Todos observan en silencio y nadie sabe qué decir. Los únicos que entienden la situación son Ashlee y Christopher, lo que no saben es cómo Angelique supo de la fiesta y llego hasta ella.
Ash teme que sus peores pesadillas se hagan realidad y Chris solo desea sacar pronto a esta chica de allí.
—¿Qué me ven? ¿Por qué tan callados? ¿Nadie va a felicitarme? —Angelique comienza a provocar con sus dichos—. El padre de mi hijo está aquí así que ven a recibirme, cariño.
Ashlee no puede creer lo que sale de la boca de su enemiga y mira a su novio, completamente aterrada. Christopher por su parte, solo quiere callarla y, por supuesto, sacarla de allí. Sin perder más tiempo, se acerca hasta ella y la agarra del brazo de forma brusca, no le importa si le hace daño, solo desea sacarla de su vista, especialmen
AshleeLlegamos al hospital y vamos hasta el área de maternidad. Al llegar, vemos a los padres de Héctor y Dayalis quienes nos reciben muy contentos. Nos explican que finalmente la pequeña Lua nació y que no ocurrieron inconvenientes por lo que tanto ella como su madre, están bien.Los abrazamos muy contentos y felicitándolos por la nueva integrante de la familia. Héctor es quien les avisa del nacimiento de la pequeña, pero están muy ansiosos porque todavía no han podido verla.Les comento de la llamada que nos hizo nuestro amigo hace un rato y que los demás del grupo también llegarán pronto, lo que hace, que los abuelos de la pequeña Lua se pongan muy alegres de que su nieta sea tan querida desde antes de nacer.No pasa mucho tiempo en que mi estómago vuelve a hacerse notar, por lo que me disculpo con los padres de Héctor y Day y
ChristopherMientras vamos caminando, busco la llave del vehículo y me suena el celular, me detengo un momento pero Ashlee sigue adelante y no me oye cuando le pido se detenga.Saco mi teléfono y es un mensaje de texto el que llena mi pantalla.«Te lo advertí.»Luego de eso aparecen de inmediato dos imágenes de nosotros. ¡No lo puedo creer! ¡Nos están siguiendo! En una imagen aparece Ashlee caminando y ¡oh, por Dios, eso es ahora! y en la otra estoy yo, revisando mi teléfono.Levanto la cabeza y veo a Ashlee algo alejada, miro hacia la izquierda y escucho el motor de un auto. No logro ver quién conduce el vehículo pero comienza a andar en dirección a mi novia.¡Oh, no! ¡La van a matar, por Dios!—¡¡¡¡Ashlee!!!!Mi novia me escucha ¡gracias al cielo!, se detiene y da la vuelta
AshleeVeo a Chris alejarse hasta el elevador y me concentro en continuar el trabajo, no me gusta dejar nada pendiente para el día siguiente, por lo que me pongo manos a la obra.Cuando termino mis labores, llamo a Nana por teléfono para avisarle que deseo hacer una cena especial y le pido si puede ir al supermercado a comprar lo que se necesite, le comento que llegaré sola, que es una sorpresa para Chris. Como siempre, no se hace problema y me pide que le indique lo que debe comprar. Le voy dictando lo que necesito mientras toma nota y cuando estamos listas, nos despedimos. Me alisto para salir y voy por fin a descansar a casa.Como siempre venimos al trabajo con Chris y su auto, hoy me toca tomar un taxi. Gracias a Dios consigo uno a la salida del edificio y voy rápidamente a casa.Pago al conductor y me bajo. Al entrar voy a mi dormitorio y me cambio de ropa. Hace algunos días se me comenzaron a hinchar
