Vengarse de esa mujer... Eso daba vueltas en la mente de Lia una y otra vez, divisando un sin número de infantiles ideas revoloteando por su mente.
Como ya sabia que esa mujer era la esposa del alcalde, imaginó que estaría presente en la inauguración de una nueva plaza en el sector céntrico de la Ciudad, asique preparó sus cosas y con un plan en mente salió rumbo a la ingauracion de la plaza Libertad.Al llegar al lugar, habían mucha personas buscando estar en primera fila, especialmente varios peridostas de distintos canales de televisión, todos esperaban qué llegará el alcalde y diera inicio a la inauguración.De pronto apareció un lujoso vehículo, en el cual venía el alcalde y ella.. Esa mujer malvada qué le había hecho pasar el peor momento de su corta vida.Se dispuso a avanzar, con su pequeña figura pudo entrometerse y llegar a primera fila, especialmente atrás de las pancartas qué habían justo al lado de la tarima. Resulta que se acercaba el periodo electoral por lo que la inauguración de la plaza era el escenario ideal para que el alcalde destacará sus logros y las pancartas se orientaban a ese objetivo.Lia se dispuso a trabajar, sacó de su pequeña carretera un artefacto redondo, de consistencia blanda, ese sería su primer ataque.Esperó detenidamente qué el alcalde diera su discurso, hasta cuando menciono a "su bella esposa" Allí lia pudo saber que esa mujer se llamaba Pia, pero Lía la bautizó como "Arpía" en su mente.Lia consideró que había llegado el momento, escondida detrás se la pancarta se agachó y puso su mano cerca de la entrepierna de Pia, para luego presionar con fuerza el artefacto qué imitaba el sonido de un gran pedo.¡¡¡PPpprrrr!!! sonó fuertemente, lo qué ocasionó que toda la audiencia del lugar se volteara a mirar a Pia, quien estaba realmente enrojecida, con todas las miradas sobre ella, especialmente la de su esposo, cuyo rostro mostraba una vergüenza y molestia sin igual. El alcalde trató de disimular y continuar con el discurso, pero la gente comentaba lo sucedido por lo que había pedido la atención de todos los votantes.Lia presionaba su boca para no soltar una carcajada e internamente se sentía bastante satisfecha. Sin embargo recordó qué don Oracio estaría meses en un proceso de investigación en vano, solo por ser una persona amable qué la había considerado parte de su familia... Lía sintió mucha tristeza y volvió a sentirse molesta. En ese instante saco una pequeña pero afilada tijera y sin pensarlo...Cortó silenciosamente el precioso vestido de Pia, el cual era de color verde, de corte acampanado, por lo que pudo cortar sin que Pia lo notará, justo en la parte de atrás.Se detuvo justo cuanto llegó a la espalda baja, pues con eso, se lograban ver completamente las bragas fucsia y de encaje qué traía puestas.Al final el discurso el alcalde cortó la cinta de inauguración y se escuchó un fuerte aplauso.Finalizado el evento los peridostas se acercaron desiosos de conocer detalles de la nueva candidatura del alcalde. En ese instante el alcalde le hizo una seña a Pia para responder las consultas junto a ella, con el objetivo de mostrárse como un matrimonio unido y enamorado.Pia al acaparar la atención y enfoque de los periodistas, se dispuso a caminar como si estuviese flotando en una nuve, con un gesto de arrogancia y delicadeza caminó lentamente hacia su esposo, lo que no se esperaba era que al voltearse, una voz joven y masculina gritara a todo pulmón "MIREEN ESE CUl*" lo que hizo que todas las miradas siguieran la de ese hombre y se encontrarán en primera plana con Pia y su bragas a la vista.Los ruidos de las personas y periodistas sacando fotos y realizando acercamientos fue abrumador, se escuchaban risas y también comentarios negativos hacia Pia, por lo que los guardias tuvieron que intervenir, cubriendo a Pia y saliendo rápidamente con ella del lugar, junto al alcalde qué corria detrás desconcertado.Lia se sentía relamente