me da un abrazo.
—De nada. Ahora ve a la cama.
Nos despedimos pero le insisto en que si necesita algo me lo diga. Vuelvo a la sala, para ver una película más junto a mi chico. Al cabo de un rato, dejo de mirar la televisión.
—Estoy preocupada por mi amiga. —Suelto de pronto.
—¿Qué sucede, cariño?
—Me inquieta la situación de Ashlee. No está para nada bien.
—Pero... ¿qué tan grave es? —Cuestiona preocupado por nuestros amigos.
Sé que mi amiga se enfadara conmigo si hablo de esto, pero necesito contarlo para poder ayudarla de alguna forma.
—Sucede algo muy grave. Ash me odiará pero quiero ayudarla.
—Pero qué sucede, cariño. Me estás preocupando.
—Ash... encontró a Chris con otra mujer en la cama.
—¿Qué? Pero cómo es posible.
—Ashlee viajó a ver a su familia por un par de días. Allá se enteró que está embarazada por lo que quise volver de sorpresa para contarle a Christopher, lástima que la sorprendida fue ella.
—¡Oh, por Dios! Pobre Ashlee, ahora entiendo todo. ¿Pero mi amigo es un idiota o qué?
—Por lo visto, sí, lo es.
Ninguno dice más nada. Claramente es una situación delicada. Mike me da un beso en la frente y en un silencio algo incómodo nos disponemos a seguir mirando la película.
Michael
Lo que me cuenta mi prometida, es increíble. No puedo creer que mi mejor amigo sea capaz de hacer algo así. Conociéndolo como lo hago, sé que debe haber un enorme malentendido. Haré lo que sea necesario para aclarar este embrollo. Por el momento, es un tema que no deja de darme vueltas, pero será mejor disfrute el resto de la noche junto a Rachel. Desde mañana mismo ayudaré a mi amigo a aclarar esto.
ChristopherPasé gran parte de la noche sin dormir. Solo deseo ver pronto a mi prometida, para tratar de esclarecer lo sucedido.Como las ansias me ganan, me levanto temprano y voy a la cocina a prepararme algo rápido para desayunar.Tengo varias ideas sobre cómo llegar al corazón de mi amada, pero sé que con el detalle más simple lo lograré.Cuando ya estoy listo, regreso a nuestro dormitorio y lo primero que se viene a la mente al ver la cama, es cambiarla por completo, pero conociendo a Ashlee, no será suficiente para aliviar la pena que debe sentir. Creo que llego el momento de hacer lo que tenía previsto una vez nos casemos. Saco mi celular y hago la llamada que necesito. Ultimo detalles y la parte final la hago en la oficina la próxima semana.Me dispongo a salir, por lo que me visto con ropa cómoda. Arreglado y listo, voy directo al su
Escucho como la puerta se abre lentamente. No quiero voltear, porque si lo hago, sé que lo que haré es golpearlo por engañarme hasta el cansancio. Y llorar hasta que no me salgan más lágrimas por el dolor.—Hola, cariño. —Saluda Chris. Su voz denota tristeza. Me da pena. Pero debo ser fuerte por mi hijo. Sin que Chris lo note, me doy cariño en el vientre antes de responderle.—Hola. —Digo sin más.—¿Cómo estás?¿Qué cómo estoy? ¿Qué pregunta es esa? Estoy dolida, me siento engañada. Además de estar embarazada del hombre que amo, me siento defraudada, porque teníamos planes a futuro. Casarnos, tener hijos, tener una casa. Todo se fue. Solo me queda el saberme buena madre del hijo que llevo dentro de mí.No respondo. No me siento capaz de hacerlo.—Ash, cariño...
