Ya ha pasado una semana desde que le dieron el alta a Ashlee, luego de un par de días en el hospital. Ha sido algo difícil hacerla entender que debe hacer reposo, no recordaba que a veces puede ser tan terca. Según dice, no soporta la idea de estar encerrada en nuestra habitación todo el día y que es demasiado el trabajo que está dejando pendiente.
Como no he podido y no podré estar todo el tiempo en casa con ella, he decidido darle una sorpresa. Hoy en la tarde, llegan su madre y su hermana para hacerle compañía el tiempo que sea necesario. Mel ya terminó los estudios por este año y Ellen ha decidido darse un descanso del trabajo que le da su tienda. Es lo mejor para ella, sé que estará muy contenta.
A regañadientes acepté adecuar un espacio de la sala para que Ashlee esté cómoda mientras deba hacer el reposo, no esté tan aislada y pueda charla
Hemos llegado a la casa y los tres estamos muy contentos. Previo a nuestro arribo, le envié un mensaje de texto a Nana, avisando para que nos reciba con algo preparado para comer.Como sé que desde donde se encuentra Ashlee no tiene visión alguna hasta la entrada, podemos entrar sin problemas. Me aseguro de decirle a mi suegra que se mantengan escondidas y en silencio.—Hola, cariño. Ya llegué. —Saludo alegre como si nada pasara y le entrego las flores que compre para ella.—Hola, Chris, al fin llegaste. —Dice Ashlee acomodándose en el sillón.—¿Cómo así? —Pregunto sin entenderlo.—Sé que Nana ayuda a que el día sea más llevadero, pero te echo mucho de menos. A veces estoy algo aburrida.—Entiendo, pero creo que lo que tengo que mostrarte, te animará un poco.—¿Ah, sí? &i
EricMe siento inquieto. Angelique ha estado inquieta y soñando prácticamente despierta con todo lo relacionado de Christopher Adams y la bendita boda. Estoy algo asustado por lo que pueda pasar, por lo general no me asusto tan fácilmente pero con Angelique la situación se vuelve distinta. Lo único claro que tengo es que debo conversar con mi hija lo antes posible.Me dirijo a su habitación pero me doy cuenta que no está. La busco por el resto de la casa pero no está en ninguna parte. «¿Dónde estás?». La llamo a su celular pero no contesta. La contacto al menos cinco veces durante un buen rato y nada, la respuesta es la misma. De la rabia tiro mi teléfono al suelo y este se rompe. ¡Maldita sea! Voy a levantarlo y lo arreglo. Por suerte sigue funcionando.Voy hasta el pequeño bar que tenemos en un costado de la cocina y me sirvo un vaso de wh
AngeliqueLuego de enterarme de que la estúpida de Ashlee tuvo un aborto, mis planes de boda siguen en pie como el primer día. Ahora sí, ya no hay nada que los una, por lo que muy pronto mi Christopher por fin estará conmigo.Dejo a mi papá en la sala para que siga trabajando, paso por la cocina para servirme un vaso de jugo de naranja y unas galletas. Quiero comer algo suave antes de la cena. Cuando tengo mi pequeña bandeja lista, voy a mi habitación para seguir buscando la información que necesito.Son tantas las cosas que me faltan por hacer y falta tan poco para que llegue la fecha de nuestro gran día. Ya tengo un mes de embarazo y por ningún momento voy a esperar a casarme y tener la barriga gorda por el bebé. Tengo que verme estupenda y si debo adelantarla, sé que Chris estará feliz con mi decisión.De pronto suena mi teléfono y veo
