Estoy saliendo por última vez desde mi departamento, ya tengo todo listo para comenzar oficialmente desde hoy, mi nueva vida con Ashlee y nuestro bebé en la nueva casa. Siento que hoy será un día grandioso.
Me apresuro como nunca a llegar al hogar de nuestros amigos. Sé que mi chica debe estar tan ansiosa como yo, en todo lo que hoy involucra. Los veinte minutos que me separan de la casa de Mike se me hacen demasiado cortos y ya estoy llegando al portón. Doy un bocinazo avisando de mi llegada. No me sorprendo al ver que es mi chica la que sale por la puerta. Veo que se despide de Rachel y viene a mi encuentro, mientras me bajo del auto y la espero.
—Hola, amor. —Dice al llegar a mi lado.
—Hola, cariño. —Le respondo con un dulce beso en sus labios—. ¿Cómo estás?
—Bien, pero más que nada ansiosa.
—Te creo. Ven, vamos. Nos toca
¡Por fin hemos terminado!Gracias a las gestiones que hice, los muebles solo demoraron una hora en llegar. Lo bueno es que enviaron trabajadores para colaborar, ya que compramos una muy buena cantidad de muebles. Además llegaron nuestros amigos para ayudarnos así que todo fluyó mucho mejor.Ashlee no deja de agradecerles a todos por estar aquí con nosotros, así que los invita para que se queden y hagamos una pequeña reunión en casa para inaugurarla. Todos estamos encantados con la idea, pero preferimos hacerlo otro día, considerando nuestro cansancio. Acordamos hacerlo dentro de una semana. Nos despedimos de nuestros amigos quienes se van totalmente agotados.¡Finalmente solos!Agotados nos dejamos caer en el sofá. Ashlee acomoda su cabeza sobre mis piernas, lo que aprovecho para darle mimos como no he podido hacerlo como me gusta hace varios días.—
Este último mes ha tenido de todo. Helga volvió a casa y cada tanto que puede, consiente a Ashlee con todos los antojos que tiene. A ella por supuesto, ya se le notan los tres meses de embarazo y aunque no es prominente, se le contornea el estómago y se le ve el vientre, precioso.A la semana siguiente, tuvimos la reunión con todos nuestros amigos como habíamos acordado. Lo pasamos muy bien, estuvimos con ellos desde medio día, preparando una gran barbacoa con mucha comida, bebidas y tragos. Las chicas contando todas sus anécdotas de embarazada, mientras que Rachel solo rogaba no pasar por nada de eso, cuando sea tu turno. Fue una tarde grandiosa. Aprovechamos también la ocasión para sacar muchas fotografías para después decorar un rincón de la sala con muchas imágenes de nuestra familia y amigos. Todo por idea de mi prometida.Hace una semana, invitamos a nuestras familias a con
Ashlee¿Qué?¿Acaso escuché bien? ¿Angelique está embarazada?—¿Qué ha dicho? —Interroga Chris incrédulo.—Lo que escuchaste, hombre. Voy a ser abuelo. Mi hija hace unos días lo confirmó.—¡No, eso es imposible! No puede ser mío. Yo no he estado con su hija.—No es eso lo que me dijo ella. Todo ocurrió luego de la cena en el restaurante hace un mes atrás.Por mi parte, sigo sin entender nada. Christopher me dijo que todo había sido mentira y que lo habían drogado.—Es imposible, ahora si nos disculpas, nos tenemos que ir. —Vuelve a decir Chris.—El lunes nos vemos en tu oficina. Iré con Angelique, por si no me crees. —Contesta Jacobson mientras nos vamos.Estoy sin palabras. No logro entender nada. De pronto, comienzo a sent
