Apoyándome en mí mismo, receloso de todos, ya que no quería que nadie me dañara, pero nada en la vida es un absoluto. Así es la vida, no todo puede ser como uno quiere.
Mis pensamientos se vuelven un caos de solo recordar el pasado. Al encontrarme mucho tiempo viendo a la nada decido despejar mi mente, después de todo no quiero que Lucas haga preguntas, a pesar de que sabe que no voy a responderle igual las hará. Así es la personalidad curiosa del hombre.
—Ya está listo el café hombre, ¿Vas a querer? —me pregunta.
— ¿Es eso acaso una pregunta? —le digo en tono de broma.
En lo que él termina de echar el líquido en nuestras tazas, me dispongo a trasladar mi mirada hacia el exterior. Logro vislumbrar a través de las ventanas de la sala como se va iluminando poco a poco el cielo, eso es muestra que está por salir el sol. Es sorprendente como un lugar como Miami puede ser caluroso en el día, pero cuando se entraba la mañana hay un frío horrible, al menos en la zona donde vivo.
— ¿Te vas a ir de una vez o te vas a ir con esa camisa a la estación? —pregunto cuando lo veo acercarse a mi vestido de civil.
— ¿Qué paso hombre acaso quieres que me vaya?
— ¿Qué tú crees? —le digo con una sonrisa enigmática, no queriendo responder directamente a su duda.
—Me hieres… —comenta a la vez que se coloca su mano sobre el pecho como si realmente lo hubiese herido de alguna manera.
— ¿Cómo aceptaron en las fuerzas a un hombre como tú? ¿No hay un momento de seriedad en tu vida? —ruedo los ojos al ver su actitud bromista.
—Claro que la hay… —me veo atrapado por la seriedad con la que habla, pero sus siguientes palabras rompen la atmosfera—. Cuando estoy en la cama con una mujer soy el hombre más serio del mundo, después de todo ahí es cuando tengo que estar más concentrado. Ya que si no lo estoy podría perder…
—Sabes que, me importa una m****a lo que vayas a decir. Me voy a tomar un baño, espero que cuando salga de mi ducha ya te hayas ido a donde sea que quieras ir a estar horas —le interrumpo antes de que pueda seguir con sus estupideces.
— ¡Oye hombre! —exclama, pero lo ignoro para seguir con mi camino hacia el interior a mi habitación.
Un suspiro sale de mis labios al momento de entrar, es como si hubiera sido una carga haber estado afuera conversando con Lucas. Me paso la mano por la frente, respiro profundamente para luego encaminarme hacia el interior de mi cuarto de baño. Me deshago de una vez por todas la camisa que traía puesta, me retiro la camisa negra quedando con mi torso al descubierto, a través del espejo logro ver el estado en que me encuentro.
Vislumbro algunas cicatrices a través de mi torso, examino cada parte de mi cuerpo sabiendo de donde provienen cada uno de ellos. — ¿Quién dijo que ser un oficial de policía era fácil? —. Me acerco para abrir la llave del lavamanos, me lavo la cara con calma limpiando cualquier residuo de preocupación que se haya encontrado en mí.
Vuelvo a posicionar mi mirada en el espejo, me encuentro con mi mirada oscura a través del espejo, si hay algo que no he podido evitar notar es la oscuridad en la profundidad de mis ojos. Es como si fuera un presentimiento en mi interior, uno que me dijera que siempre estaré solo.
A lo largo de mi vida siempre he visto como una buena persona, o al menos eso pienso. He visto como personas malas tienen vidas envidiables, mientras que yo, una persona que siempre se ha mantenido caminando en la ley, en la legalidad, no me ha ido tan bien como supondría.
No recuerdo cuando fue la última vez que estuve con alguien, entre mis ocupaciones en la estación y hacer ejercicio para que mis demonios internos no salgan a la luz, me he visto acorralado.
Es como si una energía misteriosa me impidiera seguir con mi vida.