Se queda quieto. No dice nada. Creo que no se lo esperaba. No sé si tomar bien o no su reacción. ¿Estará feliz? ¿Se habrá molestado? No lo sé.—¿Es en serio, mi amor?—Claro que sí, no te podría mentir con algo así.Sin más palabras se abalanza sobre mí y comienza a llenarme de besos y abrazos. Tal y como hizo antes, no deja de tocarme. Su expresión es de jolgorio y euforia. Nunca lo había visto tan feliz como ahora.Ahora es cuando le creo sus palabras. De que todo se trata de un error. No podía estar más equivocada. Christopher me ama y yo como una tonta dudando de su amor.—¡Te amo, mi corazón!—-Me dice—. ¡Me has hecho el hombre más feliz de la tierra!—Y yo dudando de ti. —Confieso triste.—No, amor. Nunca dudes de mí. Como ya te dije
DÍAS ANTES.EricDe alguna forma debo concretar este maldito trato que tantos dolores de cabeza me ha traído. Si este acuerdo no se lleva a cabo, pierdo a dos de los más grandes inversionistas que ha tenido mi compañía en años. No puedo permitir que esto suceda. Si no me voy a la misma quiebra.Como no tenía mucho que ofrecerle a Adams, conversé con mi hija Angelique y aunque dudó bastante al principio, logró entender que lo hacía pensando en nuestro futuro. Siempre hemos vivido en una buena posición, por lo que cambiar de un día para otro, no es algo que esté en mis planes.Estoy con mi hija almorzando en un restaurante del centro y de pronto suena mi teléfono. Me sorprendo al ver que es Christopher, no esperaba su llamada. Con mala gana, le contesto, aunque obvio que tengo que disimular.
AshleeEstamos llegando al restaurante y nuestros amigos ya nos esperan en la entrada. Chris estaciona el vehículo y una vez todos listos, nos bajamos.—¡Hola, queridos amigos! ¡Tanto tiempo sin vernos! —Nos saluda Héctor muy animoso.—¡Hola, chicos! -Saluda Chris. A su vez, todos nos saludamos de abrazos y besos, ya que hace bastante no nos veíamos.—Los he echado de menos. —Dice Sophie con su pequeño vientre más notorio.—¡Amiga, te ves hermosa y radiante! —Le digo de forma sincera, recordando nuestra última conversación.—Gracias. Ya te contaré algunas cositas.—Yo también tengo cosas que contarte.—Pero bueno, que esperamos, entremos todos de una vez. He cerrado nuestro restaurante por el resto del día, así que estaremos sin inconvenie
ChristopherLuego de despedirnos de las chicas y salir del restaurante, nos subimos a mi auto. Son varias las cosas que necesito resolver lo antes posible, pero deseo que mi chica ya vuelva pronto conmigo, así que me dirijo hacia donde tenía previsto, desde el minuto que me reconcilie con Ashlee. Cuando termine todo este proceso, debo comenzar rápidamente a dilucidar qué sucedió en realidad con Angelique hace unos días atrás.AshleeSon tan lindas las prendas de ropa de bebé, que me dan ganas de comprarlo todo. Voy viendo cada uno de los trajecitos y no sé cuál de todos es más hermoso. Recorriendo la tienda, es increíble ver las cosas que hay para los pequeños, cada paso que doy, veo cosas aún más bellas. Tanto Sophie como yo, nos animamos y decidimos comprar las primeras prendas de n
AshleeA pesar de ser un día ajetreado y agotador para mí, tuve una noche tranquila, pero aun así me desperté temprano porque en realidad estoy deseando tener una grandiosa mañana. Christopher me envía un mensaje diciendo que está por llegar así que me termino de arreglar pronto, estoy deseosa de verlo como no lo había estado hace un tiempo. Creo que de cierta forma, el que ahora no estemos viviendo bajo el mismo techo nos ha ayudado a los dos a llevar mejor esta relación y ahora con todo lo ocurrido nos ayudará a fortalecerla aún más.Decido arreglarme con algo sencillo y maquillarme lo mínimo. Nunca me ha gustado maquillarme en exceso, siento que si lo hago me estaría disfrazando. Cuando estoy terminando de alistarme, siento que tocan a mi puerta y esta se abre.Es Rachel la que entra y me dice:—Vaya, amiga
AshleeTodavía alucino. El doctor Reynolds nos ha confirmado mi embarazo y entre Christopher y yo, cuál de los dos, más contento con la noticia. Llevo en mis manos las fotos de nuestro ‘huevito’. Fue lo primero que se me ocurrió cuando logré distinguir la imagen de nuestro bebé. Me encantaría poder verlas, podría contemplarlas todo el día pero Christopher me tiene los ojos vendados. Según él, me tiene una sorpresa, y que dice me encantará pero no me da ninguna pista como es habitual. A veces, estos jueguitos no me agradan, pero finalmente siempre termino aceptando porque debo darle la razón. No sé dónde vamos pero me doy cuenta que tardamos en llegar ya que lleva manejando al menos unos veinte minutos por lo que logro deducir.—Muy bien, cariño, hemos llegado. —Dice mi novio, luego de estacionar el auto&m