Llegamos a la pequeña oficina y luego de entrar, vemos a nuestros novios muy concentrados ultimando detalles de la nueva campaña. La que le sigue a la que protagonizaron las primas de Sarah. Para no molestarlos, nos regresamos a la sala, esperando que terminen.Decidimos esperarlos con algo rico para comer, así que nos ponemos de acuerdo en preparar sushi, que nos encanta a todos y nos queda muy bien, casi como si fuera hecho en algún restaurante, por suerte tenemos todo lo necesario aquí, no tenemos que preocuparnos de comprar nada extra. Por mi embarazo, nos preocupamos de no ocupar ingredientes crudos, como es el caso de los pescados, así puedo comerlos sin ningún problema y que no me provoque malestares. Para ambas, la parte que menos nos gusta es el lavado del arroz, por lo que lo hacemos rápidamente.Estamos tan animadas y preocupadas de que la preparación salga perfecta que no nos damos cuenta que ll
Suena la estridente alarma, recordándonos que es hora de levantarnos para ir a trabajar. A regañadientes Chris la apaga. Se gira hacia mí y me da los buenos días.—¿Cómo dormiste?—“Huevito" no me causó molestias a diferencia de otros días, así que dormí sin problemas. ¿Y tú?—Bien, igual. Solo que no quería despertar, soñaba dichoso con nuestra familia. No quería que llegara este día.—Te creo, cariño. Hoy nos toca visita en la oficina. —Digo esto último poniendo mala cara, con tan solo recordando lo que nos dijo Jacobson.No sabemos que es lo que sucederá, lo único que yo sí sé, es que esta reunión de grata no tendrá nada y que nada bueno vendrá de ella.—Tú quédate tranquila, ¿bueno? Lo único que t
Luego de asearme en el baño y limpiarme la herida, vuelvo a llamar a Ashlee pero su teléfono sigue apagado. “¿Dónde te metiste, nena?”, me pregunto sin tener respuesta alguna. Nuevamente la llamo pero esta vez dejo que pase al buzón de voz y le dejo un mensaje. Solo espero que me devuelva pronto la llamada y me diga dónde está.—Maldito seas, Eric Jacobson. —Balbuceo en voz alta—. Quién sabe lo que harás pero no te tengo miedo.La rabia que tengo contra el francés crece a cada momento, no dejaré que me intente separar de mi novia. Agarro mi pequeño maletín y me dirijo al ascensor. Si Ashlee salió de aquí, mi recepcionista o el guardia tienen que haberla visto. Estoy asustado, sé que cuando Ash se molesta lo hace en serio y toma acciones prácticamente radicales, sin mencionar que con su embarazo se le revolucionan las hormo
—¡Lo que escuchaste! —Dice mi hija sin más expresión que la de felicidad.—¿Y por qué lo hiciste? Ese no era el plan.—A veces tienes poco tino, papá. No te entiendo, querías hacerle creer a Christopher que estoy esperando un hijo de él, sí o no?. —Asiento con la cabeza—. Bueno, entonces ahora sí puedes con mayor seguridad, exigirle que se casé conmigo. Tendrá que cumplir su palabra.—Ok, pero, ¿y tú que ganas con todo esto?—A mí, ese trato tuyo me da exactamente igual, no quiero casarme a la fuerza. Pero voy a tener este bebé, sí o sí.—¿Por qué? —Pregunto sin entender nada.Mi hija pone los ojos blancos antes de responderme.—Porque estoy enamorada de él, papá. Y como buena Jacobson que soy. Voy a conseguir que se qu
EricVoy saliendo de la oficina de Adams, con opiniones muy encontradas sobre todo esto.No sé qué hacer. Por más que ame a mi hija y desee cerrar el maldito trato con Adams, no puedo apoyarla con esta loca idea que tiene.Me subo a mi vehículo y me dirijo a casa con un tremendo dolor de cabeza. Todo esto y el no poder concretar este bendito trato, me tienen con los nervios de punta.Según mi niña, está enamorada de él y que, es por eso que aceptó finalmente el trato y ayudarme a llevarlo a cabo, pero embarazarse de éste tipo, en la forma en cómo lo hizo es imperdonable. La idea era hacerle creer un embarazo, pero no que lo termine haciendo realidad.No dejo de pensar en todo esto, pero analizándolo a fondo si esto me ayuda a conseguir lo que quiero, lo usaré a mi favor. Adams y su dinero, no podrán escaparse de mí.