— ¿Qué clase de Karma he contraído como para que me esté pasando esto?
Al no encontrar una respuesta que me satisfaga me dispongo a tomar esa ducha que he ido atrasando con el pasar de los minutos.
Me retiro el short que traía puesto, seguido de mi ropa interior. Para luego introducirme en el interior de la ducha, abro inmediatamente la llave; gradúo la temperatura para que salga agua tibia de las tuberías, me introduzco debajo de la lluvia artificial permitiendo que se lave cada parte de mi cuerpo, coloco mis manos sobre la pared de la ducha con mi cabeza baja.
Dejo que el agua transite por mi espalda, a la vez que siento como calma cada uno de mis músculos en tensión, después de mucho tiempo levanto mi rostro de la posición donde se encontraba.
El agua entra en contacto con mi rostro, es justo ese momento cuando tomo el gel de baño sobre la superficie que se encuentra a la altura de mi pecho. Esparzo un poco sobre mi mano para luego comenzar a restregar cada parte de mi cuerpo, comenzando por mi cuello, bajando por mi pecho y abdominales firmes.
Tengo que mantener mi cuerpo atlético por el área donde me encuentro. Ya que en ocasiones me toca estar en redadas, para impedir que alguien se la quiera dar de listo.
Vuelvo a introducirme bajo el agua, con el objetivo de que esta se lleve todos los residuos que pudiesen quedar en mi cuerpo debido a la forma en que me levante en la mañana. Luego de eso me inclino para tomar el champú entre mis manos para echar un poco en mi cabello. Pensamientos varios llegan a mi mente, logrando que me pierda en el momento.
Enfoco en limpiarme, masajeando con suavidad mi cabello castaño claro. Después de retirarme todo me dispongo a tomar mi toalla para proceder a secarme.
Camino con calma hacia el espejo. Tomo la crema de afeitar que siempre dejo al lado de la jabonera. Para proceder a tomar la cuchilla para darme un repaso por el rostro, me lavo con un jabón para la cara.
Me dirijo hacia el interior de mi habitación nuevamente con una toalla anudada en mi cintura, luego de haber hecho mis necesidades y haberme lavado los dientes. Me ubico en la entrada de mi closet, para comenzar a tomar la distintiva camisa azul oscuro. Inclino mi torso hasta que llego a tomar de la parte inferior; el pantalón negro, seguido de mis zapatos negros.
Encamino mis pasos nuevamente hacia mi cama, no sin antes tomar mi ropa interior. Uso mis artículos de aseo personal para luego comenzar a vestirme con calma, al comprobar que tengo todo en su lugar, me agacho para tomar el arma que justo está debajo de cama. Me la coloco en el cinturón para salir de una vez por todas hacia la sala.
—Al menos tuvo la decencia de irse, hubiese sido raro si se quedara más tiempo. Después de todo no somos precisamente muy allegados, solamente no quería que se fuera a su casa en ese estado de ebriedad, podría causar un accidente que haría que su historial sea tachado
Tomo la cafetera para llenar mi taza, tomo un pequeño sorbo permitiendo que este líquido pueda lograr despertarme por completo. Para mi tranquilidad, si lo hace, esto logra calmar mi dolor de cabeza.
—Aquí vamos de nuevo, otro día rutinario en mi vida sin nada más que aportar, después de todo hoy me toca vigilar las celdas donde traen a las personas problemáticas —con esto salgo de una vez de mi apartamento.
