Luego de que la policía se llevara a Angelique, quien hacía un gran escándalo, todas las miradas de los presentes fueron a ver a Christopher quien se retuerce de dolor por la bala recibida.
—¡Mi amor, mi amor! ¡Háblame! —Ashlee le grita al ver que no responde—. ¡No nos dejes, te necesitamos! —Dice entre lágrimas.
Llegan al patio las Thompson y Nana, quienes no presenciaron la escena, observan horrorizadas la situación.
—¡Ay, por Dios! ¿Qué pasó? —Pregunta Ellen.
—¡Llegó la maldita loca y disparó!
—¡Llamaré una ambulancia! —Avisa Helga que vuelve a entrar a la casa .
—¡Hay que tapar la herida, sino seguirá perdiendo sangre! —Dice Melissa—. Buscaré toallas en el baño. &md
La mañana siguiente, Ashlee se despierta y levanta ansiosa visitar a su novio y así poder cerciorarse de que haya pasado una buena noche. Se arregla para poder llegar al hospital lo más pronto posible.Al bajar a la cocina, Nana ya está trabajando y preparando algo para todas para desayunar en familia, tal y como lo han venido haciendo los últimos dos meses. Se ofrece a ayudarle en lo que haga falta mientras bajan las demás.—¿Cómo está mi niño? —Consulta Nana.—Está bien. A pesar de todo, con ánimo. —¡Qué alegría! ¿Y qué te dijeron en el hospital?—Gracias a Dios solo fue una herida superficial pero la pérdida de sangre fue la que hizo que perdiera la conciencia.—¡Ay, cielo santo!—Tenemos que es
AshleeDesde que Christopher volvió a la casa, luego del ataque ocasionado por Angelique la semana pasada, todo ha sido de cuidados y mimos. Cuidados para Christopher y uno que otro mimo, aunque más han sido para mí, después de notar las pataditas que da mi bebé.Tanto Nana como mi familia se han turnado para sentirlas y ya no sé quién las disfruta más, si los demás o yo. No me quiero ni imaginar como serán los próximos meses cuando tenga la barriga más grande.Todos en casa estamos nerviosos, mañana es el gran día. Tengo control médico y sabremos qué será nuestro bebé. Prácticamente todos están haciendo apuestas y planeando el futuro de “huevito". Ahí es cuando tengo que entrar a calmarlos y hacerles entender que lo único y más importante es que nazca sanito y sin complicaci
La casa está llena como nunca. Todos nuestros amigos y familiares están aquí. Estamos compartiendo un gran almuerzo, pero como no queríamos que nadie se preocupe de cocinar, Héctor y Dayalis se preocuparon del banquete, así como también del servicio. Según ellos, era su regalo por la fiesta de revelación.Todavía tengo fresca la memoria de ese día que volvimos de la consulta. Todas en casa, esperaban ansiosas por las novedades. Nos rogaron tanto que se desanimaron completamente cuando les contamos que todavía lo mantendríamos en secreto por un par de semanas más. Les explicamos que deseábamos hacer una fiesta donde pudiéramos compartir con todos nuestros seres queridos. Mel se sintió un poco, pero fue la primera en decir que podía ayudarnos en lo que fuera necesario.Tendremos una gran tarde en familia. Tenemos organizados algunos juegos pero el
Un mes despuésTodo estaba en silencio en la sala. El juez lee un documento que el abogado defensor le acaba de pasar. Christopher se siente temeroso, de que aun puedan salir libres a pesar de tanto daño y locura.El juez lee con atención, con unos pequeños anteojos sobre su nariz. Eric está exhausto, aunque el juicio había sido corto. Pues ambos habían confesado. El juez se aclara la garganta, quitq sus anteojos y los coloca sobre la mesa. Mirando a todos en la sala, inspira profundamente como preparándose para lo que tiene que decir.—Antes de dar mi sentencia, —se mueve incómodo sobre la silla—, es importante mostrar un video de la acusada, la cual se encuentra retenida en el hospital psiquiátrico para su seguridad. —Le hace una se&nti
Tres meses despuésAshleeLos últimos meses han pasado más rápido de lo que creí, estamos tranquilos y disfrutando de los últimos meses de mi embarazo. Mi barriga es tan grande que pareciera que cargo a dos bebés en vez de uno sólo. Jamás creí que subiría tanto de peso. Hay días en los que me vuelvo loca pensando si será verdad cuando Chris me dice que me ama tal y como soy, que si aumente de peso, no le importa, por lo que siempre me regaña cuando me siento insegura.Desde la sentencia final de los Jacobson que mi mundo no se sentía tan tranquilo como hasta ahora. Con Sophie nos hemos puesto al día en muchas cosas, excepto que todavía no me dice con quién está saliendo. Para nosotras es toda una incógnita, pero respetamos su decisión de no querer contarnos. Según n
Ashlee Estoy demasiado nerviosa. Pensar que todos los malos momentos ya se acabaron, pero que hoy se concretan con nuestro matrimonio, donde por fin podremos disfrutar de la felicidad que tanto deseamos. La labor de Tiffany ha sido grandiosa. Nuestro patio se ve bellísimo gracias a toda la decoración floral que nos rodea. En el fondo están acomodadas las sillas que miran a un pequeño altar con un arco blanco en el fondo, adornado con flores blancas hasta llegar al centro en la parte superior donde hay una corona con rosas rojas. Decidimos casarnos al comienzo del atardecer, por lo que se instalaron luces que van desde la casa hasta el altar. Observo escondida desde mi ventana y simplemente me siento como si estuviera soñando. No puedo creer que este día haya llegado. Siento que soy la mujer más afortunada del mundo. Toda nuestra familia y amigos, están aquí acompañándonos. Los pequeños de Steve, mi cuñado, corren por todo el patio
AshleeNo sé qué pensar ni qué hacer, cómo pude ser tan tonta y creer que Christopher, se podría alegrar ante la noticia de que seremos padres.Estoy en un parque sentada cerca del sector de juegos infantiles y miles de ideas llegan a mí. El teléfono, a su vez, que no para de sonar, no me ayuda a tranquilizarme en lo absoluto, y cada tanto que suena, lo único que hago es volver a llorar. Finalmente lo apago, no quiero que nada me moleste.Ya perdí la noción del tiempo que llevo aquí, solo sé, que ha sido mucho más de lo que creía, ya que mi estómago empieza a reclamar, y, aunque, no desee probar bocado, lo debo hacer por el bebé que ya crece dentro de mí. Me levanto de mi asiento y tratando de darme el mejor de los ánimos a mi misma, me dispongo a ir a una cafetería cercana.Al llegar, pido un
ChristopherDurante todo el día he estado tratando de comunicarme con Ashlee, pero no lo consigo.Ya son cerca de las siete de la tarde y no hay señal alguna de mi chica. De pronto siento el sonido de mi celular y me quita los pensamientos que no me dejan tranquilo. Al revisarlo, es Mike, el que me llama. De inmediato, se me quitan las ganas de hablar pensando que pudiera ser por trabajo, pero de igual forma le contesto.—Hola, Mike. —Respondo con total desgana.—Hola, Chris. ¿Cómo estás, amigo?—No muy bien que digamos.—Es de suponer...—¿A qué te refieres? ¿Sabes algo que yo no? —Cuestiono.—La verdad es que sí, amigo. Pero no soy yo, quien deba decírtelo.—¿Sabes algo de Ashlee? Tuvimos un problema y no ha llegado a casa ni llamado en todo el día.