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Capitulo 2: Venganza encubierta

Vengarse de esa mujer... Eso daba vueltas en la mente de Lia una y otra vez, divisando un sin número de infantiles ideas revoloteando por su mente.

Como ya sabia que esa mujer era la esposa del alcalde, imaginó que estaría presente en la inauguración de una nueva plaza en el sector céntrico de la Ciudad, asique preparó sus cosas y con un plan en mente salió rumbo a la ingauracion de la plaza Libertad.

Al llegar al lugar, habían mucha personas buscando estar en primera fila, especialmente varios peridostas de distintos canales de televisión, todos esperaban qué llegará el alcalde y diera inicio a la inauguración.

De pronto apareció un lujoso vehículo, en el cual venía el alcalde y ella.. Esa mujer malvada qué le había hecho pasar el peor momento de su corta vida.

Se dispuso a avanzar, con su pequeña figura pudo entrometerse y llegar a primera fila, especialmente atrás de las pancartas qué habían justo al lado de la tarima. Resulta que se acercaba el periodo electoral por lo que la inauguración de la plaza era el escenario ideal para que el alcalde destacará sus logros y las pancartas se orientaban a ese objetivo.

Lia se dispuso a trabajar, sacó de su pequeña carretera un artefacto redondo, de consistencia blanda, ese sería su primer ataque.

Esperó detenidamente qué el alcalde diera su discurso, hasta cuando menciono a "su bella esposa" Allí lia pudo saber que esa mujer se llamaba Pia, pero Lía la bautizó como "Arpía" en su mente.

Lia consideró que había llegado el momento, escondida detrás se la pancarta se agachó y puso su mano cerca de la entrepierna de Pia, para luego presionar con fuerza el artefacto qué imitaba el sonido de un gran pedo.

¡¡¡PPpprrrr!!! sonó fuertemente, lo qué ocasionó que toda la audiencia del lugar se volteara a mirar a Pia, quien estaba realmente enrojecida, con todas las miradas sobre ella, especialmente la de su esposo, cuyo rostro mostraba una vergüenza y molestia sin igual. El alcalde trató de disimular y continuar con el discurso, pero la gente comentaba lo sucedido por lo que había pedido la atención de todos los votantes.

Lia presionaba su boca para no soltar una carcajada e internamente se sentía bastante satisfecha. Sin embargo recordó qué don Oracio estaría meses en un proceso de investigación en vano, solo por ser una persona amable qué la había considerado parte de su familia... Lía sintió mucha tristeza y volvió a sentirse molesta. En ese instante saco una pequeña pero afilada tijera y sin pensarlo...

Cortó silenciosamente el precioso vestido de Pia, el cual era de color verde, de corte acampanado, por lo que pudo cortar sin que Pia lo notará, justo en la parte de atrás.

Se detuvo justo cuanto llegó a la espalda baja, pues con eso, se lograban ver completamente las bragas fucsia y de encaje qué traía puestas.

Al final el discurso el alcalde cortó la cinta de inauguración y se escuchó un fuerte aplauso.

Finalizado el evento los peridostas se acercaron desiosos de conocer detalles de la nueva candidatura del alcalde. En ese instante el alcalde le hizo una seña a Pia para responder las consultas junto a ella, con el objetivo de mostrárse como un matrimonio unido y enamorado.

Pia al acaparar la atención y enfoque de los periodistas, se dispuso a caminar como si estuviese flotando en una nuve, con un gesto de arrogancia y delicadeza caminó lentamente hacia su esposo, lo que no se esperaba era que al voltearse, una voz joven y masculina gritara a todo pulmón "MIREEN ESE CUl*" lo que hizo que todas las miradas siguieran la de ese hombre y se encontrarán en primera plana con Pia y su bragas a la vista.

Los ruidos de las personas y periodistas sacando fotos y realizando acercamientos fue abrumador, se escuchaban risas y también comentarios negativos hacia Pia, por lo que los guardias tuvieron que intervenir, cubriendo a Pia y saliendo rápidamente con ella del lugar, junto al alcalde qué corria detrás desconcertado.