satisfecha, doblaba sus pequeños dedos en señal de pedir un deseo.Decía "Que don Oracio haya visto todo esto por la televisión"............... Lía ya cumplía sus 20 años, es una mujer decidida y directa qué no aceptaba faltas de respeto, su infancia le había enseñado a auto defenderse toda vez que fuese necesario.Sus planes eran muchos, quería encontrar un trabajo en la ciudad fluvial para ahorrar y entrar a la universidad. Deseaba con todas sus fuerzas ser ingeniera en ventas en una gran empresa.La oportunidad de un trabajo había llegado, trabajaría para una familia adinerada de la Ciudad, debía encargarse junto a otras cinco empleadas, del aseo del lugar, incluido el jardín y la tres picinas.Cuando llego al lugar se sorprendió, era relamente hermoso y enorme, con un pasto perfectamente cortado y varias rutas para hacer distintas caminatas con bajadas al rio, habiendo en cada una sectores de descanso con lujosos sillones y decoraciones.Lia se sintió un poco abrumada por la cantidad de trabajo en un lugar tan grande, pero su objetivo era claro, era su oportunidad de cumplir sus sueños.- Buenos días, mi nombre es Lia, vengo por el trabajo de lobores de aseo - dijo con un tono de voz seguro y directo.- ah, si, Lia, soy Rosa, la ama de llaves, estoy encargada de que todo funcione a la perfección, esta familia es exigente ¿estas preparada para el trabajo?- Si, claro que si. Dígame donde empiezo. - respondió Lia con una sonrisa entusiasta.- Deja tus cosas en la habitación del final, allí está tu uniforme debidamente limpio y planchado así debe verse siempre. Luego de vestirte necesito que limpies la picina del sector norte, los implementos están allí mismo, sigue la ruta de las rosas blancas y llegaras sin dificultad. Resulta qué cada ruta estaba señalada con colores distintos de hermosas rosas, lo que era relamente espléndido.Lia se preparó rápidamente, el uniforme no era tan horrendo como esperaba, consistía en una polera roja de cuello pique y unos pantalones negros largo de tiro, debiendo usar siempre la polera dentro del pantalón, lo cual acentuaba mucho su cintura y caderas, pues Lia tenía una silueta bien definida.Al llegar a la picina estaba sola, lo cual le pareció ideal, por lo que se dispuso rápidamente a trabajar, al pasar una hora, algo comenzó a incomodarla, sintió que alguien la observaba y eso la incomodó muchísimo. De pronto, alguien la abrazó fuerte desde atrás. Lía no podria mover sus brazos asique solo pudo pataliar con fuerza hasta que la soltaran.Sentía su cara roja, sus manos le sudaban por una mezcla de miedo y enojo.Al ver el rostro del culpable, se abalanzó sobre el como una leona, logrando voltearlo y comenzó a darle un sin número de cachetadas en el rostro.El joven no pudo contener la risa y después de recibir varias cachetadas logró tomar su manos y librarse de Lia. Mientras tanto la miró fijamente, como si la conociera de toda la vida, sus ojos azules lograron tranquilizar las reacciones de Lia, pero no su lengua.- ¡IMBECIL! ¿Qué es lo que te pasa? ¿Te conozco? No creo conocerte porque a nadie le he dado el derecho de hacer lo que hiciste. - Gritó lia dispuesta a atacar de nuevo.- Tranquila mujer, digamos que soy tu jefe, asique tratame bonito- respondió con una sonrisa burlona.-¡ ME IMPORTA UN MISMÍSIMO RÁBANO, PUEDES SER EL MISMO PAPA SI QUIERES! Pero a mi, me respetas, seguro eres un hijito de mami que cree tener el mundo a sus pies! - soltó Lia, de manera directa y desafiante.Julián se quedó boquebierto, siempre había echo la misma broma a las nuevas contrataciones y después de decir que era el jefe ninguna mujer se había atrevido a defenderse o cuestionarlo, por lo que se sintió sumamente incómodo, como si al fin una persona en el planeta lo pusiera en su lugar, donde su estatus y dinero no le daban privilegios.Julián era un joven muy atractivo, tenía una sonrisa perfecta y ojos realmente cautivadores, pese a sus extrañas