AngeliqueMi papá se va a la reunión a la que Chris lo citó. No me dio más detalles porque ni él sabe de qué trata ni tampoco cuánto va a demorar. Apenas cruza la puerta me pongo nerviosa e impaciente.Estaba viendo televisión con Sarah pero la dejo en la sala y me voy a mi habitación. Decido buscar el vestuario que usaré para la próxima vez que lo vea.Desde que lo vi por primera vez, supe que él era el hombre que tanto había esperado. Guapo, dulce, protector además de millonario. ¿Qué más podía pedir?Durante meses mi papá me habló de un posible matrimonio. Acepto que en un inicio lo vi como un medio para un fin. Pero esa idea acabó el día que le conocí.La forma en como me miró, su manera de tratarme, me dijeron que él sentía por mi lo mismo que yo. Sin
ChristopherVeo a uno de los paramédicos salir de la zona de urgencias y se acerca a mí.—Buenas tardes. ¿Es usted quien trajo a la señorita con sangrado?—Sí, así es. Dígame, por favor, cómo están.—Ella y el bebé se encuentran en buen estado. Nada de qué preocuparse.—¿Y el sangrado?—La hemorragia se debió a algún estrés postraumático. ¿Ha llevado bien el embarazo en las últimas semanas?—Las últimas semanas han sido de arduo trabajo, pero siempre tomando los resguardos por ella y el embarazo.—Entiendo. Por ahora deberá permanecer en reposo. Ya pasó el primer trimestre pero debido a la cantidad de sangre que perdió, es lo mejor, deberá tener reposo absoluto durante un mes. ¿De acuerdo?—S&ia
Ya ha pasado una semana desde que le dieron el alta a Ashlee, luego de un par de días en el hospital. Ha sido algo difícil hacerla entender que debe hacer reposo, no recordaba que a veces puede ser tan terca. Según dice, no soporta la idea de estar encerrada en nuestra habitación todo el día y que es demasiado el trabajo que está dejando pendiente.Como no he podido y no podré estar todo el tiempo en casa con ella, he decidido darle una sorpresa. Hoy en la tarde, llegan su madre y su hermana para hacerle compañía el tiempo que sea necesario. Mel ya terminó los estudios por este año y Ellen ha decidido darse un descanso del trabajo que le da su tienda. Es lo mejor para ella, sé que estará muy contenta.A regañadientes acepté adecuar un espacio de la sala para que Ashlee esté cómoda mientras deba hacer el reposo, no esté tan aislada y pueda charla
Hemos llegado a la casa y los tres estamos muy contentos. Previo a nuestro arribo, le envié un mensaje de texto a Nana, avisando para que nos reciba con algo preparado para comer.Como sé que desde donde se encuentra Ashlee no tiene visión alguna hasta la entrada, podemos entrar sin problemas. Me aseguro de decirle a mi suegra que se mantengan escondidas y en silencio.—Hola, cariño. Ya llegué. —Saludo alegre como si nada pasara y le entrego las flores que compre para ella.—Hola, Chris, al fin llegaste. —Dice Ashlee acomodándose en el sillón.—¿Cómo así? —Pregunto sin entenderlo.—Sé que Nana ayuda a que el día sea más llevadero, pero te echo mucho de menos. A veces estoy algo aburrida.—Entiendo, pero creo que lo que tengo que mostrarte, te animará un poco.—¿Ah, sí? &i
EricMe siento inquieto. Angelique ha estado inquieta y soñando prácticamente despierta con todo lo relacionado de Christopher Adams y la bendita boda. Estoy algo asustado por lo que pueda pasar, por lo general no me asusto tan fácilmente pero con Angelique la situación se vuelve distinta. Lo único claro que tengo es que debo conversar con mi hija lo antes posible.Me dirijo a su habitación pero me doy cuenta que no está. La busco por el resto de la casa pero no está en ninguna parte. «¿Dónde estás?». La llamo a su celular pero no contesta. La contacto al menos cinco veces durante un buen rato y nada, la respuesta es la misma. De la rabia tiro mi teléfono al suelo y este se rompe. ¡Maldita sea! Voy a levantarlo y lo arreglo. Por suerte sigue funcionando.Voy hasta el pequeño bar que tenemos en un costado de la cocina y me sirvo un vaso de wh