Inés regresó al otro día a su jornada escolar, hiperalerta de lo que podía suceder en la clase de la profesora Eva.Analizó qué era la única profesora que se comportaba así en el establecimiento, todos los demás eran amables, unos más exigentes que otros pero todos trataban a los alumnos con respeto, ¿porque ella no? ¿Porque nadie ha notado el trato que tiene hacia los alumnos? Y las respuestas que necesitaba Inés respecto a esas interrogantes en su cabeza fueron respondídas en ese mismo instante, justo cuando vio a la profesora ingresar a la sala de profesores con sus colegas, hablando tiernamente, con una postura humilde, risueña, mientras acariciaba la cabeza de una pequeña niña qué se le cruzó en el camino. Utilizaba una risita fingida y una mirada cínica, relamente tenía a todos sus compañeros convencidos que era una exelente profesora, el único problema es que eso no se veía cuando estaba dentro de la sala de clases, allí la realidad era un infierno.- Señorita Inés, veo que re
Para Inés sería bastante sencillo un cambio de colegio, finalmente llevaba solo dos días en su escuela, pero no lo consideraba justo.Como podría abandonar esa escuela despues de lo que los demás niños viven con la profesora Eva, sentía que eso era una gran traición e injusticia para aquellos que no tenían padres comprensivos, qué creyeran su versión y les apoyarán. Inés decidió profundamente no quedarse de brazos cruzados, debía enfrentar a esa profesora como diera lugar, su abuelita siempre le dijo que los malos nunca ganan, aunque las apariencias engañen. Inés de dispuso para ir a su tercer día de clases, sintiendo una pisca de culpa por darle problemas a Julián y a Lia, pero ella sentía el deber de defender a esos niños, como alguna vez deseo que lo hicieran con ella, sabiendo perfectamente lo que era pedir ayuda sin recibir ninguna respuesta. No pudo evitar pensar en aquella vez que su abuelita enfermó y no tenían dinero para medicinas, recuerda la cantidad de horas en que cam
Lía e Inés tenían un plan, debían esperar el aniversario escolar para desenmascarar a la profesora frente a todos los asistentes, así nadie podría negar ni encubrir el verdadero rostro de esa mujer.Faltaba una semana, asique tenían el tiempo perfecto para idear lo más completo posible el plan, lo que no sabían era que la profesora Eva también estaba buscando maneras de que Inés fuera expulsada y en una semana podrían ocurrir demasiadas cosas en la sala de clases.Inés asistió a clase como de costumbre, se ofreció para pertenecer a la brigada de decoración y sonido del aniversario de la escuela, asique tenia el beneficio de ausentarse de la clase de la profesora Eva cada lunes, y preparar todo para llevar a cabo el plan con Lía.El gran problema comenzó cuando la profesora Eva fue designada para dirigir el evento, por que en cada ensayo se encontraba con Inés y buscaba la manera de dejarla mal frente a otros profesores y alumnos, tratando de aislarla de su medio lo que comenzaba a hart
Todos estaban nerviosos, era el ensayo final, nada podía estropearlo, habrían importantes invitados como el alcalde, directores de otros establecimientos a nivel regional y las familias de cada alumno, asique debía ser lo más realista posible, debían imaginarse estar frente a todos ellos, por lo que habían invitado a todo el alumnado para presenciar el ensayo final.Todo comenzaba con una melodia alegre, que solo tardaba 10 segundos antes de perderse poco a poco para dar inicio a la bienvenoda.La profesora Eva avanzó hacia el escenario con una gran sonrisa, para iniciar dando la bienvenida a cada asistente par a luego leer una frase de Maria montesori " la claridad genera confíanza y la confianza inspira comportamientos positivos" haciendo énfasis en que el establecimiento era un lugar de prestigio, un segundo hogar para los alumnos donde podían soñar y confiar en sí mismos y en sus docentes, pero siempre con la presencia de normas y límites que favorecerian su futuro.Inés escuchaba