bromas, era bastante respetable en el lugar, manteniendo una actitud distante del personal que se componía solo de mujeres, consideraba la broma qué le había hecho a Lía como una tradición de bienvenida. Las cinco empleadas domésticas qué estaban en la mansión, anhelaban una mirada de parte de Julián, pero ninguna había logrado algo más que una respuesta cortante.Una de las empleadas era sumamente ambiososa, siempre comentaba cuanto le gustaría casarce con el y ser parte de los señores de casa, recibiendo motivación de parte de sus cuatro compañeras que admiraban su seguridad.Lía no participaba de esas conversaciones, se mantenía distante y se centraba en realizar su trabajo. Lo cual generaba burlas de sus compañeras.- Lía, nunca opinas nada ¿te comió la lengua los ratones?¿ O al ser alguien tan de campo, no tienes aspiraciones? permítete soñar con un hombre como Julián
Pese a haber perdido las esperanzas, Lía no dejaba de luchar y aunque tenía la boca completamente cerrada con esa sucia mano de ese hombre, de igual modo hacía sonidos de auxilio y fuertes sollozos, realizando movimientos constantes para tratar de liberarse.Esto impidió qué ese hombre pudiese pe**trarla, pese a intentarlo una y otra vez, mientras lía sentía ese sucio miembro rosar su trasero. Ahora entendía porque anastasia se había portado tan amable durante el día, señalándole qué le tenía un pijama de regalo, disculpándose una y otra vez porque el de Lía había sido echado a la basura *por error". Ese pijama qué le obsequió anastasia era una camiseta larga, qué no tenía ninguna parte de abajo, solo se usaba encima de las bragas. Por eso, había sido tan sencillo levantarle la camiseta, y desnudarla. En ese instante de desespero, alguien entró a la habitación por la fuerza, lo que hizo que kike soltara a Lía de inmediato y la empujara, por lo que Lía cayó de costado al suelo. Era
Cuando Julian se voltió, Lía pudo abrir los ojos, sentía algo que jamás había experimentado, no tenía palabras para expresarlo asique solo guardó silencio por unos segundos. Caminó directamente donde Julián y sin cubrirse el cuerpo, lo hizo voltear.- Quiero hacerlo.. Digo.. Porfavor.. Hazme el amor - dijo Lía con una timidez qué no le era habitualJulián no dejó pasar ni un segundo, comenzó besando apasionadamente su boca para bajar hasta su cuello, mientras mantenía una mano en su cintura y la otra recorría sus curvas con delicadeza. Bajó por su cuello hasta llegar a sus grandes pechos, lo cuales besó lentamente.Lia se estremecía, realizaba gemidos involuntarios mientras Julián la ponía de espaldas, apoyandola en la pared del baño. Besó poco a poco su espalda, con bastante suavidad, hasta que porfin la guío a abrir sus piernas. Era ahora o nunca, pero justo cuando iba a impactarla, Lía dijo- Con cuidado, soy virgen - Julián se apartó de golpe, su mirada se suavizó, tenía tanta
Lía había llegado a su vecindario, pese a el humilde paisaje, con viviendas a poco terminar, calles llenas de muchachos jugando fútbol y pequeños negocios de abastecimiento, Lía no sentía una pizca de vergüenza con Julián, ese lugar, era su casa y esas personas, parte de su familia, de sus raíces y de su historia.Parecía que una celebridad había llegado al lugar, desde los niños más pequeños a las personas más ancianas, salían a las calles a ver quien pasaba por allí, al ver a Lía le saludaban con mucho entusiasmo. Don p**e, salió de inmediato con una caja de huevos de campo como obsequio, Lía había llegado y todos los de aquel lugar estaban felices.Lía fue guiando a Julián para pasar primeramente por la verdureria de don oracio, era justo la hora de cierre y lía deseaba llegar antes que cerrara, le extrañaba tanto y quería saber como habían sido estos últimos meses.A lo lejos, se ve un hombre mayor, barriendo la entrada de su negocio, con una gorra estilo boina y su característico