La familia Thompson quiso recorrer la ciudad y comprar algunas cosas que necesitan mientras dure su estadía con Ashlee y Christopher. Él se ofrece a acompañarlas y pasar la mañana con ellas, pero ambas se negaron alegando de que no desean quitarle su tiempo ni tampoco dejar a Ashlee sola. Por lo que al volver a casa, Christopher va un momento a su oficina para avanzar algo del trabajo desde casa. De lo que no se percata es que deja su teléfono olvidado en la sala. Ashlee se queda viendo una película y se da cuenta cuando el teléfono suena. —¡Chris! ¡Amor! —Lo llama pero no obtiene respuesta. Decide tomar el aparato y revisar por si es algo importante, pero se queda algo inquieta al ver que no tiene el número registrado. «Qué raro», piensa. Ante la curiosidad por saber de quién se trata, decide abrir los mensajes y se sorprende ante lo que su
ChristopherLuego de que Ashlee saliera de la oficina, me quedé estupefacto. No puedo creer lo que está sucediendo, pareciera que los Jacobson cada vez se acercan más a su cometido de separarnos. Siento que estoy llegando a un colapso, pero sé que debo ser fuerte ante Ashlee y quienes nos quieren hacer daño.Suena mi teléfono y veo que es Ellen quien llama. Le contesto y nos ponemos de acuerdo para que las vaya a buscar como habíamos acordado más temprano.Corto la llamada y me dispongo a salir. Cuando llego a la sala veo a Ashlee viendo televisión, se gira al sentirme en la habitación y me mira, todavía la veo molesta y prefiero salir sin decirle nada, aunque sé que eso pueda ser peor.Salgo de la casa sintiendo un dolor en el pecho, sé que Ashlee está molesta, solo espero que más tarde podamos conversar sin que tengamos una discusi&oacu
Los Jacobson definitivamente están locos. Debo sacármelos de encima como sea. No voy a permitir que arruinen mi relación con Ashlee y todo lo que hemos formado en estos meses juntos. La amo con mi vida y no permitiré que lo arruinen.Mientras camino hasta mi auto llamo a Angelique para citarla. Saco el teléfono de mi bolsillo y le marco.—¡Hola, mi amor! —Por lo visto se alegra bastante con mi llamada—. ¡Por fin me llamas!—Necesito que nos veamos. —Le hablo de forma cortante. No soporto que sea tan empalagosa cuando no somos nada.—Sí, claro. Tú dime dónde y cuándo.—En el restaurante “The Capital Grille” en una hora.—Claro que sí. Nos vemos, cariño.—Hasta pronto. —Corto sin despedirme.Lamento no almorzar con mi familia pero esto debo resolverlo cuanto ante
ChristopherLlego en el momento justo cuando Angelique cae por las escaleras. ¿Qué sucede aquí? No entiendo nada, lo único claro es que Ashlee está aterrada. Nuestras miradas se cruzan y su temor es palpable. Por más que Angelique haya caído y puede estar herida, mi corazón me envía a subir las escaleras y chequear si mi novia se encuentra bien.Luego de comprobarlo, bajo nuevamente a revisar a Angelique y noto que está sangrando. Le digo a Ashlee lo que sucede mientras entran a la casa mi suegra y cuñada.—¡¿Qué pasó?! ¿Quién es ella? —Ellen mira a mi novia que todavía no sale de su estado de shock— Mi niña ¿estás bien?—Sí, mamá. Yo estoy bien, pero ella parece que no.—¡Está sangrando! —Mel se da cuenta de la situación&
ChristopherAcabamos de salir con Ashlee de la estación de policía. He entregado todas las pruebas que recolecté en todo este tiempo en contra de los Jacobson; grabaciones de voz, el análisis de drogas, mensajes de amenazas, además de las fotografías que nos tomaron. Solo espero que todo sea suficiente para detenerlos de una buena vez. Solo hay una cosa de la que no tengo pruebas y necesito que Angelique confiese.Ambos estamos nerviosos porque no sabemos cuándo terminará todo esto, solo deseamos que sea lo antes posible. Jamás pensé que para poder ser feliz con la mujer que amo debía pasar por todas estas pruebas.—¿Cómo te sientes? —Le consulto porque la noto algo inquieta.—Nerviosa y preocupada, pero más tranquila, porque gracias a las pruebas que pudiste entregar, es cosa que por fin los detengan.—Ya ve