Se queda quieto. No dice nada. Creo que no se lo esperaba. No sé si tomar bien o no su reacción. ¿Estará feliz? ¿Se habrá molestado? No lo sé.
—¿Es en serio, mi amor?
—Claro que sí, no te podría mentir con algo así.
Sin más palabras se abalanza sobre mí y comienza a llenarme de besos y abrazos. Tal y como hizo antes, no deja de tocarme. Su expresión es de jolgorio y euforia. Nunca lo había visto tan feliz como ahora.
Ahora es cuando le creo sus palabras. De que todo se trata de un error. No podía estar más equivocada. Christopher me ama y yo como una tonta dudando de su amor.
—¡Te amo, mi corazón!—-Me dice—. ¡Me has hecho el hombre más feliz de la tierra!
—Y yo dudando de ti. —Confieso triste.
—No, amor. Nunca dudes de mí. Como ya te dije, solo estás tú en mi corazón. ¡Ven aquí!
Me levanta de la cama y del suelo. Haciéndome enroscar mis piernas en su cuerpo. Dándome un abrazo aún más fuerte, aún más apretado.
Me baja y me vuelve a besar.
—¡Qué tonta fui al desconfiar de ti!
Me suelta y se aleja un poco. Se acerca de nuevo a la cama y recoge la cajita de chocolates.
—Ahora podrás golosear, pensando en mí. —Me la ofrece y la recibo—. No habrá día que no te consienta.
—Gracias, mi vida. No sé qué haría sin ti.
—Debo confesarte algo... —Lo miro asustada, él nota mi reacción—. Tranquila, no es nada malo. Estuve pensando mientras sucedió todo esto y ya no habrá razón para volver a nuestro departamento, juntos. Cuando decidas volver junto a mí, porque ya estés más tranquila, una sorpresa espera por ti.
Me siento incrédula a la vez que no entiendo a qué se refiere. Lo miro con interrogante, como tratando de descifrar sus dichos.
—No me mires así, princesa. No te diré nada o dejará de ser sorpresa.
—Está bien. —Me rindo. Aunque lo intente una y mil veces, sé que no dirá nada. Así es él.
—Ven, vamos a decirles a nuestros amigos. —Me toma de la mano, para salir de la habitación, me río.
Llegamos a la sala donde se encuentran Mike y Rachel. Chris alza nuestras manos, cuando se ponen de pie, para indicar que ya todo está bien. Así que se acercan a nosotros para felicitarnos.
—¿Ya le contaste? —Me consulta Michael luego de soltar nuestro abrazo.
—Sí. Ya lo sabe. —La reacción es de alivio.
—Venga, hombre. ¡Felicidades! —Abraza muy contento a su socio.
—Gracias, amigo. Espera... ¿ya lo sabían?
—Sí, Chris. Ashlee ayer nos contó. —Es Rachel quien responde—. Felicidades, papá.
—Gracias. No saben lo feliz que estoy. Y yo que pensaba que saldría rápidamente por esa puerta. —Comenta Chris, señalando la puerta de entrada, a lo que todos reímos.
—Bueno, pero no sucedió. Ya hicieron las pases y ya están juntos de nuevo.
—Con respecto a eso... Hablé con Christopher y no quisiera volver a nuestro departamento. Ustedes ya saben por qué.
—Te entiendo, amiga. —Dice Rachel.
—Socio, puedo hablarte un momento. —Pide Chris.
—Sí, sí, claro. Vamos a mi oficina si gustas.
Los chicos se despiden y aunque tengo la duda sobre qué se trata, no pregunto más. Solo intuyo que tiene que ver con la sorpresa que Christopher me dijo que tenía para mí.
—¿Y? ¿Pudieron conversar todo?
Nos sentamos en el sofá de cuatro cuerpos de la sala para estar más cómodas.
—Creo que sí. Le creo cuando dice que no me engaño, el hecho es cómo saber de qué se trata de una treta o algo así. ¿Quién sería capaz de algo como esto?
—Bueno... La verdad es que yo lo veo muy claro. ¿Quién dijiste que era la mujer que estaba con Chris?
—Angelique Jacobson.
—Entonces, amiga. Está claro que su papá tiene algo que ver con esto.
—¡Oh, cielos! ¡Tienes razón! ¿Cómo no se me ocurrió antes?