No puedo evitar encontrarme perdida en mis pensamientos a raíz de la bomba que me acaba de soltar Arlette, no puedo hacer nada sino preocuparme por ella. Lo que nunca me ha gustado de ella es que es muy inocente, cuando me entere de la jugada que uso su novio, ahora ex, para meterse en sus bragas me llene de furia.¿Cómo vas a emplear algo tan bajo como el tiempo para tener relaciones con tu novia?, no entiendo como hay personas que se van por las ramas. ¿No es mejor decir de una vez que eres un imbécil que solo busca meterse en tu vagina?, no es mejor hablar de una puta vez con la verdad que querer convencer a los demás de ser alguien que no eres.Lamentablemente, yo opté por no ir a esa salida, de otra manera eso nunca hubiese pasado, siempre me he sentido como su protectora.No quiero que nadie le haga daño, tristemente justo en esa salida a la que no fui, es cuando él se aprovechó de mi ausencia para hacer de las suyas. Y claro, ella con el pánico de que él la dejara por alguien m
—Hola campeón, ¿Cómo vas con tu mami? —solo por su tono soy capaz de darme cuenta del parentesco entre ellos.—Muy bien papi, pero tenía sed, por lo que vinimos por una bebida. La amable señorita nos facilitó una —me señala con una sonrisa deslumbrante en sus labios.—Muchas gracias por su atención —me comenta con una sonrisa, pasándome una propina.—No, señor, no es necesario —ahora me siento culpable por mis deseos mundanos.— ¡Yo insisto! —exclama con una sonrisa.Acepto con una sonrisa encantada, con la calidez con la que habla con su hijo, pero cuando ve a su mujer me quedo embobada. Ahora es que noto que a mí me dirigió una simple sonrisa cordial, ya que su verdadera sonrisa estaba dirigida a la que supongo que es su esposa.No puedo evitar no estar feliz, después de todo a pesar de que tuve pensamientos sobre él, el hecho de ver el amor con que trata a su familia. Ese amor es innegable; es un amor entrañable que viene de lo más profundo de su ser.Eso es justo lo que a mí me hu
— ¡Arlie!, Amiga, necesito urgentemente tu ayuda en estos momentos —me alejo después de escuchar que le contestan la llamada.Me mantengo a un par de metros de ella dándole su espacio para que pueda hablar con calma, en lo que tarda en hacerlo no puedo evitar analizar lo que me dijo. Estoy sorprendido por su manera de desenvolverse, es como si fuese completamente abierta de mente, y no sé cómo sentirme con eso. Nunca me había encontrado con una mujer así.Estoy acostumbrado a ver mujeres más gentiles, menos volátiles como lo es esta chica. Observo como enrosca si dedo en uno de sus rizos mientras habla por teléfono, me encuentro atraído por el tono de su voz.Hay algo en ella que me hace preguntar que la trajo aquí. Aunque viéndola, y comprendiendo que normalmente las personas que vienen aquí son alborotadores que vienen cuando se presenta algún desorden público, no me extraña.Además, si sumamos la manera en que está vestida, con un escote pronunciado a raíz de una blusa negra seguid
Doy un leve vistazo a cada uno de los nombres de las personas, tratando de identificar el nombre de una de las mujeres, esperando encontrar el que me interesa; esto se hace con base en su identificación.Ya que ha habido oportunidades donde han dado un nombre falso, lo cual me parece absurdo porque en su identificación aparece uno completamente diferente. El mundo está lleno de todo tipo de personas. Escucho que abren la puerta, por lo que dirijo mi mirada hacia ese sitio encontrándome con un hombre de traje.Frunzo el ceño intrigado por esto, estoy acostumbrado a ver a todo tipo de personas. Aunque está en particular, me deja sorprendido, no precisamente por el traje de punto que lleva puesto, que intuyo que vale más que un año de salario mío.Si no por su mirada, hay algo en ella que me hace conectar de cierta manera. Al ser oficial, es normal encontrarme supervisando y analizando a cada persona, ya que el comprobar antes puede ser un punto clave que decidirá su próximo movimiento.
