Llegamos a la pequeña oficina y luego de entrar, vemos a nuestros novios muy concentrados ultimando detalles de la nueva campaña. La que le sigue a la que protagonizaron las primas de Sarah. Para no molestarlos, nos regresamos a la sala, esperando que terminen.
Decidimos esperarlos con algo rico para comer, así que nos ponemos de acuerdo en preparar sushi, que nos encanta a todos y nos queda muy bien, casi como si fuera hecho en algún restaurante, por suerte tenemos todo lo necesario aquí, no tenemos que preocuparnos de comprar nada extra. Por mi embarazo, nos preocupamos de no ocupar ingredientes crudos, como es el caso de los pescados, así puedo comerlos sin ningún problema y que no me provoque malestares. Para ambas, la parte que menos nos gusta es el lavado del arroz, por lo que lo hacemos rápidamente.
Estamos tan animadas y preocupadas de que la preparación salga perfecta que no nos damos cuenta que ll
Suena la estridente alarma, recordándonos que es hora de levantarnos para ir a trabajar. A regañadientes Chris la apaga. Se gira hacia mí y me da los buenos días.—¿Cómo dormiste?—“Huevito" no me causó molestias a diferencia de otros días, así que dormí sin problemas. ¿Y tú?—Bien, igual. Solo que no quería despertar, soñaba dichoso con nuestra familia. No quería que llegara este día.—Te creo, cariño. Hoy nos toca visita en la oficina. —Digo esto último poniendo mala cara, con tan solo recordando lo que nos dijo Jacobson.No sabemos que es lo que sucederá, lo único que yo sí sé, es que esta reunión de grata no tendrá nada y que nada bueno vendrá de ella.—Tú quédate tranquila, ¿bueno? Lo único que t
Luego de asearme en el baño y limpiarme la herida, vuelvo a llamar a Ashlee pero su teléfono sigue apagado. “¿Dónde te metiste, nena?”, me pregunto sin tener respuesta alguna. Nuevamente la llamo pero esta vez dejo que pase al buzón de voz y le dejo un mensaje. Solo espero que me devuelva pronto la llamada y me diga dónde está.—Maldito seas, Eric Jacobson. —Balbuceo en voz alta—. Quién sabe lo que harás pero no te tengo miedo.La rabia que tengo contra el francés crece a cada momento, no dejaré que me intente separar de mi novia. Agarro mi pequeño maletín y me dirijo al ascensor. Si Ashlee salió de aquí, mi recepcionista o el guardia tienen que haberla visto. Estoy asustado, sé que cuando Ash se molesta lo hace en serio y toma acciones prácticamente radicales, sin mencionar que con su embarazo se le revolucionan las hormo
—¡Lo que escuchaste! —Dice mi hija sin más expresión que la de felicidad.—¿Y por qué lo hiciste? Ese no era el plan.—A veces tienes poco tino, papá. No te entiendo, querías hacerle creer a Christopher que estoy esperando un hijo de él, sí o no?. —Asiento con la cabeza—. Bueno, entonces ahora sí puedes con mayor seguridad, exigirle que se casé conmigo. Tendrá que cumplir su palabra.—Ok, pero, ¿y tú que ganas con todo esto?—A mí, ese trato tuyo me da exactamente igual, no quiero casarme a la fuerza. Pero voy a tener este bebé, sí o sí.—¿Por qué? —Pregunto sin entender nada.Mi hija pone los ojos blancos antes de responderme.—Porque estoy enamorada de él, papá. Y como buena Jacobson que soy. Voy a conseguir que se qu
EricVoy saliendo de la oficina de Adams, con opiniones muy encontradas sobre todo esto.No sé qué hacer. Por más que ame a mi hija y desee cerrar el maldito trato con Adams, no puedo apoyarla con esta loca idea que tiene.Me subo a mi vehículo y me dirijo a casa con un tremendo dolor de cabeza. Todo esto y el no poder concretar este bendito trato, me tienen con los nervios de punta.Según mi niña, está enamorada de él y que, es por eso que aceptó finalmente el trato y ayudarme a llevarlo a cabo, pero embarazarse de éste tipo, en la forma en cómo lo hizo es imperdonable. La idea era hacerle creer un embarazo, pero no que lo termine haciendo realidad.No dejo de pensar en todo esto, pero analizándolo a fondo si esto me ayuda a conseguir lo que quiero, lo usaré a mi favor. Adams y su dinero, no podrán escaparse de mí.