—Bueno, ya lo sabemos. Ahora eso no vale más peleas entre ustedes. Ahora deberán descubrir que pasó realmente. Sabemos que Chris te ama, no sería capaz de hacerte eso.
—Lo sé. Como pude ser tan tonta de caer. Christopher no merece que dude de él.
—Tranquila, amiga. Ya lo hablaron todo. Ahora solo hay que descubrir la verdad de todo esto.
Seguimos conversando un rato hasta que aparecen los chicos en la sala de nuevo.
—¿Quién quiere salir a comer fuera? ¡Yo invito! —Exclama Michael.
—Pues yo. Y mi estómago me llama a comer ya. —Y de inmediato mi panza comienza a hacer sonidos. Todos ríen.
—Entonces, vamos todos, yo conduzco. —Dice mi amado.
Al llegar al auto, nuestros amigos se sientan atrás y yo, en el asiento del copiloto. Vamos conversando sobre el único tema en verdad. ¿Por qué hacer algo así? Más vale que no venga nada peor.
—¡Oigan! Solo falto yo y todas las chicas de nuestro grupo estarían embarazadas. —Aclara Rachel de pronto.
—¡Es verdad!
—Vamos a tener que ponernos en campaña, amor mío. —Le dice a Mike.
—Ya veremos qué pasa, cariño. —Le responde. Tomándola de la mano.
—Entonces, ¿qué les parece si vamos al restaurante de Héctor y Dayalis? —Propone Chris.
—Es una excelente idea. Ya mismo llamo a Sophie y así, todo el grupo reunido y les contamos la noticia. —Comento muy contenta.
—¡Gran idea! Hace falta reunión de grupo.
Mientras Chris nos lleva hasta el restaurante, me dispongo a llamar a mi amiga para contarle que todo el grupo se reunirá. Suena bastante animada, ya que hace varias semanas no nos hemos visto. Prometemos contarnos todo.
DÍAS ANTES.EricDe alguna forma debo concretar este maldito trato que tantos dolores de cabeza me ha traído. Si este acuerdo no se lleva a cabo, pierdo a dos de los más grandes inversionistas que ha tenido mi compañía en años. No puedo permitir que esto suceda. Si no me voy a la misma quiebra.Como no tenía mucho que ofrecerle a Adams, conversé con mi hija Angelique y aunque dudó bastante al principio, logró entender que lo hacía pensando en nuestro futuro. Siempre hemos vivido en una buena posición, por lo que cambiar de un día para otro, no es algo que esté en mis planes.Estoy con mi hija almorzando en un restaurante del centro y de pronto suena mi teléfono. Me sorprendo al ver que es Christopher, no esperaba su llamada. Con mala gana, le contesto, aunque obvio que tengo que disimular.
AshleeEstamos llegando al restaurante y nuestros amigos ya nos esperan en la entrada. Chris estaciona el vehículo y una vez todos listos, nos bajamos.—¡Hola, queridos amigos! ¡Tanto tiempo sin vernos! —Nos saluda Héctor muy animoso.—¡Hola, chicos! -Saluda Chris. A su vez, todos nos saludamos de abrazos y besos, ya que hace bastante no nos veíamos.—Los he echado de menos. —Dice Sophie con su pequeño vientre más notorio.—¡Amiga, te ves hermosa y radiante! —Le digo de forma sincera, recordando nuestra última conversación.—Gracias. Ya te contaré algunas cositas.—Yo también tengo cosas que contarte.—Pero bueno, que esperamos, entremos todos de una vez. He cerrado nuestro restaurante por el resto del día, así que estaremos sin inconvenie
ChristopherLuego de despedirnos de las chicas y salir del restaurante, nos subimos a mi auto. Son varias las cosas que necesito resolver lo antes posible, pero deseo que mi chica ya vuelva pronto conmigo, así que me dirijo hacia donde tenía previsto, desde el minuto que me reconcilie con Ashlee. Cuando termine todo este proceso, debo comenzar rápidamente a dilucidar qué sucedió en realidad con Angelique hace unos días atrás.AshleeSon tan lindas las prendas de ropa de bebé, que me dan ganas de comprarlo todo. Voy viendo cada uno de los trajecitos y no sé cuál de todos es más hermoso. Recorriendo la tienda, es increíble ver las cosas que hay para los pequeños, cada paso que doy, veo cosas aún más bellas. Tanto Sophie como yo, nos animamos y decidimos comprar las primeras prendas de n