Lía apretó la hoja en su mano con fuerza, pero las palabras estaban grabadas en su mente y corazón por completo. Su madre sollozaba en silencio, sosteniendo una foto con su esposo de su matrimonio por la iglesia, pero lía no tenía las fuerzas de consolar a su madre, salió de la casa corriendo y olvidó por completo qué Julián estaba a la espera. Se dirigió al río qué se encontraba a unos mts de su casa, el cual, por la época del año, traía bastante agua, era un lugar no apto para bañarse, lleno de rocas y profundidades. Sin pensarlo se lanzó al lugar más profundo. Ella no deseaba quitarse la vida, solo deseaba ahogar el dolor que le consumía el pecho, necesitaba escapar de ese dolor, sentir algo más que esa pena y esa fue su forma.Al caer al agua, se sumergio profundo, mirando desde allí la lejanía de su salida como si ubiese caído en un inmenso túnel cuya luz se dislumbraba a lo lejos. Estaba a punto de cerrar sus ojos, pero una mano la sujetó con fuerza, logrando sacarla hasta la
Los días habían pasado muy rápido, marcados por el llanto y la despedida de Lia hacia su padre. Junto con su madre habían estado más unidas qué nunca, mientras que Julián había retornado a casa, alentando a Lía a regresar también, ofreciéndole a su madre un empleo inmediato en la cocina, luego de probar las deliciosas y únicas preparaciones que realizaba con pocos ingredientes.Lía y su madre hicieron sus maletas, sabiendo que no regresarían en un buen tiempo, encargaron su casa a don oracio y se fueron con rumbo a la ciudad fluvial.Al llegar, el personal estaba enterado de que Lía llegaría junto a su madre, teniendo una habitación preparada para ella, solo a dos habitaciones de la de Lía.- Señora iris, bienvenida - dijo Julián abriendo sus brazos hacia la madre de Lia, mostraba gran alegría, luego dirigió su mirada a Lía y le abrazó con fuerza. Jamás el personal de la mansión lo había visto ser tan cercano con algún empleado, por lo que pronto esto se rumoreo por toda la mansión,
- Tu no eres para Julian, que te quede bien claro, eres solo una sirvienta sin aspiraciones, quiero que te alejes de mi hijo o no solamente te despediré, sino que me encargaré que nadie más vuelva a contratarte, no te quedará otra opción que volver a la ratonera de donde vienes. ¿Entendiste? Dijo elevando a cada momento su voz.Lía no tardó en responden sin tapujos, diciendo:- Usted puede ser la dueña de este lugar, pero a mi no me trata como se le de la gana! Veo claramente que el dinero no le dio educación, sino kilómetros de arrogancia!! usted ingresó sin autorización a esta habitación ¿y viene a amenazarme? Si va a despedirme hágalo ahora, quiero escucharlo, pero yo no acepto amenazas! Usted puede decidir las funciones que yo realice aquí, pero no decide a quien le abro las piernas fuera de mi horario laboral! - respondió Lía mientras la mujer se tapaba una y otra vez su boca, mostrándose sorprendida, ofendida y hasta un poco asqueada.- si va a despedirme hágalo, quiero leer en l
Los minutos parecían horas y Lía se sentía más triste y decepcionada que nunca, Julián no apareció en su habitación y ya comenzaba a resignarse.De pronto escuchó unos pasos, se apresuró a acercarse a la puerta hasta que al fin tocaron solo una vez. - ¿Quien es? - dijo , tratando de disimular su voz ansiosa, pero no recibió respuesta. La incertidumbre la consumía asique decidió abrir la puerta, esperaba ver a Julián pero del otro lado de la puerta estaba nada más y nada menos que esa joven y adinerada mujer. No. No estoy perdida - dijo esa mujer - vine directamente a verte y tal como me gusta, iré directo al grano - destacó en tono arrogante - mi suegra me ha dicho que no dejas en paz a Julián, espero hoy te haya quedado claro que el es mi prometido y si llegas a tener alguna duda, mira, velo tu misma. - dijo mientras sacaba su teléfono y mostraba una imagen de ella y Julián en la cama, el aparentemente exhausto y dormido y ella cubierta solo por una sabana mientras lo abrazaba. Er