RachelHoy es la fiesta sorpresa de las chicas. Estoy muy emocionada porque a pesar de que algunas cosas me resultaron más difíciles que otras, todo va saliendo bien de momento.La ayuda de los hombres fue esencial en esto. Héctor y Chris lograron coordinar con las familias de Dayalis, Sophie y Ashlee e hicieron las invitaciones correspondientes. Mike me ayudó a organizar todo lo de la fiesta. Y debo decir que el lugar que arrendamos se ve maravilloso con la decoración. Estoy segura de que ninguna de las chicas se espera todo esto. ¡Estarán muy felices!Miro mi reloj de pulsera y solo quedan unos quince minutos para que lleguen y ya me estoy comenzando a poner nerviosa. Sigo yendo de una lado para otro que todo este perfecto. El sector de comida y el de los regalos para las mamitas y los nuevos bebés. De momento, sabemos que el bebé de Day es niña y se llamará Lua. Hace uno
Todos observan en silencio y nadie sabe qué decir. Los únicos que entienden la situación son Ashlee y Christopher, lo que no saben es cómo Angelique supo de la fiesta y llego hasta ella.Ash teme que sus peores pesadillas se hagan realidad y Chris solo desea sacar pronto a esta chica de allí. —¿Qué me ven? ¿Por qué tan callados? ¿Nadie va a felicitarme? —Angelique comienza a provocar con sus dichos—. El padre de mi hijo está aquí así que ven a recibirme, cariño.Ashlee no puede creer lo que sale de la boca de su enemiga y mira a su novio, completamente aterrada. Christopher por su parte, solo quiere callarla y, por supuesto, sacarla de allí. Sin perder más tiempo, se acerca hasta ella y la agarra del brazo de forma brusca, no le importa si le hace daño, solo desea sacarla de su vista, especialmen
AshleeLlegamos al hospital y vamos hasta el área de maternidad. Al llegar, vemos a los padres de Héctor y Dayalis quienes nos reciben muy contentos. Nos explican que finalmente la pequeña Lua nació y que no ocurrieron inconvenientes por lo que tanto ella como su madre, están bien.Los abrazamos muy contentos y felicitándolos por la nueva integrante de la familia. Héctor es quien les avisa del nacimiento de la pequeña, pero están muy ansiosos porque todavía no han podido verla.Les comento de la llamada que nos hizo nuestro amigo hace un rato y que los demás del grupo también llegarán pronto, lo que hace, que los abuelos de la pequeña Lua se pongan muy alegres de que su nieta sea tan querida desde antes de nacer.No pasa mucho tiempo en que mi estómago vuelve a hacerse notar, por lo que me disculpo con los padres de Héctor y Day y
ChristopherMientras vamos caminando, busco la llave del vehículo y me suena el celular, me detengo un momento pero Ashlee sigue adelante y no me oye cuando le pido se detenga.Saco mi teléfono y es un mensaje de texto el que llena mi pantalla.«Te lo advertí.»Luego de eso aparecen de inmediato dos imágenes de nosotros. ¡No lo puedo creer! ¡Nos están siguiendo! En una imagen aparece Ashlee caminando y ¡oh, por Dios, eso es ahora! y en la otra estoy yo, revisando mi teléfono.Levanto la cabeza y veo a Ashlee algo alejada, miro hacia la izquierda y escucho el motor de un auto. No logro ver quién conduce el vehículo pero comienza a andar en dirección a mi novia.¡Oh, no! ¡La van a matar, por Dios!—¡¡¡¡Ashlee!!!!Mi novia me escucha ¡gracias al cielo!, se detiene y da la vuelta