AshleeA pesar de ser un día ajetreado y agotador para mí, tuve una noche tranquila, pero aun así me desperté temprano porque en realidad estoy deseando tener una grandiosa mañana. Christopher me envía un mensaje diciendo que está por llegar así que me termino de arreglar pronto, estoy deseosa de verlo como no lo había estado hace un tiempo. Creo que de cierta forma, el que ahora no estemos viviendo bajo el mismo techo nos ha ayudado a los dos a llevar mejor esta relación y ahora con todo lo ocurrido nos ayudará a fortalecerla aún más.Decido arreglarme con algo sencillo y maquillarme lo mínimo. Nunca me ha gustado maquillarme en exceso, siento que si lo hago me estaría disfrazando. Cuando estoy terminando de alistarme, siento que tocan a mi puerta y esta se abre.Es Rachel la que entra y me dice:—Vaya, amiga
AshleeTodavía alucino. El doctor Reynolds nos ha confirmado mi embarazo y entre Christopher y yo, cuál de los dos, más contento con la noticia. Llevo en mis manos las fotos de nuestro ‘huevito’. Fue lo primero que se me ocurrió cuando logré distinguir la imagen de nuestro bebé. Me encantaría poder verlas, podría contemplarlas todo el día pero Christopher me tiene los ojos vendados. Según él, me tiene una sorpresa, y que dice me encantará pero no me da ninguna pista como es habitual. A veces, estos jueguitos no me agradan, pero finalmente siempre termino aceptando porque debo darle la razón. No sé dónde vamos pero me doy cuenta que tardamos en llegar ya que lleva manejando al menos unos veinte minutos por lo que logro deducir.—Muy bien, cariño, hemos llegado. —Dice mi novio, luego de estacionar el auto&m
Fue un día perfecto, de muchas emociones. Luego de hacer el amor con Chris, nos dedicamos el resto de la tarde a disfrutar de la compañía del otro. Preparamos una deliciosa comida, recordando los inicios de nuestra relación. Vimos algunas películas de comedia romántica y cada tanto nos volvimos a besar como si no hubiera un mañana.Todo me parece maravilloso en su compañía. Cada momento es único y mejor que el anterior.Hace algunos meses cuando me preguntó si podía ayudarlo con el famoso trato que Jacobson quería imponerle, pensé que estaba completamente loco. Jamás imaginé que aquello que comenzó como un favor, me cambiaría tanto la vida. Hoy me encuentro feliz junto al hombre que amo y comenzando la familia con la que más de alguna vez soñé.—¿En qué piensas? —Me consulta Chris cuando trae
Estoy saliendo por última vez desde mi departamento, ya tengo todo listo para comenzar oficialmente desde hoy, mi nueva vida con Ashlee y nuestro bebé en la nueva casa. Siento que hoy será un día grandioso.Me apresuro como nunca a llegar al hogar de nuestros amigos. Sé que mi chica debe estar tan ansiosa como yo, en todo lo que hoy involucra. Los veinte minutos que me separan de la casa de Mike se me hacen demasiado cortos y ya estoy llegando al portón. Doy un bocinazo avisando de mi llegada. No me sorprendo al ver que es mi chica la que sale por la puerta. Veo que se despide de Rachel y viene a mi encuentro, mientras me bajo del auto y la espero.—Hola, amor. —Dice al llegar a mi lado.—Hola, cariño. —Le respondo con un dulce beso en sus labios—. ¿Cómo estás?—Bien, pero más que nada ansiosa.—Te creo. Ven, vamos. Nos toca
¡Por fin hemos terminado!Gracias a las gestiones que hice, los muebles solo demoraron una hora en llegar. Lo bueno es que enviaron trabajadores para colaborar, ya que compramos una muy buena cantidad de muebles. Además llegaron nuestros amigos para ayudarnos así que todo fluyó mucho mejor.Ashlee no deja de agradecerles a todos por estar aquí con nosotros, así que los invita para que se queden y hagamos una pequeña reunión en casa para inaugurarla. Todos estamos encantados con la idea, pero preferimos hacerlo otro día, considerando nuestro cansancio. Acordamos hacerlo dentro de una semana. Nos despedimos de nuestros amigos quienes se van totalmente agotados.¡Finalmente solos!Agotados nos dejamos caer en el sofá. Ashlee acomoda su cabeza sobre mis piernas, lo que aprovecho para darle mimos como no he podido hacerlo como me gusta hace varios días.—