Lia se sentía relamente satisfecha, doblaba sus pequeños dedos en señal de pedir un deseo.

Decía "Que don Oracio haya visto todo esto por la televisión"

...............

Lía ya cumplía sus 20 años, es una mujer decidida y directa qué no aceptaba faltas de respeto, su infancia le había enseñado a auto defenderse toda vez que fuese necesario.

Sus planes eran muchos, quería encontrar un trabajo en la ciudad fluvial para ahorrar y entrar a la universidad. Deseaba con todas sus fuerzas ser ingeniera en ventas en una gran empresa.

La oportunidad de un trabajo había llegado, trabajaría para una familia adinerada de la Ciudad, debía encargarse junto a otras cinco empleadas, del aseo del lugar, incluido el jardín y la tres picinas.

Cuando llego al lugar se sorprendió, era relamente hermoso y enorme, con un pasto perfectamente cortado y varias rutas para hacer distintas caminatas con bajadas al rio, habiendo en cada una sectores de descanso con lujosos sillones y decoraciones.

Lia se sintió un poco abrumada por la cantidad de trabajo en un lugar tan grande, pero su objetivo era claro, era su oportunidad de cumplir sus sueños.

- Buenos días, mi nombre es Lia, vengo por el trabajo de lobores de aseo - dijo con un tono de voz seguro y directo.

- ah, si, Lia, soy Rosa, la ama de llaves, estoy encargada de que todo funcione a la perfección, esta familia es exigente ¿estas preparada para el trabajo?

- Si, claro que si. Dígame donde empiezo. - respondió Lia con una sonrisa entusiasta.

- Deja tus cosas en la habitación del final, allí está tu uniforme debidamente limpio y planchado así debe verse siempre. Luego de vestirte necesito que limpies la picina del sector norte, los implementos están allí mismo, sigue la ruta de las rosas blancas y llegaras sin dificultad. Resulta qué cada ruta estaba señalada con colores distintos de hermosas rosas, lo que era relamente espléndido.

Lia se preparó rápidamente, el uniforme no era tan horrendo como esperaba, consistía en una polera roja de cuello pique y unos pantalones negros largo de tiro, debiendo usar siempre la polera dentro del pantalón, lo cual acentuaba mucho su cintura y caderas, pues Lia tenía una silueta bien definida.

Al llegar a la picina estaba sola, lo cual le pareció ideal, por lo que se dispuso rápidamente a trabajar, al pasar una hora, algo comenzó a incomodarla, sintió que alguien la observaba y eso la incomodó muchísimo. De pronto, alguien la abrazó fuerte desde atrás. Lía no podria mover sus brazos asique solo pudo pataliar con fuerza hasta que la soltaran.

Sentía su cara roja, sus manos le sudaban por una mezcla de miedo y enojo.

Al ver el rostro del culpable, se abalanzó sobre el como una leona, logrando voltearlo y comenzó a darle un sin número de cachetadas en el rostro.

El joven no pudo contener la risa y después de recibir varias cachetadas logró tomar su manos y librarse de Lia. Mientras tanto la miró fijamente, como si la conociera de toda la vida, sus ojos azules lograron tranquilizar las reacciones de Lia, pero no su lengua.

- ¡IMBECIL! ¿Qué es lo que te pasa? ¿Te conozco? No creo conocerte porque a nadie le he dado el derecho de hacer lo que hiciste. - Gritó lia dispuesta a atacar de nuevo.

- Tranquila mujer, digamos que soy tu jefe, asique tratame bonito- respondió con una sonrisa burlona.

-¡ ME IMPORTA UN MISMÍSIMO RÁBANO, PUEDES SER EL MISMO PAPA SI QUIERES! Pero a mi, me respetas, seguro eres un hijito de mami que cree tener el mundo a sus pies! - soltó Lia, de manera directa y desafiante.

Julián se quedó boquebierto, siempre había echo la misma broma a las nuevas contrataciones y después de decir que era el jefe ninguna mujer se había atrevido a defenderse o cuestionarlo, por lo que se sintió sumamente incómodo, como si al fin una persona en el planeta lo pusiera en su lugar, donde su estatus y dinero no le daban privilegios.

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