Inés se despertó muy temprano, había llegado el día en que podría desenmascarar a la profesora Eva y debía ser cautelosa, no podían existir equivocaciones, daba vueltas en su cama sin poder continuar durmiendo, mientras escuchó un ruido en la cocina.Se levantó a toda prisa pero, con miedo a que pudiese ser un ladrón, sin embargo al mirar desde la puerta, vio una silueta femenina al final del pasillo, supo exactamente que se trataba de lía qué daba vueltas por la sala como un león enjaulado.Estaba igual o más nerviosa que Inés, repasaba él plan en su mente una y otra vez, hablando en voz baja, hasta que al voltearse su mirada se encontró con la de Inés. Ambas sonrieron, como si estuvieses conectadas y se ubiesen comucado claramente por varios minutos, pero ninguna había dicho ni una sola palabra.Se sentaron en la sala, se abrazaron y con una manta de polar meditaron en conjunto.- Que hacen aquí mis preciocitas - dijo Julián en tanto su alarma sonó y se bajó de golpe hacia el baño -
Rocío detuvo la grabación que hizo desde el inicio, porque ya no solo mostrarian la grabación de Inés respecto a su relato y las imágenes que Lía le había sacado después de lo sucedido en los baños, ahora tendrían un video que exponía a la profesora Eva completamente.Se dirigió despacio hacia Inés, quien pese a estar rodeada de otros niños que estaban preparándose para subir al escenario, nadie notó su presencia.- Inés, confía en mi, no pongas tu grabación, pon esta - dijo acercandole una pequeña memoria de su cámara donde se encontraba únicamente el video que acababa de grabar, pues se había encargado de eliminar todo lo demás de su cámara para que Inés no se confundiera en el video que se debía proyectar.Inés la miró unos segundos , sin duda dudó de la palabra de alguien que recién conocía. Pero si era amiga de Lía y ella le había expuesto el plan era porque realmente confiaba en ella, por lo que acintio unas veces y se preparó para el show.Había un momento de la actividad, don
Inés miró a lo lejos, sintió un alivio inexplicable que iniciaba desde su estómago y se extendía a lo largo de su cuerpo hasta llegar rápidamente a su cabeza, calmando sus pensamientos y sus tristezas de manera inmediata, porque eso que tanto esperaba, al fin ocurría, aquello que parecía imposible, por fin sentía esa sabor a victoria que no podia quitarse de la boca. Inés respiraba con calma como si acababa de quitarse una gran carga de encima, miró a Lía a lo lejos y con los ojos llorosos corrió instintivamente hasta ella, recibiendo ese calor materno, cálido y protector que tanto anhelaba desde niña, esa aroma tan particular en ella que ya reconocía como su lugar seguro. Ver a la profesora Eva salir esposada del lugar trasmitió una calma a toda la audiencia, respirandose alivio en el ambiente y una sensación de justicia. Algunos se acercaban a Inés, señalandole lamentar lo que había vivido, dándole unas pequeñas palmadas en la espalda y mirándola con asombro, mientras ella se most
- Sucia niñita! Cerda y mal oliente mocosa! Sal de mi tienda antes que llame a la policía!! - dijo don Oracio, alzando poco a poco la voz hasta que su cara se volvió completamente roja de ira.- Veo que esta enojado Señor, pero ¡no me comparta su saliva! - dijo Lía de tan solo ocho años limpiandose exageradamente el rostro, luego de haber entrado a una vedureria y mascar una gran manzana.Lía vivía en los suburbios, su familia era bastante pobre por lo que su aspecto siempre era desarreglado y un poco empolvado. Su larga melena castaña despeinada traia hojas enrredadas difíciles de quitar. Lía, vivía metiéndose en aprietos, especialmente por su incapacidad de guardar silencio y responder de manera acelerada, lo que era gracioso para algunos pero muy molesto para otros, especialmente para los dueños de almacenes qué deseaban evitar su entrada, diciendo que su presencia daba mal aspecto al lugar, sumado a que Lia comía cosas dentro de las tiendas sin tener como pagar. - Lía! otra vez