«Nunca me había encontrado con un hombre así. Es extraño. No puedo evitar pensar en lo poco agresivo que es, no dudo que otra persona en su misma posición no perdiera el tiempo para intentar ir más allá conmigo, que intrigante», converso conmigo misma como es normal.A veces me siento en un monólogo, porque paso demasiado tiempo en conversaciones internas, las cuales me hacen dudar de mi desempeño mental. Ya que en ocasiones son cosas serias sobre lo que haré, o reflexiono en muchas cosas que ocurrieron en el pasado, como también en cosas estúpidas, específicamente la importancia de comer mermelada con pan o una grasienta hamburguesa; de esas que van a tus caderas.Sonrío internamente al reflexionar en esto. Camino con lentitud hacia el exterior, encontrándome con varios oficiales, viéndome de reojo disimuladamente, lamentablemente al ser mujer detallo muy bien todo, por lo que su forma de disimular no es la más discreta.«Por eso digo que ese hombre es extraño, creí que era una reacc
Sin darme cuenta comienzo a revivir esos momentos llenos de alcohol y sustancias que espero jamás probar nuevamente. Por eso ahora más que nunca tengo especial cuidado sobre lo que consumo en el lugar, sea el lugar que sea.Porque si he aprendido algo, es que ningún sitio está exento, todos los sitios son peligrosos, por igual, solo hay que saber a cuáles puedes ir. Así de sencillo.Libero un suspiro con la intención de apartar mis pensamientos de esos sitios que aún se encuentran en mi mente.—Ya llegamos, señorita Kingston —escucho que me dice mi jefe; ese que tiene una conexión dudosa con mi amiga.—Hazme el favor y jamás me vuelvas a llamar así —digo para luego bajarme de su lujoso auto negro mate.Llega a mi lado para proceder a caminar en dirección a este hotel que conozco demasiado para mi gusto, no es porque lo haya querido sino más bien por una obligación.Nos introducimos en su interior, pasando por el lobby en el cual se encuentran varios empleados; a unos lo conozco a otro
—Otra vez lo mismo…Inclinó mi cabeza hacia adelante, colocándola bajo el agua de la ducha. Permitiendo que esta pueda llevarse eso que tiene inquietando mi mente desde que desperté. No tengo idea de lo que ha estado ocurriendo, desde hace un par de días no he podido conciliar el sueño, y cuando por fin bueno hacerlo me levanto exaltado de la cama.— ¿Qué está ocurriendo? Con anterioridad solo bastaba hacer ejercicio antes de ir a la cama para tener una buena noche, pero ahora… —dudas cómo están me llenan, unas que no tienen respuestas—. ¿Qué ha cambiado?Siento como el dolor en mi cabeza va en aumento, hasta el punto que se hace prácticamente imposible contenerlo. —Que diablos está ocurriendo, ¿Por qué me cuesta más de lo normal descansar? —suspiro para luego cerrar la llave de la ducha.Vine a tomar un baño con la única intensión de poder que de mí, salieran todos esos pensamientos, aparte de eliminar el sudor en mi cuerpo por la pesadilla que acabo de tener. Al contrario de las vec
Espero paciente hasta que el agua está lista, siendo así hecho el contenido en donde debo. Mientras espero que termina el proceso me dispongo a caminar hacia la despensa para tomar un par de rebanadas de pan que introduzco en la tostadora. No tardan mucho en estar listas, les esparzo mantequilla sobre ellas para luego servirme una taza de café sin azúcar.—Ahora, si me siento más despierto, esto es justo lo que necesitaba…Después de que termino de comer. Procedo a lavar todo como es costumbre mía ya, estoy acostumbrado a tener todo en orden. No podría comprobar realmente porque es esto, solo sé que me siento incómodo si no tengo todo en su respectivo lugar, es algo difícil de comprender para mí, solo sé que me gusta que todo a mí alrededor este en su lugar.—Ahora que todo está listo… —me dispongo a salir luego de dejar todo debo.Salgo hacia el pasillo en dirección hacia el ascensor del mismo, donde procedo a marcar el botón que me dirige hacia planta baja. Ya que no es como algunos